webnovel

Nemxidal

-¡Corre! - gritó Uno, instándome a escapar.

Me di la vuelta y comencé a correr zigzagueando a través de la densa vegetación en un intento por escapar del monstruo. Tras unos minutos que se hicieron eternos, corriendo colina arriba, me atreví a dar un vistazo rápido para verificar si ya no nos perseguía el espantoso ser.

-Creo que lo hemos perdido, Uno. - expresé, tratando de recuperar el aliento.

Sin embargo, al girarme para buscar a Uno, me di cuenta de que estaba solo. Parecía que nos habíamos separado en medio de la persecución, y lo más probable es que el monstruo estuviera siguiendo a Uno en lugar de a mí.

Decidí subir a la cima de la colina para tratar de ubicar a Uno desde allí. Mientras corría, noté un pájaro volando en mi misma dirección y lo reconocí: era el mismo pájaro el cual se había puesto a chirriar sobre nuestro arbusto. No pude evitar sentir enojo hacia el pájaro; si no fuera por él, podríamos haber pasado desapercibidos. Casi parecía que hubiera revelado nuestra posición a propósito. Mientras lanzaba una mirada de desprecio al pájaro, me di cuenta de que me acercaba al borde de la colina. La colina se dividía abruptamente en un precipicio. Antes de que pudiera girarme para buscar a Uno entre la vegetación, el pájaro emitió otro chirrido, y de repente, un ruido se acercó rápidamente.

'¿Ahora que?' pensé, mientras trataba de encontrar una solución en medio de la tensión del momento.

Antes de poder reaccionar adecuadamente, el monstruo lanzó una daga hacia mí en un intento por apuñalarme. Logré moverme justo a tiempo para evitar ser atravesado por completo, pero no lo suficientemente rápido como para evitar un corte profundo en mi costado. Aproveché la oportunidad y le asesté un golpe en la mandíbula. El monstruo, aturdido, soltó la daga, y mientras me disponía a recogerla, se abalanzó sobre mí, comenzando a ahorcarme. Luché por liberarme, pero su agarre era férreo, y tampoco tenía mucho espacio para maniobrar, estábamos cerca del precipicio. Busqué la daga desesperadamente solo para darme cuenta de que estaba lejos de mi alcance. 

Mientras mi conciencia comenzaba a desvanecerse, tomé una decisión drástica y, en un acto impulsivo, intenté sacarle los ojos al monstruo. Este acto sorpresivo fue suficiente para hacer que aflojara su agarre, permitiéndome tomar una bocanada de aire y recuperar algo de mi fuerza. Acto seguido, inserté mi pierna entre nuestros cuerpos y, con un esfuerzo sobrehumano, lo empujé mientras lo agarraba por los hombros, arrojándolo al precipicio.

Permanecí acostado durante unos momentos, recuperando el aliento. Finalmente, decidí enderezarme, y al hacerlo, noté algo que brillaba en mi visión periférica. Era la daga. Me acerqué a ella y la tomé en mis manos. Estaba hecha de una piedra negra brillante, similar a la obsidiana. Después de observar el objeto durante un momento, examiné mi entorno. No había señales de Uno ni de otros monstruos cercanos. Cuando me disponía a regresar, una voz me sorprendió.

-Bueno, eso no me lo esperaba.

Girándome bruscamente, vi al dueño de la voz con una expresión de visible confusión. Era el pájaro de antes.

-Antes de mandarte de regreso como a tu compañero, ya que derrotaste a uno de los líderes de Ternam y uno de los pecados te reconoce como su dueño, como recompensa responderé a cuatro preguntas que tengas. - declaró el pájaro.

-¿Los monstruos se llaman Ternam? - pregunté.

-No, así es como se le conoce a su gente antes de que se conviertan en monstruos. - respondió el pájaro.

-¿Qué? ¿Convertirse en mons - antes de que pudiera terminar de formular mi pregunta, el ave me interrumpió.

-¿Estas seguro de que quieres saber más sobre los Ternam? Te quedan tres preguntas. - advirtió el pájaro.

Después de pensarlo un poco pregunté:

-¿A qué te refieres con "mandarme de regreso como a Uno"? Estaba regresando con Uno hacia nuestros compañeros después de encontrarnos con un claro cuando notamos que el camino parecía haber cambiado y el tiempo parecía no transcurrir.

El pájaro me miró con expresión perpleja y respondió:

-¿Uno? ¿Te refieres al Parhelio? Mientras más habló contigo más intrigante me resultas. Con "mandarlos de regreso" me refiero a expulsarlos del claro. El camino no parecía haber cambiado, el camino cambió. El claro les "muestra" lo que quieren o necesitan hacer o ver, y hasta que eso no suceda, el tiempo no transcurre. Una vez cumplen su propósito, la gente suele abandonar el claro. Pero si no sabes que ya has visto o hecho lo que necesitas o quieres para poder salir, lo cual es en casos raros, puedes quedarte atrapado aquí por un tiempo indefinido. Otra forma de salir es que te expulse el guardián del claro mientras aún estas con vida, ya que cualquier daño que recibas se verá reflejado una vez que sagas.

-¿Por qué no nos sacaste desde el principio en lugar de delatar nuestra posición a los Ternam y hacer que nos atacaran?

Antes de que el pájaro pudiera responder, muchos pájaros idénticos a él comenzaron a revolotear a su alrededor y se fusionaron en un ave gigantesca. Era tan grande que podía ver mi propio reflejo a detalle en sus enormes ojos negros. Su pico parecía tener colmillos y su voz, al hablar, era tan grave que resonaba en mi pecho y hacía vibrar el aire.

-Mi trabajo es proteger el claro, expulsando a los invasores para evitar que se le de un mal uso, sin importar el método. - explicó el pájaro con un tono autoritario y severo - ¿Última pregunta?

-¿Quién eres?

-Soy Nemxidal

Antes de que pudiera decir o hacer otra cosa alguna, en un parpadeo, Nemxidal tenía su pico alrededor de mi cabeza, acto seguido sentí una ligera presión y el mundo se volvió oscuro.

Felicidades a mi querido lector, has terminado el segundo capítulo.

Ekazcreators' thoughts