webnovel

The Legend Of Zelda Ocarina of Time

Link es un niño de la tribu kokiri, habitantes del bosque, pronto se ve empujado fuera de su hogar para cumplir una tarea encomendado por la Deidad Protectora del Bosque y partirá hacia una aventura de proporciones épicas. Conocerá diversas razas, reinos y desafíos en su camino por establecer la paz a su mundo. Hará aliados de todo tipo que le guiaran para establecerse como un héroe legendario. Visitará y participará en distintas culturas adoptando sus costumbres y protegiéndolos de aquel hombre que busca hurtar el tesoro para dominar el mundo. Dos niños nacidos del destino, uno en el desierto y otro en los bosques serán quienes forjen el futuro del Reino de Hyrule

Gabo96 · Fantasy
Not enough ratings
67 Chs

De regreso a ciudad goron

Como había hecho antes, dejó a Epona en las escaleras. Subió al pueblo y se dirigió a las escaleras que había al norte. También las subió y llegó a la puerta del Sendero de la Montaña de la Muerte. Ya no estaba el guardia, aunque la entrada seguía abierta. En ese momento se preguntó cómo es que aún no anochecía. Cuando salió por primera vez a la Llanura desde el Templo del Tiempo el Sol ya estaba en lo alto, pero no había sentido que se hiciera de noche en ningún momento. Luego se dio cuenta de que probablemente se hubiese hecho de noche mientras estaba en el Templo del Bosque.

Si lo que estaba pensando era petición, se le estaba cumpliendo: el cielo adquirió un tono morado y gris (gris por las nubes), pero no se precipitó. Decidió empezar a subir el sendero. Entonces miró hacia arriba y vio que había nubes rojas rodeando la cima. Recordó lo que el búho de su infancia le había dicho sobre esas nubes. En resumen, la Montaña de la Muerte no estaba para nada tranquila.

Al principio vio un Tektite, pero fue muy fácil matarlo, dado que ahora tenía la Espada Maestra. Empezó a subir por el cañón del principio y vio que había muchas piedras, pero ni siquiera intentó romperlas, porque no era su propósito, aunque sí tuvo que esquivar algunas que rodaban por el camino y se rompían antes de llegar a Kakariko.

Llegó a la entrada de la Cueva de los Dodongos y se decidió por entrar. Ahí no había nada especial y, según el mapa y la Brújula que llevaba consigo desde niño, ya no había nada, de modo que salió. Siguió ascendiendo la montaña por encima del cañón y vio que más rocas rodaban hasta la cueva y quién sabe a dónde fueran a dar. Sin esperar más se fue por el camino de la derecha que bordeaba el precipicio hasta por debajo del techo del otro camino y finalmente llegó a Ciudad Goron.

Entonces sintió algo extraño, hasta el momento no había visto a ningún goron y la Ciudad Goron estaba muy callada. Lo que era la cueva y las pinturas rupestres estaban igual pero Link no veía ningún goron, ni siquiera el gigante que había estado rodando en el segundo piso de la ciudad. Bajó a éste piso a ver si veía algo y así fue. Un pequeño goron rodaba y rodaba por el piso sin detenerse e iba muy rápido.