1 - Un raro comienzo

Una chica se encontraba caminando hacia la salida de aquel instituto. Era algo pequeña, con cabello largo y de color negro. Ojos grandes y oscuros, pero con un brillo muy bonito. Tez blanca, y usaba lentes. Su nombre es Rikka cuya edad es de 15, quien seguía un poco aturdida al haber oído justo a su lado el timbre que indicaba el fin de las clases. Se detuvo un momento, presentía que estaba perdiendo algo.

"Oh, es cierto. Teka!" - Dice Rikka, mientras se devuelve para dirigirse al pasillo donde se encuentran los casilleros. Le disgustaba que estuvieran sucios, pero no era el momento para quejarse.

Encuentra a Teka, de 17 años - "Hola, mi mejor amigo! ¿Puedo acompañarte a casa? - Preguntaba la chica, a lo que Teka respondía casi inmediatamente - "En un momento, Rikka, tengo que recoger mi guitarra"-

Rikka asiente con la cabeza - "Okey, te esperaré, pero no tardes mucho!" - Da media vuelta y vuelve a caminar a la salida, por el contrario, Teka buscaba el aula del club de música, donde era el mejor. Teka tiene el cabello negro y rizado, no se lo ha cortado en un buen tiempo, es delgado y siempre tiene una espada consigo, la cual fue heredada de su abuelo, sin embargo, él no sabe usarla.

Abre la puerta de aquella aula, encontrado bastante rápido su guitarra. Bueno, tampoco es que hubiera tantas, Teka la toma y le limpia el polvo de encima - "Te encontré"

En ese mismo momento, Teka siente algo en el brazo, una mano. Él predijo que sería su amiga Rikka - "Rikka, sé que eres tu!" - Voltea hacia atrás. Llevándose una gran sorpesa y dando un grito aterrador. Luego de ello comienza a reír tocándose el estomago - "Jajaja, Rikka casi me matas del susto, ese maquillaje tuyo si que es muy realista, te ves como una verdadera zombie!" - Se acerca y toca su hombro. No era maquillaje.

Pega otro grito enorme, ese zombie se abalanza contra él y trata de morderlo, Teka usando su guitarra lo golpea en la cabeza con toda la fuerza que tiene, así logrando liberarse.

Corre saliendo de esa sala a toda velocidad, y como si no fuera suficiente, habían mas zombies deambulando por los pasillos. Desvía su camino hasta encontrar una salida de emergencia, cuando la abre, ve a Rikka y a otros dos chicos ahí. - "Debemos irnos, no me lo podrás creer pero... No, no hay tiempo para explicar" - Rikka confundida intenta decir algo, pero a la vez a una horda de zombies corriendo hacia ellos se queda atónita. Teka la toma de la mano y corre junto a ella y los otros dos chicos. Teka no podía ver bien, pero los otros dos eran una chica de pelo corto y azul, y otro de pelo verde.

Los zombies rodean al cuarteto, hasta que de la nada aparece un helicóptero arriba de ellos. De él sale un señor, con armamento y ropa de un soldado, con sus armas dispara a los monstruos hasta no dejar ninguno. Toma unas escaleras y las deja caer para que los chicos suban junto a él. - "Vamos, vengan" -

Todos suben las escaleras desesperados, una vez están todos a bordo aquel señor toma el control del helicóptero volando hacia otro lado.

Los adolescentes estaban asustados, y sobre todo, confundidos. No procesaban lo que estaba sucediendo. Teka ve a Rikka, ella estaba dormida. Alza la mirada viendo a los otros dos chicos que habían ido con él. - "Hola" - Decía, mientras ambos lo voltean a ver, la de pelo azul contesta - "Hola" -

- "Mi nombre es Teka" - Respondía, tratando de socializar con ellos. - "El mío es Nora..." - Teka voltea a ver al chico, pregunta - "¿Cual es tu nombre?" -

- "Mi nombre es... Akizuki, Akizuki Takanato" - El peliverde, parecía el mas asustado. Es como si fuera un niño, era pequeño, ojos grandes, nariz pequeña, y estatura baja, Teka calculaba una de 1.64 centímetros. - "Tranquilo, aún no entiendo lo que pasa, pero seguramente ese señor nos lo va a explicar en cuando lleguemos al lugar donde nos está llevando" - Teka seguía preocupado, se estaban alejando de su ciudad, Nueva York. Eso también significaba que se estaba alejando de sus padres, cosa que le impactaba un poco

Luego de un silencio bastante largo, parecía que el helicóptero estaba bajando. Y fue así. Una vez el helicóptero estaba abajo, todos salen, incluyendo a aquel señor el cual tenía una máscara que no dejaba ver su rostro, pero desde lejos se podía notar que estaba ejercitado.

- "Hola, mi nombre es Connor. Soy uno de los pocos soldados sobrevivientes. Ustedes están en medio de un apocalipsis zombie. Sonará ilógico, y puede que no crean en ellos, pero es así" - Dice aquel señor, el cual se dirige a una base que estaba enfrente de ellos, abre la puerta con una tarjeta y entra, mientras los chicos entran por detrás. La base era gigante, pues antes vivían muchos soldados ahí, tenía cafetería, baños, enfermería, dormitorios y una sala de juegos, incluso un bar. El lugar estaba algo sucio, y tenía en varias partes una especie de moco verde, que no era más ni nada menos que sangre de zombie.

Connor los lleva hacia una mesa con armas encima, los voltea a ver de reojo.