439 Por fin llegan.

A las afueras de la ciudad Timișoara en Rumania, había un castillo bastante grande que, si bien daba la impresión de antigüedad, era una construcción reciente.

Construido en una pequeña montaña artificial con un gran puente al camino principal, el castillo era bastante grande y su entrada permitía varios autos.

Las torres relucían con cierto esplendor y tales construcciones eran bastante habituales en estos tiempos.

Algunos magos conformaban sus 'torres mágicas' como castillos y a otros tan atraídos por los tiempos de Terra nova, deseaban sentirse como nobles.

En este momento, varios autos de color negro estaban entrando mientras que el cielo estaba oscureciendo.

No era por el atardecer, sino que las nubes empezaban a reunirse con cierta velocidad como si estuviera por llover o como si alguna clase de tormenta estuviera por llegar.

Cuando los últimos autos pasaron por el puente y se estacionaron en el interior, una joven con un vestido rojo descendió, llevando una máscara de zorro.

Cabello rubio largo, ojos celestes y encantadora, su presencia y la mirada daba la impresión de algún tipo aristócrata de gran altivez.

—Érica esto será demasiado peligroso. Ten cuidado.

La jovencita escuchó la voz en su mente que sabía que venía de Andrés, pero ella dio una sonrisa.

Misión… Este castillo era de la mafia y ahora estaba llevando un negocio que estaba relacionado con varios héroes, aventureros, mercenarios e individuos ricos e importantes de Rumania.

Quien había conseguido esta información fue la red de información en la que trabajaba Andrés y hasta habían logrado una invitación para que alguien se infiltrara.

Entre todos los que héroes que estaba bajo el mando de Edward, quien tomó la tarea fue ella.

Había una razón.

"Señorita por favor acompáñenos. La reunión ha empezado y las transacciones ya pueden ser llevadas a cabo." Pidió un hombre, con una sonrisa amable dirigiendo su mano a la entrada del castillo.

En la entrada varias personas estaban adentrándose con calma mientras que algunos guardias vestidos de traje estaban por el área.

Sin responder, Érica caminó con pasos tranquilos, mirando el castillo de forma desdeñosa.

"Solo parece agradable del exterior." Dijo Érica con una voz despectiva y dando una mirada indiferente, comentó. "No tiene ni siquiera estilo."

Ella nació y se crio en una familia de alta clase.

Su padre lideraba el gremio relacionado con la familia real y durante generaciones estuvieron al lado de la realeza.

En el caso de su madre era una 'noble' y si bien su título había perdido fuerza, la costumbre de la nobleza continuaba en el Reino Unido y la lealtad de su familia, era incuestionable por generaciones.

En cierta forma tenía la etiqueta, la educación y la atmósfera de la hija rica de algún aristócrata importante.

¿En cuanto a la actitud?

"Espero que al menos tengan lo que ofrecían." Dijo Érica subiendo las escaleras con elegancia.

La mirada del encargado que la había recibido, se volvió ligeramente pálida ante su tono frío y despectivo.

Todo mientras que Érica no ocultaba su sonrisa de disfrute de alguien que tenía el poder para despreciar a otros y el estatus para hacerlo.

Ella misma no podía negar que alguna vez fue muy arrogante al aprovechar su estatus y por tal razón no era difícil utilizarlo como una máscara ahora.

"Por supuesto, nosotros tenemos lo que usted desea." Respondió rápidamente el encargado y volviendo a su sonrisa, comentó. "Aquí tenemos desde artefactos malditos, drog…"

"¿Crees que quiero un artefacto maldito o drogas?" Intervino Érica y dando una mirada llena de desprecio, pidió. "No me recomiendes algo que no quiero, dame lo que necesito."

La mirada del encargado tembló en parte molesto, pero se contuvo por completo.

Otros visitantes también dieron algunas miradas, pero tras un momento, el encargado la guio por el pasillo.

El pasillo del castillo tenía diferentes tipos de cuadro y en algunos de ellos había movimientos e incluso imágenes extrañas sin forma.

Más que una reunión para conversar, lo que se estaba organizando era una reunión de venta de toda clase de bienes.

"¿Le gustan? Son cuadros mágicos y en algunos de ellos, están personas en el interior tras ser maldecidos por magos." Reveló el encargado y con una sonrisa, declaró. "Estos productos son bastante caros."

Érica dio una mirada a un cuadro en donde una persona pintada daba la impresión de querer salir… Y por dentro no pudo evitar pensar que era impresionante.

¿Fueron magos espirituales que atraparon el alma de ese pobre inocente? ¿O se trataba de algún tipo de maldición y artefacto poderoso?

Había que tener cuidado al encargarse de esos cuadros.

"Son cuadros aburridos. Si quieres intentar vender, ofrece algo que sea verdaderamente llamativo." Respondió Érica manteniendo sus emociones en control.

Prepararse para tener una vida relacionada con la realeza y a toda la corte de la reina, significaba que tenía que estar preparada para ocultar emociones y para mentir.

Su padre no era de ese tipo, pero su madre le enseñó a adaptarse a ambientes que le podrían resultar desagradables.

Érica nunca imaginó que estaría usando esa enseñanza ahora, para no desatarse con estos criminales y contenerse para cumplir la misión.

"Si desea algo de ese estilo, tenemos un cuadro del 'Enemigo de la Humanidad'. Según los rumores, algunos de sus dueños murieron quemados." Informó el encargado con un tono misterioso y con una sonrisa, murmuró. "Los rumores dicen que la existencia que estaba detrás de ese individuo fue pintada y…"

*Rumble*

El retumbar de un trueno interrumpió al encargado.

"Un clima horrible." Comentó el encargado y cuando estuvo por seguir su conversación, Érica continúo caminando.

Lo hizo hasta que entró al gran salón del castillo en donde estaban muchas personas.

"Pienso lo contrario, me gusta este clima." Respondió Érica y mirando los alrededores con una sonrisa, simplemente se ajustó su máscara.

Gran parte de los presentes usaban máscaras, pero la red de información de Andrés fue tan eficiente que consiguieron saber quiénes estaban detrás de esas máscaras.

Tres héroes reconocidos de rango A, dos líderes de gremio, un político y el alcalde de la ciudad.

La mayoría de los presentes no eran fuertes y lo máximo eran rango S, pero por otra parte sin duda tenían dinero o algún tipo de prestigio.

En cuanto a los mafiosos había bastante individuos como seguridad, pero ella solo podía identificar dos rangos S en el área.

"Hay bastantes personas." Murmuró Érica y mirando a los presentes, añadió. "Espero que tengan lo que han ofrecido."

Mirar para los alrededores no solo era por su curiosidad, sino que la máscara que usaba estaba modificada para trasmitir todo a las fuerzas de héroes que estaba en el exterior.

El retumbar de los truenos volvió a aparecer otra vez, pero el encargado dio una sonrisa.

"Por supuesto, tenemos algunos espíritus artificiales. Entre ellos algunas son réplicas de magos y espadachines, pueden servir para usarlos como 'personalidades' de golem y aumentar la fuerza de combate." Informó el encargado dando una orden a algunos matones para que se movieran.

Por toda la sala, diferentes personas estaban comprando lo que deseaban y los encargados eran quienes traían los objetos que buscaban.

Érica en realidad entre todo lo que podía haber querido comprar como farsa de esta misión, pidió espíritus artificiales y ahora al ver que le traían cristales, no pudo ocultar su curiosidad.

Usar espíritus artificiales en golem para que tuvieran la capacidad de magos o espadachines, era uno de los usos que había… Como las IA para los robots.

Que fueran 'replicas' de algunos magos, significaba que todo el conocimiento, la experiencia y la capacidad de algunos magos era 'replicada' en un espíritu artificial.

A algunos Archimagos le gustaba crear un espíritu artificial de sí mismos, ya que en cierta forma podía llegar a ser un clon al replicar completamente toda la personalidad y el conocimiento.

Los matones con trajes le trajeron varias cajas con algunos pequeños cristales redondos y Érica dio una mirada calmada.

Era posible que estos cristales fueran diseñados para ser utilizados en golems o como asistentes de una torre mágica.

"¿Tienes algo más interesante? Preferiblemente deseo un lancero." Dijo Érica con cierta sinceridad y mirando al encargado, declaró. "Pagaré lo que sea."

Entre los cristales la mayoría eran de magos, espadachines o luchadores, pero según los detalles de la caja, todo tenían la fuerza de rango A.

"No, sin embargo, si usted desea podemos… Esforzarnos para conseguirlo." Respondió el encargado y dando una sonrisa, añadió. "El costo será alto."

Replicar un espíritu artificial llevaba tiempo, pero ellos estaban dando la sensación de que eran capaces de conseguir algo de su agrado.

¿Tenían un rango S que era lancero? ¿Conocían a alguien o lo obligarían por medios más extremos?

La mafia cumplía con los deseos de sus clientes en este lugar.

"Estoy interesada." Respondió Érica manteniendo su actuación y escuchando que los truenos empezaban a volverse más fuertes, preguntó. "¿El cuadro del que hablabas es tan valioso como decías? Deseo ver un verdadero tesoro."

Su primera respuesta era una aceptación para la futura compra y en cuanto a la segunda pregunta daba la impresión de que podría comprar algo más.

Fue en sintonía con su actuación tan altiva que había dado, como si pudiera comprar todo lo que estuviera en este lugar.

Por supuesto, que Andrés modificara la invitación y la presentara como la hija de un individuo muy rico también contó.

Falsificaron parte de la verdad, pero en cierto sentido, todo era real.

"Claro. Está en la sala de abajo. Por favor, acompáñeme." Dijo el encargado con una sonrisa.

Érica lo siguió mientras miraba por los grandes ventanales como la lluvia torrencial caía y los relámpagos iluminaban el cielo.

Ignorando el retumbar de los truenos, siguió al encargado y bajo por la escalera en forma de caracol.

Lo hizo varios pisos hasta que llegaron a un pasillo silencioso, en lo que estaban varios guardias.

Cuando continúo caminando pudo llegar a una sala, en donde estaban todo tipo de artefactos y objetos importantes de todo tipo.

Al final del pasillo había un cuadro en la pared.

Un hombre con una túnica antigua al frente de un gran trono y afirmado en un bastón bastante peculiar.

Érica no lo reconoció y solo pudo encontrar que su mirada era bastante extraña.

Dando una mirada entre aquellos que estaban pintados cerca, al único pudo identificar fue al Duque Kristoph que estaba entre aquellos que lo rodeaban.

"¿Este es el enemigo de la humanidad? Pensé que iba a ser más guapo y aterrador." Murmuró Érica de forma honesta.

Esta era la primera vez que veía a tal individuo y eso fue por las restricciones que se hicieron sobre su imagen e información en las redes.

Si fuera sincera, cuando pensaba en el 'Enemigo de la Humanidad' pensó en un mago guapo con la mirada de un lunático y que daba miedo con tan solo mirarlo.

Aquí parecía un hombre indiferente que, si bien estaba pintado de forma imponente, era simple.

Acercándose al área, Érica dio una mirada a los individuos que estaban en el gran cuadro.

"Dicen que hay solo unos pocos cuadros de estos en el mundo." Reveló el encargado, con lo que Érica identificó como una sonrisa de alguien que deseaba vender su producto.

Mirando el cuadro, Érica dudó un momento al ver la única rareza en todo el cuadro.

Una pequeña niña de mejillas sonrojadas que llevaba un vestido que solo podía considerarse lindo.

Para estar frente a lo que seguramente eran individuos importantes, esa pequeña era la única que resaltaba.

Érica se quedó mirando por un buen rato y su expresión tembló cuando pudo ver que la pintura de la niña, le daba una sonrisa.

Como si la estuviera mirando de vuelta y Érica de inmediato desvió la mirada, sintiendo que su cuerpo temblaba de forma inconsciente.

"¿Tiene frío?" Preguntó el encargado y con una sonrisa de negocios, señaló. "Si se aleja de la varita, tal vez deje de sentir escalofrío."

Érica reaccionó al escuchar esas palabras y miró a la varita que estaba bajo el cuadro.

Era una varita de hielo que emanaba un aire frío, que haría temblar a cualquiera que lo sintiera y por el aire que emanaba estaba claro que era una varita de rango S del tipo hielo.

¿El encargado no vio lo que ella acababa de ver?

"No la había notado, ¿puedo?" Preguntó Érica tratando de contener su temblor.

Trató de alejar de su mente de lo que acababa de ver y no importa cuánto se dijera que era un cuadro mágico en donde las figuras se movían, no lograba calmarse.

Después de todo, si la existencia que apoyo a ese hombre estaba pintada… Érica detuvo su hilo de pensamiento.

La frase que decía 'no mires a Dios' vino a su mente y ella se centró en la varita.

"Es agradable y…"

*BOOM*

En medio de su frase, una explosión sucedió cuando el retumbar de un trueno llegó hasta este lugar.

Parte del castillo tembló y los vidrios se rompieron.

Los guardias reaccionaron de inmediato y el rango S que estaba en este lugar se llevó a varios individuos a investigar esa amenaza.

"¿Por favor clienta, puede acompañarnos? Este lugar ya no es seguro." Dijo el encargado a la vez que otros guardias se llevaban otros clientes.

Érica jugó con la varita y al ver que un pasillo oculto era abierto, dio una sonrisa.

Usando su energía mágica en la varita, el aire frío que emanó fue nada más que espléndido.

"¿Por qué debería?" Preguntó Érica y mientras a su lado dos lanceros de hielo se formaban, comentó. "Estamos por empezar lo bueno."

Un lugar perfecto para cumplir parte de su misión.

******

El cielo lleno de nubes negras liberó una oleada de relámpagos que descendieron al castillo.

Antes de que llegaran, la barrera del castillo tembló y los contuvo, pero más relámpagos cayeron.

Los guardias de la mafia se prepararon mientras que diferentes figuras aparecían rodeando al castillo y usando artefactos para impedir el viaje espacial.

Un minuto, dos, tres y cuatro… Cuando llegaron al cuarto minuto otra oleada de relámpagos aterrizo a la barrera, pero a diferencia de antes, esta vez la barrera fue destruida.

No fue por la fuerza de los relámpagos que había aumentado, sino que la barrera fue debilitada desde adentro.

*BOOM*

Los mafiosos dieron órdenes y gritos sorprendidos, pero sin que pudieran reaccionar un relámpago cayó al patio al frente de cada uno de ellos.

El humo y el polvo se elevó mientras que la lluvia caía sobre todos, entonces relámpagos se agitaron iluminando a Edward.

"Ata… AGhhh..."

Antes de que la orden de atacar pudiera ser enviada, desde los pies de Edward relámpagos salieron y golpearon al grupo de mafiosos.

Las barreras fueron destruidas y cuando la lluvia cayó sobre ellos, los relámpagos terminaron con el trabajo y tan solo a unos segundos después, todos cayeron al suelo con espasmos.

"Oliver encárgate con tu grupo de que nadie escape. Gregorio y Niels quiero que se encarguen de que no haya rehenes, esclavos o lo que fuera que tengan. Tengan cuidado con los cuadros malditos que pueden tener almas atrapadas en el interior." Ordenó Edward sacando su varita y sin cambiar de expresión, declaró. "Rachael y los demás son la fuerza principal. Detengan a los que se rindan, si no se rinden, matéenlos a todos."

*BOOM*

Los relámpagos iluminaron el cielo y cayeron rompiendo las ventanas y las murallas mientras que figuras saltaban y se adentraban por diferentes lugares del castillo.

Edward caminó al pasillo principal viendo a Rachael entrar por otro pasillo y a Niel moviéndose por otra área.

Caminando en medio del pasillo, tras pasar por la puerta varios disparos vinieron de repente y los relámpagos empezaron a saltar para detener los ataques.

Cuando las armas no funcionaron, un arquero disparó su flecha y un mago de tierra una lanza de roca.

Ambos eran rango A, pero ninguno de los ataques pudo golpear su objetivo.

Tanto la flecha como la roca fueron desintegradas por los relámpagos que rodeaban su cuerpo y Edward sin inmutarse agitó su varita.

*BOOM*

Un enorme relámpago golpeó la ventana, destrozando el lugar y empujando a los que lo atacaban.

Entonces, Edward solo volvió a balancear su varita y los relámpagos cubrieron todo el pasillo, neutralizando a cada uno de los guardias.

Incluyendo a aquellos que estaban oculto.

Solo quien estaba oculto al final del pasillo pudo escapar, al retroceder a la sala principal y Edward sin cambios de expresión camino al final.

Los truenos retumbaban afuera y por la ventana, los relámpagos serpenteaban el cielo nocturno, iluminando el lugar.

Al entrar a la sala, Edward pudo ver al asesino que había querido emboscarlo y a un espadachín.

Según la imagen que había visto a través de Érica, uno era el rango S que estaba abajo en donde estaba esa maga de hielo y el otro era uno de los rangos S que estaba en esta sala.

El segundo rango S que debería estar en esta sala era posible que se encargara de llevar a todos los clientes por el camino de seguridad para retirarse.

"Quien…"

*BOOM*

Antes de que el hombre pudiera preguntar sobre su identidad, una llamarada vino de uno de los pasillos mientras los gritos eran escuchados y de ese lugar apareció, Rachael con una expresión seria.

"No necesitas preocuparte. Puedo encargarme de ambos." Respondió Edward y al ver la furia de esos dos rangos S, él sonrió.

Los relámpagos que llegaban de la ventana empezaron a rodear su mano generando un relámpago físico.

Era la miniaturización de su hechizo explosivo 'Ira de Zeus' y a diferencia de esa vez en el torneo, ahora lo podía controlar completamente.

"Terminaré rápido." Murmuró Edward con el tono arrogante que de hace tiempo no era escuchado.

******

El asesino se arrastró por el suelo y Edward solidificando un relámpago atravesó la pierna de ese hombre.

"Es mejor que no intentes nada sucio o terminaras como tu compañero." Advirtió Edward señalando al otro espadachín del lugar.

Ese antiguo espadachín tenía parte de su rostro quemado y un agujero que todavía humeaba en su estómago… Estaba muerto.

"Yo… Me rindo. No me mates." Pidió el asesino y Edward tiro unas esposas mágicas.

Luego rompió un pergamino para dejar inconsciente a ese individuo y tan solo en ese momento miró a sus alrededores.

Gregorio, Frank, Niels, Jordán y Rachael estaban mirándolo junto a sus respectivos grupos mientras que gran parte del castillo estaba destrozado.

"¿Han averiguado el estado de Érica?" Preguntó Edward sin cambios de expresión.

Tal vez por lo frío que fue al eliminar sus objetivos, por la fuerza que demostró o por su capacidad, ahora mismo las miradas que le daban era de estar atónito.

"Has destruido la escalera y por la batalla no pudimos revisar." Informó Rachael que fue la primera en reaccionar y recomponiendo su expresión, añadió. "Oliver ha terminado con su trabajo y ha capturado a su objetivo. También a los clientes."

Esa era una buena noticia.

Entre los clientes había algunas personas que resultaban importantes y que estuvieran en este lugar comprando objetos ilegales y a la vez relacionados con la mafia, seguramente resultaría algo de lo que tendrían que preocuparse.

"Nos hemos encargado de proteger a los sirvientes y también hemos encontrado algunos esclavos." Informó Gregorio con un tono frío.

Entre algunos héroes las expresiones se volvieron extremadamente frías, pero la expresión de Edward no cambio.

"Encárguense de sacar los escombros. Érica nos debe estar esperando." Dijo Edward logrando que las miradas preocupadas por su compañera que se filtró de los demás héroes, disminuyera.

Fue gracias a ella que la barrera que soportaría decenas de relámpagos fue destruida y por las miradas que algunos le daban, estaba claro que estaban preocupados por esa jovencita.

Edward por su parte, no sintió ninguna preocupación.

La había probado y había visto que su capacidad no era para nada simple.

Los magos de tierra que estaban entre el grupo empezaron a mover las rocas y liberaron un paso hacia el pasillo.

Cuando estaba por terminar, Oliver llegó con su grupo y por los cortes en su cuerpo, estuvo claro que la batalla fue dura.

"Nuestro grupo solo tiene heridos. Algunos de los clientes trataron de atacar, pero logramos suprimirlos." Reveló Oliver con un tono serio y mirando al agujero, preguntó. "¿Saben del estado de Érica?"

"Todavía no responde los mensajes de la red telepática." Informó Frank que estaba a cargo de la red de telepatía y con un tono serio, añadió. "Sin embargo, su estado por su reloj holográfico es estable."

Esa era la única razón por la cual no estaban tan preocupados por la jovencita que se había infiltrado a este peligroso lugar por su cuenta.

Edward sabía que había algunos molestos, a causa de que él enviara Érica para que realizara esta peligrosa misión, pero ella no solo cumplía con los requisitos de atmósfera y actitud para tomar el papel de una ricachona de alto estatus.

Si no que su fuerza era notable y el problema era que gran parte de sus actuales compañeros, veían a Érica como una estudiante de segundo año que recién estaba dando sus primeros pasos.

Sin ver lo que verdaderamente era… Una masa de hielo de rango A cuya capacidad era sobresaliente.

"Hemos terminado." Informó un mago de tierra.

Edward simplemente voló y descendió acompañado de todos los demás líderes.

La escalera de caracol era la única forma para descender a la sala en donde se guardaban los tesoros más importantes y Edward al descender, caminó hasta el final del pasillo en donde estaba una entrada.

Oliver se movió primero para abrir la puerta y tras que se abriera a la fuerza, un aire frío se extendió desde el interior.

Todo el interior estaba congelado y lo primero que vieron fueron dos estatus de lanceros que eran completamente de hielo.

Esas estatuas estaban apuntando su lanza a la puerta y tras que Oliver se revelara, recién abrieron paso.

"Por fin llegan." Murmuró Érica que estaba en medio de la sala.

Su vestido rojo tenía sangre que muy posiblemente no era de ella y por los alrededores había algunos criminales congelados o atravesados por lanzas de hielo.

Estaban empalados completamente mientras toda la sala estaba completamente congelada… No, no todo el lugar.

El cuadro del final de la sala era lo único que no estaba congelado.

Todos quedaron en silencio al ver que esa maga de hielo había eliminado a cuatro guardias que seguramente eran de rango A.

Tenía algunos cortes en su vestido rojo y en su rostro, pero ella estaba completamente bien.

"Solo pude capturar a uno. Los otros terminaron muriendo." Informó Érica con calma.

La calma al haber asesinado dejo en claro que esta no era la primera vez y ella demostró que no era una estudiante de segundo año.

"Buen trabajo." Respondió Edward con un tono claro.

Esa era la capacidad aterradora que había visto y ahora todos los demás estaban demasiado aturdidos, al verla.

La expresión de Érica no mostraba su emoción al asesinar y por los hechizos de los alrededores, estuvo claro que utilizó esta batalla para probar sus nuevos hechizos.

"Puedes retirarte a descansar. Gracias a este trabajo no necesitas volver a trabajar por un tiempo." Avisó Edward y Érica asintiendo camino hacia la salida.

En medio de su camino cuando todos los demás le abrieron paso y estuvo a su lado, Érica se detuvo.

"Ten cuidado con el cuadro y no permitas que nadie lo mire…" Advirtió Érica en voz baja antes de retirarse.

Edward al escuchar esa advertencia dio una mirada al cuadro de forma inconsciente y por tan solo un momento, sintió que sus más grandes ambiciones podían ser cumplidas.

¿De dónde vino esa sensación? Edward bajo la cabeza con una expresión seria.

avataravatar
Next chapter