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The Guardian [Spanish/Español]

Viajaron a otro mundo a través de una máquina de realidad virtual creada por un Dios en el cual durante un gran tiempo creyeron que solo era un juego, pero termino siendo real. Pasaron por un 'Gran Cataclismo' que cambio el mundo a través de la energía mágica, logrando transformar el mundo de una forma impensable. Ha pasado treinta años desde que la humanidad se enfrentó a la máquina virtual y veinte años tras el 'Gran Cataclismo' que despertó habilidades y dio comienzo a un mundo mágico y maravilloso muy diferente al antiguo. Ahora una joven llega a una ciudad en medio del mar para asistir a una academia. ¿Cuál es su objetivo? ¿Cuál es la razón de su llegada? Y principalmente... ¿Quién es ella? Sigue la aventura de Aurora cuya vida, valores y actitud irán conociendo a su debido tiempo junto a su pasado, secretos, virtudes y defectos. ---- Para aquellos que desean, pueden unirse al Discord: discord.com/invite/WG8FX75 Géneros: Fantasía, Acción, Aventura, Mundo Moderno, Magia. Frecuencia: Cinco capitulos a la semana.

Evil_Warlord · Fantasy
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959 Chs

Historia Paralela Nuevo Comienzo Capítulo 86: Tarea pesada.

En una oficina de Zerzura, las noticias empezaron a narrar lo sucedido en Brasil durante estos últimos días.

Narraron el estallido social desencadenado por el Emperador Víctor, quien tiránicamente fue a buscar al Presidente de la nación vecina, que a su vez en realidad controlaba a la gente con métodos sucios.

Y quien al verse acorralado trajo una bestia de rango SS a la ciudad, sin importarle el posible daño.

Tales hechos lograron que Agatha diera una mirada.

El canal que estaba narrando no estaba controlado por Víctor y era un medio de la ciudad Atlántida, pero que estuviera informando de tal manera, dejo ver que la situación había superado la expectativa de muchos.

Tal estallido se convirtió en un levantamiento civil y la mayor razón de eso, fue la policía que disparó a matar a los ciudadanos que solo habían protestado pacíficamente.

En otra parte, el ejército que trató de apoyar al pueblo, se enfrentó a la otra mitad del ejército que deseaba seguir siendo leal a un presidente corrupto y 'desalmado', llevando a que muchos soldados murieran.

Antiguos gobernadores al enterarse de lo sucedido empezaron a reclutar fuerzas privadas para defender la 'soberanía' de la nación, creando pequeños reinos de terror.

Sin embargo, todo fue aplastado cuando congresistas, senadores, jueces de la corte suprema, famosos y el pueblo, pidieron 'ayuda' al Emperador Víctor.

Quien tiránicamente aplastó a todos y algunas veces lo hizo por su cuenta, otras veces utilizando el ejército de Brasil bajo su mando.

Ahora en todas las calles de cada ciudad dentro de Brasil, la gente no estaba llorando o lamentándose por los caídos, estaba festejando que todo terminara.

No se referían a este evento reciente, sino que, al gobierno corrupto, la caída de la policía y la nueva redirección del ejército, que recuperó la 'cordura'.

Ahora la gente estaba pidiendo en voz alta, por el emperador y los equipos de grabación estaban en donde ese hombre se encontraba dando un discurso.

Si bien estaba en Brasilia, su proyección estaba presente en cada ciudad y pueblo en el cual la gente se reunía.

El video de él, lanzando al cielo a una bestia de rango SS que seguramente pesaba cientos de toneladas y luego la forma que salvó a la gente de un edificio, se hizo viral.

'Le importaba la gente' a diferencia del antiguo presidente y era lo suficiente fuerte como para 'proteger al pueblo'.

Tales titulares lograron que ahora todos se reunieran para su discurso.

Ahora ese hombre salió al balcón y al darse cuenta de que había tantas personas escuchando, dio una mirada seria.

"Asumiré el cargo de gobierno. Y no solo llamaré a nuevas elecciones según los estándares que hemos aplicado en argentina o chile, sino que realizaremos un plebiscito para que ustedes elijan." Dijo Víctor y mirando a la gente, declaró. "Pueden unirse al Imperio de Sudamérica y conformar algo más grande o ser un país independiente y soberano."

Les estaba dando la oportunidad para elegir entre dos opciones.

Asumía tiránicamente el cargo de gobierno y prometía nuevas elecciones justas con estándares regulados abiertamente para que ningún corrupto o criminal asumiera el cargo, a la vez que les daba la oportunidad de elegir.

Tenían un gobierno independiente y soberano que posiblemente podía corromperse o conformaban algo más grande como lo era el Imperio de Sudamérica.

"¡Viva el Emperador Víctor!"

Ese grito se extendió entre la multitud de donde Víctor daba el discurso y si algunos pensaban que podía estar armado, entonces que las multitudes de cada ciudad gritara lo mismo, dejo ver la voluntad del pueblo.

Agatha apagó el televisor y agitó su cabeza.

"Las personas en las peores condiciones verán como su salvador a cualquier que le dé una mano." Dijo Melorrill que estaba en una esquina y dándole una mirada, comentó. "Acabó justo como habías dicho."

Había enviado a esa mujer a 'advertir' a Víctor para que terminara rápido y al llegar, ambas apostaron por el destino de Brasil y precisamente de la gente.

Melorrill pensó que la gente se resistiría a que Víctor tomara el control y ellos podían hacer eso debido a que Víctor tenía que jugar públicamente con las reglas.

Controlarse y limitarse para conseguir lo que deseaba.

No obstante, Agatha sabía que no iba a suceder y que la gente se inclinaría ante su nuevo 'Emperador'.

La razón la había dicho Melorrill… Las personas en situaciones muy malas, veía a cualquier que le diera una mano, como un salvador.

¿Y que si había que rendir pleitesía a un salvador? Ese era un pequeño precio a pagar por una vida mejor y por el agradecimiento de que algo peor acabara.

¿No sucedió lo mismo con Zerzura en la Ciudad de Níger? Gran parte de la gente que apoyaba a la Señora de las Bestias estaba viviendo muy bien, pero aquellos que sufrían, fueron los que más felices estaban cuando ella fue derrotada.

Por supuesto, el mayor agradecimiento fue por parte de los sobrevivientes de Niamey que fueron rescatados por Zhan Tian y Alima.

"Es normal. El escenario estaba preparado y las condiciones eran ideales para que Víctor consiguiera lo que deseaba." Respondió Agatha con un tono simple.

Era posible que ese hombre cumpliera su palabra y diera un plebiscito, pero estaba claro que Brasil se unirían al Imperio.

Para Agatha no había sorpresa.

"Xezor me acaba de avisar que ha terminado el trabajo con el Xenosmilus y yo hace tiempo acabe con el oso Múller." Avisó Melorrill con una sonrisa animada.

¿Por esa razón estaba aquí y la estaba observando realizar su trabajo? A veces le costaba entender a esa mujer, pero no le importaba demasiado ser observada.

"Vamos a verlo." Dijo Agatha con un tono simple.

Seguía en Zerzura y estaba encargándose de terminar los últimos arreglos para darle a la Iglesia del Tiempo y el Espacio de Zerzura, la 'independencia' que necesitaba.

Todo mientras estaba oficializando el presupuesto que le daba desde más 'arriba', para que la Cardenal Brousseau fuera más libre al actuar.

Algunos podían decir que estaba manipulando la iglesia, pero no era como si alguien pudiera quejarse.

La única persona que estaba arriba de ella, era el Sumo Pontífice Abraham, pero ese hombre seguramente estaría pendiente en otra situación.

Después de todo, ella siempre se movió con la idea de extender la 'ayuda' y por tal razón se apoyaba el surgimiento de Zerzura.

"Si alguien dice algo, diré que me lo ordeno Aión." Murmuró Agatha mientras el espacio se distorsionaba.

Melorrill que la estaba mirando, le dio una sonrisa entretenida mientras ambas llegaban a un campo de entrenamiento.

Ignorando esa mirada, ella dio una mirada a 'Kax', el Xenosmilus que su esposo había asesinado.

Esa gran bestia que media seis metros de alto y trece metros de longitud, estaba mostrando su gran cuerpo mientras que la cuenca de su ojo estaba vacía, dejando ver que era un no-muerto.

Aparte de la palidez, la sensación de muerte, los agujeros en su cuerpo hechos por puñetazos y su ojo hueco, todo lo demás seguía como siempre.

"Bastante impresionante. ¡Digno de un gran nigromante!" Exclamó Agatha aplaudiendo a Xezor que estaba observando su creación.

No era un halago vacío, sino que estaba siendo sincera.

Por lo general los nigromantes podían 'levantar' a no-muertos, pero muchas veces la disminución de fuerza era demasiado grande.

Un rango SS, pasaría a convertirse en un rango S, con una mayor fuerza, pero que podría ser derrotado por alguien habilidoso.

Sin embargo, aquí el Xenosmilus mantuvo su fuerza como antes de haber sido asesinado… No, esas llamas que conformaban el ojo en la cuenca vacía mostraban que era un poco más fuerte que antes.

"Gracias. Estuve alimentando su alma con algunas almas de nigromantes y he logrado que tenga cierta capacidad nigromántica. Podrá curarse a sí mismo y en caso de necesidad levantar no-muertos para atacar." Detalló Xezor como si estuviera dejando ver un 'producto' a la venta y cuando sus llamas que conformaban sus ojos brillaron, añadió. "Y mantuve su 'razón', permitiendo que sigan órdenes, incluso sin un nigromante."

Alimentar el 'alma' de una criatura, para un nigromante era un trabajo bastante fácil, pero darle una capacidad nigromántica a su creación, era un logro.

Por otra parte, que mantuviera la razón era sin duda lo mejor que podría pedir.

Después de todo, aunque esta bestia fuera inteligente cuando estaba viva, una vez que muriera, las almas perdían parte de la fuerza que tuvieron en vida y a la vez muchos recuerdos se iban.

Muy pocas almas eran capaces de mantener su 'lucidez' y 'razón', así que, este logro era valioso.

Y más cuando ella lo necesitaba para que fuera una carta de secreta de Zerzura.

No sabía cuánto demoraría, pero había llegado a su límite para resistir su avance y su inevitable ascenso estaba cerca.

"Será útil si me retiro." Murmuró Agatha asintiendo múltiples veces.

El tema no era ascender, era que seguramente se retiraría si lo hacía y si bien podría ayudar a su hija cuando lo necesitara, no sería tan seguido como le gustaría.

"Yo también me encargué de Múller. Estuve curándolo y jugando con su mente para que no estuviera tan enojado por la muerte de su maestra y también que dejara de comer humanos." Reveló Melorrill trayendo al oso Múller, que dio un gruñido bajo y luego dándole una mirada, añadió. "También me he encargado de asegurar sus lealtades por medio de un voto a Su Majestad… Curiosamente 'ella' respondió."

Si al principio parecía desear ser alabada por un buen trabajo, la última parte lo dijo con una sonrisa mientras que sus ojos brillaban con una fuerza radiante al verla.

¿Por qué estaban yendo tan lejos? Agatha sabía la respuesta, pero no le interesaba dejarla en evidencia.

En cuanto a la 'Majestad' de la que hablaba, ella no pudo evitar dar una risa entretenida al pensar en esa 'pequeña' entidad.

"Estoy agradecida por su duro trabajo." Dijo con una sonrisa mirando a ambos.

Xezor simplemente asintió con una calma imperturbable en su esquelético cráneo y Melorrill se rio al ver como ella ignoraba sus palabras claves, como si las entendiera.

"Aunque lo de Xezor es un regalo, lo mío quiero que lo pagues con un favor." Comentó Melorrill e ignorando que Xezor agitaba su cabeza, añadió. "Quiero que me presentes a la gatita. Ella tiene potencial. Justo como tú."

La mirada emocionada que daba junto a su pedido dejo en claro que lo que fuera que había visto durante el ascenso de la nueva Reina del Bosque, la hizo emocionarse.

"Claro, creo que ambas tenemos potencial para cambiar de tamaño." Respondió Agatha y dándole una mirada, señaló. "Pronto iba a ir a visitarla, puedes venir conmigo."

Esa tigresa que gobernaba el bosque seguramente no iba a aceptar extranjeros que se acercaran, pero era diferencia si iba por una razón.

Enseñarle a cambiar de tamaño y contarle algunas historias de su hija, seguramente podría animarla.

"Es una pena que mi hija no vaya conmigo." Dijo Agatha y al recibir la mirada curiosa de Melorrill, comentó. "Ella está ocupada en su trabajo."

Su hija estaba concentrándose en sus futuras misiones arcas y estaba preparándose para realizarlas.

Pensaba que, si la llevaba al centro del bosque, podría ayudar a que esa tigresa bajara la guardia, pero su hija se sentía incómoda en esa clase de lugares y más cuando no era algo que hacía por voluntad propia.

"Los jóvenes son trabajadores." Murmuró Melorrill y dándole una mirada, dudó. "¿Vamos? Quiero enseñarle uno o dos trucos."

A pesar de que su tono llevaba cierta calma, sus ojos brillantes no ocultaban su diversión y cierta emoción.

¿Estaba bien dejar que esta mujer cuya edad superaba varios miles se acercara a la tigresa?

Los 'trucos' que podría enseñar podían ser bastante simples o muy complejos, pero Agatha al pensar en el tema, simplemente asintió.

Mientras le enseñara algo valioso estaba bien y sería mejor si aumentaba su fuerza.

Después de todo, el bosque mágico era un aliado y entre más fuerte todos fuera, sería mejor.

"Mi esposo debe estar ocupado, así que es mejor que vamos ahora." Respondió Agatha y viendo la mirada curiosa de Melorrill, como si dijera que era raro que se separara de su esposo, reveló. "Se enteró de que un hombre adulto viviría con sus hijas."

Al ver que Melorrill no esperaba esa respuesta, Agatha se rio entretenida.

******

Forzando a calmar su cuerpo tembloroso, Liam observó a la persona que estaba a su lado.

Un gigantesco hombre de más de dos metros y veinte centímetros, estaba preparando té.

Era calvo y a pesar de que tenía una expresión tranquila, que fuera todo musculoso y grande no ayudaba a que Liam se tranquilizara.

Sus grandes manos estaban encargándose de preparar el té y el problema era que los objetos parecían demasiados pequeños y débiles para él, lo que hizo que se moviera sin querer aplastar nada.

"¿Desea ayuda?" Preguntó Liam con la mejor sonrisa lamé botas que podía dar.

Este hombre le pidió hablar y le había mencionado que se trataba de sus hijas, pero que no especificara el tema lo estaba poniendo nervioso.

¿Era por qué un criminal estaba trabajando con sus hijas? Aunque era del tipo de criminal cibernético, seguía siendo un criminal.

"No es necesario puedo hacerlo solo." Respondió el Gigante de Acero y sirviendo té con cierta calma, declaró. "Te acostumbras a hacer estas cosas con el pasar de los años."

Ese hombre era grande en todo sentido.

Desde su cuerpo, sus manos, sus musculosos brazos e incluso su cabeza era grande… Su crecimiento era uniforme lo que hizo que diera una impresión natural de crecimiento.

No obstante, acostumbrarse a crecer y a tener un tamaño mayor del normal parecía bastante complicado.

Y ni hablar de la fuerza que ese cuerpo podía ejercer.

"Debió ser difícil." Dijo Liam tratando de dar conversación.

Por dentro estaba algo nervioso no solo debido al tamaño de ese hombre, sino que a causa de quien era ese individuo.

El Gigante de Acero era un antiguo héroe, una leyenda y un ídolo… La gente creció escuchando las historias de ese hombre y sus acciones heroicas.

El respeto que sentía lo estaba poniendo más nervioso y no importa si intentaba adaptarse para parecer tranquilo, todavía seguía temblando por dentro.

"Lo es... Mi esposa es cada vez más pequeña y cuando le estoy por dar un abrazo temo causarle daño." Dijo Antón y trayendo una taza de té a la mesa, declaró. "Y mis hijas… Ellas son tan delgadas y pequeñas, que debo tener mucho cuidado al abrazarlas."

La esposa de ese hombre era un rango SS, que era posible que tuviera un cuerpo fuerte y sus hijas eran dos rangos S, pero ese hombre estaba hablando seriamente.

Tal vez no tenía sentido, pero para él, si lo tenía.

"Sin embargo, no estoy enojado con esta fuerza. Soy fuerte y nunca tuve que entrenar para conseguir esta fuerza. Mi cuerpo se adapta a la batalla, cambia y me transforma en un gigante diseñado para las batallas. Un gigante que puede aplastar a sus enemigos." Dijo Antón y mientras se sentaba en la silla, declaró. "Soy lo suficiente fuerte como para proteger a mi familia. Supongo vale la pena."

Un cuerpo que se adaptaba a la batalla y que no necesitaba esforzarse para volverse fuerte… Tal capacidad era posible que fuera envidiada por muchas personas, pero tal habilidad tenía sus consecuencias.

El cambio de tamaño era superficial, no obstante, ese superficial cambio, literalmente alteraba la forma en el cual ese hombre estaba viviendo.

Sacando varios platos de comida que daba la impresión de que estaban por cenar, ese hombre le hizo una señal para que sacara algo y Liam tras dudarlo, cortó un pedazo de carne que parecía recién horneada.

"Un gran cuerpo necesita bastantes nutrientes." Dijo Antón y con una risa, murmuró. "Mi hija Alice sacó eso de mí."

La forma sonriente que daba ese murmullo hizo ver que estaba feliz al tener ese pensamiento.

Los informes decían que Alice Campbell era adoptada por la familia Campbell, pero para ese hombre Alice era su hija, de la misma forma que Aurora.

El cariño que sentía por ambas era grande y tales sentimientos hicieron que su mirada tuviera una mayor fuerza.

"Escuche que vivirás con mis hijas en su nuevo edificio." Dijo Antón de forma solemne.

Liam que estaba comiendo tosió, cuando sintió que se atragantaba con la carne y su expresión tembló al ver la mirada de ese hombre.

Había esperado que le preocupara que un criminal se relacionara con sus hijas, pero esto, estaba a otro nivel que él no esperaba.

"Yo… No… Si…" Murmuró Liam y al sentir que estaba más temeroso que la vez que se encontró con la Señora de las Bestias, respiró hondo y declaró. "Técnicamente viviré en el mismo edificio, pero son departamentos diferentes, señor."

Espalda recta, mirada al frente y expresión seria… Deseaba que sus palabras fueran trasmitidas con la mayor seriedad posible para quitar todo malentendido.

"Aun así, sigue siendo el mismo lugar. Comerás con ellas y te la encontrarás seguido." Dijo Antón y cortando un trozo de carne, declaró. "Un hombre en sus veintitantos viviendo con niñas que ni alcanzan la mayoría de edad."

La palidez se extendió por el rostro de Liam al darse cuenta de la realidad… ¡Sus jefas eran jovencitas!

Era posible que cada una de ellas, literalmente le cortara el cuello antes de que pudiera defenderse, pero para ese hombre sus hijas eran 'débiles y pequeñas niñas'.

Con cada pensamiento que tenía, Liam se estaba poniendo más y más pálido mientras su mente no podía trabajar en su debida forma.

Y…

"Serás el mayor en esa casa y será tu deber cuidarlas." Dijo Antón y dándole una mirada, declaró. "Aurora piensa solo su trabajo, pero es emocional. Tan emocional como para hacer un desastre si ocurre algo que le desagrada. Estar ahí, para que no se vaya por la borda es necesario."

Liam quedo aturdido ante esas palabras y parpadeó múltiples veces, tan solo para volver a parpadear.

Había pensado que estaba apuntando en otra dirección, pero ahora ese hombre le estaba dando 'instrucciones' para que vigilara a su hija.

"Alice por otra parte, le gusta la comida. Mantener la heladera y anillos espaciales con comida es bueno. James siempre le envía comida o a ella le gusta viajar por el mundo para comer. Sin embargo, hay algo más importante." Dijo Antón y dándole una mirada grave, declaró. "Su hermana es su todo y su vida gira en torno a ella. Su tendencia a cuidar a su hermana más que a sí misma, no es bueno. Me gusta pensar que ella se abrirá con el tiempo, pero ayudarla cuando sea posible sería lo mejor."

Liam al escuchar esas palabras puso una expresión seria.

El Gigante de Acero no lo estaba amenazando, estaba dejándole de cierta forma instrucciones para cuidar a sus hijas.

"Lo más peligroso es cuando se complementan. Si ninguna de ellas se limita, pueden volverse un desastre juntas, pero a la vez ambas le afectaran las consecuencias. Aurora puede lamentar algunas acciones y eso llevará a que Alice, se lamente por dejarse llevar y apoyar a su hermana." Narró Antón y con una sonrisa, añadió. "No te pido que la detengas, pero a veces una pocas palabras de un tercero pueden ayudar."

Le estaba dejando una tarea pesada… Era tomar el papel de adulto.

Saber cuándo intervenir o cuando decir algo para calmar las situaciones y a su vez redirigir algunas acciones, sería lo suficiente para evitar algunos desastres.

"¿Por qué me dice todo esto?" Preguntó Liam de forma solemne.

"Porque trabajarás para ellas y por lo que he notado, lo harás por mucho tiempo y de muy cerca. Puedes convertirte en un trabajador obediente o en su compañero, es tu elección." Respondió Antón con cierta calma.

Un trabajador que solo aceptaba órdenes o un compañero de trabajo que podría opinar sobre algunos temas.

"No, no me refería a eso." Intervino Liam y volviendo a mirarlo, cuestionó. "¿Por qué usted me está diciendo esto?"

Ese hombre no solo le estaba diciendo las responsabilidades de su trabajo como un compañero en igualdad de condiciones, le estaba de cierta forma dejando el cuidado de sus hijas.

Liam sabía en lo que se estaba metiendo desde que aceptó vivir con ellas.

Iba a trabajar de forma muy directa y a diferencia de cualquier otro trabajo, las iba a ayudar tanto en temas personales como en trabajo, pero desde que aceptó, entendía la complejidad de todo.

Se había quedado porque entendía que ellas podrían hacer grandes cosas, pero a la vez confiaba en sus habilidades como para decir que no se iba a quedar atrás.

Si había algo que no le gustara, que creía que se estaba haciendo mal o de lo cual no concordaba lo iba a decir, sin temor a que lo 'despidan'.

Después de todo, no iban a encontrar alguien tan bueno como él para esta clase de trabajos.

No obstante, este hombre apuntaba al cuidado de sus hijas y en esa dirección dio su pregunta.

"Oh, porque creo que nos retiraremos… Tal vez luego de la paz con los demonios, no lo sé. Pero puedo ver que mi esposa está en su límite." Dijo Antón con un tono simple.

La palabra 'límites' no sonaba agradable, pero la forma que decía 'retirarse', era algo serio.

"Pero si se retira, seguirá estando aquí para sus hijas… ¿No es así?" Dudó Liam con seriedad.

Escuchar la palabra 'retirarse' de un hombre que estuvo ayudando a la tierra durante tanto tiempo era algo bastante impactante.

Y él dejó salir su pregunta sincera no como una persona al azar, sino que como un tipo de admirador respetuoso.

Otros se habían retirado, pero estaban a la vista del público y la gente sabía que seguiría estando.

No obstante, las palabras de ese hombre sonaban como si se retirara, pero a un lugar demasiado lejano… Y eso no tenía sentido cuando este mundo estaba conectado con los portales cosmos, en donde cada nación estaba conectada.

"Sí. Siempre estaremos para nuestras hijas, pero el problema será la distancia." Reveló Antón con una media sonrisa.

Liam parpadeó sorprendido y el primer pensamiento fueron los terranovenses.

¿Ellos no vinieron a este lugar? ¿No se podía hacer lo contrario?

Ante tantas preguntas, pudo escuchar pasos desde afuera y Aurora entró dando una mirada.

"Liam te estaba buscando. La misión arca esta por empezar y escuché que ibas a participar." Dijo Aurora y mirando a su padre, declaró. "Me lo llevaré, padre."

"Creo que ocupe demasiado su tiempo, me disculpo." Dijo Antón, haciéndole una señal para que se retiraran.

Liam un poco perdido, siguió a Aurora y cuando dejo el edificio volvió a parpadear.

Estaban en un edificio diferente al de antes, cuyo interior fue diseñado para recibir a personas de gran tamaño o a bestias mágicas, así que no le sorprendió ver a Rupert, esperando.

"Parece que te he salvado ahí dentro." Dijo Aurora y dando una media sonrisa, declaró. "Si mi padre dijo algo me disculpo."

¿Creyó que le estaba advirtiendo? Liam se tragó su respuesta y al final, al mirarla dio un suspiro.

Había escuchado que ella pedía muy pocas veces ayuda de sus padres y a pesar de que tenía la duda de si ella sabía sobre el 'retiro', no era necesario inmiscuirse en ese tema.

"No es como si dijera demasiado, jefa." Respondió Liam y mirando a Rupert, declaró. "Es mejor que nos vayamos moviendo. Estoy deseando ver como se trabaja para empezar a adaptarme."

No sabía lo que deparaba el futuro, pero deseaba trabajar mucho tiempo aquí y era necesario ver por sí mismo el trabajo.

Y eso significaba que tendría que participar en las misiones 'arcas' y experimentar todo por su propia mano.