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The Guardian [Spanish/Español]

Viajaron a otro mundo a través de una máquina de realidad virtual creada por un Dios en el cual durante un gran tiempo creyeron que solo era un juego, pero termino siendo real. Pasaron por un 'Gran Cataclismo' que cambio el mundo a través de la energía mágica, logrando transformar el mundo de una forma impensable. Ha pasado treinta años desde que la humanidad se enfrentó a la máquina virtual y veinte años tras el 'Gran Cataclismo' que despertó habilidades y dio comienzo a un mundo mágico y maravilloso muy diferente al antiguo. Ahora una joven llega a una ciudad en medio del mar para asistir a una academia. ¿Cuál es su objetivo? ¿Cuál es la razón de su llegada? Y principalmente... ¿Quién es ella? Sigue la aventura de Aurora cuya vida, valores y actitud irán conociendo a su debido tiempo junto a su pasado, secretos, virtudes y defectos. ---- Para aquellos que desean, pueden unirse al Discord: discord.com/invite/WG8FX75 Géneros: Fantasía, Acción, Aventura, Mundo Moderno, Magia. Frecuencia: Cinco capitulos a la semana.

Evil_Warlord · Fantasy
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957 Chs

Historia Paralela Nuevo Comienzo Capítulo 81: Lo juro.

Arreglando su corbata y ajustando su traje, sintiendo que estaba siendo asfixiado, Liam trató de respirar hondo.

Estaba solo en el pasillo caminando en dirección de la sala de reuniones, pero el problema, era que esa reunión se encontraban los altos mandos.

Como si fuera poco, ese no era el único problema… A él tras encargarse de la Señora de las Bestias, le dieron la misión de revisar los milicianos de alto rango bajo el General McLean, que oficialmente estaba cooperando con ellos.

Ahora le ordenaron que vinieran para que revelara toda esa información y el problema era que en ese lugar estaba el General McLean, el jefe de las personas que había revisado.

"Prefería cuando no hablaba con nadie." Murmuró Liam y respirando hondo, continúo caminando.

Cuando estaba huyendo, por lo general estaba solo y solo hablaba con sus conocidos en las redes, pero de cierta forma no hablaba con nadie.

Cumplía su deber y enviaba la información a las personas que lo contrataron sin palabras de por medio.

Muy diferente a en la actualidad que tenía que realizar este tipo de trabajo.

Al llegar a la entrada de la sala de reuniones, Liam tocó la puerta y tras un momento se le permitió, entrar.

En el centro de la sala había una gran mesa y rodeándolo estaban diferentes personas.

Agatha, Antón, el General McLean, la Cardenal Brousseau, James, Makeba, Turay, un aventurero conocido como Zhan Tian y el mercenario Abdellah.

También estaba Aurora llevando una expresión seria y para la ventaja de Liam, él fue ignorado mientras que un asistente le permitió entrar.

La charla estaba acalorada y Liam se sentó a la espera, mientras escuchaba.

El tema era encargarse de lo que significaría que el General McLean se uniera… Para Liam estos días fueron agitados y esa era una de las razones.

Afuera públicamente se hablaba de que el General McLean estaba cooperando, pero en esta reunión se estaba definiendo la posición de ese general en la ciudad.

El significado a nivel político y diplomático que causaría en toda África que la ciudad Zerzura tuviera un rango SS.

James habló de las ventajas que podía obtener a nivel internacional y como podría traer muchos inversores que patrocinarían una ciudad protegida por un rango SS… Algo que literalmente muy pocos países tenían.

Por su parte, Makeba hablaba del trabajo del ejército, chocando en contra Zhan Tian que como fundador de los Orisha Oko, representaba a los aventureros de la ciudad.

Liam había escuchado que la esposa de ese hombre murió durante el último ataque y en la actualidad ese hombre, estaba defendiendo los intereses de su gremio y los aventureros, tomando un pesado rol.

Que representara a los aventureros de la ciudad, significaba que sus decisiones en esta reunión podrían quitarle o darle ventajas a su gente.

Makeba chocaba con Zhan Tian debido a que hablaba sobre las funciones del ejército y deseaba que fuera participativo, mientras que la otra parte, daba a entender que había tareas que era mejor dejarlas a otros.

En ese punto estuvo de acuerdo Abdellah, que de cierta forma lideraba a los mercenarios y ese hombre buscaba priorizar al menos una fuente de trabajo para los mercenarios.

Un ejército que se encargue solo de la defensa externa y de las misiones, unos aventureros que cuidaran las mazmorras y los monstruos, mientras que los mercenarios pudieran ser contratados para diversos trabajos.

Todos los demás observaban e intervenían cuando no se llegaba a un acuerdo e incluso Aurora, que era la más joven entre todos, interrumpía para determinar los asuntos relacionados con las bestias mágicas inteligentes.

Tras varios minutos de conversación, el tema cambio y esta vez paso a que se haría en estas tierras.

El objetivo inicial era mover a todos los que deseaban irse a Zerzura, y necesitaban arreglar el viaje, el trabajo, los miembros, el cuidado y el patrullaje.

Esta vez Agatha mencionó la relación con el bosque mágico y dio la idea de pedir permiso a las bestias que podrían ayudarlos en el viaje por medio del bosque, Aurora aceptaba esos consejos y continúo formalizando el plan.

Si al principio parecía algo incómoda, una vez que empezó a hablar, no había vergüenza o incomodidad y solo quedaba seriedad.

Aceptaba consejos y los rechazaba, buscando organizar todo para que no hubiera inconvenientes en el futuro.

Tras organizar lo que serían las misiones arcas, se habló de que sucedería en estas zonas cuando el General McLean finalmente se uniera a la ciudad de forma directa.

"Zerzura no puede encargarse de estas áreas y tampoco podemos mantener nuestras fuerzas en estas tierras." Precisó la Cardenal Brousseau con cierta seriedad.

Extenderse demasiado'conquistando' ciudades era un gran problema debido a las regulaciones que tenía la ciudad y a la seguridad que ofrecía.

Era imposible mantener guardias en todas las ciudades que quedaban en estas tierras y por eso estaban llevando a los refugiados que deseaban viajar.

Comenzar desde cero en medio de 'Chad' tal vez era caro, pero a la vez brindaba la posibilidad de crear algo nuevo con reglas propias.

"No obstante, los beneficios económicos son significativos. Podemos cooperar, pero de otras maneras que no sea interviniendo. Es posible mantenernos de esa forma, como lo estábamos haciendo en Sudan." Señaló James con calma.

Él era un hombre de negocios y priorizaba los beneficios… Beneficios que era capaces de atar a otros para que siguieran su voluntad.

Su respuesta dejó en claro que era posible mantener algo muy similar a lo que sucedía en Sudan, con el Señor de la Guerra Jasar el Pálido.

En donde la ciudad del Obeid y sus alrededores comerciaban con la empresa, en busca de beneficios más lucrativos y eran esos beneficios que atraían a otros.

Sin embargo, para mantener esa clase de comercio era necesario que alguien de 'confianza' estuviera presente.

"Liam es tu turno." Dijo Aurora dándole una señal para que se acercara.

Él se levantó de su asiento y se acercó con una expresión seria, dando una mirada de reojo al General McLean, proyectó la lista de personas que había investigado.

Varios rangos S que estaban en la ciudad, soldados, personas importantes bajo el General McLean estaban detallados.

Los historiales de cada uno de ellos estaban a la vista, con un gran énfasis en las últimas interacciones de esas personas.

"He encontrado tres rangos S que han estado compartiendo información a Raiden en el oeste, uno que vendía información al Gran Señor de la Guerra que está en Madagascar y uno que trataba de organizar a los demás para compartir tierras…" Detalló Liam y con un tono serio, explicó. "Cada mensaje, comunicación y video fue sacado de sus relojes holográficos. No puedo decir si usan otros métodos de comunicación."

Con esas palabras empezó a detallar a las personas que había investigado bajo el General McLean, hablando sobre los problemáticos que ni siquiera intentar ocultar sus intenciones.

Grabaciones de llamadas, de audios y mensajes o correos, las fuentes fueron múltiples, pero englobaron todo lo tecnológico.

Cada mensaje que fue enviado durante los últimos meses y no fue borrado totalmente, estaba a su disposición y lo estaba compartiendo.

"Es información tecnológica y es necesario más investigación, pero si usted se une no podemos permitir que traiga a toda su gente… Podemos pasar algunos errores por alto, pero hay cosas que necesitan ser castigadas." Declaró Aurora con un tono solemne mirando directamente al General McLean y sin dudarlo, añadió. "No obstante, me gustaría que usted elija a algunos de estos 'Señores de la Guerra' para que controlen la zona y mientras mantengan ciertos 'estándares' podremos cooperar."

A pesar de que una adolescente le estaba hablando tan directamente, el General McLean asintió.

"No tengo problemas en encargarme de ellos y estoy de acuerdo en dejar gente que confió para que mantengan atención en la zona." Respondió el General McLean y con un tono serio, añadió. "No obstante, me gustaría usar a estas personas problemáticas antes. Por supuesto, una vez que las misiones arcas terminen, solo me llevaré a los soldados más leales conmigo. He hablado con Makeba y hemos llegado al acuerdo de que debemos empezar a preparar un ejército."

Utilizarían a otros para que fueran las 'cabezas' de las tierras que habían tomado de la Gran Señora de las Bestias y las que el General McLean dejaría atrás.

De esa forma mientras los gobernantes siguieran las reglas de Zerzura, podrían llegar a un acuerdo en el cual se beneficiarían mutuamente.

A la vez que se permitiría que las misiones arcas continuaran en el futuro.

La respuesta del General McLean fue más tranquila de lo que Liam había esperado y al escuchar sus últimas palabras, estuvo claro que había estado preparado.

Ese hombre tomaría el mando militar y priorizaría crear un ejército para Zerzura.

"No veo nada de malo a ese acuerdo. Sin embargo, la lealtad no tiene que ir hacia ti, es hacia Zerzura." Intervino Agatha y con un tono frío, agregó. "No me gustaría ser quien los haga 'leales'."

Si el General McLean llevaba a su gente más leal, esa lealtad seria hacia él… Pensar en lo que haría esa clase de persona con un ejército bajo su mando era aterrador.

Agatha solo estaba diciendo que, si no eran 'leales' hacia la ciudad, ella se encargaría de que al final lo fueran… Usando seguramente la fuerza.

Liam no iba a negar que la Luz de Plata era capaz de encargarse de ese tema.

"Por supuesto, con Makeba hemos hablado y reclutaremos solo ciudadanos de Zerzura. Lealtad y la disciplina de un ejército profesional que obedece órdenes de quien está al mando de la ciudad." Respondió el General McLean.

¿Quién estaba al mando?

Hasta ahora la organización era por medio de diferentes personas que tenían autoridad sobre varios temas de la ciudad.

Era difícil decir quien tenía una jerarquía superior, pero a la vez era fácil precisar quién era la persona que tenía más peso en la ciudad.

"Madre, si empezamos a dudar de las personas que estarán a nuestro lado, solo creara divisiones entre nosotros." Interrumpió Aurora con un tono serio.

Estaba apoyando al General McLean, defendiéndolo de las dudas de Agatha y si uno pensaba, que fue Aurora quien aceptó que ese hombre se uniera, entonces era normal que lo defendiera.

La ciudad necesitaba estar unida y eso significaba que sus altos mandos debían estar unidos con un solo propósito.

Dudar de sus iguales solo generaría una brecha que en el futuro podría ser usado por otros.

"Lo siento, supongo que no soy de aquellos que les dan a otros la ventaja de la duda." Dijo Agatha y caminando hacia su hija, la abrazó con una sonrisa y murmuró. "Mejor me retiraré y dejaré a las 'poderosas autoridades' de la ciudad trabajar tranquilos."

La forma que abrazaba a su hija y le pellizcaba las mejillas logró que algunos dieran sonrisas y Aurora se pusiera roja.

Pero fue la forma que incluyo a su hija entre esas 'autoridades poderosas', lo que causo una mayor vergüenza.

"Querida, deja de molestarla." Interrumpió Antón apartándola y cuando lo logró, dio una mirada a Aurora y declaró. "Sigue con tu duro trabajo, hija."

Aurora dio una sonrisa de agradecimiento a su padre que logró sacarla de las garras de una poderosa Archimago que buscaba avergonzarla.

El Gigante de Acero tras despedirse de los demás, llevo a su esposa a la entrada y Agatha que se despedía de los demás, le hizo una señal a Liam.

Siguiéndola, antes de que pudiera cerrar la puerta, escuchó como Aurora continuaba la reunión.

La ventaja de la duda… Aurora en vez de desconfiar de la otra parte, le dio la ventaja de haber dudado, permitiéndole que la otra parte se probara a sí mismo.

Podía engañarlos era cierto, pero podía usar esa ventaja para crear una relación de confianza más estrecha y sólida.

Sin contratos forzosos, sino que de forma natural.

"¿La viste querido? Ella me regaño…" Dijo Agatha saltando a los brazos de su esposo como si fuera una niña.

Ese gigante dio una media sonrisa y la recibió en sus brazos, dándole palmaditas en su cabeza, como si deseara consolarla.

Liam que estaba atrás de ambos, solo trató de mirar para otro lado, diciéndose a sí mismo que no se dejaría engañar.

La Luz de Plata no era la heroína de la que todos hablaban y a pesar de que su comportamiento actual, era algo increíble, seguía siendo una persona peligrosa que no deseaba tener de enemigo.

"¿Qué tal si luego vamos a una cena romántica en Francia?" Dudó Agatha y al ver a su esposo asentir, dio una sonrisa y deteniéndose, le dio una mirada a Liam y reveló. "Felicidades, chico, eres libre."

Liam que estaba actuando como si fuera invisible, quedo aturdido ante esas palabras y parpadeó incrédulo.

"¿Qué? Puedes volar y ser libre. Mi hija me pidió que borrara tu ofensa por mirar donde no debías y la he cumplido. Creo que Alice también te pagara por el trabajo que has hecho para ella." Dijo Agatha con un tono simple y al verlo aturdido, añadió. "Oh, y espero que jamás mires la red social de un dios de nuevo."

"Yo no… Solo vi…"

Sin dejarlo responder, esa mujer desapareció por completo junto a su esposo usando magia espacial y lo dejo totalmente solo.

Había querido decir que él, solo entró a la red de la información de la iglesia y solo vio secretos de la iglesia, pero esa mujer, sabía lo que había hecho.

El Dios del Tiempo y el Espacio actuó como el creador de la máquina de realidad virtual y ese 'creador' tenía una red social… Liam observó sus alrededores para ver si alguien lo había escuchado y se detuvo cuando vio a alguien comiendo papitas.

"En realidad, yo no…"

"No necesitas dar excusas para mí. No me interesa." Respondió Alice y comiendo una papita, dudó. "¿Mi hermana no ha salido?"

Él agitó su cabeza y esa glotona se fue como si literalmente no le importara sus secretos… Liam que se quedó solo, no supo qué decir.

Mirando los alrededores de vuelta, sintiendo que alguien lo vigilaba, él se volvió a ajustar la corbata.

Sintiendo que estaba siendo asfixiado por una presión invisible.

"Me guardaré mis secretos hasta mi tumba." Declaró Liam y en voz baja, murmuró. "Lo juro."

La deidad que tuvo una cuenta de red social era conocido por ser omnisciente… Y Liam esperaba que escuchara su juramento.

Después de todo, esa deidad tenía el título de 'Dios del Destino' y no deseaba ponerse alguien de ese tipo en su contra.

Volvemos al capitulo del dia. Disfruten.

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