Elige una Esposa

El estruendoso grito de Chu Qing desconcertó a todo el personal. Todos bajaron la cabeza y fingieron no haber escuchado nada.

Chu Qing resopló fríamente antes de dirigirse a la oficina de Yu Tian.

Al abrir la puerta, vio que Yu Tian y Xiao Yun estaban charlando alegremente. Tenían sonrisas en sus caras. Además, sus movimientos y gestos los hacían lucir bastante íntimos.

—¿Se hicieron cercanos tan rápido?!

—¡Solo han pasado unas pocas horas!

Para Chu Qing, no había buenas mujeres aparte de las de su familia. ¡Todos estos extraños no eran más que seductoras víboras!

Chu Qing estaba a punto de estallar de ira, pero se detuvo. ¿Y si enfurecía a Yu Tian? Si eso sucediera, la víbora podría acercarse aún más a él.

¡No había forma de que dejara que eso sucediera!

En solo un par de segundos, la expresión de Chu Qing cambió por completo. Puso una sonrisa amistosa y se posicionó entre Yu Tian y Xiao Yun, dibujando sutilmente una distancia entre ellos.

—Hermana mayor Qing, ¿no te acabas de ir hace poco tiempo? —preguntó Yu Tian, quien ya había escuchado su grito ensordecedor anteriormente, intentó actuar inocentemente—. Pensé que escuché a alguien gritar algo sobre seducir, hermana mayor Qing, ¿a quién sedujiste?

Él hizo todo lo posible para mantener la cara seria para que Chu Qing no se diera cuenta de que él solo la estaba provocando.

Por otro lado, Chu Qing estaba completamente avergonzada. Realmente quería gritar que Xiao Yun era la verdadera seductora.

¡Sin embargo, no podía!

Tenía que contener su frustración.

Quizás estaba pensando demasiado, pero sentía que ya había una gran distancia entre ella y Yu Tian en comparación con Xiao Yun.

Chu Qing sonrió y explicó que no era nada. Luego, se dio la vuelta y miró a la otra mujer mientras sonreía de oreja a oreja.

—Jovencita, ¿cómo te llamas?

Xiao Yun estaba completamente atónita. Nunca había estado en una situación tan incómoda.

Uno debería saber que incluso el más pequeño gesto de Chu Qing podría provocar un resultado drástico. Después de todo, esta mujer era una de las personas más importantes de la ciudad.—Mi… mi nombre es Xiao Yun —respondió nerviosamente.

—¿Dónde vives? ¿De qué universidad te graduaste?

Chu Qing bombardeó a la joven con múltiples preguntas antes de que pudiera proporcionar una respuesta. 

Yu Tian sonrió amargamente al presenciar la situación. Tenía una idea bastante clara de lo que su hermana mayor estaba planeando en su mente. 

Para evitar que las cosas empeoraran, Yu Tian agarró el brazo de Chu Qing. 

—Hermana mayor Qing, ¿regresaste a la oficina sin previo aviso para supervisarme? ¿Quieres asegurarte de que no esté haciendo travesuras, eh?

Chu Qing se dio cuenta de inmediato de lo que Yu Tian estaba haciendo. ¡Estaba tratando de proteger a Xiao Yun!

Temía que su hermano menor ya estuviera encaprichado con Xiao Yun. Lo que más la asustaba era que Yu Tian pudiera realmente pensar en ella solo como una hermana mayor.

El miedo se apoderó de Chu Qing. Se quedó sin palabras.

¡Las ciento ocho hermanas mayores de Yu Tian en realidad no eran sus hermanas mayores!

¡En cambio, todas eran sus potenciales esposas!

Chu Qing se puso cada vez más ansiosa. En su mente, maldijo a todos los miembros de la familia Xu Guodong. Además, sentía una gran hostilidad hacia Xiao Yun. 

'Pequeña víbora, nunca te perdonaré por robarnos a nuestro hombre!'

Realmente quería darle una lección a Xiao Yun, pero no era el momento adecuado. Necesitaba darle prioridad a explicarle a Yu Tian que solo podía elegir una esposa entre sus ciento ocho hermanas.

Casi en un instante, arrastró a Yu Tian hacia la puerta.

Yu Tian se dio cuenta de que algo andaba mal con Chu Qing. De hecho, parecía una leona furiosa a punto de atacar. No se atrevió a decir nada.

Así, Yu Tian se dejó arrastrar fuera de la oficina. El resto del personal miró la escena con sorpresa.

Xiao Yun también se dio cuenta de la brecha entre sus estatus. Se le ocurrió que ella no era la pareja adecuada para Yu Tian.

El pensamiento llenó su corazón de desesperación.

Mientras tanto, Chu Qing y Yu Tian habían llegado al estacionamiento. Yu Tian murmuró finalmente:

—Hermana mayor Qing, ¿a dónde vamos?

Chu Qing empujó al chico al coche y respondió mientras se abrochaba el cinturón de seguridad:

—Puedes dirigirte a mí como tu hermana mayor en público, pero aparte de eso, llámame Lil Qing. Ahora, te llevo a elegir una esposa.

Sin darle a Yu Tian la oportunidad de responder, Chu Qing pisó el acelerador y el coche se fue a toda velocidad en la distancia. 

Yu Tian se veía totalmente confundido.

—Yu Tian, ¿qué piensas de Xiao Yun?

Yu Tian sabía que Chu Qing le estaba ocultando algo, así que respondió de manera directa:

—Hermana mayor Qing, ¿qué pasa? ¿Tienes algo que decirme? Puedes ser sincera.

Chu Qing no esperaba que él fuera tan directo y rápidamente cambió de tema. 

—No es nada. Ya te dije que te llevo a elegir una esposa, ¿verdad? Las mujeres fuera de nuestra familia son horribles. No son auténticas. Todo lo que quieren es tu dinero y poder. No caigas en sus trampas. Deberías elegir entre tus 108 hermanas mayores para una esposa…

Chu Qing solo quería educar al chico, pero accidentalmente dijo algo que no debería.

De inmediato, se volvió hacia Yu Tian, solo para verlo mirándola con sorpresa e incredulidad en sus ojos.

—Hermana mayor Qing, esto significa que hay una posibilidad de que termines siendo mi esposa.

Yu Tian había adivinado la respuesta, pero no podía creerlo.

¡Tal escenario era inconcebible!

Las mejillas de Chu Qing estaban sonrojadas. Intentó ocultar su vergüenza fingiendo ser arrogante. 

—Jaja, sigue soñando. Debes conquistarme antes de que siquiera considere casarme contigo

—Hermana mayor, definitivamente estabas bromeando. Te perdonaré en esta ocasión —dijo Yu Tian con una sonrisa.

—No estoy jugando. Depende de ti si quieres creerlo o no.

Las mejillas de Chu Qing se pusieron aún más rojas.

Pronto, llegaron a su villa. Era un bungalow con vista al mar. El entorno que lo rodeaba era agradable a la vista y el aire fresco. Obviamente, el precio de esta propiedad era altísimo.

Una vez que Yu Tian salió del coche, dos hermosas mujeres vinieron a saludarlos.

Una de ellas llevaba un qipao blanco bordado con flores azules. Tenía un cabello negro, largo y lacio que le llegaba a la cintura y un rostro delicado. Esta elegante mujer parecía recién salida de una antigua pintura.

La otra mujer iba vestida con un atuendo rojo informal ajustado. Tenía el cabello ondulado y se veía muy sexy. Al mismo tiempo, no dejaba de mirar a Yu Tian coquetamente con sus encantadores ojos.

Yu Tian no sabía cómo reaccionar ante estas dos atractivas mujeres con estilos completamente diferentes.

—¿Podrían ser también sus hermanas mayores?

Las dos mujeres se acercaron a él y agarraron cada uno de sus brazos. 

—Debes ser Yu Tian —dijo una—. Sin duda, luces tan guapo como lo estabas en la foto.

—Yu Tian, ¡por fin nos conocemos! —exclamó la otra.

De nuevo, Yu Tian estaba confundido. Tenía problemas para respirar porque estaba atrapado entre las dos mujeres. 

—¡Está bien, está bien! ¡No hay necesidad de apresurarse! ¡No te tires sobre él justo afuera de la casa!  

Chu Qing refunfuñó. Acababa de rescatar al cordero de una víbora y ahora estaba en la guarida de otro tigre.

¡Al menos esta vez, las mujeres eran miembros de su propia familia!

¡Así que era aceptable!

—Yu Tian, esta es Chu Rou y esa es Chu Xin!  

Chu Qing presentó brevemente a las mujeres antes de agarrar la mano de Yu Tian. Luego, lo llevó a la villa. 

Yu Tian sonrió con torpeza. No tuvo tiempo ni para saludar a las mujeres.

Chu Rou y Chu Xin intercambiaron miradas como si hubieran notado algo extraño.

—¿No crees que Lil Qing está actuando raro? —preguntó una.

—Sí, parece que su relación ha avanzado más rápido de lo que pensábamos! —respondió la otra.

—Tienes razón, pero no hay necesidad de apresurarse. ¡Aún tenemos mucho tiempo!

—Exacto. ¡Todavía no sabemos quién será la esposa de Yu Tian!

—Jeje, seguramente soy de su agrado.

—¡No, obviamente le gusto yo!

…

Las dos mujeres entraron en la villa mientras discutían en voz baja.

Yu Tian, que acababa de sentarse en el sofá, no tenía idea de lo que le esperaba.