795 Mundo Shinobi - Señores de la guerra - 459

—Kain-sama es demasiado considerado— dijo Akako Hoshino, una mujer hermosa, rubia, con preciosos ojos azules. Llevaba un vestido rojo de una pieza lo suficientemente holgado para no parecer provocativo, pero lo suficientemente ajustado para insinuar su figura. Ella miraba a Kain de forma coqueta con un aire de complicidad.

Kain observo a Akako Hoshino, una mujer que era lo más parecido a una hermosa viuda. Hayato Hoshino llevaba meses desaparecido después de resolver gran parte de sus enfermedades y si no aparecía pronto, se resolvería que él murió y leerían el testamento.

Kain sonrió y le dijo —así es, pero solo un poco—

Honoka Hoshino, de hermoso cabello rubio y piel lechosa, miraba a Kain mientras comía. Ella se mantenía afable, natural y amigable. Al igual que Mizusu, heredó la belleza de su madre. Sin embargo, Honoka era una belleza adorable mientras que Mizusu era del tipo sensual.

Kain era consciente de la mirada de Honoka, era como si ella tuviera su rostro sobre el de Kain y le lamiera las mejillas.

Akako era consciente del efecto que tenía Kain y no podía culpar a su hija, pero no le gustaba que ella fuera tan obvia. Así que Akako tosió y miró a su hija dándole una mirada significativa. Honoka se ruborizo, tosió y después llevó la copa con vino a sus labios. Ella le dio un sorbo y la dejo en la mesa.

Honoka miró a Kain y le dijo —este vino es exquisito—

—Sí, también creo que este vino es exquisito— dijo Kain con una sonrisa amigable mientras miraba a Honoka a los ojos. Ella tenía una mirada dulce, nada que ver con su madre o su hermana —me lo regalo un amigo de la nación de la Tierra. Dijo que se había comprado unos viñedos y esta era la primera cosecha—

Honoka Hoshino sonrió e hizo conversación. Ella tenía un ángel único como la mayoría de los artistas. De actitud cándida y amigable. Puede ser que la presencia de Mizusu haya dañado su autoestima y la haga actuar tan inocente y amable. En ese aspecto, Mizusu Hoshino (hermana de Honoka) era un mundo aparte. La primera vez que Misuzu conoció a Kain en el evento del palacio imperial en la nación del Fuego, ella tenía la suficiente confianza para burlarse de él en público por el tipo de nombre que le dio a la compañía.

Una vez que terminaron de comer, Abigail en su vestido negro, empujo el carrito con los postres porque a esa hora no quedaba nadie en el restaurante. Ella se veía coqueta con su cabello negro y rizado, el rostro con forma de corazón y bastante sombra en los ojos. Llevaba los labios pintados de rojo carmesí y el vestido de una pieza ajustado a su figura.

Abigail detuvo el carrito con postres a un lado de la mesa y levantó las cupulas metálicas —buenas noches ¿Desea algún postre?— preguntó

—Yo y Honoka, no, gracias— dijo Akako Hoshino con tranquilidad, ella elevó la comisura de sus labios gruesos y sensuales hacia arriba como si le diera una sonrisa amigable. Sin embargo, se podía ver la altivez en sus ojos.

Por su parte, Honoka quedó mirando a su madre y Akako notó esa mirada. Esta última sonrió, estiro su mano, la puso sobre la de Honoka y le dio unas palmaditas.

—Así es mejor— dijo Akako con una sonrisa

Honoka asintió a lo que dijo su madre y miró a Kain en busca de ayuda.

Kain sonrió y le preguntó —Honoka ¿Te puedo pedir un favor?—

—Sí, Kain-sama— dijo Honoka con una gran sonrisa, su rostro se ilumino

—¿Puedes cantar para mí?—

—Claro, por supuesto— respondió Honoka, ella miró a su madre y Akako asintió. Honoka se puso de pie, se alejó de la mesa y comenzó a cantar. Su voz era potente, femenina y armoniosa. Ella cantaba opera, un estilo de canto popular entre los nobles de la nación del Rayo. No es como si a Kain le gustara especialmente, pero en cierto sentido, Honoka tenía una voz tan bonita como la de Naoko y eso le traía un grato recuerdo.

Kain miró a Abigail que miraba a Honoka como si estuviera embelesada por su canto de sirena. Como nota aparte, Abigail era aficionada a mujeres y hombres por igual, pero después de empezar su negocio con Elizabeth, solo se había dedicado a esta última. Hasta que apareció Kain. Por lo tanto, no era extraño que Abigail mirara a la joven Honoka con una mezcla de admiración y lujuria.

Kain miró a los lados, vio una silla y la acercó. Después miró a Abigail y le dijo —Abigail—

Abigail salió del trance, miró a Kain y al ver la silla al lado de Kain, sonrió de forma coqueta. Ese labial rojo carmesí hacia ver sus labios especialmente sensuales. Ella se sentó al lado de Kain y sin ningún problema, le acaricio la rodilla mientras miraba a Honoka cantar. Sin embargo, su movimiento perturbo a Honoka y esta última se atoro y comenzó a toser.

Abigail se puso de pie, tomo un vaso limpio y vertió un poco de agua. Después camino hasta Honoka y le tendió el vaso. Honoka lo recibió, pero quedó mirando a Abigail con el ceño fruncido. Abigail era una mujer madura con mucha experiencia, así que entendió a la perfección a Honoka. Abigail sonrió y le guiño el ojo de forma coqueta. Después volvió a donde estaba Kain y se sentó en la silla.

Honoka también volvió a su silla y miró a su madre, Akako. Esta última la miraba mientras sus labios estaban juntos y curvados hacia arriba, como si estuviera sonriendo, pero sus ojos no sonreían. Era más un llamado de atención como si le preguntara a Honoka ¿Qué estupidez estás haciendo?

—Honoka— dijo Kain aliviando el ambiente entre las dos. Él sacó dos llaves de la manga de su haori y las dejo sobre la mesa —una habitación es para ti y otra para tu madre. Por supuesto, la que tiene el piano es para ti. Se acondiciono especialmente para ti para que pudieras practicar todo lo que quisieras y nadie te moleste. Así que puedes ser todo lo ruidosa que quieras—

—Kain-sama ¿Esto es?— preguntó Akako alzando una ceja

—Es lo que acordamos. Yo seré el patrocinador de Honoka. Por ahora, ella participará en los eventos que yo le indique, pero en un año, hará su debut en el auditorio de Ciudad Tengu. Le daré un sueldo mensual para que pueda costear todas sus necesidades. Ese sueldo variara en base a lo popular y la cantidad de gente que puedas reunir—

Akako quedó mirando a Kain, en cierto sentido, ellos no necesitaban su ayuda. La propia Akako podía costear la carrera de su hija— ella miró a su hija y se dio cuenta que Honoka resplandecía de la emoción. No era lo mismo que tu familia te apoye a que venga otra persona y te pague por tu talento. Era el reconocimiento de su habilidad por alguien que no tenía una simpatía familiar. Akako volvió a mirar a Kain y sonrió contenta por su hija.

Kain la miró a los ojos y continuo —no he terminado— dijo. Akako asintió y Kain miró hacia atrás, a la bella Nanami sentada varias mesas más allá —Nanami, ven por favor— dijo.

—Sí, Kain-sama— dijo Nanami, ella se levantó y camino hacia la mesa. Por supuesto, llamo la atención de Akako, Honoka y Abigail. Era un mujer del clan Uchiha, su belleza natural se podía considerar dentro de los estándares más altos. De cabello negro, liso, rostro tierno y figura esbelta, pero como muestra de que era shinobi, llevaba ropas oscuras y holgadas. Sobre su ropa la chaqueta táctica negra con la puerta torii roja en la espalda. Además, tenía esa típica soberbia Uchiha en la mirada, como si fuera la mejor en donde sea que este.

Nanami se detuvo detrás de Kain y este último levantó la mirada. Nanami lo miró y Kain asintió. Este último miró a Akako y le dijo —Nanami es un ex anbu con la fuerza de un chunin. Ella será la acompañante y protectora de Honoka. Por ahora solo será ella, pero es más que suficiente considerando que en ciudad Tengu ningún shinobi aparte de la policía puede utilizar chakra—

Akako quedó mirando a la muchacha Uchiha, era hermosa como pocas mujeres que había conocido. Kain era excepcional, pero ahora que veía a Nanami entendió mejor los rumores que siempre circulaban sobre el clan Uchiha. Los hombres siempre soñaban con tener una esposa del clan Uchiha, esas mujeres eran demasiado hermosas, incluso si sus ojos y cabello no tenían ningún color o detalle en particular.

Por otro lado, Abigail, sentada al lado de Kain, se mordía el labio inferior y ponía una sonrisa lasciva. Sin embargo, Kain le devolvió el favor y le acaricio la rodilla igual que ella lo hizo con él. Abigail miró a Kain, él sonreía, pero abrió sus ojos grandes y negó con una expresión divertida. Las mujeres Uchihas eran muy orgullosas y mirarlas de esa manera era buscar que te dé una paliza.

Abigail llevó su mano a la boca y soltó una risita, miró a hacia otro lado y tomo una profunda respiración. Entonces ella volvió a mirar a Kain e hizo una tierna sonrisa, como si se estuviera divirtiendo. Kain le guiño el ojo y después miró a Akako.

Kain inspecciono la mirada de Akako, ella parecía bastante conforme con todo —por ahora, eso es todo lo que te puedo dar— añadió —el hotel te dará desayuno, almuerzo y cena. El menú puede ser escogido y programado. Tienes acceso a los licores, pero hasta cierto monto ¿Entendido?—

Akako miraba a Kain a los ojos y le dijo —usted hablo sobre un auditorio—

—Tranquila, si te digo que se construirá en un año, es que se construirá en un año. Sin embargo, no te equivoques, Honoka no es la única artista que patrocino. También apoyo a la escritorio Murasaki Shikibu. Ella es originaria de la nación del Fuego, pero en estos momentos está de vacaciones en la nación de la Tierra—

—Veo— dijo Akako y miró a su hija —Honoka, ve a inspeccionar tu departamento y anota todo lo que te vaya a faltar. Kain-sama lo proporcionara para ti—

—Sí, Honoka, por favor— añadió Kain y después miró a Nanami —ya sabes lo que tienes que hacer—

Nanami miró a Kain y asintió. Ella camino hasta Honoka y se posiciono a su lado. Honoka la quedó mirando con cierta preocupación.

Nanami se mantuvo tranquila y le dijo —no se preocupe, señorita. Soy su sombra, yo la mantendré a salvo y la asistiré con la mejor de mi capacidad. No confíe en mí, pero confíe en la promesa de Kain-sama—

Honoka miró a Kain y este último asintió con suavidad. Honoka se puso de pie, tomo las llaves y miró a Nanami. Esta última asintió y Honoka camino a la salida del restaurante, donde se conectaba al hotel.

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