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Suerte y perseverancia

Pequeña aclaración: Cada volumen es independiente del otro. Sigue su propia línea de historia y no se ve afectado por los volúmenes anteriores. Bueno, salvo por algún poder o habilidad que se viene arrastrando por el conocimiento y la personalidad del protagonista que va evolucionando. Volumen 1 Cross over entre nasuverso y Madam ou no Vanadis Volumen 2 viaje por Juego de Tronos, Señor de los anillos y Dark Soul 3 Volumen 3 Mushoku Tensei y Danmachi. Volumen 4 Naruto y muchos otros. -o- Kain, antiguo vástago del equilibrio. Renació en el mundo de Fate y vivió durante varios siglos. Sin embargo, al encontrarse con su viejo enemigo, el dios Hilden, lucho y perdió. Ahora su alma viaja a través del multiverso buscando el poder y la forma de volver a aquel mundo por la venganza. -o- Reglas del juego: 1.- No hay power up indiscriminados 2.- Todo se estudia y se gana hasta dominarlo 3.- El alma influye sobre el cuerpo, por ende, el cabello y los ojos siempre serán los mismo (ojos color lazuli y pelo blanco). 4.-La fuerza es proporcional al conocimiento adquirido, la técnica y la fuerza del alma. 5.- El nivel del mundo es proporcional al alma. Eso quiere decir que si el alma del protagonista es fuerte, irá a un mundo de mayor nivel.

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Mundo Shinobi - Señores de la guerra - 423

Eran las diez de la noche, las luces del patio interior estaban encendidas. A un lado de la gran piscina había una mesa redonda con platos, pocillos y copas sucias. Un par de botellas de vino abiertas a medio acabar. El techo de vidrio unidireccional cubría el patio interior, pero traslucía el bello cielo nocturno. Las estrellas brillaban intensamente y la luna estaba menguante. El oleaje nocturno llegaba al interior de la mansión como un murmullo.

Kain había colocado un colchón que podía flotar en el agua y ahora él y Reika estaban recostados mirando el cielo nocturno.

—Esto parece tan irreal, es demasiado bonito— dijo Reika con voz suave. Estaba recostada con su mano izquierda detrás de su cabeza y la derecha sosteniendo una copa de vino. El movimiento del colchón sobre el agua era suave, relajante. El ambiente era silencioso y las flores de color fucsia alrededor de la piscina trasmitían un aroma agradable. Reika miraba el cielo estrellado a través del vidrio que cubría todo el patio interior de la mansión. Ella llevaba puesto un kimono azul sin mangas. Su largo cabello purpura caía a su lado derecho y reposaba sobre el colchón. Era tan largo que la punta tocaba la superficie del agua.

Por otro lado, Kain estaba acostado a su izquierda, con la mano derecha detrás de su cabeza y sosteniendo una copa con la mano izquierda. Llevaba puesto un kimono verde pasto sin mangas —sí, en estos momentos— dijo —el cielo nocturno en Konoha pasa semi nublado todo el tiempo, así que sería imposible mirar las estrellas como aquí—

—No lo digo solo por eso— dijo Reika con una sonrisa divertida, ella giro su rostro a la izquierda y lo miró —esto se siente demasiado lindo—

—En ese caso, disfrútalo, para eso lo hice—

Reika mostro una hermosa sonrisa, sacó su mano izquierda de detrás de su nuca, la apoyo en el colcho, sintió que se hundió un poco, pero el material no cedió demasiado. Ella levantó su torso y eso ocasiono el movimiento del colchón, que a su vez agito el agua. Reika acercó su rostro al de Kain y le dio un pequeño beso. Kain se lo recibió y ella se volvió a recostar, agitando las aguas de la piscina.

Los dos se quedaron mirando el cielo nocturno y bebiendo el vino de sus copas hasta que se acabó. Entonces Reika tomo valor y bajo su mano izquierda a la altura de la mano de Kain y se la acaricio. Ella sentía que su corazón latía con tanta fuerza que lo sentía como si lo tuviera a un lado de su oreja. Sentía un cosquilleo lleno de nerviosismo y emoción, un sentimiento de anhelo y una alegría tan grande que le dieron ganas de reír, pero se contuvo.

Reika miró a Kain, ella soltó la copa y cayó fuera del colchón. La copa se sumergió en el agua soltando un tenue chapoteo y bajo hasta lo más profundo de la piscina. Reika se recostó de lado y quedó mirando a Kain. Este último se giró y se recostó de lado igual que ella. Ellos se miraron a los ojos mientras sonreían. Reika no le soltó la mano a Kain en ningún momento, se sentía más segura sintiendo su piel. Le daba la sensación de que, si lo soltaba, él se podía ir algún lugar inalcanzable. Lo miró a la cara, tenía el rostro cuadrado, el cabello blanco peinado hacia atrás, los ojos azules con un brillo cándido y una sonrisa dulce.

Reika se relamió el labio inferior en un gesto nervioso. Como la mano de Kain estaba quieta, ella se dio cuenta que su propia mano temblaba, lo que la hizo sentir más nerviosa y se asustó. Ella acercó su rostro, lo miró en todo momento, él también se acercó un poco y ella sonrió. Reika le dio un pequeño beso en los labios, separo su rostro y sonrió, pero derramo una lágrima. Sin embargo, ella sonrió y se acercó de nuevo y lo beso. Esta vez, el beso fue apasionado y no se separó de Kain en un minuto. Ella se apegó a Kain y este último la abrazó por la cintura.

Reika apartó su rostro, quedó mirando a Kain con una hermosa sonrisa en los labios y le dijo —te amo— ella se mordió el labio inferior mientras lo miraba a los ojos y después lo miró a los labios. Ella se concentró tanto que esos labios que tanto le gustaban, fueron todo lo que entro en su campo de visión. La boca grande, labios gruesos, una sonrisa encantadora. Ella pudo ver los labios de Kain separarse, mostrar los dientes y ver como gesticulaba emitiendo las palabras más bonitas que puede recibir una persona.

Reika derramo más lágrimas, pero sonrió feliz, ella se acercó a Kain y lo beso con toda la pasión del momento. Ella se sentó a horcajadas encima de él, le tomo el rostro y lo beso sin contenerse. Desde el primer beso, le encantaron los besos, le encanto Kain, no lo quería dejar, solo podía pensar en él al punto de que había noches en donde no dormía. Era un sentimiento tan especial que ya no le importaba las otras esposas, los hijos de Kain ni nada por el estilo. Solo eran ellos dos, ella lo amaba y quería estar con él para siempre.

Al mismo tiempo, Kain llevó sus manos a las caderas, las deslizo a la espalda y la abrazó con suavidad. Reika era voraz y lo besaba sin parar, su respiración era errática y sus besos frenéticos uno detrás de otro. Kain se sintió duro, pero no forzó la situación. Reika estaba disfrutando del primer amor ¿Acaso no era la cosa más hermosa y terrible que le podía pasar a un ser humano? Toda tu fortaleza se iba y solo quedaba el anhelo de estar con esa persona. Kain lo podía sentir a través de Reika, ese increíble sentimiento lleno de anhelo e inocencia.

Reika se detuvo por un momento, ella se sentó y abrió su kimono por el medio revelando sus senos. Tenía un rubor en las mejillas, lo miraba con timidez y las manos le temblaban, pero, aun así, se abrió por completo el kimono y la parte superior quedó expuesta. Reika se mordió el labio inferior con una sonrisa coqueta y nerviosa. Ella se abrazó así misma para apretar sus senos que de por sí ya eran grandes. Ella los acercó a la cara de Kain, pero casi se cae sobre él. Entonces tuvo que sacar su brazo derecho, lo apoyo a un lado de cabeza de Kain, sobre el colchón y evito lo peor. Ella siguió acentuando sus senos con el brazo izquierdo y los llevo a la cara de Kain. Esta último abrió su boca y los beso con suavidad. Reika sintió un cosquilleo sobre su piel, el roce de los labios y la humedad de la lengua. Respiraba con dificultad y le producía cierto nerviosismo, pero dejo que él siguiera lamiendo sus senos. Entonces ella fue consciente de que algo duro tocaba su entrepierna. Eso la coloco un poco nerviosa, jamás había hecho eso con un muchacho.

Al mismo tiempo, Kain noto el nerviosismo y la rigidez en el cuerpo de Reika, así que se sentó y quedó cara a cara con Reika. Le dio un beso pequeño, después uno más apasionado y apartó su boca —de aquí en adelante, déjamelo a mi— dijo

Reika se mordió el labio inferior.

Kain guio a Reika para que se recostara a su derecha. Eso estremeció el colchón y agito el agua de la piscina. Reika lo miraba hacia arriba con cierta timidez. Kain sonrió, le dio un beso y ella le tomo la cara, se besaron. Al mismo tiempo, Kain llevó su mano al seno, primero deposito su mano con suavidad y la movió por encima con un roce superficial. No se quedó mucho tiempo ahí y bajo su mano a las costillas del lado derecho, siguió bajando al abdomen y comenzó a acariciar a Reika, bajando poco a poco y abriendo el kimono hasta que la entrepierna fue visible. Parece que Reika venía preparada porque no llevaba ropa interior. Kain utilizo su dedo medio y anular como base para acariciar a Reika. Esta última sintió el roce sobre el cabello de su entrepierna, tensó su cuerpo y cerró las piernas. Kain la siguió acariciando y besando al mismo tiempo hasta que ella se relajó. Él acaricio los muslos y Reika se fue soltando hasta que su vagina volvió a quedar expuesta. Kain se acercaba poco a poco hasta que llego a los labios y los acaricio, subiendo y bajando hasta que llegaba al clítoris y lo masajeaba suavemente. Reika lo abrazó con más fuerza, sus besos se volvieron más voraces, su respiración errática, los gemidos ahogados por la unión de sus labios y el pecho subiendo y bajando. Kain sintió como todo el cuerpo de Reika se tensaba al extremo y ella cerraba las piernas con fuerza, pero nunca lo dejo de besar.

Reika apartó su rostro, su respiración era errática y su pecho subía y bajaba tratando de recuperar el aliento. Ella se sentía lánguida, sin fuerza, mareada. Reika miró a Kain, este último le dio un beso y ella lo sintió como ninguno otra que hubiera dado antes. Ella cerró los ojos y lo beso sintiendo la sensibilidad de sus labios. Se sintió como en un sueño, débil, pero feliz. Ella sonrió, beso a Kain y sintió la mano de Kain entre sus piernas. Él metió sus dedos en su interior y Reika soltó un fuerte gemido. Ella soltó una exhalación caliente, sonrió y abrió los ojos. Ella miró a Kain a los ojos, esos hermosos ojos y le sostuvo la mirada mientras él la estimulaba. La segunda vez fue tan fuerte que soltó un gemido y se abrazó a Kain con todas sus fuerzas.

—Kain-sama— susurro Reika entre jadeos —yo quiero—

—Está bien— susurro Kain, le dio un beso. Reika respondió y se sintió como en las nubes. Kain continuo —déjamelo a mí por esta vez—

Reika asintió, Kain se recostó encima de ella y Reika abrió sus piernas. Su madre le había hablado de lo que pasaba, pero nunca le dijo que era algo tan bueno. Sin embargo, cuando Kain entro en ella supo a que se refería su madre. El dolor, el calor y un montón de nuevas sensaciones y de partes que ni siquiera sabía que tenía. Ella se aferró a Kain, él agito sus caderas y eso remeció el colchón mientras agitaban el agua, pero Reika no era consciente de ninguna de estas cosas. Solo se abrazó a Kain esperando que esto pasara luego.