562 Mundo Shinobi - PGM - 227

Después de conversar con Hiruzen, Kain camino con Kaoru y Aoi por las calles de Konoha. Kain destacaba con su haori en muchos sentidos. Después de todo, toda Konoha estaba de luto por la muerte de Tobirama, pero él era el único que llevaba un haori blanco, más encima con el vajra de los Senju del lado izquierdo de su espalda y el abanico rojo y blanco de los Uchihas del lado derecho. Varios shinobis estaban molestos por eso, pero se quedaban sentados en sus bancas, detrás de un grupo de amigos o desde la seguridad de las ventanas de sus casas. La fuerza de Kain Uchiha había sido transmitida a todo el mundo, lo cual enorgulleció a los Uchihas y preocupo al resto de los clanes.

No obstante, había una mente inquieta que ahora al verse liberado de las cadenas que lo mantenían atado a la realidad se movía de forma poco minuciosa, o al menos, sin el suficiente cuidado de alguien que acecha a Kain Uchiha.

Los anbus de raíz corrían con Danzo a la cabeza sobre los techos siguiendo a Kain Uchiha quien avanzaba a través de las calles. Todos ellos vistiendo capuchas negras y máscaras de animales. Por supuesto, Kain los percibió y sonrió seguro de quien podría ser el líder. El mejor y más cercano discípulo de Tobirama, alguien que seguiría todos sus pasos, en el mal sentido de la palabra.

Kain, Kaoru y Aoi cruzaron todo el distrito shinobi hasta llegar a la avenida que cortaba a Konoha por la mitad y se detuvieron en el cruce. Cruzaron al distrito civil y avanzaron por la vereda de la izquierda, mirando la gran muralla que separaba los terrenos de la casa de Mito con la calle. Llegaron a la entrada con la puerta torii de color rojo. Kain se detuvo en la entrada, les dijo algo a Aoi y Kaoru. Ellas asintieron, entraron a la casa y una vez que desaparecieron detrás de la puerta corredera, Kain se lanzó a correr con dirección al portón de entrada de Konoha.

—Rápido, que no se escape— grito Danzo lanzando a correr mientras el resto lo seguía.

Una vez que Kain llegó al portón de entrada se movió hacia la pared izquierda, la subió corriendo y al llegar a la cima saltó lo más fuerte que pudo atravesando más de cincuenta metros. No obstante, al momento de caer en el suelo, cayó suave como una pluma, rodó y continúo corriendo hasta adentrarse en los bosques.

Los anbus también lo siguieron, pero iban varias decenas de metros por detrás de él. Así que cuando llegaron a la cima de las murallas, se quedaron quietos mirando los alrededores y buscando la dirección en la que avanzo.

—Allá veo algo— grito un anbu con máscara perro señalando a mil metros dentro del bosque.

—¿Qué viste?— preguntó Danzo mientras llevaba una máscara de mono

—Vi algo blanco que se movía por entremedio de los árboles—

—Eso no dice mucho, reúne a los otros, tenemos que encontrarlo y eliminar de inmediato este problema—

—Sí— respondió el anbu y saltó de vuelta a la villa para reunir a los otros anbus.

Danzo se quedó de pie durante un momento y después hizo el gesto para que el resto de los anbus lo siguiera. Konoha había perdido al hokage, así que Danzo tenía que asegurar la existencia de la villa eliminando al mayor peligro entre todos. Su sensei lo dijo un millar de veces, Kain Uchiha es peligroso. Incluso si nadie se lo dijo o hubiera pistas incriminatorias, Danzo por puro instinto intuía que Kain organizo todo el asalto que mato a Tobirama en Kumogakure.

Danzo junto al resto de los anbus, avanzaron rastreando a Kain durante varios kilómetros hasta que encontraron el haori blanco colgado de la rama de un árbol. Era de Kain Uchiha, de eso no había duda, solo alguien tan arrogante y desconsiderado colocaría el vajra y el abanico juntos. Ahora, la pregunta que rondaba la mente de Danzo era dónde estaba el propietario.

Danzo se ocultó entre las frondosas hojas de la rama de un árbol y miró el haori blanco desde una distancia de cien metros. El resto de los anbus se distribuyeron a lo ancho cerrando el perímetro. No obstante, durante un minuto no hubo señales de Kain.

—¿Qué buscas, Danzo?— susurro alguien detrás de Danzo. Su corazón se detuvo por un instante y sintió que todo el mundo se volvió insonoro. Danzo quiso darse la vuelta para mirar hacia atrás, pero un kunai en su cuello lo detuvo.

—Te pregunte algo— susurró de nuevo la voz

—Maldito Uchiha— mascullo Danzo

—¿Por qué me estas persiguiendo?— preguntó Kain dándole golpecitos en el cuello con la parte plana del kunai —no tenemos enemistad—

—Eres un peligro para la villa, no hay necesidad de una enemistad para saber que tienes que morir—

—Eeeh, detrás de eso deben estar las palabras de tu mentor. Un hombre que veía enemigos en todas las direcciones, incluso dentro de sus propias filas ¿Te gustaría morir igual que él?—

—Ya lo sabía, tú lo mataste—

—Yo no he dicho eso—

—Deja de jugar y mátame si lo vas a hacer—

—Nadie te quiere matar, Danzo— respondió Kain apartando el kunai, después saltó por encima de Danzo agitando la rama en la que estaban parados. Danzo vio el cabello blanco y el kimono verde pasto aletear por delante de su cara y caer.

Una vez que Kain cayó al suelo, el resto de los anbus sacaron sus armas, sellos y prepararon sus técnicas para atacar. No obstante, la orden de atacar jamás llego. Kain camino con tranquilidad hasta que llegó al árbol donde su haori blanco estaba colgando de una rama. Saltó y lo tomo con su mano derecha. Una vez que cayó al suelo sobre sus pies, se puso el haori y reviso que no estuviera sucio. Después se sentó sobre una gruesa raíz mientras apoyaba las manos a los lados.

Por su parte, Danzo saltó desde el árbol y cayó al suelo levantando una polvareda. Miró a Kain sentado en la raíz y camino hasta él.

—¿Qué planeas, Kain Uchiha?— preguntó Danzo algo confundido con la forma de actuar. Se quitó la máscara de mono y develo su rostro malhumorado y la cicatriz en forma de X en su mentón.

—Nada, no soy tu enemigo. Incluso te he recomendado con Hiruzen— respondió Kain con una sonrisa astuta —veo una mente inquieta, muy parecida a la de tu maestro—

Esas palabras ablandaron la expresión de Danzo y mostro una pequeña sonrisa.

—No es un elogio— dijo Kain poniendo un rostro serio. Entonces enderezó su espalda y se cruzó de brazo —tu maestro veía enemigos por todos lados y estaba dispuesto a sacrificar a quien quiera que este en su camino para proteger Konoha. En algunos casos estaba en lo correcto y en otros fue demasiado extremo—

—Alguien que no tiene la voluntad del fuego jamás entendería a sensei— dijo Danzo volviendo a tener su expresión malhumorada

—Sí, bueno, tu voluntad del fuego genero una gran destrucción a nivel continental, sin contar a los muertos. No obstante, veo que estas absolutamente convencido de la visión de tu sensei. Te podría matar aquí y ahora—

Danzo dio un paso hacia atrás, pero de la rama del árbol sobre su cabeza, cayó una serpiente de agua que rápidamente se enrollo alrededor del cuello y lo apretó. Los anbus bajaron al suelo y rodearon a Kain. No obstante, Danzo, a pesar de que estaba luchando para quitarse a la serpiente, entendió que no había intención de matarlo. Fue solo su preocupación inicial al verse amarrado por esta cosa.

—Suéltame— dijo Danzo con el ceño fruncido

—¿Me vas a escuchar antes de saltar conclusiones?— preguntó Kain sin preocuparse por los anbus

—Suéltame primero—

—Está bien— respondió Kain con seriedad y realizo el ademan con su mano para desvanecer la serpiente en agua que empapo la capucha de Danzo.

—¿Qué quieres?— preguntó Danzo, extendiendo un pequeño jutsu del tipo sensor para captar donde habían más de estas cosas, pero no sintió ninguna serpiente ni peligro por los alrededores. Incluso Kain Uchiha parecía inofensivo, sin emitir ningún tipo de chakra para resguardarse a sí mismo.

—Quiero que vigiles y cuides de Konoha. Quiero que asesores a Hiruzen, pero que no caigas en la paranoia como tu maestro—

—¡Sensei era…!—

Kain frunció el ceño y grito —tu sensei era un asesino que no tenía amigos—

Danzo se quedó mudo y Kain espero su reacción mirándolo a los ojos. Sin embargo, Danzo solo frunció el ceño como si estuviera molesto por lo que dijo, pero no discutió con él. Lo cual Kain encontró malo, porque decía que Danzo ya no dialogaría con él, pensando en que él estaba en lo correcto mientras Kain estaba equivocado. Demasiado infantil para ser un hombre de veinte años.

—Ya que no quieres dialogar conmigo, lo diré de frente— dijo Kain levantándose de la raíz y mirando a Danzo a los ojos —sigue cuidando de Konoha mientras me consideras tu enemigo; yo jugare ese papel. Busca una forma de vencerme mientras proteges Konoha, de esa manera no te oxidaras y caerás en la locura como tu sensei—

—Sensei no estaba loco—

—No lo estaba por completo— respondió Kain mirando hacia un lado y meditando en la forma de actuar de Tobirama —pero perdió su brújula moral una vez que mi tío murió. Para ti, Hiruzen es tu brújula moral, escúchalo, él es tu amigo y puede que tu única familia en todo Konoha. Él jamás te mentira, traicionara o atacara a menos que lo obligues a detenerte. También quiero proteger el sueño de mi tío y mientras Hiruzen sea el punto de conexión entre los dos, podremos entendernos. Al menos, eso quiero creer—

Kain avanzó y paso por al lado de Danzo mientras este último escuchaba sus pisadas y meditaba en lo que dijo. No obstante, Kain se detuvo y Danzo se preparó para reaccionar.

—Con respecto a tus amigos Koharu y Homura, hay reglas y protocolos que se deben cumplir. No creo que sean aptos para los puestos de asesores. Hay gente más inteligente, sabia y ordenada, busca dentro de Konoha. No hay perdida. Nadie quiere que este hermoso sueño que llamamos Konoha, nuestro hogar, se acabe algún día—

—Kain Uchiha— grito Danzo —¿Realmente protegerás a Konoha? ¿Lo juras por el nombre del Dios Shinobi?—

Danzo se dio la vuelta y miró al muchacho de espalda, de cabello y haori blanco.

Kain sonrió, se dio la vuelta y miró a Danzo —el dios shinobi no existe…— dijo mientras veía la expresión de horror en el rostro de Danzo —mi tío me enseño que fue un título ridículo que le dio la gente por matar a su mejor amigo. Dime Danzo ¿Te gustaría ser nombrado hokage, pero tener que matar a Hiruzen?—

Danzo se quedó en silencio, con un rostro triste de solo tener que pensar en matar a su amigo. Negó vigorosamente y miró a Kain a la cara. Este último sonrió y miró a Danzo con una expresión suave.

—Me lo imagine. Con respecto a tu pregunta, te lo puedo jurar por el nombre de tío Hashirama y mi abuela Naori, que son dos de las personas que más he amado en mi corta vida, que protegeré Konoha hasta mi último aliento—

—Seremos enemigos— dijo Danzo poniendo una expresión seria —pero también protegeré Konoha—

—Los enemigos son buenos, Danzo. Aprendes mucho de ellos, te hacen las cosas difíciles, pero eso a su vez te ayuda a madurar y a volverte más agudo en tu forma de pensar. Trata de atraparme, yo le daré a tu mente el enemigo que necesita—

Danzo bufo hacia un lado, lo cual hizo sonreír a Kain ¿Quién dijo que los Uchihas eran los únicos orgullosos?

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