Mundo Shinobi - PGM - 219

—Déjame ver tu brazo, Aoi-san— dijo Kain

—Kain-sama, no es necesario— respondió Aoi con voz débil, ella tenía sus brazos ocultos bajo las frazadas y cuando escucho a Kain elevo su mano derecha por debajo de la frazada y la sujeto —está feo, al menos, si está va a ser la última vez que nos veamos, quiero verme bonita—

—Bonito o feo no tiene nada que ver, sería una pena que muriera solo por las pretensiones—

Aoi hizo una mueca de incomodad, tomo una profunda respiración y dijo —Kain-sama, si alguien quisiera darle su corazón ¿Usted lo aceptaría sin más?—

—No lo sé, al menos sé que me gusta Kaoru, ella ha sido mi amiga de años y confió en ella— respondió Kain haciendo ruborizar a Kaoru —a lo mejor es muy pronto para hablar de amor, pero si soy sincero, quiero que ella me ame y también quiero amarla. Sin embargo, sin el tiempo y la cercanía, sería difícil llegar a amar a alguien—

—Cierto, es verdad, si siempre hay una barrera entre ambos, es difícil que se lleguen a conocer y a enamorar— respondió Aoi pensando en su difunto marido. A lo mejor fue ella que lo despreciaba por ser un borracho o él por pensar en ella como de baja cuna, pero esas dos mentalidades siempre los mantuvieron alejados y nunca se llegaron a conocer ¿Acaso comieron alguna vez juntos? Se preguntó. No, ambos pusieron una muralla y eso evito que, a lo mejor, se pudieran conocer. Aoi continuo —por otro lado, sin tiempo es difícil decidir quién es el correcto—

—Así es, Aoi—san es joven y puede conocer otras personas. Pero si muere ahora solo por aparentar, todas esas oportunidades se habrán perdido—

—Kaoru-chan ¿Puedo?— preguntó Aoi

—No me incomoda, okaa-sama. Ya dijimos que estaríamos juntas para toda la vida. Incluso si es así, prefiero muchas veces estar incomoda que perder a okaa-sama—

Aoi tomo una profunda respiración y con su mano derecha levanto la frazada. En su mayor parte, quedó un hermoso cuerpo con una piel blanca y suave como la porcelana. Un cuello delgado, hombros suaves y sensuales, enormes senos que prácticamente eran dos colinas de carne que cubrían hasta las costillas. Después una cintura delgada, caderas anchas, vientre plano y un monte de venus sin cabello alguno. La vagina era una línea vertical mientras sus muslos eran gruesos y contorneados. Las piernas largas y los pies lindos de tiernas uñas al natural.

Todo en Aoi era un llamamiento a la lujuria, pero seguía con sus ojos cerrados y su brazo izquierdo estaba cubierto por la necrosis desde el hombro hasta la punta de los dedos. La piel se veía tan negra que parece que habían remplazado la carne por carbón.

Kaoru no pudo soportar aquella vista y miró hacia un lado mientras cerraba los ojos.

Por otro lado, Kain acercó sus manos y toco la piel negra —¿te duele?— preguntó

—Sí, todo y me está matando— respondió Aoi

—No prometo nada, pero es mejor intentar que no hacer nada—

Kain llevo su chakra a las manos y lo introdujo en el brazo de Aoi. Ella soltó un terrible alarido y echo su cabeza hacia atrás del dolor. No obstante, Kain continuo y controlo a través del chakra el elemento agua. Entonces poco a poco, comenzó a extraer el hielo del brazo y la carne poco a poco fue tomando un color menos oscuro. Sin embargo, todavía tenía un color rojo enfermizo.

Después de un par de minutos de hacer sufrir a Aoi y que Kaoru tuviera que levantarse para informar que están en medio de un tratamiento, Kain logró sacar el hielo del brazo. Como consecuencia de eso, Aoi sentía su extremidad más adolorida y tuvo que taparse la boca con un pañuelo. El dolor era tanto que se retorcía de lado a lado y su cuerpo estaba completamente traspirado. Kaoru tomo una fuente con agua tibia y con un paño comenzó a limpiar a su madre.

Por otro lado, Kain transformo el hielo en un gran cubo del tamaño de un puño. Por un segundo lo analizo pensando que la estructura era mucho más dura que la del hielo normal, solo un par de puntos por debajo de la dureza que podían alcanzar sus serpientes de agua al solidificarse. Sin embargo, Kain negó, no era momento para pensar en ese tipo de cosas.

—Necesito que Kaoru vaya y busque una maceta del tamaño de la cabeza de un adulto. Solo debe tener tierra de hojas, puede ser cualquier tierra de hojas—

—Sí, de inmediato— dijo Kaoru y salió de la habitación

Kain miró a Aoi, su cuerpo erótico estaba cubierto de sudor y la humedad del paño con agua tibia. Sus senos se veían grandes y suaves, una tentación para la vista. Kain sintió como en su parte baja algo se ponía incómodamente tieso, pero comenzó a respirar para calmarse porque no era momento para ese tipo de cosas. Al mismo tiempo, maldijo a Tsubaki por volverlo tan consciente del sexo opuesto.

Una vez que Kain se calmó, se concentró en juntar chakra de tierra y agua en sus manos. Entonces pensó en su tío y sonrió por dentro. Pensar en Hashirama siempre era un recuerdo feliz para Kain. Al mismo tiempo, hizo resonar su energía de alma en la frecuencia correcta y con eso modifico el chakra de agua y tierra. De esa manera, cuando Kain toco el brazo de Aoi, la piel de un rojo enfermizo se empezó a regenerar poco a poco.

Kain continuo con el tratamiento durante un par de minutos hasta que volvió Kaoru. Ella se acercó con la maceta con la tierra de hojas y la dejo a un lado. Por una parte, se sorprendió al ver como el brazo de su madre se había recuperado hasta el codo. Por otra parte, se sorprendió de lo pálido y enfermizo que se veía el rostro de Kain. Su rostro estaba cubierto de sudor, mientras mantenía los ojos cerrados para mantener la concentración.

—Kain-sama ¿Por qué no descansa?— preguntó Kaoru preocupada por su apariencia debilitada

Kain negó con la cabeza, a lo cual Kaoru entendió que estaba profundamente concentrado y que el solo hecho de responderle con un movimiento ya era un tremendo esfuerzo. De esa manera, Kain continúo transfiriendo la vitalidad del elemento de madera y Aoi fue restaurando la carne de brazo hasta que se recuperó por completo.

Para cuando Kain termino, su rostro era pálido y enfermizo como el papel. Su cuerpo estaba traspirado y después de apartarse, se dejó caer de espaldas y jadeo como si hubiera corrido durante kilómetros sin parar. Al mismo tiempo, Aoi dormía tranquila y sin dolor mientras la piel de su brazo había recuperado la tierna textura.

—¿Kain-sama se encuentra bien?— preguntó Kaoru

—Sí, me encuentro bien— respondió Kain jadeando del cansancio, abrió los ojos y miró en busca de la maceta. Una vez que la encontró, estiro su mano para alcanzarla y dijo —la maceta—

—Sí, claro, hice lo que Kain-sama me pidió— dijo Kaoru tomando la maceta y poniéndola al lado de Kain

—Gracias— respondió Kain en voz baja mientras entendía porque su tío tenía tanto chakra. No es que él haya nacido con mucho chakra, es que el elemento de madera consume tanto chakra que el cuerpo del usuario tiene que sí o sí aprender a producir más chakra. Era una cosa loquísima. Gracias al tratamiento de Aoi, Kain gasto el 80% de su chakra. No obstante, con el 20% tenía más que suficiente para crear un pequeño árbol con dos manzanas. Una vez que se coma las frutas se sentiría mejor. Kain realizo los tres sellos, acostado en el suelo y canalizo una vez más el chakra del elemento de madera colocando su mano sobre la tierra de hojas en la maceta. Después saco su mano y se quedó tendido en el suelo. Un brote comenzó a emerger de la tierra de hojas, lo cual sorprendió a Kaoru y abrió los ojos grandes de la admiración.

—Pero Kain-sama es Uchiha, a menos que…— murmuro Kaoru

—No digas tonterías, Kaoru— dijo Kain con los ojos cerrados por el extremo cansancio —soy Uchiha, solo pasa que soy un poco más hábil que el resto, por eso puedo, hacer cosas…— después de eso comenzó a dormitar soltando un leve ronquido.

Kaoru se sorprendió, pero lo acepto, ya que desde pequeño Kain fue mucho más habilidoso que los adultos. Podía ser difícil de aceptarlo, pero para Kaoru la existencia de Kain estaba un paso más allá de las personas comunes, casi al nivel del hokage y del dios shinobi. Incluso su propio abuelo le había dicho que una vida con Kain sería complicada. No obstante, ella ya se había mentalizado. Cada vez que veía a Kain sentía una cercanía, una nostalgia, un anhelo y un amor incondicional. Era como si hubiera nacido con eso, pero no entendía por qué.

Kaoru vio el árbol crecer hasta alcanzar el metro de altura y vio como crecieron a un ritmo acelerado dos mazanas de sus ramas. Fue casi mágico, milagroso por decirlo poco.

—Kain-sama, creció un árbol ¿Qué hago con él?— preguntó Kaoru

Kain se despertó de su pequeño letargo y dijo —hay que sacar las manzanas para que yo me las coma. Me ayudarán a recuperarme—

—Entiendo— respondió Kaoru, ella arranco las manzanas y se las entrego a Kain. Este último las comió a duras penas, pero después de comer la primera manzana se sintió mucho mejor. Había recuperado su chakra hasta el 20%, pero lo importante era que su mente se sentía más clara y en control. Ya para ese momento el árbol que creo Kain se marchito y se desvaneció como si estuviera hecho de arena. Kain se sentó y comió con más agilidad la segunda manzana. De paso miró el encantador cuerpo de Aoi Hyuga y no se privó de mirar nada. Había hecho un gran esfuerzo, necesitaba un pago a cambio.

Una vez que Kain termino la segunda manzana había recuperado el 30% de su chakra y su mente y cuerpo estaban en condiciones de luchar. Tendría un gran problema si hacían un clon de madera o un gran jutsu, pero mientras no lo amerite, estaría bien.

—¿Kain-sama no quiere darse un baño? Traspiro mucho— dijo Kaoru

Kain la miró hacia un lado y noto que ella tenía el ceño fruncido. Lo más probable que fue porque él estaba mirando demasiado el hermoso cuerpo de Aoi. Era un placer culpable, pero lo aceptaba como pecado. Kain gateo hasta Kaoru y le dio un beso profundo en donde la tendió en el suelo. Ella lo abrazó y trato de seguir los movimientos de la boca. Eso, de algún modo, la tranquilizo. Sin embargo, una vez que ella y Kain se separaron, se acercó a su madre y la cubrió con la frazada.

Después Kaoru volvió con Kain y se acostaron en el suelo mientras miraban el techo.

—Kaoru debe tener cuidado— dijo Kain

—¿Por qué?— preguntó Kaoru

—Porque durante esta semana muchas cosas cambiaran ¿entendido?—

—Entendido— respondió Kaoru —ahora que okaa-sama está en buenas condiciones nadie nos podrá hacer frente en todo el clan. Además, si nii-sama vuelve seremos invencibles—

—Kazu-kun pasara un tiempo en la nación de los Pastizales, pero está bien. Mientras Kaoru se mantenga atenta a todo lo que pasa a su alrededor, nadie la podrá vencer—

—Gracias, Kain-sama— dijo Kaoru tomándole la mano y apegándose a él.

Ambos sonrieron mirando el techo e imaginándose como sería el futuro.