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Suerte y perseverancia

Pequeña aclaración: Cada volumen es independiente del otro. Sigue su propia línea de historia y no se ve afectado por los volúmenes anteriores. Bueno, salvo por algún poder o habilidad que se viene arrastrando por el conocimiento y la personalidad del protagonista que va evolucionando. Volumen 1 Cross over entre nasuverso y Madam ou no Vanadis Volumen 2 viaje por Juego de Tronos, Señor de los anillos y Dark Soul 3 Volumen 3 Mushoku Tensei y Danmachi. Volumen 4 Naruto y muchos otros. -o- Kain, antiguo vástago del equilibrio. Renació en el mundo de Fate y vivió durante varios siglos. Sin embargo, al encontrarse con su viejo enemigo, el dios Hilden, lucho y perdió. Ahora su alma viaja a través del multiverso buscando el poder y la forma de volver a aquel mundo por la venganza. -o- Reglas del juego: 1.- No hay power up indiscriminados 2.- Todo se estudia y se gana hasta dominarlo 3.- El alma influye sobre el cuerpo, por ende, el cabello y los ojos siempre serán los mismo (ojos color lazuli y pelo blanco). 4.-La fuerza es proporcional al conocimiento adquirido, la técnica y la fuerza del alma. 5.- El nivel del mundo es proporcional al alma. Eso quiere decir que si el alma del protagonista es fuerte, irá a un mundo de mayor nivel.

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Mundo Shinobi - Mokujin CIA. - 342

Kain dejo a Reika en la casa de Kasumi y Murasaki y viajo a la distancia mediante el uso de sellos de auto invocación en vez de utilizar las placas de metal de chakra calibradas para el transporte. Kain tuvo que hacer varios desplazamientos desde la nación del Fuego a la nación del Rayo ya que el alcance de su percepción estaba lejos de ser el de Guardián.

Una vez que Kain llegó a las montañas nubladas en la nación del Rayo, se desplazó por los bosques para ser visible para los anbus y shinobis que resguardaban los alrededores. Como otras veces, lo descubrieron después de un par de minutos, pero esta vez lo siguieron y no interrumpieron su avance. La villa de Kumogakure se vio a la distancia entre las montañas, rodeada de murallas altas. Lo que más destacaba era el municipio de la villa: un enorme edificio esférico colgando de la cara de una montaña de forma literal.

Kain saltó desde el último árbol cercano a la villa y cayó sobre el pasto. Al mismo tiempo, los anbus y shinobis saltaron de los árboles y cayeron a sus lados, pero ninguno detuvo su avance. Kain les dio una breve mirada, sonrió y siguió corriendo a gran velocidad. Los anbus y shinobis lo siguieron durante dos kilómetros hasta detenerse en el portón de la villa.

Kain se detuvo y camino a la caseta de los guardias. Presento sus documentos y los shinobis a cargo lo detuvieron. Kain recibió sus documentos de vuelta y atravesó el gran portón de entrada. Cruzo las murallas y miró los alrededores. Por supuesto, Kain destaco en el buen y mal sentido de la palabra. La gente lo quedaba mirando, los más preocupados por su presencia eran los más viejos quienes entendían de verdad quien era Kain. Los más jóvenes lo miraban desafiantes, era como si fuera parte de la cultura de los shinobis de Kumo ser problemáticos y peleadores. Llevaban cortes de pelo estrafalarios, algunos con tatuajes y aspectos desalineados como para demostrar cuanto sabían. Muchos morenos y rubios, una extraña combinación, pero no era desagradable, ya que entre ellos se encontraba un espécimen como Kokoro Yotsuki. Rubia, cabello ondulado, piel morena, de gran estatura y físico exuberante.

Un muchacho de cabello gris que le llegaba a Kain al pecho se acercó a él con una sonrisa maliciosa. No se hizo a un lado al verlo pasar, sino que movió su hombro de forma obvia y lo choco. Sin embargo, en vez de incomodar a Kain, fue él el que retrocedió y miró a Kain con el ceño fruncido.

—Oye, idiota— dijo el tipo con voz rasposa como si fumara sin parar durante todo el día

Kain se dio la vuelta y agacho la mirada. Era una cabeza más alto que él. El tipo retrocedió de solo mirarlo a los ojos —¿Qué sucede?— preguntó

Al mismo tiempo, Kokoro Yotsuki salió de entre medio de un grupo de shinobis y camino hacia el tipo que molestaba a Kain.

Por otro lado, el tipo que estaba frente a Kain era moreno y de cabello gris. Llevaba la bandana de la villa en la frente y un mondadientes en la boca. Le hizo un gesto a Kain con la cabeza como si le preguntara "¿Qué te pasa?" Pero tenía tanto miedo que parecía que estaba tiritando.

Kain sonrió al verlo tan torpe y miedoso.

Kokoro Yotsuki con un metro noventa de estatura, paso por al lado del tipo y le agarro la cabeza con una mano. Se la agacho de forma humillante como si lo estuviera forzando a hacer una referencia y el tipo le lanzo un manotazo. A Kokoro no le importo, se puso por delante del tipo como si protegiera a Kain y se cruzó de brazos. No era tan alta como su hermano mayor, el raikage, pero era más alta que la gran mayoría.

—Largo de aquí— dijo Kokoro mirando a los ojos —Kain es alguien especial para mi hermano y para la villa. No lo molestes—

—Je, no sabía que te gustaban los tipos con cara de muñeca— respondió el tipo con una sonrisa burlona, pero el rostro rojo de furia porque Kokoro le aplasto la cabeza como a un insecto.

—Cállate idiota o te daré la paliza de tu vida— respondió Kokoro cruzada de brazos, levantó el dedo índice para que se manifestara el rayo eléctrico viajando por todo su cuerpo. Ella bajo su dedo índice y el rayo desapareció —largo— dijo

El otro tipo chasqueo la lengua, miró a Kain con desagrado y se dio la vuelta para caminar en otra dirección.

Kokoro se dio la vuelta y miró a Kain a los ojos con los parpados entrecerrados —no provoques problemas, no quiero contar cadáveres en mi villa— dijo

—Claro, lo que tu digas, Kokoro-chan— respondió Kain con una sonrisa burlesca

Kokoro ladeo la cabeza como si estuviera evaluando a Kain. Ella tenía el cabello rubio, ondulado y voluminoso. Ella se acercó a Kain, agacho un poco su rostro y lo acercó lo suficiente como para quedar a unos centímetros. Lo miró a los ojos directamente y después le dio un leve puñetazo en las costillas. Ella no vio cambio en Kain, lo miró desde muy cerca, fue como si a él no lo hubiera afectado. Ella acercó mucho su rostro, lo miraba con seriedad, le dio un pequeño beso en la mejilla y le susurro —no me llames Kokoro-chan o te pateare las bolas—

—Entiendo, Kokoro-chan— respondió Kain mirándola a los ojos, acercó su rostro lo suficiente para que la punta de la nariz se tocara. Estaban a un paso de darse un beso. Kokoro miraba a Kain a los ojos y la boca, pero al final dio un paso atrás.

—Te lo advierto— dijo Kokoro mientras lo apuntaba con el dedo índice y un rubor aparecía en sus mejillas.

—Claro, cuídate— respondió Kain con una sonrisa astuta

Kokoro frunció la nariz y negó con la cabeza en un gesto infantil. Ella levantó su mano derecha y le enseño su dedo medio. Sin embargo, se dio la vuelta y camino lo más rápido que pudo como si quisiera huir.

Kain soltó una risita, se dio la vuelta y siguió caminando. Él se acarició las costillas y murmuro —golpea bastante fuerte. Como se esperaba de la familia de Jin— y siguió caminando por la avenida principal de Kumogakure.

Una vez que Kain llego al elevador que lo llevaba a las oficinas del raikage, espero durante unos minutos y una vez que se abrieron las puertas, se subió al ascensor mientras los shinobis de Kumogakure lo evitaban. Kain los miró desde el ascensor y presiono el botón que lo llevaría a las oficinas del Raikage. El ascensor se elevó y pudo ver a través del ventanal la estructura de las calles de Kumogakure. A nivel de las calles no se notaba, pero desde esta altura pudo ver que solo la avenida principal que cortaba la villa por la mitad era recta. Las otras calles que atravesaban la villa en paralelo eran largas y se cortaban en varias intersecciones, pero si las unías todas, podías ver cuatro serpientes viajando al portón de la villa, como si Kumogakure fuera una enorme madriguera de serpientes. Bueno, estaba el hecho de que en la nación del Rayo había varias religiones que veneraban a los sabios. Puede que de ahí viniera la idea de la estructura.

El ascensor se detuvo y Kain se dio la vuelta para continuar su camino. Sin embargo, un muchacho moreno y rubio capto su atención. Tenía una mirada desafiante. Por otro lado, los rasgos de su rostro eran muy parecidos a los de Jin. Kain sonrió y bajo del ascensor. El niño avanzó y se detuvo delante de Kain.

—¿Quién eres idiota?— preguntó el niño, no debería tener más de diez años, pero medía un metro con cuarenta centímetros. Tenía el cabello rubio, en punta, corto y la piel morena. Miraba a Kain como si los treinta y cinco centímetros de diferencia no fueran nada.

—¡Kentaro! mocoso— rugió "A", el tercer raikage, desde el fondo del pasillo. Venía en su dirección. Era alto como una montaña (más de dos metros de altura). Rubio, moreno y muscular. Su brazo se podría considerar más ancho que el torso de Kain. Llevaba una bandana negra con la placa de la villa en la frente. El torso estaba cubierto por la chaqueta táctica blanca de Kumogakure con el tirante izquierdo.

El raikage camino a paso rápido mientras un grupo de ancianos lo seguían, todos shinobis. Al mismo tiempo, el niño que estaba delante de Kain, de nombre Kentaro, miró hacia atrás y chasqueo la lengua como si estuviera molesto —viejo, solo quería conocer a este monstruo— dijo

—Mocoso, te he dicho que no hables así— dijo el raikage —Kain es mi amigo, no lo molestes—

—Pero viejo, si ni siquiera le he puesto un dedo encima— respondió Kentaro como si Kain debiera tener cuidado de él.

El raikage llegó al lado de su hijo y lo miró a los ojos. El niño miró hacia arriba y le devolvió la mirada como si no le tuviera miedo. El raikage fruncia el ceño como si quisiera castigarlo, pero soltó un suspiro y miró a Kain —hola, Kain ¿Kentaro te causo problemas?—

—No, para nada— dijo Kain

Kentaro miró a Kain hacia arriba y sonrió como si más le valiera a Kain no decir algo que lo perjudicara. Kain sonrió de vuelta como si hubiera encontrado a alguien a quien molestar.

El raikage miró a su hijo y le dijo —ahora ve a estudiar, se supone que estas en la Academia Shinobi—

—¿En serio?— preguntó Kentaro como si le molestara —viejo, allá no tienen el Flow, es para retardados. Cada vez que los miró pienso que esos perros fumaron la hierba equivocada. Soy un hombre que se puede forjar un nombre con sus puños—

—Eres un mocoso, ahora ve—

Kentaro miró enfadado a su padre, chasqueo la lengua y camino en la otra dirección para tomar el camino largo para bajar del municipio e ir a la Academia.

El raikage quedó mirando a su hijo, soltó un suspiro y miró a Kain —es un buen muchacho, solo que le cuesta poner atención—

—Parece un tipo divertido— respondió Kain, miró por al lado del enorme raikage y observo a Kentaro, quien caminaba con las manos en los bolsillos y las piernas arqueadas, como si realmente estuviera cabreado. Kain miró al raikage a la cara y le dijo —bueno, "A", dijiste que podía ir a ver los terrenos. Dame las indicaciones y me moveré. También necesito los planos que te entregue firmados por el daimio y los nobles—

—Con respeto a eso, vamos a conversar más a fondo en mi oficina—

Kain asintió, el raikage se dio la vuelta y señalo al final de pasillo, donde había unas escaleras que los llevaban al siguiente piso. Kain avanzó a la par con el raikage mientras los ancianos shinobis lo seguían. En su mayoría, eran todos viejos, salvo dos personas. Un par de muchachas de cabello blanco de piel oscura. Ambas destacaban bastante, eran muy bonitas y exuberantes. Ellas iban vestidas como el resto de los shinobis (chaqueta táctica blanca y bandana con el protector de la villa en el brazo derecho). Sin embargo, daban un aire diferente al resto. Era una sensación a limpio, cuidado e intelectual, carente de ese aire a violencia tan típico de los shinobis. Ellas miraron a Kain y después miraron a un anciano que iba un poco por detrás del raikage. El anciano tenía el cabello ralo, canoso y la piel oscura.

El raikage los llevo a todos al tercer piso y los condujo a una sala de reuniones amplia con una mesa de madera en el centro con forma ovalada. El raikage tomo la silla en la cabecera, lo siguieron sus asesores y Kain quedó en el otro extremo. Para su sorpresa, el anciano y las dos muchachas quedaron sentados cerca de él.

—Muchas gracias por venir, Kain. Con respeto a los planos, están listos y el primer pago será hecho mañana— dijo el raikage mientras todos miraban a Kain

—Entiendo, eso está bien, está dentro de lo conversado— respondió Kain de lo más tranquilo, le tendió la mano derecha para que continuara. Los asesores miraron al raikage y esperaron a ver como respondía.

—Ahora, con respecto al trabajo, títulos y permisos, todo fue hecho por contrato y firmado por el daimio y los nobles—

—Eso suena a un gran "pero"—

El raikage puso sus enormes manos sobre la mesa, entrelazo sus dedos y continuo —quisiéramos solicitarte ayuda—

—Dime, somos amigos hace muchos años. Dependiendo de lo que me pidas te diré de forma sincera, sí o no—