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Suerte y perseverancia

Pequeña aclaración: Cada volumen es independiente del otro. Sigue su propia línea de historia y no se ve afectado por los volúmenes anteriores. Bueno, salvo por algún poder o habilidad que se viene arrastrando por el conocimiento y la personalidad del protagonista que va evolucionando. Volumen 1 Cross over entre nasuverso y Madam ou no Vanadis Volumen 2 viaje por Juego de Tronos, Señor de los anillos y Dark Soul 3 Volumen 3 Mushoku Tensei y Danmachi. Volumen 4 Naruto y muchos otros. -o- Kain, antiguo vástago del equilibrio. Renació en el mundo de Fate y vivió durante varios siglos. Sin embargo, al encontrarse con su viejo enemigo, el dios Hilden, lucho y perdió. Ahora su alma viaja a través del multiverso buscando el poder y la forma de volver a aquel mundo por la venganza. -o- Reglas del juego: 1.- No hay power up indiscriminados 2.- Todo se estudia y se gana hasta dominarlo 3.- El alma influye sobre el cuerpo, por ende, el cabello y los ojos siempre serán los mismo (ojos color lazuli y pelo blanco). 4.-La fuerza es proporcional al conocimiento adquirido, la técnica y la fuerza del alma. 5.- El nivel del mundo es proporcional al alma. Eso quiere decir que si el alma del protagonista es fuerte, irá a un mundo de mayor nivel.

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Mundo Shinobi - Clones verdaderos - 512

Mito llevaba puesto un kimono rojo con detalles floridos en las mangas. El cabello ordenado en dos moños y cada uno sujetado con un palillo de oro con una cadena con detalles de flores. Ella se sentó en seiza sobre el tatami y puso la punta de sus dedos sobre el tatami. Ella agacho la cabeza y le dijo —estaré a su cuidado, danna-sama—

Kain la quedó mirando, también estaba sentado en seiza. Él pensó que dichos modales eran innecesarios ahora. Ella no era la princesa de un país e incluso había muerto su cuerpo anterior. Esta era una nueva vida, pero no la culpo. Era aterrador desprenderse por completo de su anterior identidad. Era como quedar en medio del mar sin nada a lo que sujetarse. Por ahora ella sería Mito, hija del patriarca Uzumaki, pero poco a poco iría cambiando. Igual que él.

Kain sonrió y asintió —sí— dijo y le tendió la mano. Mito miró la mano de Kain y sonrió. Ella estiro su mano y la puso sobre la mano de Kain. Ella avanzó con sus rodillas hasta quedar a unos centímetros de él. Kain era más alto que ella, así que Mito tuvo que elevar su rostro para mirarlo a los ojos.

Kain sonrió, llevó su otra mano a la mejilla de Mito y le acarició la mejilla en un gesto suave. Él acercó su rostro y le beso la misma mejilla que le había acariciado. Mito sonrió, Kain acercó su boca y le beso los labios. Mito se afirmó a los antebrazos de Kain y respondió a su beso. Era el único ruido en la habitación. Por fuera se escuchaba el viento soplando las hojas y haciendo crujir los árboles.

Kain apartó su boca y miró a Mito a los ojos, él se mordió el labio inferior y le volvió a besar los labios, un beso detrás de otro. Él se movió a la mejilla derecha y la comenzó a besar mientras hacia su camino a la mandíbula. Kain le beso la mandíbula y cuando bajo al cuello, Mito le abrazo la cabeza con suavidad y le acaricio el cabello. Kain le beso el cuello hasta la clavícula y después subió hasta la mandíbula. Kain apartó su rostro y la miró a los ojos.

Mito también abrió los parpados, tenía una mirada lánguida y respiraba con dificultad. Ella se mordió el labio inferior y se apartó un poco. Ella llevó sus manos al obi y se lo quito. Después abrió el kimono y dejo ver su piel lechosa. Sus senos se veían abundantes. Mito miró hacia abajo y sonrió. Después miró a Kain, ella se acercó y le sostuvo la cara. Ella lo beso apasionadamente mientras presionaba sus senos sobre el pecho de Kain. Mito lo empujo al tatami y lo continúo besando.

Kain estiro sus manos a las caderas y agarró el trasero de Mito. Él lo masajeo como si no tuviera suficiente de la sensación. A penas le cabían las nalgas en las manos. Sin embargo, no se quedó mucho en ese lugar y comenzó a subir por las caderas, después a la espalda, bajo de nuevo a la cadera y después a las nalgas. Kain tomo a Mito con cuidado y la giro para que ella quedara sobre el tatami. Kain quedó encima de ella y la observo. Se fijo en el cabello rojo con los dos moños y los palillos de oro. Mito frunció el ceño, ya que le presionaban los palillos. Ella llevó sus manos a los palillos y los quito. Kain se fijó en su rostro, le acaricio la mejilla y acercó su rostro. Kain le beso los labios y bajo hacia el cuello, poco a poco fue descendiendo y le beso los senos.

—¿Te gusta?— preguntó Mito mientras le acariciaba la cabeza y sentía su cuerpo sensible al tacto.

Kain le agarraba los senos y le besaba la zona de la aureola —no tengo suficiente— dijo y comenzó a lamer los pezones. Sin embargo, él no se quedó en esa posición y comenzó a descender. El cuerpo de Mito estaba un poco frio por el agua y olía a jabón, un aroma suave a mango y crema. Kain beso todo el camino entre medio de los senos hasta llegar al ombligo y dibujo su contorno con la lengua.

Mito le acariciaba la cabeza, respiraba con dificultad y soltaba exhalaciones caliente. Ella sintió la lengua de Kain deambular por su estómago dejando una sensación húmeda y caliente en su piel. Cuando Kain bajo a sus muslos, ella soltó un gemido. Ella presionó la cabeza de Kain para que él llevara su boca a la entrepierna, pero Kain se movía lentamente besando los muslos y excitándola en el proceso.

Kain se detuvo y apoyo su palma sobre el monte de venus. Mito tenía una fina capa de cabello rojo, Kain la acaricio en círculos mientras llevaba su boca y comía el sexo de Mito.

Mito gimió con fuerza y tensó su cuerpo.

Kain la fue estimulando hasta que sintió que ella estaba lo suficientemente húmeda. Él apartó su boca y vio que había florecido. Kain comenzó a besar el monte de venus, haciendo todo su camino a los senos, pero sin detenerse ahí hasta que alcanzó la boca. Kain miró a Mito a los ojos, se enfocó en el verde del iris, la beso y al mismo tiempo, fue conduciendo su sexo al de Mito. Él entro suavemente en ella, sintió la humedad y el calor. Lo fue metiendo lentamente y cuando rompió la primera barrera, se detuvo y apartó su boca. Él miró a Mito, su rostro estaba casi tan rojo como su cabello.

Mito miró a Kain, se enfocó en el azul de sus ojos, ella asintió con una expresión adolorida y Kain se comenzó a mover. Él la beso y ella respondió como pudo.

Kain se movió lentamente y acaricio el sexo de Mito para que ella lo apretara y fuera más fácil terminar. Kain la beso en todo momento, Mito respondió de buena forma. Kain lo empujo una última vez y lo dejo todo dentro de Mito, pero no lo sacó de inmediato hasta que se volvió flácido.

Kain apartó su boca y quedó mirando a Mito a los ojos. Ella respiraba con dificultad mientras sus senos subían y bajaban. La piel estaba roja y cubierta por una fina capa de sudor. Su largo cabello rojo enmarcando su rostro y los ojos verdes enfocados en él.

—En esta vida, juntos— dijo Mito

Kain mostro una pequeña sonrisa y asintió. Solo él entendía el sentimiento que producía esa promesa y ver como los seres queridos se iban. Sin embargo, este mundo era diferente y podían reencarnar las veces que quisieran, pero eso no estaba bien. Por algo existía el chakra, por algo tuvieron más de quinientos años de guerra. El ciclo de la vida debía ser restaurado.

—Sí— dijo Kain con la respiración forzada y beso a Mito. Ella se abrazó a él y respondió con todas sus fuerzas.

Media hora después, Mito estaba sentada sobre el futón de Kain con las piernas abiertas. Kain sostenía un frasco con una crema. Él abrió el frasco, metió sus dedos en el frasco y después los llevó a la vagina de Mito. Él metió sus dedos con cuidado y fue esparciendo la crema. Mito soltó un gemido y se puso tensa, pero se aguantó y Kain continuo. Sin embargo, a los pocos segundos ella sintió como el analgésico funcionaba y el dolor disminuía de forma considerable.

Kain sacó los dedos y le preguntó Mito —¿Mejor?—

—Mejor— respondió Mito y asintió varias veces. Era una diferencia enorme. Ella llego a pensar que podría ir por otra ronda.

Kain sonrió al ver la expresión de Mito, más relajada y sonriente. Kain dejo a un lado el frasco y se limpió la mano con una toalla húmeda. Después se acercó a Mito y la condujo al futón. Ella lo miraba como esperando que él hiciera su movimiento, pero nada de eso paso y él la guio para que ella se acostara. Después la cubrió con las colchas y se quedaron acostados.

—Pensé— dijo Mito algo decepcionada

—No hay para que ser tan impulsivo— dijo Kain —recién experimentaste tu perdida. Te coloque un analgésico, pero si lo hacemos ahora, él dolor volverá. Esperemos—

Mito lo quedó mirando a los ojos, sonrió y lo beso en los labios. Ella lo abrazó con su cuerpo desnudo. Ayer ella durmió a gusto, pero sentir la piel de Kain en este momento se sentía cien veces mejor.

Kain le beso la frente y le dijo —descansa. Tenemos otros lugares que visitar—

—¿Dónde?— preguntó Mito

—Es una sorpresa, si te digo dejara de serlo—

Mito sonrió y asintió y sin darse cuenta cerró los parpados y se puso a dormir.

Por la tarde, Mito se vistió con el kimono blanco y el obi rojo con el remolino Uzumaki en el centro. Ella se sentó frente al tocador y miró su reflejo en el espejo. El cabello rojo, los ojos grandes y expresivos con el iris verde. El rostro con forma de corazón y la expresión tranquila. Ella tomo un peine y se comenzó a peinar el cabello, le gustaba dejárselo suelto en lugar de hacerse los moños. Ella frunció el ceño y negó. No, era más porque ahora su cabello estaba hermoso, muy diferente del anterior que pertenecía a una mujer con varias décadas en el cuerpo. Este cuerpo joven era impresionante. Todo se sentía totalmente diferente, no solo la memoria o los sentimientos. Sin embargo, al ver el reflejo de Kain por el espejo del tocador se dio cuenta como latía su corazón. Él se iba a acercar, pero Mito le dijo —espera ¿Por qué? ¿Por qué no vas a ver algo?—

Kain la quedó mirando y frunció el ceño, pero negó con la cabeza y fue a mirar por la ventana hacia el bosque dorado.

Por su parte, Mito soltó un suspiro de alivio, pero no por eso su corazón dejo de latir con fuerza. Ella puso su mano en el pecho y trato de calmar su corazón, pero lo podía sentir. Ella se ruborizo por sentirse tan consciente de Kain.

Mito fue a buscar a Kain y lo encontró en el comedor, frente al ventanal que tenía vista al bosque dorado.

Mito camino hacia Kain y lo abrazó por la espalda.

—¿Ya estás listas?— preguntó Kain

—Yo, lo siento, sí, estoy lista— respondió Mito, ella lo soltó y Kain se dio la vuelta para mirarla a los ojos. Él tenía una expresión de disgusto al ser enviado fuera de su habitación de esa manera.

Mito se mordió el labio inferior y sonrió nerviosa. Ella se acercó y fue consciente de como latía su corazón. Sin embargo, lo acepto y se paró de puntillas para besar a Kain. Su corazón era insoportablemente ruidoso y solo empeoro en cuanto sus labios coincidieron. Ella sintió una sensación de anhelo muy grande en su pecho y se aferró a la ropa de Kain. Ellos se besaron durante varios minutos hasta que por fin se separaron.

—¿Y eso?— preguntó Kain con tranquilidad

—Solo— dijo Mito con una sonrisa nerviosa, ella llevó su mano a su cabello y lo acomodo por detrás de su oreja —solo quería besarte—

Kain asintió y le tendió la mano —ven, vamos a visitar a Akane— dijo

—¿Por qué?— preguntó Mito

—Bueno, vamos a ver a mi sobrino y ella tiene ropa preparada para ti—

—¿Qué ropa?—

—Ya lo verás— respondió Kain con una sonrisa astuta.

Ellos desaparecieron de la casa en la meseta de los sabios y aparecieron en Konoha. Para ser más precisos, en la habitación de Kain. Todo estaba oscuro, pero en cuanto ellos aparecieron, se comenzaron a encender las luces en secuencia.

Kain frunció el ceño ante lo lento y torpe que fue el proceso —tengo que actualizar el sistema de está habitación. Se está quedando atrasado— dijo

Mito quedó mirando a Kain sin entender que era lo que estaba mal con esto.