webnovel

CAPÍTULO 60.5- Una hermana rara.

(Extra- Una historia del pasado.)

(Pov- Kei.)

Definitivamente este mundo me volvió un fenómeno. Sé que estoy muy acostumbrado al sufrimiento y todo eso, pero el hecho de que sea capaz de sacarme a mí mismo las tripas, para después regenerarlas con magia, pues... Ah, si llego a regresar a mi mundo original, espero no sufrir de abstinencia por el dolor ajeno o mi propio dolor, porque podría cometer alguna estupidez.

Mi abdomen abierto se cerró y puse mis tripas en la parrilla. El intestino delgado y el grueso. Convertí todo el desperdicio en energía mágica, así que deberían de estar limpios. Un intestino grueso normal estaría lleno de excremento, pero no el mío. No negaré que extraño la sensación de hacer del baño, pero desarrollé cierto trauma por culpa de mi madre. No me hizo nada malo, pues hasta ella tiene su límite, nunca le haría daño a un bebé (porque no es satisfactorio para ella hacer sufrir a alguien que no puede defenderse), pero como ella me cambiaba de pañales y me limpiaba el trasero, y considerando que yo era un adolescente con el cuerpo de un bebé, eso me provocó un trauma por la vergüenza que pasé, y cada vez que iba al baño, lo recordaba. Afortunadamente, logré aprender a convertir los desperdicios en energía mágica, ahorrándome muchos inconvenientes.

Pero sí, creo que debería limpiar los intestinos, aunque sea un poco.

Oh, ¿por qué me saqué los intestinos a mí mismo y sin anestesia? La respuesta está detrás de mí.

—¡Date prisa, Kei, mis perros tienen hambre!

¡Ahí tienen la respuesta! ¡Mi abuela me obligó a alimentar a sus perros con mis intestinos! Amo a los perros, no lo negaré, ¡pero esos malditos monstruos con forma de perro los odio! Cualquier persona que haya visto lo que yo he visto, me dará la razón. Me pregunto si algún antiguo Molfer fue zoofilico, tuvo sexo con un perro, y ahora los descendientes producto de esa enferma relación son esos perros. ¡Son unos monstruos capaces de comerse a bebés a mordidas y sin masticar! Y quisiera ser exagerado, pero he sido testigo de eso... Varias veces.

Traté de detener a mi abuela de permitir eso, pues ella solo quería matar a los bebés porque ella odiaba a los padres y quería torturarlos, pero todas las veces que lo intenté, terminaba al borde de la muerte y siendo testigo de la crueldad de esos monstruos.

No voy a justificar las acciones de mi abuela diciendo que la sangre Molfer nos obliga a ser como somos, adictos al sufrimiento ajeno. Mi abuela es malvada, desde los pies hasta la cabeza, pero no puedo odiarla. Es mi abuela, después de todo. ¿O es que mi sangre Molfer me obliga a respetarla y no odiarla? Ah, no lo sé.

—Diti prisi, kii.- Susurré, a regañadientes.

—Número 628.

—¡E-era una broma!

—Bueno, solo porque estoy de buen humor, lo dejo en 123.

—Ah, está bien.

Prefiero mil veces el castigo 123 que el 628. Necesito mis piernas más que nunca.

—Entonces, ¿qué te pareció ser humillado por un demonio?

Ya comenzó el interrogatorio. Debo pensar muy bien mis respuestas.

—¿Tú cómo te sentirías si un demonio te deja viva solo porque no te considera una amenaza, ni siquiera en unos años en el futuro?

—Intentaría ir al reino de las Sirenas. La presión del agua me matará, pero al menos espero verlo. Siempre ha sido mi sueño ir y conquistar su reino, o al menos tener una de mascota.

Básicamente suicidio.

El reino de las Sirenas es una leyenda con toques de verdad. Las Sirenas existen, pero nadie ha sido capaz de capturar una ni se conoce su hogar. Está en el fondo del mar y no existe magia capaz de proteger nuestros cuerpos de la presión del fondo marino. Se puede usar el atributo de aire para producir oxígeno, pero lo más importante es proteger nuestros cuerpos para no comprimirnos.

—No soportarías la humillación, ¿eh? Vaya, vaya. Es algo decepcionante viniendo de ti, abuela.

Le di vuelta a las tripas. Asando mi propias tripas... Ah, este mundo me volvió un monstruo.

—Si hubiera estado en tu lugar, habría peleado hasta la muerte. Que vergüenza que hayas preferido quedarte dormido.

—Morir luchando, en lugar de seguir vivo, mejorar, y morir luchando con más poder, con la posibilidad de salir victorioso. La segunda opción no suena nada mal, ¿no lo crees?

Ya le falta poco, ya huele bien. Se me hace agua la boca, pero me niego a cometer canibalismo.

Aumenté la intensidad del fuego con mi magia. Mmm... Listo, ya está.

Le lancé mis tripas a los perros y rápidamente comenzaron a devorar mi carne. Creo que sí, prefiero a los gatos. Quiero acariciar las orejas de Eris.

—¿Ves que no fue tan difícil? Toma.

Me lanzó los pechos cortados de una Reina Orco. Que pezones tan... ¿lindos? Son de un color rosa bastante llamativos, en el sentido erótico, pero no me produce nada de excitación ni nada parecido, solo asco.

Las hembras Orco son muy feas por tener aspecto de cerdo, pero sus pechos son lindos, estéticamente hablando.

Zius, Diosa inútil, ¿en qué pensaron al diseñar este mundo? Tengo entendido que una de sus características sería que hombres y mujeres serían igual de importantes y poderosos, y sin nada de lujuria ni arrogancia. Un mundo lleno de personas amables y de buen corazón. Un mundo en donde la paz gobernaría. Pero, mi duda es: ¿por qué Fravi hizo a las hembras tan hermosas y con cuerpos tan exageradamente desarrollados? ¿Era necesario en un mundo en donde nadie sentiría lujuria por personas que no aman? Y si Fravi las modificó después de adueñarse de este mundo, ¿por qué lo hizo? Si los hombres no sienten lujuria, ¿por qué obligó a las mujeres a preocuparse muchísimo por la apariencia? No le encuentro el sentido.

Aunque tengo la teoría de que lo hizo solo por diversión, para ver a las mujeres luchando entre sí para ser la mejor. Es de sentido común saber que las mujeres con los cuerpos más desarrollados, ardientes y hermosas, son las más poderosas, pues la belleza y el poder van de la mano en este mundo (a excepción de mí, que soy poderoso y feo).

Ah, ya me arde más la cabeza. [Pensamiento doble], una habilidad increíble, pero dolorosa de usar.

—Prefiero comerme mi brazo.

—¿Prefieres la vagina?

Comencé a quemar los pechos con fuego.

—Creo que sí prefiero esto.

Mi abuela comenzó a reírse y me jaló del brazo con un látigo de fuego, obligándome a sentarme al lado de ella.

—Y para que veas que te quiero, te daré 10 minutos de descanso.- Dijo, acariciando mi cabeza.

—Gracias.

Es lo doble que me da mi madre cuando está de buen humor, así que no debo desaprovechar esta oportunidad.

Entrenar todo el tiempo posible es algo que obligatoriamente debo hacer para poder sobrevivir, pero un pequeño descanso de 10 minutos me permitirá enfriar mi cabeza para pensar sobre nuevas técnicas. Hasta ahora, no tengo una técnica propia, una que me identifique. Quiero un ataque final o algo así, que sea muy poderoso y épico. Comúnmente solo peleo cuerpo a cuerpo gracias a mi magia especial, la magia de resistencia, pero soy vulnerable a los ataques a distancia. Debo pensar en algún ataque que me permita atacar a distancia, o al menos atraer a mi enemigo hacia mí.

Tengo ciertas técnicas en mente, pero fallo al ejecutarlas, ya sea por la velocidad del ataque o por lo predecible que es. Intenté lanzar una espada de fuego hacia mi enemigo, y si la esquiva, de la espada saldría otra espada o flecha, pero siempre fracasa. Mi control sobre mi magia se debilita muchísimo al separarse de mi cuerpo, y las pocas veces que logré controlar la espada a la distancia, la espada salió disparada como si un bebé hubiera arrojado una roca, es decir, con velocidad casi nula. Solo es un desperdicio de energía. Definitivamente mi fuerte son los ataques cuerpo a cuerpo, le dejaré los ataques a distancia a Terkiana, Nerka y Drin. Eris, Mio, Nem, Mia y yo estaremos peleando cuerpo a cuerpo.

Pero no puedo confiarme, necesito un ataque a distancia, pero que yo pueda controlar. Un ataque que no se separe de mi cuerpo, o al menos que se mantenga conectado a mí por tiempo suficiente. ¿Cómo qué?

—¿Ya tuviste sexo con tus prometidas?

...

...

...

¡Que ascoooooooo! ¡Noooooo! ¡Cerebro, elimina esa ilegal imagen de mi cabeza! ¡¿Por qué mierda me imagino siempre lo que me dicen?!

N-no pude evitar imaginarme en una situación comprometedora con mis prometidas. "Oh, Kei, te has puesto duro", imaginé que Neil me decía eso, acariciando mi cuerpo con sus pegajosos tentáculos, mientras me lamía la oreja. Su lengua recorre mi oreja y me la chupa, como si fuera una paleta.

"Huele delicioso", dijo Freiya, oliendo mi... ¡¡Noooooo!! ¡No te pongas a recordar lo que quieres olvidar, idiota! ¡Habilidad de mierda, me niego a convertirme en un pervertido que solo piensa en sexo, eso solo me quita tiempo valioso! ¡Además, funarán al autor de esta novela por incluir a menores de edad en situaciones +18, sin importar que sea algo imaginado por el protagonista! Ay, ya me puse a pensar estupideces. ¡No desperdiciaré mi preciado tiempo de descanso!

—¡N-no, no, y noooo! ¡No las tocaré hasta que tengan 15 años!

—¿Y por qué no? Yo tuve mi primera vez con tu abuelo cuando apenas teníamos...

—¡¡Ahhhhhhhhh!! ¡¡No oigo, no oigo, me niego a oír!! ¡¡Nadie quiere saber ese dato completamente innecesario!! ¡¡Que ascooooooooo!!

—Pffff. Que sensible. Ni pareciera que ya no eres virgen.

Ay. ¡Padre, me has traicionado! Ah, afortunadamente ya estaba preparado para esto. Lo siento, Eris, quedarás como una pedófila, pero diré que yo hice el primer movimiento. No estaré mintiendo, considerando que ella sí fue afectada por una habilidad extra de [Seducir mujeres].

—¡P-por favor, no le hagas nada a Eris, yo hice el primer movimiento!

—Eso depende. ¿Quién sugirió tener sexo?

—P-pues... Supongo que 50/50. Ambos hicimos algo para... Pues... Llegar a eso.

Yo puse mi habilidad y ella me sedució. No estoy mintiendo. Mi abuela no puede detectar mentiras (al menos que yo sepa), pero no me arriesgaré a mentirle. Y si realmente no sabe detectar mentiras, mis reacciones corporales comprobará que digo la verdad.

—¿Cuánto duraste?

—V-vaya, vaya. B-bueno... ¡Esto es incómodo, abuela!

—Contesta.- Dijo, poniendo su dedo índice en mi frente.

¡Uwaaaah! ¡Su uña está creciendo, me lastimará el cráneo!

—¡20 minutos porque debía regresar a la escuela, ni siquiera llegué al orgasmo, por lo que puedo durar más tiempo!

El orgullo de la familia radica en nuestra superioridad. Si le digo que solo duré 20 minutos, me humillará en público, por eso dije que no lleguen al orgasmo, para dar a entender que podía durar muchísimo más.

—¿Y ella?

—U-un orgasmo cada minuto.

—¿Cada minuto? Vaya, eres como tu abuelo, él me hacía llegar al orgasmo cada minuto con 20 segundos. Heredaste algo muy bueno de él, suertudote.- Dijo, dándome codazos en la cara, pero no pequeños codazos, ¡poderosos codazos! ¡¿Siempre tienes que golpearme...?! Espera...

... ¡Puaj! ¡Que asco! ¡Ningún nieto debería hablar de estas cosas con su abuela! ¡Ahhhhhhhh! ¡Ni se te ocurra imaginarte eso, cebrero! ¡Que ascooooooooo!

—¡N-no quiero hablar más de eso!

—Me recuerdas mucho a tu abuelo. Heredaste sus hermosos ojos oscuros y su voz. Heredaste bastante de él, muchísimo, como dos gotas de agua. Mmm. Si hubiera tenido un hijo, ¿habría sido poderoso o tú eres la excepción por nacer en esta época de héroes falsos? Bueno, eso es algo que nunca podré saber.

Ahí va otra de las estúpidas reglas de los Molfer. Si la líder de la familia tiene una hija, ya no deberá tener más hijos, para evitar que nazca otra mujer que podría poner en peligro la existencia de la familia por una pelea por el control. Solo se puede tener más hijos si la hija nace muerta o muere joven, y si nacen gemelas, matan a la menor. No me mataron porque nací hombre... Pensándolo bien, creo que sí fue bueno que Zius me haya reencarnado en hombre. Sacrifiqué mis valores morales a cambio de nacer como un Molfer, pero es mejor que nacer mujer para después morir asesinada.

—¿Mi voz? ¿En serio se parecen?

—Sí, tienes la misma voz que él cuando tenía tu edad. Esa es una de las razones por las que sabía que no eras el héroe Kei. Podrán parecerse físicamente, pero tú te pareces a tu abuelo, ese héroe tuvo la suerte de nacer parecido a tu abuelo.

—¿Y si el héroe Kei es la reencarnación de mi abuelo?

Lo dije sin pensarlo, pero suena posible. Digo, no creo ser ninguna reencarnación, pero como ella dice que mi abuelo y yo nos parecemos, podría usar eso para justificar más mi apariencia.

—Mmm... Pues las posibilidades no son de 0... Creo que me diste una buena idea. Iré a buscarlo.

—¿Buscarlo?

Se... fue... Se fue corriendo con sus perros, dejándome solo... ¡¿En serio cree que soy la reencarnación de mi abuelo?! ¡Noooooo! F-fue una coincidencia venir a este mundo, fue un error, así que es imposible que sea el destino. ¡Me niego a creer que soy la reencarnación de mi abuelo, porque eso significa que mi abuela y yo...! ¡Noooooo! ¡Que asco! ¡No te la imagines desnuda, mucho menos teniendo sexo con...! ¡Ahhhhhhhh!

—¡Puaj! ¡Si tuviera algo en el estómago, estaría vomitando!

Que bueno que todavía no comienzo a comer.

—¡¿Tienes hambre, amor?!

—¡No te preocupes, aquí están tus héroes!

¡¿Qué hacen ellas aq...?! ¡Uwaaaah!

Freiya y Neil saltaron sobre mí. N-Neil me abraza con sus tentáculos y Freiya cayó sobre mi entrepierna, como en mi imaginación... ¡Me niego a volverme un enfermo sexual! ¡Podré ser un monstruo sádico sin piedad alguna por las vidas ajenas, pero no soy un pedófilo!

Con mi magia de tierra, creé dos golems que las alejaron de mí, o eso intentó el segundo golem. Las ventosas de Neil me succionan con tanta fuerza, que es imposible despegarla de mí sin hacerle daño.

Admito que tus tentáculos tienen muchísimo potencial, y más considerando que puedes convertirte en un pulpo gigante, pero Neil, lo siento, ¡pero todavía eres muy joven para mí! ¡No me lamas los labios!

La lengua de Neil lucha por entrar en mi boca, pero empujo su cabeza, evitando ese asqueroso destino. ¡No caeré tan bajo, suficiente tengo siendo un protagonista harem genérico!

—¡Déjame besarte!

—¡G-guarda ese beso para la boda!

—¡Solo dame un adelanto!

—¡Pues toma tu adelanto!

Le di rápidamente un beso en la mejilla. ¡Me niego a besarla en la boca, aunque sea sin lengua!

—¡Kya! ¡Gracias!

—¡Es mi turno!- Exigió Freiya, sacudiéndose para que el golem la suelte.

Vaya, vaya. Ahora que me doy cuenta, está engordando, o más bien, su carne se vuelve más robusta. Bueno, tiene características de cerdo. Los hombres se vuelven muy gordos y apestosos, pero las mujeres se vuelven muy robustas y... tienen seis pechos... ¿Qué mierda estoy imaginando? ¡No te imagines nada raro e ilegal, idiota!

Ah, terminemos con esto, debo regresar al entrenamiento.

El golem se vuelve polvo y Freiya aterriza elegantemente en el suelo, parándose con las puntas de sus pies y levantando ligeramente su vestido, mientras hace una pequeña reverencia.

¿Okey? No sé porqué hizo eso. ¿Era necesario?

—Bien, estoy lista.

Se abalanza contra mí y me toma de las manos. ¡¿Q-qué?! S-su respiración está muy agitada y siento el sudor de sus manos. ¡¿Por qué actúa como un pervertido con varias demandas por acoso sexual?! ¡Se supone que eres una dama refinada!

... No... No, no, no. ¡La pubertad! ¡Ahora todo se complicó!

—¡Dame, dame!

Cerró los ojos y me muestra los labios, pidiendo su beso.

Ay... Ambas tienen la misma personalidad. ¿Se debe a que crecieron juntas? Supongo. Estoy muy acostumbrado a las mujeres como mi madre, con personalidades fuertes y groseras, pero incluso mi madre se comporta como ellas cuando está con mi padre. ¿Por qué las mujeres cambian tanto de personalidad cuando están con la persona que aman? Otra característica inútil de este mundo.

Es como la personalidad de Drin. Conmigo es muy dulce, pero cuando no estoy, ella trata a todas muy grosera, golpeando e insultando a Eris, obligando a Terkiana a cocinar, a Nerka a limpiar, a Mio la obliga a entrenar a Nem a su manera, que es bastante extrema. Intenté que las dejara en paz y las trate bien, pero como no quiero darle órdenes, ella no está obligada a hacerlo y a veces se sale de control, es por eso que la mayor parte del tiempo está a mi lado, para evitar los conflictos en el grupo.

—¡¿Qué pasó con mi beso?! ¡Me estoy desesperando!

Besos, sexo... ¿Solo soy un objeto para las mujeres? Ya sé la respuesta.

Le di un pequeño beso en su frente y le acaricié los labios.

—El beso es para nuestra boda.

Boda que posiblemente nunca llegue.

—¿Y qué hacen aquí? Es muy peligroso.

Estamos en una mazmorra de entrenamiento, es decir, una mazmorra de clase B. Las mazmorras de clase S siguen siendo muy peligrosas para mí, pues aunque puedo clasificarme a mí mismo como de clase S, enfrentarme contra varios monstruos de clase S al mismo tiempo es, pues, simplemente estúpido. Debo esperar a que todas mis compañeras sean de clase S para tener la confianza de entrar a una. Hace 4 meses entré a una, sin compañía, y ni siquiera pude pasar del primer piso. El trabajo en equipo es muy importante, después de todo. Y las mazmorras de clase A siempre están muy activas, generando monstruos, lo que no me permitiría entrenar cómodamente con mi abuela, pues necesitamos silencio al momento de hacerle modificaciones a los ataques que estamos creando. La magia podrá parecer fácil de usar, pero tiene todo un sistema detrás, y si cometemos un error, nuestros cuerpos sufren las consecuencias.

Las mazmorras de clase B son perfectas, porque los monstruos que genera por piso son limitados al día, y una vez que derrotamos a todos, podemos usar este piso indestructible para entrenar, estudiar los resultados y hacer las modificaciones. Los Molfer tenemos la fama de ser monstruos adictos a la pelea, pero eso no significa que peleamos a lo idiota, sin saber lo que hacemos.

... Mi cabeza está a punto de explotar. ¿Debería desactivar [Pensamiento doble]? Ya se fue mi abuela.

Es cierto, ya se fue.

[Desactivar: "Pensamiento doble].

Mis rápidos pensamientos regresaron a su tiempo normal y ambas me abrazaron de los brazos.

—¡Queríamos verte entrenar, amor!

—¡Y también queremos acompañarte!

No puedo darme el lujo de perder el tiempo entrenándolas, porque debo enfrentarme a los demonios en dos meses, pero al menos espero que aprendan algo al verme.

¿Hmmmh? ¿La princesa?

La segunda princesa también vino con ellas. Con razón hay más de 20 guardias con ellas. Comúnmente solo las acompañan dos o tres guardias.

Y también hay tres aventureras con ellas. ¡¿Ella es...?! No, no es Rinia, solo se parece a ella. Sus características de lobo me confundieron.

Hace años que no veo a Rinia. Sé que sigue viva porque sigue ayudando a las personas en cada país que visita. Una verdadera héroe, al contrario de Chersy, esa está loca.

—¿Su Majestad? ¿Se le ofrece algo?

—Hmmmh. Solo tengo curiosidad por saber cómo entrenas, es todo.

¿Y esa mirada de asco? Oye, ¿acaso hice algo malo? ¿Por qué me miras con odio? No he hecho nada malo. Hace meses que no hablamos. ¿Es porque humillé a tu hermana mayor?

Como sea, no perderé más tiempo valioso. Regresaré al entrenamiento.

—Como gustes. Chicas, seguiré entrenando.

—¡Espera, dijiste que no tenías nada en el estómago!

—¡Es cierto, come con nosotras!

Chasquearon los dedos y sus guardias me mostraron canastas llenas de comida tan deliciosa, que hasta puedo saborearla solo con su olor.

Ay, sé que no puedo perder tiempo, y más ahora que estoy estancado con las modificaciones de mis nuevos ataques, pero realmente tengo muchísima hambre. Alimentar a los perros de mi abuela me quitó la comida que tenía en mi interior, estoy vacío.

... No... No, Kei, no. No pierdas el tiempo.

—Más tarde comeré. Por favor, no insistan y mantengan su distancia.

Ellas asintieron. Gracias por comprender.

Me alejé de ellas y extendí mi mano derecha.

Mi brazo se rodeó de fuego. Bien, sigue así. Dale forma, moldea el fuego, como un enorme guante de fuego... Bien... Listo. ¡Lanza!

El guante de fuego salió disparado hacia unos árboles. Por favor, que funcione...

—Mierda.

Impactó contra los árboles, generando una gran explosión que produjo una gran ráfaga de viento, que sacó volando a la mayoría de guardias. Creé muros de tierra para evitar la princesa y mis prometidas salieran volando, así que están a salvo.

—¡Increíble, amor!

—¡Lo hiciste genial! ¡Ningún demonio será rival para ti!

—¡Hmmmh! ¡No te creas la gran cosa solo por eso, idiota!- Dijo la princesa.

En serio, ¿por qué me odia ahora? Como sea.

Esto no es ningún éxito, es un fracaso. Se supone que mi energía mágica iba a rodear al árbol por completo y luego explotar, pero cuando el guante de fuego entró en contacto con el árbol, explotó. Fue un fracaso.

Quiero crear una técnica que me permita atrapar a mi enemigo y seguir usando mi energía mágica. Mi conexión con mis ataques mágicos se debilita cuando se separa de mi cuerpo, y se corta por completo cuando mis ataques explotan o impactan en el objetivo. Pero si logro que mi conexión no se debilite ni explote cuando entre en contacto con mis objetivos, podré avanzar a la siguiente fase: matar a mis enemigos por dentro.

La mayoría de mis enemigos tienen una gran resistencia a los ataques mágicos y físicos, por eso debo crear una técnica que los mate por dentro.

Ah, por ahora me encuentro en la búsqueda de una manera de evitar que mi conexión se debilite. Todavía me falta mucho.

—Modificación número 13,877, fracaso.

¿Eh? ¡¿Alguien me puso una mano en la cabeza...?! Y no sentí su presencia. Debe ser ella.

—¿Abuela?

—Otro fracaso, ¿eh? Fue buena idea regresar. Después investigaré, lo importante ahora es evitar que te vuelvas un inútil de mierda como tus hermanos.

E-esa larga y malvada sonrisa. Ay, no.

CAPÍTULO 60.5- Una hermana rara.

(Pov- ¿?)

Yo... Yo... No... No lo sé... No sé nada. Nada, nada, nada. ¿Por qué yo? ¿Por qué a mí? Yo no tengo la culpa de ser como soy. Realmente lo intenté, los Dioses saben perfectamente que lo intenté con todo mi ser, pero no puedo mejorar. No nací para pelear, no soy un guerrero, no soy nada.

Todos mis intentos terminan en fracasos. Soy una basura sin valor. ¿Por qué a mí? ¿Por qué me pasa esto? Soy el hijo de dos héroes, se supone que tengo la ventaja sanguínea. Todos mis antepasados han sido guerreros de gran renombre en el mundo... Pero soy un inútil.

Incluso un plebeyo me puede derrotar, a mí, un noble de élite.

¿Por qué? ¿Por qué nací como el hijo de dos héroes?

—Odio mi vida.

... Deja de llorar, llorón, tus lágrimas no te ayudarán a mejorar. Llorar solo te hará sufrir más... Más...

Ya no quiero sufrir. Quiero morirme.

—Por favor, Dioses, que mi sufrimiento pare.

Solo salta. Vamos, ¡solo tienes que saltar y todo tu sufrimiento terminará! ¡Salta...! Salta...

Por favor, cuerpo, solo salta. Un simple salto terminará con todo. Morir ahorcado solo dolerá al principio, pero después me desmayaré por la falta de oxígeno y ya no sentiré nada. Solo sufriremos un poco más y todo terminará. Por favor, solo salta. Salta... Por favor...

—... No puedo...

Quito la soga de mi cuello.

Ni siquiera tengo el valor de acabar con mi propia vida... ¿Cuál es mi misión en este mundo? ¿Por qué nací? ¡¿Cuál es mi propósito?!

Por favor, Dioses, solo quiero vivir sin miedo. Quiero ser una persona normal, abrir mi propio restaurante, casarme con una chica que me ame de verdad, tener un hijo que amaría con todo mi corazón... Quiero ser feliz.

Odio mi vida.

—¡Amo Zei, la cena ya está lista!

—¡Baje a cenar!

—¡Ya voy!

Ellas dos, mis sirvientas personales, son las únicas personas que nunca me han tratado mal. Las considero mis mejores amigas, pero no confío en ellas al 100%, solo un 50%. Aunque soy débil, sigo siendo parte de una familia noble de élite, les conviene tratarme bien para no morir o tener beneficios. Sé que es grosero asumir que ellas me tratan bien solo porque buscan algún beneficio económico, pero todos me odian y me tratan como una basura, incluyendo a mis padres. ¿Por qué ellas serían la excepción?

Una vida en donde no puedo confiar de verdad en alguien... Una basura.

Guardé la soga debajo de mi cama.

—Nos vemos la próxima semana.

Para entonces, espero sí tener el valor para saltar.

(Pov- Drei.)

(Mundo 39.)

¡Hola, fin de semana! Te extrañé tanto.

Veamos mi agenda. Entrenamiento de 4 de la mañana hasta las 6 de la tarde. De 6 a 8 libre. Y de 8 a 4 para dormir.

Sí, sí, suena muy exagerado, ¡y es cierto! Solo lo hago porque mi maestro me lo ordenó. Digo, quiero ser más poderoso, ¡pero también quiero disfrutar de la vida! Mi maestro es muy sabio, él debe tener sus razones, y por eso no me quejo.

Al menos de Lunes a Viernes no entreno tanto, solo unas tres horas al día. Debo ir a entrenar en dos horas, así que debo aprovechar el tiempo libre que tengo. ¿Y cómo? Fufu. ¡Teniendo una cita con mi chica!

Cristhela salió de su salón de clases y le lancé un puñetazo. Ella reaccionó a mi movimiento, y sin desviar la mirada, atrapó mi puño con su mano izquierda. ¡Esa es mi chica! Oh, me conmueve el corazón ver lo mucho que ha mejorado.

—¡¿Drei?!

Y por su reacción, apenas se dio cuenta que fui yo el que la atacó. Sí, sí, bien, bien. Definitivamente te haré mi esposa, bebé. ¡Mujeres como tú valen oro! ¡Vayamos al registro civil a casarnos...! Ay, es cierto, todavía debo ganarme a mis futuros suegros.

—¡Pasaste el examen sorpresa! Felicidades, linda.

La tomé de la mano, que es tan cálida y suave como siempre.

—¿Quieres ir a celebrar?

Ella me apretó la mano y me sonrió.

—Acepto.- Dijo, asintiendo.

Que novia tan linda tengo. Tú, sí, tú, el cuatro ojos que me está mirando con envidia. ¿Quieres saber mi secreto para enamorar a las chicas? Solo sé tú mismo. Oh, que gran consejo te acabo de dar. Lo sé, lo sé, soy todo un sabio en el tema de las mujeres.

Comenzamos a caminar juntos, directo a... No lo sé. ¿A dónde deberíamos ir? Somos dos adolescentes, enamorados y con la sangre caliente. Tal vez pienses que la respuesta es obvia, ¡pero estás muy equivocado! Cristhela es una princesa, y aunque no tenga derecho al trono, debe llegar virgen al matrimonio. Las opciones lujuriosas estarán bloqueadas hasta que nos casemos, por lo que nos quedan las opciones clichés.

Ir a comer, jugar juegos de mesa o pasear por la ciudad.

Creo que la opción de comer tiene ventaja, pues me dio hambre.

—Por aquí se encuentran las mejores hamburguesas que he comido. ¿No quieres comer?

—¡Claro, vamos!

Que sonrisa tan linda. Esto del amor correspondido se siente muy bien... Pero... Mmm...

Todo está yendo bien. Tengo una novia, que es una princesa. Me volví muy poderoso gracias a mi maestro. La hija de un héroe me rompió la cara, pero al menos derroté a mi primo... Todo me está yendo bastante bien en la vida. Tan bien que se siente irreal... Que raro.

Maestro, Cristhela es una buena chica, me encanta pasar tiempo con ella, pero tengo un mal presentimiento… ¿Pasará algo malo pronto?

Dijiste que había otra razón por la que me entrenabas y que me la dirías en el futuro. Por favor, ¿ya podrías decírmelo? O al menos darme una pista.

—Busca a Fetoca. Es lo único que puedo decirte.- Dijo mi maestro, en mi mente.

¿Buscar a Fetoca? ¿Es un nombre? Es la primera vez que lo escucho.

Fetoca…

—Cristhela, ¿conoces algo o a alguien llamado Fetoca?

—¿Fetoca? Fetoca... Mmm... No, lo siento. Nunca escuché ese nombre antes. ¿Por qué?

—Escuché esa palabra en la escuela y me pareció curioso... Fetoca.

¿Quién será?

—A-abuela… ¿Alguna vez te he dicho que te tengo miedo?

—Sí, varias veces. ¿Por qué?

—Solo quería confirmarlo.

La abuela de Kei estaba parada sobre él como si de una simple bolsa de basura se tratara.

Kei estaba sobre un charco de sangre, gravemente herido. Sus profundas heridas trataban de regenerarse, pero al cerrarse, se volvían a abrir. El cuerpo de Kei sufría las consecuencias del uso incorrecto del poder mágico, porque se equivocó varias veces con las modificaciones de sus hechizos.

Al no querer ver más sufrimiento, la princesa y las prometidas de Kei se fueron.

—Mejoraste mucho, Kei. Me sorprende que seas hombre. Si fueras mujer, serías el doble de poderoso. Es una lástima. Me pregunto si puedo volverte una mujer por medio de una cirugía.

—¡N-no, soy hombre y me identifico como un hombre!

—Tranquilo, era una broma.

—V-viniendo de ti, nada parece broma.

Reima Molfer tomó a Kei del brazo y comenzó a caminar, mientras arrastraba a Kei.

—Vamos a casa. Te aplicaré magia curativa en el camino.

—Me despiertas, por favor.

Kei cerró los ojos e inmediatamente se comunicó con Nerka. ¿Tiene algo importante que decirle? No realmente, solo quiere hablar con ella. El fracaso de sus modificaciones lo tienen muy estresado y frustrado, por lo que quiere relajarse un poco, hablando con alguien con tanta energía como lo es Nerka.

["Comunicación de pensamiento" activada. Nerka, te envidio. Tu abuela es amable. Mi abuela está loca, aunque admito que es amable conmigo también. Un poco, pero lo es. Ah, nunca entenderé su personalidad. Me golpea brutalmente por placer, pero también me quiere. La familia Molfer es realmente rara, lo sé. Por cierto, ¿cómo están las chicas? ¿Siguen temblando de miedo? ¿Drin no les ha hecho nada malo?]

[No te preocupes, lindo esposo, ellas están tratando de acostumbrarse. Drin sigue en el laboratorio con Mio, no les ha hecho nada malo. Por cierto, como la familia Molfer es famosa por sus métodos de tortura y disfrutan torturando a las personas, eso significa que tu abuela te golpea porque está acostumbrada, pero eso no significa que no te quiera, lindo esposo.]

[Sí, sí, lo sé. Es solo que... Ya sabes... Me es difícil de procesar todo esto.]

[Oh, mi lindo esposo sufre mucho en esa familia. No te preocupes, yo te daré cariño para que estés tranquilo.]

[Y como tengo sangre Molfer, yo también disfruto torturando a las personas. Personas malas, obviamente. Zius pensó muy bien en mi reencarnación.]

La conversación no tenía sentido, pues hablaban de algo sin sentido que Kei ya había escuchado cientos de veces en el pasado, pero hablar con Nerka lo hacía sentir bien. ¿Por qué? Porque se sentía un humano que ama y es amado. Un humano con sentimientos... Se sentía un humano y no un monstruo.

Kei y Reima Molfer entraron a su casa. ¿Y cómo entraron? Ella usó la cara de Kei para destruir la puerta y ahorrarse el tiempo de abrirla.

—¡Ya llegamos!- Gritó la abuela de Kei, bastante sonriente, al contrario de la expresión aburrida y cansada de Kei, que le exige un descanso.

—Afortunadamente.- Dijo Kei, quitándose las astillas de la cara.

Kei estiró los brazos y bostezó.

—Subiré a mi habitación.

Kei intentó subir las escaleras, pero su padre lo detuvo.

—Kei, la Reina quiere hablar contigo.

Las orejas de Kei palpitaron al escuchar esas palabras, principalmente porque creyó que con "Reina" se trataba de la Reina aliada de los demonios.

—… ¿Qué?

—Creo que se trata sobre su hija mayor.

Se tranquilizó al saber que se trataba de la Reina de este país y suspiró aliviado.

—Mierda, me cortarán la cabeza. Sabía que algún día pasaría, pero no imaginé que sería tan pronto. Padre, fue un gusto conocerte. Me iré del país mientras tengo tiempo.- Dijo bromeando, para tranquilizarse a él mismo.

—No te preocupes, no te harán nada... Creo... La princesa quiere pelear otra vez contigo o algo así, no presté tanta atención.

—¿En serio? Supongo que no puedo negarme. Me quitarán tiempo valioso, pero al menos mi cabeza seguirá en su sitio... ¿Cuándo?

—Mañana.

—Está bien, tengo tiempo.

Kei nunca ha visto a la Reina pelear, pero si incluso su madre admite que la Reina es capaz de derrotarla, no se atreve a rechazar peticiones de la realeza, pues ellas podrían serle de muchísima utilidad en el futuro. Además, la Reina es una de las mujeres que Kei quiere tener en su equipo, pero sabe que usar su habilidad en ella de golpe podría levantar sospechas, por lo que quiere acercarse poco a poco.

Kei subió las escaleras y entró a su habitación. Quería dormir al menos una hora para después irse a ver a las chicas, pero al entrar, vio a Mei dormida sobre su cama, algo muy común. Bueno, no tan común esta vez, pues Mei hizo algo distinto esta vez.

—Al menos tiene ropa esta vez.

Sí, eso es lo que lo hace diferente.

Se acercó a ella e intentó despertarla.

—Oye, Mei, te equivocaste de habitación otra vez. Hey... ¿Eh?

Tomando a Kei de sorpresa, Mei lo tomó del brazo y lo jaló hacia ella, obligándolo a acostarse a su lado.

—¡¿Mei?!

Lo abrazó con fuerza y Kei se puso nervioso, principalmente porque el rostro de Mei estaba muy cerca del suyo.

—¿M-Mei?

Y sin previo aviso, sucedió algo que dejaría traumado por mucho tiempo a Kei.

Mei comenzó a besarlo en la boca y él se puso completamente rojo, tanto de vergüenza como de asco. Después de todo, Kei es alguien normal y con sentido común. ¿Quién reaccionaría bien si su hermana de sangre lo besara en los labios y con lengua?

El asco invadió el ser de Kei y trató de alejarse, pero Mei lo abrazaba con muchísima más fuerza y los labios de Mei se negaban a separarse de los suyos. Su lengua recorría el interior bucal de Kei, que estaba a punto de vomitar. Él podía liberarse usando la fuerza o incluso mordiendo la lengua de Mei, pero no quiere hacerle daño a su hermanita. En el pasado, Mei varias veces había mostrado que se mueve sin saberlo durante sus sueños, y no quiere hacer sentir culpable a Mei por sus defectos.

—¡Hhnmmhh!

Finalmente, haciéndole cosquillas en la barriga, logró liberarse y se alejó de ella rápidamente. Escupió y se limpió la lengua con las manos, soportando las ganas de vomitar.

—¡¿Q-qué?!

—Eres tan lindo, gato. Quiero acariciarte y besarte más.

Mei estaba hablando dormida.

Comenzó a besar una almohada y Kei intentó tranquilizarse, diciéndose a él mismo que todo fue un malentendido.

—E-está soñando. Menos mal... Solo fue un accidente.

Suspiró aliviado.

¿Es normal besar a un gato con un apasionado beso francés? ¡No! Pero Kei está tan traumado, que esa explicación es suficiente para tranquilizarse y dejar de pensar en eso.

—M-mejor la dejo descansar un poco más.

Salió de la habitación y Mei abrió lentamente los ojos, mientras una sonrisa aparecía en su nada inocente rostro.

—L-lo hice...

Su rostro estaba sonrojado y expresaba una gran felicidad. Ella solo estaba fingiendo estar dormida. ¿Por qué? Porque es fácil engañar a Kei.

—¡Por fin lo hice!- Gritó en su interior, mientras Kei vomitaba en el baño.