CAPÍTULO 19- Algo malo pasa.

CAPÍTULO 19- Algo malo pasa.

Mientras Kei estaba preparándose para su misión, Mei estaba en su habitación, jugando con mini Mei.

—¡Tan linda!

Mei tenía una gran sonrisa en su rostro. Una sonrisa llena de felicidad y amor... Sonrisa que corría peligro.

—Fufu. Ella es más débil de lo que imaginé, será fácil.- Pensó una sombra. La propia sombra de Mei.

—¡También quiero un mini Kei! Fufu. Si tuviera un mini Kei, podría jugar y obligarlos a... ¡Kya! ¡No, Mei, eso se hace después del matrimonio! ¡No profanes la imagen de tu perfecto, guapo y genial hermano! ¡Debes controlarte, pervertida! P-pero un beso con lengua... ¡Sí, un beso se puede dar antes del matrimonio! ¡La imagen de Kei se mantendrá pura! ¡Debo fabricar a mi mini Kei para imaginar que mini Mei se casa con él y le da besos con lengua! Debo conseguir los materiales.

—... ¿Estás bien de la cabeza? Estás enferma, loca.

—¿Eh?

Tentáculos negros salieron de su sombra y la atraparon.

—¡¿Q-qué es esto?!

—Es inútil resistirte, enferma.

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El grupo de aventureras que se unió a Kei, se conocen desde pequeñas. Decidieron convertirse en aventureras cuando todas tuvieran 15 años. Y por coincidencia, se registraron el mismo día que Kei y Drin.

Todas comparten un sueño.

—¡Queremos ser tan fuertes como Sei Molfer!- Gritaron todas juntas.

Sei Molfer es admirada por su fuerza y belleza.

Las niñas desean ser como ella. Hermosa, fuerte y genial. Sei Molfer se ha ganado la admiración y respeto de millones de personas, y las mujeres que tienen el deseo de ser poderosas, quieren ser como ella.

Sei Molfer y su esposo, recorren el mundo, exterminando monstruos de clase A y S por simple diversión y sin recibir ningún pago, salvando vidas en el proceso, ganándose más respeto y admiración, aunque a Sei Molfer no le importa, solo quiere divertirse. Su personalidad sádica y violenta provoca que le tengan miedo, aunque eso es parte de su encanto.

Mientras caminan por la capital, las aventureras le contaron a Kei el por qué decidieron convertirse en aventureras. Ser como Sei Molfer y pelear con ella al menos una vez.

—Mi madre realmente es famosa... Si supieran que está loca.- Pensó, mientras recordaba las torturas de su madre.

Por cierto, los nombres de las aventureras son:

—¡Cuando derrotó a la aventurera de clase S, Chersy, en el torneo "Folpe", sentí que me moría de la emoción, literalmente!

Su nombre es "Kiana", es la chica perro. Tiene orejas, cola y nariz de perro. Tiene el cabello gris y corto, ojos rojos, usa una minifalda negra, medias largas blancas y una blusa negra. Sus pechos son grandes y rebotan cuando camina. Kei se dio cuenta de que no usa sostén y decidió no verla directamente.

Sus pezones se marcaban en su blusa, y eso era suficiente para poner nervioso a Kei.

Drin se dio cuenta de eso y planea usarlo para seducirlo más tarde.

—¡Es la mujer más hermosa que he visto!

Su nombre es Nerfa, es la chica enana. Tiene el cabello amarillo y largo, ojos de color rosa y usa un vestido blanco. Tiene un escudo en su brazo derecho, y ver eso emocionó a Kei, pues cree que es genial que una chica de la raza de los enanos pueda ser una escudera.

—¡Y sus hijos son increíbles! ¡Dicen que son igual de poderosos que ella!

Su nombre es Diria, es la chica hada. Tiene el cabello rojo y largo, ojos rojos y usa un vestido rosa.

—Y su hijo Kei es muy lindo...

Drin, al escuchar eso, miró inmediatamente el rostro de Kei, que estaba muy rojo por esas palabras, emocionando a Drin, porque a ella le parecía muy adorable y lindo ese lado tímido.

—A pesar de ser hombre, es muy poderoso. Sei Molfer dice que es el orgullo de la familia Molfer. Es increíble que un simple hombre sea tan poderoso.

Su nombre es Lena, la chica humana. Tiene el cabello blanco y largo, ojos verdes, pechos pequeños, usa una minifalda blanca, medias largas negras y una blusa roja.

—S-sí... Es muy genial.- Dijo Kei. Su rostro está completamente rojo, pero intenta disimular comiendo brochetas de carne con picante que le compró a un vendedor.

—Oye, Crisfa, ¿compraremos comida?- Dijo Drin.

Crisfa es el nombre falso que usa Kei.

—La aldea está lejos... Y los Orcos también...

—Creo que necesitaremos comida para dos semanas.- Dijo Lena.

—Debo ir a la escuela... Debo terminar con los Orcos rápidamente.- Pensó Kei.

—Tal vez tres semanas.- Dijo Diria.

—No necesitamos tanto tiempo.

Kei extiende su mano derecha y un carruaje aparece frente a él, sorprendiendo no solo a las aventureras, sino también a todos las personas a su alrededor.

—Suban, por favor.

—¡¿C-cómo lo hiciste?!

—Tengo un anillo mágico, es un objeto que conseguí en una mazmorra de clase A. Supongo que habían escuchado sobre ese objeto. Sirve para guardar objetos... Suban, por favor.

Kei sacrificó la popularidad que habría obtenido como Kei Molfer por obtener ese objeto único y le dio esa popularidad a Crisfa, para ganar reputación como aventurero sin mucho esfuerzo.

—Hagan lo que él dice, por favor. No perdamos tiempo.- Dijo Drin.

—No se preocupen, hay espacio para todas.

Drin sube al carruaje.

—¿Y los caballos?

—Sube, por favor.

Ellas dudan un poco, pero deciden subir.

—Debe venir con nosotras y responder algunas preguntas.

Guardias se acercaron a él, pues las personas las llamaron, pues Kei hizo algo imposible para el resto del mundo y eso las asustó.

—Soy el dueño del anillo mágico, que sirve para guardar objetos. Yo lo conseguí en una mazmorra de clase A. No puedo perder más tiempo discutiendo.

—No lo repetiremos, venga con nosotras.

Kei suspiró y Drin salió del carruaje.

—Crisfa, mientras respondes las preguntas, iré a comprar ingredientes para la cena.

—Ah... Mierda. Espero que esto no tarde mucho tiempo.

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Mientras Kei respondía preguntas, Mei y una mujer con el cuerpo completamente negro peleaban a puño limpio, mientras eran rodeadas por un campo de fuerza, que impedía a Mei escapar y pedir ayuda.

—¡¡¡Muere!!!

—¿No sabes callarte? Ah, esto es muy decepcionante.

Lamentablemente, Mei no es rival para esa mujer.

La mujer esquivó un ataque de Mei y le dio un poderoso golpe en el estómago, dejando sin aire a Mei, que cayó de rodillas y vomitó sangre.

—Eres débil.

Ella le dio un fuerte rodillazo a Mei en la cara.

—Al menos puedo divertirme un poco antes de matarte.

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El maestro del gremio tuvo que ir a ayudar a Kei y las guardias lo dejaron irse, no sin antes Kei memorizar sus rostros para vengarse después, pues ellas lo acosaron sexualmente tocándole el trasero y la entrepierna.

Después de resolver el problema, Kei y las aventureras ya están listos para irse.

Todas están dentro del carruaje y Kei estira los brazos.

—¿Ahora qué?- Dijo Diria.

—¡Magia de hada: alas!

Dos pares de alas rojas salen de su espalda, sorprendiendo a la única hada que había en ese grupo.

—Las llevaré volando.

—¡¿M-magia de hada?! ¡¿Eres un hada?! ¡¿Por qué no te volviste pequeño?!

—No soy un hada, soy un humano. Puedo usar magia de hada... Bueno, puedo usar todos los atributos de magia.

—¡¿Todos?!- Gritaron las aventureras sorprendidas.

—Nunca juzguen a un libro por su portada.- Dijo Drin, guiñando un ojo.

Kei se acuesta en el suelo y comienza a arrastrarse.

Se coloca debajo del carruaje y comienza a flotar.

Poco a poco, levanta el carruaje, aunque es algo pesado para Kei, que no está acostumbrado a volar cargando demasiado peso.

—Es un poco pesado... Creo que tardaré más en llegar.

Drin sale del carruaje y le ayuda a levantarlo.

Los demonios pueden volar, pero Drin usó magia de transformación para crear alas falsas, aunque ella no las necesita para volar. Lo hizo para evitar sospechas.

—Te ayudaré. No quiero ser un estorbo.

—Es cierto, puedes volar... Gracias, Drin.- Dijo Kei en voz baja.

Kei y Drin se alejan volando rápidamente mientras cargan el carruaje.

—Terminemos con esto rápido... ¿Eh?

Kei comienza a llorar repentinamente.

—Drin, debo irme. Te alcanzaré después. No te preocupes por mí.

Kei desaparece. Usó [Teletransportación], algo que solo usa en emergencias.

—¿Cariño?