1 Capítulo 1: Prólogo

Sentado sobre un pupitre, situado en el lado meridional de aquel aula de clase, estaba un muchacho pelinegro mientras veía el cielo.

Sus ojos ónix estaban pegados a la ventana que tenía enfrente de él, estaba pensando en lo mucho que había cambiado su vida en los últimos años mientras la clase seguía.

Vivió con su abuelo en una zona rural de Japón asistiendo a una escuela primaria. Quizás no era muy bueno con los estudios, no obstante gracias a sus notables habilidades en las artes marciales y en el kendō consiguió una importante beca para cursar sus estudios en la secundaria Kuoh.

Estaba en segundo año de secundaria gracias a su abuelo. Gracias también a que fue él quien le adiestró en las artes marciales. Todo se lo debía a su abuelo, a la persona que le había criado.

Ahora que su abuelo había fallecido no tenía ningún familiar en vida, no tenía muchos amigos debido a que en su infancia pasó la mayor parte del tiempo trabajando en los cultivos agrícolas de su abuelo al salir de clase. Aquella finca estaba en su propiedad dado que su abuelo se lo había heredado en el testamento que hizo antes de que falleciese hace seis meses y veintiocho días.

No iba a negar que le encantaba su nueva vida: había hecho algunos amigos en el club de kendō, trabajaba de camarero para pagar los gastos de su casa... Sin embargo, una parte de él echaba de menos vivir en el monte, cultivar... si tan solo...

"Míster Son, por lo que veo sus pensamientos son más interesantes que la clase de historia que estoy impartiendo, ¿puede compartir algún pensamiento con nosotros si es tan amable?"

Goku salió de sus indagaciones al oír la voz del profesor, se rascó la nuca nerviosamente al ver que todos sus compañeros le estaban mirando.

-Lo lamento sensei, puede proseguir con la clase -habló el pelinegro con tono amable y el profesor suspiró, aunque Goku no sacase excelentes notas era un alumno bastante simpático y carismático.

El profesor siguió explicando su lección y esta vez fue el turno de Goku para suspirar, se libró de una buena. Volteó sus ojos viendo que una compañera le extendía su cuaderno de historia.

-He visto que estabas distraído, así que he pensado prestarte mis apuntes -explicó aquella compañera con una sonrisa en su rostro.

-Gracias Murayama... pero si me prestas tu cuaderno ahora... ¿dónde tomarás tus apuntes? -cuestionó Goku puesto que que no deseaba que su amiga Murayama se perdiese la clase por él.

Murayama, además de ser su compañera de clase, era también su compañera en el equipo de kendō junto a Katase. Ambos se llevaban de perlas y habían desarrollado una buena amistad.

-No te preocupes, cogeré otro cuaderno y lo apuntaré ahí, para eso están los amigos -Murayama insistió sin perder la sonrisa en su rostro mientras que extendía su mano hacia su mochila para coger otro cuaderno de apuntes.

Goku sonrió comenzando a escribir lo que había apuntado Murayama en su cuaderno, sin dudas daba gracias por haber conocido a personas así.

Los había conocido de todo tipo: ladrones, estafadores, mentirosos... daba gracias, también, a que su abuelo le hubiera enseñado a no confiar ciegamente en la gente, si no aquello hubiera sido su perdición pues sería engañado con facilidad.

Eso no quitaba que fuese ingenuo en varios aspectos, pero siempre intentaba mantener la cabeza fría para las situaciones que lo requerían.

Una vez que su abuelo estuvo enfermo tuvo que acudir al mercado para vender los cultivos. Allí, fue engañado y estafado por varios vendedores sin que se diera cuenta, por lo que perdió buena parte de las ganancias que ellos iban a obtener vendiendo sus cultivos, lo que habían trabajado durante meses. Aquella vez aprendió la lección.

Mientras escribía, oía unos ligeros susurros provenientes de los asientos situados atrás. Alzó levemente la vista y observó que todas las chicas mantenían el ceño fruncido, aquello únicamente podía significar una cosa. Sólo tres palabras.

Trío de pervertidos. Así es como fueron llamados un grupo de compañeros suyos adictos a aquello relacionado íntimamente con el erotismo. Uno de sus hábitos era espiar los vestidores femeninos.

Aquélla era la razón por la cual las chicas estaban con el entrecejo fruncido al escuchar los susurros de Issei, Matsuda y Motohama, los miembros del trío de perversión. Después de todo era lógico.

-Deberían quemar a ese grupo de pervertidos, ¿no lo crees Goku? -preguntó Murayama mientras que chasqueaba sus dientes con furia, ella era víctima del acecho del grupo a los vestidores de su club.

Murayama pilló en una ocasión a Issei escalando hacia la ventana del vestidor del club de natación, aquel día Issei se regresó a su casa con vendajes y varios moretones destacando en su rostro.

-¿Quemar? Hay que buscar un castigo mucho más severo ¿verdad Goku? -intervino Katase con el mismo ímpetu que había mostrado su amiga.

Goku sonrió nerviosamente al ver que ambas chicas tenían llamas en sus ojos, tranquilamente negó con la cabeza sorprendiendo a Murayama.

-No soy quien para juzgar su comportamiento ni para cuestionar sus deseos, no niego que es incorrecto lo que hacen pero bueno -respondió Goku mientras seguía escribiendo sus apuntes.

"¿Por qué no hay más chicos como él?"- se preguntó Murayama mientras soltaba un suspiro de enamorada observando el rostro de Goku.

Más tarde.

Goku transitaba los pasillos de la academia tranquilamente, estaba disfrutando de su recreo antes de regresar a la clase de economía.

"Miren, es el rey de fantasías"

"Kyaaa creo que voy a desmayarme"

"¿Algún día se fijará en nosotras?"

Forzó una sonrisa al sentir la mirada de varias muchachas sobre él, no entendía porqué había recibido el nombre de "rey de fantasías" pero sí entendía que eso estaba relacionado a la forma en que era mirado por el sector femenino.

El abrigo negro que llevaba sobre su uniforme no hacía más que avivar las llamas de aquellas chicas, Goku juró ver corazones en sus ojos.

Sí, era ingenuo en ese aspecto. Había dedicado su vida a aprender artes marciales, cultivar... pero no tenía experiencias románticas, aunque a él no le preocupaba, nunca había pensado en ello.

Su abuelo le había aconsejado ser amable con las chicas, aunque también estaba el hecho de no confiar ciegamente. Sigh... eran muchas las cosas que aprendió de su abuelo cuando estaba en vida como para ponerse a enumerarlas.

Justo en ese momento pasó delante de dos muchachas que estaban hablando. Enseguida las reconoció como estudiantes de tercer año así que al ser el su Kouhai y ellas su Sempai hizo una reverencia respetuosa y siguió caminando.

Goku ignoraba la realidad oculta bajo la academia Kuoh... una realidad oscura que se encargaban de entretejer aquellas muchachas de tercer curso.

-Akeno, ¿quién es él? -preguntó la muchacha pelirroja viendo a su amiga pelinegra, la cual sonreía tontamente viendo como se iba Goku.

La pelirroja observó que aquel muchacho tenía una complexión bastante atlética y sus músculos estaban bastante definidos, lo que era sumamente extraño para un alumno de segundo.

-Son Goku, un estudiante becado de segundo año, es miembro del equipo de kendō siendo el más destacado... hasta ahora es lo que sé pero podría saber más, ¿no crees Rias? -Akeno habló mientras su imaginación hacía de las suyas.

Rias retrocedió levemente al ver como Akeno empezaba a babear, lo más probable es que ella estaba viviendo una fantasía erótica en su mente con el "rey de fantasías" donde ella tuviera unos látigos y estuvieran en una habitación oscura...

-Koneko es la más apropiada para este tipo de cosas... le diré que haga una investigación exhaustiva acerca de ese chico -explicó Rias, teniendo la idea de poder unirlo a su peerage.

-Ara ara, sería interesante que alguien como él estuviera en nuestro equipo -aseveró Akeno con una sonrisa... intentando evadirse nuevamente pero Rias le pellizcó- en todo caso ese chico... ¿Issei? ya está en tu punto de mira, ¿no?

-Así es, Koneko mencionó que posee aroma de dragón por lo que hemos de esperar la ocasión más propicia... -respondió Rias mientras Akeno asentía, antes de que reanudaran su marcha.

Rias había comenzado a mover los engranajes. Sin embargo, desconocía que ella no era la única capaz de hacerlos girar, solo tendría que esperar.

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Fin del capítulo.

Cabe destacar que este Goku es AU humano basado en la versión de Dragon Ball, con su apariencia y personalidad.

Gracias por leer.

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