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Solo leveling en Marvel. (Por: Escritor Solitario)

(Por: Escritor Solitario) En su mundo anterior, murió al ser asesinado por una bala. No había nada que pudiera hacer, no había nada que un humano común pueda hacer contra una bala. Abandonando su mundo natal, viajó a un mundo increíble con gente que realizaba hazañas con las que él solo podía soñar y ver en ciencia ficción. En este mundo él es un simple Maestro de preparatoria.. Espera... ¿Un simple Maestro de preparatoria? Al vivir en un mundo tan peligroso como este. Se ve metido en múltiples situaciones de vida o muerte. "¿No se supone que la vida de un Maestro de preparatoria debería ser relajada?" Para sobrevivir trata de hacer todo lo posible para alejarse de los problemas. Pero su corazón de Maestro le impide dejar de involucrarse en asuntos ajenos. Además, por alguna extraña razón los problemas siempre van hacia el. Sin otra opción, deberá subir de nivel para ser más fuerte y tirar abajo las banderas de muerte que se le presentan. Pero... ¿Será tan fácil o deberá pagar un precio? Esta es la historia de una persona común que se volvió maestro, el cual por azares del destino termina involucrándose en eventos peligrosos y atrayendo la admiración de todos, y la atención de las heroínas sin ninguna intención. Basada en Solo leveling y Marvel Comics, créditos a sus respectivos autores. Créditos de la portada al respectivo autor de The Novel's Extra. PD: Copy, no me demandes.

Escritor_Solitario · Anime & Comics
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18 Chs

CAPITULO 14. LLAVES Y MAZMORRAS (2)

[Forrest Hills]

Gabriel llego hasta donde marco el sistema y se paró frente a la estación de metro. Vestía una sudadera con capucha que había comprado de antemano, para pasar desapercibido.

Metiendo la mano en su bolsillo, Gabriel sintió la llave de oro.

"¿Debería probar esto?" Se pregunto así mismo.

Solo tenia que dar unos pasos más y entonces un nuevo mundo lleno de peligros, misterios, poder y riqueza se abriría frente a él, un mundo del cual ya no podría escapar nunca más.

Medito silenciosamente durante un segundo, después dio un paso al frente.

Usando la llave en su mano, la utilizo para abrir una cerradura invisible en el aire. La sensación que sintió cuando la llave entro silenciosamente por una cerradura imperceptible al ojo humano lo dejo pasmado.

En cualquier caso, giro la llave de todos modos.

*Woosh*

No hubo una ceremonia o algo por el estilo. La llave desapareció y casi instantáneamente Gabriel había sido transportado dentro de la mazmorra.

Al entrar dentro de la mazmorra, una barrera invisible se materializo detrás de él.

Esto era algo que ya se esperaba. Dándose la vuelta, se paro frente a la barrera y la toco con su mano. La barrera actuaba como una pared que impedía que cualquier ser o criatura pudiera entrar o salir.

Esto era bueno, pensó Gabriel. De esta forma no tiene que preocuparse por que los monstruos o bestias lograran salir de alguna manera y causen estragos en el mundo real en caso de que muera aquí.

Soltó un aire frio. El simple hecho de pensar en la mínima posibilidad de que pueda morir, demuestra lo peligroso que es este lugar.

Gabriel se obligó a olvidarse de ello. Todo este asunto se sentía como un sueño, pero sabía que todo era real. No hay tiempo para dudar.

Se dio la vuelta y puso su mano sobre la 'pared'.

"Que extraña sensación... emite un aura fría, pero es cálida al tacto." Pensó en voz alta.

*Ring*

Recibió una advertencia del sistema.

[No puedes abandonar la Mazmorra. Por favor derrota al jefe o usa un «Piedra de Retorno».]

"Con que es así, eh? Es bueno saber eso." Como era algo que ya se esperaba, Gabriel decidió no darle mucha importancia.

Se había preparado mentalmente antes de cruzar.

No sabia como describir este lugar.

Las personas que estaban afuera pasaron sin prestarle atención. De vez en cuando, alguien bajaba las escaleras hacia la estación de metro, pero en el momento en que llegaban a la pared invisible, desaparecían. Comparado con el exterior, parecía que ese lugar estaba en una dimensión alterna. Muy similar a la dimensión espejo de los Hechiceros.

"Hechiceros... Me pregunto cuando me encontrare con uno."

No tuvo tiempo para pensar cuando recibió otra notificación del sistema llego, resonando fuertemente en sus oídos como un martillo, sacándolo de sus pensamientos.

*Ring*

[Misión Especial: Limpieza de mazmorra.

Vence a los suficientes enemigos para abrir el pasaje hacia la sala del jefe y derrotarlo.

Recompensas: ???

*Aviso: Fallar en esta Misión puede conducir al jugador a la muerte*]

Gabriel había recibido una misión de parte del sistema.

"¡Una misión!" Grito sorprendido. "No he recibido ningún tipo de misión antes, más que la misión diaria." Pensó en voz alta de nuevo.

Apenas había llegado el sistema le había dado una misión. No sabría decir si esto era bueno o malo.

Al menos podía decir que tenía un objetivo claro. Aunque ya sabía un poco de antemano, no puede esperar a que todo salga como el recuerda, guiarse únicamente por una obra que el leyó en su vida pasada no garantiza su supervivencia al cien por ciento. Y Gabriel no sería lo suficientemente estúpido como para creer que todo saldrá según sus expectativas. Las cosas no funcionan así.

De hecho, de alguna extraña manera, Gabriel esperaba esto. Desde que el sistema unió sus destinos, es como si estuviera corrigiendo los vacíos y errores dejados por el manhwua que leyó en el pasado.

Por eso cuando el sistema le dio una misión y un objetivo se sintió más seguro, esto era mejor que caminar a ciegas y esperar a que un monstruo lo ataque. Al menos ahora sabía qué hacer.

No solo eso, también habría recompensas misteriosas. Aunque se sentía ansioso por el temor a morir de nuevo, el peligro siempre viene acompañado con un poco de fortuna, y viceversa.

Gabriel se preguntaba si Jinwoo no temía a nada, o si solo confiaba en la armadura de la trama.

Inicialmente había esperado encontrar una puerta o una entrada secreta en algún lugar de la estación, pero sus pensamientos fueron erróneos.

Con un suspiro lleno de pesadez, se dio la vuelta. Retirarse no era una opción, solo queda avanzar.

La vista frente a él era indescriptible, parecía un escenario sacado de una película apocalíptica.

La estación se había transformado, en su interior se combinaban su apariencia normal con elementos de una jungla. Las paredes estaban cubiertas de enredaderas, y el olor a algo podrido impregnaba su nariz.

Incluso pudo escuchar a la distancia algo parecido al llanto de un animal.

"... "

En lugar de encontrar una entrada en algún lado, dentro de la estación del metro toda la estación se había convertido en una... Mazmorra.

Tragó saliva mientras bajaba lentamente las escaleras hacia la estación. Contuvo el aliento y miró a su alrededor, pero no percibió nada. Sin embargo, no se atrevió a bajar la guardia.

Su cuello se entumecía, mientras una sensación de peligro se formaba en su corazón.

"¡Esto es demasiado peligroso!" Dijo Gabriel.

Claramente había subestimado todo el asunto de las llaves y las mazmorras. Solo con estar pocos minutos dentro ya estaba temblando. La presión del ambiente es suficiente como para que alguien se orine del miedo.

Un escalofrió recorrió su espalda.

*Parpadeo*

Como si estuvieran casi al final de su vida, varias de las luces del techo centelleaban, la poca luz que existía parpadeaba amenazando con dejar a Gabriel sin iluminación.

Caminando sobre la maleza que surgía desde las baldosas rotas, Gabriel revisaba sus alrededores ansioso.

"..." Solo había silencio. Como si hasta el más mínimo sonido hubiera sido silenciado.

Sus alrededores estaban vacíos, pero sentía como algo lo estaba observando.

.

.

Podía sentir el peligro, sentía como mi confianza se desvanecía y mi voluntad flaqueaba. Era capaz de sentir como la fuerza abandonaba mis piernas. A este ritmo solo podría culparme a mí mismo por mi propia muerte.

Pero no me permitiría morir sin luchar, guarde mis puntos para una ocasión así.

"Estado."

*Ring*

Abriendo el estado, una pantalla de información se abrió ante mis ojos. Después de experimentar un poco, descubrí que el comando hablado no tenía que ser tan exacto. Lo mismo con los mensajes. Varias frases con la intención y el significado de «abrir» funcionaban.

===

-Estados-

Fuerza: 30 Vitalidad: 10

Agilidad: 10 Inteligencia: 10

Percepción: 10 (Puntos disponibles: 34)

===

Como la sinergia entre Fuerza y Vitalidad es importante, decidió aumentar su Vitalidad primero. De esa forma, incluso si se encuentra en una situación donde el conflicto sea inminente, no morirá al primer golpe.

===

HP: 1600 MP: 10 Fatiga: 0

-Estados-

Fuerza: 30 Vitalidad: 20

Agilidad: 10 Inteligencia: 10

Percepción: 10 (Puntos disponibles: 24)

===

No paso nada grande.

Mi HP subió rápidamente, pero no sabía si esto era mucho o poco. La correlación que existía entre las estadísticas y su valor real, seguía siendo un misterio.

De todos modos, no me sentía satisfecho, incluso si puedo resistir los ataques de frente.

¿Cómo estar preparado para algo que no podía ver?

En consecuencia, decidí invertir puntos en Percepción. Esperando tal vez, que de esa manera al menos pudiera sentir de donde provenía aquella sensación que sentía en mi espalda.

===

HP: 1600 MP: 10 Fatiga: 0

-Estados-

Fuerza: 30 Vitalidad: 20

Agilidad: 10 Inteligencia: 10

Percepción: 20 (Puntos disponibles: 14)

===

Sentí como mis sentidos, mejoraron a un ritmo alarmante.

Mi visión se volvió más clara, mis oídos más agudos, incluso mi olfato había cambiado.

¡Todos mis sentidos se habían amplificado!

Ahora podía ver, escuchar e incluso oler cosas que no había notado en el pasado.

*Sniff sniff*

-Ese olor... -

El fuerte hedor de algo podrido que provenía de alguna parte.

Sin embargo, no podía ver de dónde provenía tal olor. Pero si podía sentirlo.

Incluso si no podía verlo, sus instintos le decían que había algo aquí.

Anteriormente, Gabriel no habría podido percatarse de presencias ocultas. Pero ahora era capaz de hacerlo, todo esto gracias al sistema y sus misteriosas habilidades, capaz de llevar los sentidos a otro nivel en tan poco tiempo.

Su enemigo era astuto, Gabriel se lo reconocía.

Lo había buscado durante un tiempo, sin embargo, no había podido descubrir su ubicación hasta que se acercó lo suficiente. Era casi como si estuviera esperando para emboscar a su presa.

-Parece que se esconde esperando una oportunidad para atacar.- Pensó para sus adentros

Entonces él le dio una oportunidad. Se dio la vuelta y mostró su espalda a propósito, sin bajar la guardia. Luego caminó lentamente en la dirección de dónde sentía la misteriosa presencia. Los depredadores tendían a atacar la espalda expuesta de una presa.

Fue después de dar su quinto o sexto paso...

*Crash*

Las ventanas de una tienda de ropa se rompieron cuando algo saltó desde adentro. En el momento en que aterrizó en el suelo, se lanzó velozmente sobre Gabriel, intentando atacar la parte posterior de su cuello en un intento de acabar con su vida.

"¡Roar!"

Obviamente Gabriel no se lo dejaría muy fácil.

Estando preparado para la repentina emboscada, Gabriel balanceo su cuerpo en dirección opuesta. Girando en el suelo y esquivando un ataque que, de haber recibido, habría terminado su vida instantáneamente.

¡Este fue un acto reflejo impresionante!

Recuperando la postura, Gabriel pudo apreciar a la bestia que lo venia acechando desde hace un tiempo.

Era un gran lobo con piel roja.

Mirando más de cerca, pudo observar un nombre sobre la cabeza de aquella bestia.

[Lobo Dientes de Acero]

El nombre de su enemigo estaba en blanco. Indicando su nivel de peligro, esto lleno a Gabriel con una sensación reconfortante de seguridad. Aun así, no se atrevía a descuidarse y bajar la guardia.

Ambos, Hombre y bestia se encontraban cara a cara, mirándose fijamente. Ninguno de los dos se atrevía a moverse o dar un paso adelante. Ambos esperaban el momento en que su contrincante hiciera el primer movimiento, para actuar en consecuencia.

El Lobo no se atrevía a atacar primero por temor de que Gabriel sea más fuerte que él, y Gabriel no se atrevía a moverse primero por temor a que el Lobo sea más rápido que él.

Cuando se trataba de supervivencia, Humanos o bestias no eran muy diferentes.

No tuvo tiempo de pensar su siguiente movimiento cuando...

"¡Roar!"

Desde la ventana rota, salieron dos Lobos más que estaban escondidos en la oscuridad.

-Oh Dios... -

Mientras mostraban sus temibles colmillos, las bestias acortaron la brecha que existía entre ellos en un instante.

Gabriel frunció el ceño. Antes de que se diera cuenta, ya estaba rodeado.

"Maldita sea necesito un pla- ¡Cuidado!"

Mientras estaba distraído tratando de analizar la situación, uno de los Lobos se abalanzó hacia su cara.

"¡Whoa!"

Rápidamente bajó la cabeza para evadirlo. El Lobo que falló el ataque a su cabeza no pudo controlar su velocidad y se estrelló contra el suelo.

*Crack*

El suelo donde golpearon sus colmillos se agrieto.

-«Dientes de acero» no es un sobrenombre, dientes de acero no es un sobrenombre.- Se repitió a si mismo dos veces como un recordatorio.

Pero no había tiempo para congelarse, otro Lobo se acercaba a él.

"¡Maldita sea!"

Gabriel se puso a la defensiva y se preparó.

El lobo abalanzo sus colmillos hacia Gabriel, cosa que el esquivo. Pero un segundo ataque llego desde su punto ciego. En el último minuto, Gabriel consiguió evadirlo.

"Yo... puedo verlos."

Una vez recupero la concentración, esquivar los ataques se volvió más sencillo.

Aun así, no podía relajarse, otro ataque llego.

"¡Huaa!"

Gabriel salto por instinto, de no haber esquivado, lo habrían mordido y probablemente su pierna izquierda hubiera sido inutilizada.

Los lobos actúan como se esperaría de una manada de Lobos comunes. Inmovilizan las piernas, para después atacar en puntos vitales y expuestos.

En cualquier caso, Gabriel no tenía tiempo para pensar en tales cosas.

Aunque actualmente es capaz de seguir el paso, si no actúa rápidamente podría morir. De hecho, es probable que muera sin un cadáver completo, esos lobos se ven muy hambrientos.

Si sigue pensando en protegerse, no podrá atacar. Y si no peleas, no puedes ganar.

Si no gana... morirá.

-¡No, no voy morir aquí!-

Los Dientes de Acero, por su parte, buscaban la manera de cazar a su presa que tantos problemas les estaba dando. Uno de los lobos, lanzo otro ataque rápido hacia el cuello de Gabriel.

Al no tener otra opción, abandonó cualquier intento de salvaguardarse y decidido a iniciar su ofensiva lanzó su puño hacia el Lobo que se encontraba en medio del aire sin restricciones.

A diferencia de sus peleas anteriores, Gabriel dejo de contenerse, colocando toda su fuerza en su siguiente ataque.

*Woosh*

Haciendo aullar al viento, su puño se movió por el aire.

*Aplastar*

Al impactar, la cabeza del Lobo explotó esparciendo sesos y pedazos de hueso, manchando a Gabriel con salpicaduras de sangre. Entonces el cuerpo sin cabeza del Lobo golpeó la pared y luego cayó al suelo.

*Slam*

"... "

"... "

"... "

Todo el pasillo se quedó en silencio.

Gabriel estaba boquiabierto, mientras miraba su puño fijamente. Ese poder destructivo no era algo que el pudiera haber previsto.

Mientras miraba su puño con la boca abierta, el cuerpo sin cabeza del Lobo convulsionó y luego dejó de moverse. Un sonido electrónico familiar resonó en la cabeza de Gabriel.

*Ring*

[¡Has subido de nivel!]

"¿Subí de nivel?" Asegurándose de no haber leído mal, rápidamente reviso su pantalla de estado.

===

[Nombre: Gabriel

Nivel: 2

Clase: Ninguno

Título: Erudito

HP: 1750 MP: 25 Fatiga: 0

-Estados-

Fuerza: 30 Vitalidad: 21

Agilidad: 11 Inteligencia: 11

Percepción: 21 (Puntos disponibles: 14)

-Habilidades-

Habilidades Pasivas:

Bendición del Gran Hechicero Kandiaru (Nvl. Max)

Espíritu inquebrantable (Nvl. 1)

Habilidades Activas:

Esprintar (Nvl. 1)]

===

Él realmente había subido de nivel. Con ello, todas sus estadísticas habían aumentado en 1 punto. Pese a solo ser 1 punto, el beneficio de un aumento total no era algo que pudiera subestimarse.

Mientras la expresión de Gabriel no había cambiado, en su interior estaba muy emocionado.

Pero nadie puede darse el lujo de perder la concentración en una batalla de vida o muerte.

El dúo de caninos que intentaron acabar con su vida sin mucho éxito, observó la escena muertos de miedo. Bajando la cola, comenzaron a retirarse lentamente en un intento tratando de escapar.

Se dieron la vuelta y trataron de huir. Al verlos alejarse, Gabriel frunció el ceño con una expresión desagradable.

Rápidamente Gabriel acorto la distancia usando 'Esprintar'

En un parpadeo ya estaba detrás de ellos, en un intento de impedir que logren correr decidió tomarlos de la cola con fuerza, evitando que escapen.

Una vez los tuvo en sus manos. Los azoto contra el concreto lo más fuerte que pudo, una y otra vez.

*Slam*

*Slam*

*Slam*

Similar a cuando uno golpea a una almohada. Gabriel siguió azotándolos hasta que sus huesos crujían y su sangre se derramara.

Siguió azotándolos contra el concreto sin detenerse. La escena solo podía ser descrita como brutal. No fue hasta que en su cabeza sonó la alerta del sistema que por fin se detuvo.

[Has derrotado al Lobo Dientes de Acero.]

"Ha... ha... ha... " Respiraba entrecortadamente.

Era la primera vez que había matado a otro ser vivo.

===

HP: 1900 MP: 40 Fatiga: 0

-Estados-

Fuerza: 32 Vitalidad: 22

Agilidad: 12 Inteligencia: 12

Percepción: 22 (Puntos disponibles: 14)

-Habilidades-

Habilidades Pasivas:

Bendición del Gran Hechicero Kandiaru (Nvl. Max)

Espíritu inquebrantable (Nvl. 1)

Habilidades Activas:

Esprintar (Nvl. 1)]

===

Sus estadísticas habían aumentado. Eso era bueno.

El estado mental de Gabriel en este momento era caótico. El mismo se sentía impactado por lo que había hecho. Había subestimado el impacto psicológico al que su mente se había expuesto.

Actualmente se podría decir que está en shock. Su corazón latía salvajemente y la adrenalina corría por sus venas, pero no era capaz de moverse. Esto era de esperarse, es algo más común de lo que parece. Simplemente, su estado mental no era el adecuado.

Pero no se le puede culpar por ello. Nadie espera que una persona que vivió toda su vida en un ambiente cómodo y seguro sea capaz de asesinar sin remordimientos.

Incluso si Gabriel entendía que toda vida tenía valor. No era un hipócrita como para sentir empatía por los Lobos frente a él.

Recordó algo que leyó alguna vez en una vieja historia.

"La vida de todo organismo se reduce a la supervivencia del más apto. Tener empatía por la vida o la muerte no tiene sentido ante esa simple verdad."

Con eso en mente, se sentó en el suelo con la intención de calmar su agitado corazón.

Dudas, temores y miles de pensamientos asolaron su mente. En medio de todo el caos Gabriel decidió sentarse a pensar. Cualquier persona con experiencia, podía decir de un solo vistazo qué tales acciones descuidadas podían ponerlo en peligro e incluso podría poner en riesgo su vida.

No importa como lo veas, sentarse tranquilamente a pensar, en un ambiente desconocido, expuesto, rodeado de sangre y cadáveres con el peligro de atraer a más depredadores era algo que nadie haría al menos que este loco o desee morir.

Pero Gabriel no era alguien con experiencia, mucho menos una especie de cazador nato. Incluso si recibió poderes asombrosos, esencialmente era una persona normal.

Gabriel no había experimentado las suficientes situaciones de vida o muerte como para fortalecer su corazón y mente. Al contrario, incluso había muerto una vez.

E incluso si Gabriel tuviera la experiencia suficiente, su decisión no habría cambiado. Sentarse a pensar en medio del peligro, era algo que solo Gabriel se atrevería a hacer.

Se encerró a sí mismo en un estado de calma profunda, hacia esto cada vez que se topaba con un muro, desde su adolescencia. Gabriel había olvidado esto, debido a lo confundido y perdido que se había sentido últimamente. Pero en este tipo de situación, sentía que era lo mejor que podía hacer, al menos podía intentarlo, ¿no?

Desde pequeño, incluso si no era un antisocial, siempre fue un niño reservado. Esto no cambio incluso en su adolescencia, o en su adultez.

Gabriel no podía ser descrito como un genio o alguna especia de talento, pero siempre sintió que veía el mundo de manera distinta a los demás.

Esto a veces lo beneficiaba, otras veces lo aplastaba por dentro y lo hacía sentirse solo.

Pese a eso, no era un extraño total, tenía su propio círculo de amigos. Claro que en su vida conoció muchas personas, pero siempre fue muy especial y selectivo a la hora de relacionarse.

Hubo un suceso que lo marco en el pasado.

Un día se despertó de su cama, salió a caminar y vio a un niño herido.

Obviamente, a ser un infante lo único que el niño hizo fue llorar hasta que su mama se acercó y lo consoló... el niño dejo de llorar.

Al otro día, paso algo similar.

Una niña hacia trucos con sus patines. Gabriel vio a la niña caerse y hacerse raspones en sus rodillas.

Todo había sido muy similar a lo que paso el día anterior. Excepto una cosa... nadie vino a consolar a la niña.

La niña no parecía sorprendida por esto, de hecho, ni siquiera había llorado como el niño de ayer. Contrario a las expectativas de Gabriel, la niña retuvo las lágrimas en sus ojos, se paró con fuerza y volvía a intentarlo.

Este fue el evento que llevaría a Gabriel a tomar la decisión de estudiar psicología.

La misma decisión que más tarde, llegaría a la combinación de miles y miles de combinaciones de sucesos insignificantes que culminarían con Gabriel atravesando ese callejón para terminar siendo asaltado y en última instancia asesinado.

En medio de sus pensamientos Gabriel no podía evitar pensar en... todo.

¿Si fuera alguien entrenado sería más decisivo?

¿Qué debo hacer?

Tengo miedo...

Quiero ser más fuerte...

¿Por qué me siento tan mal?

Para de temblar...

Por favor, para, para...

Quisiera probar la comida de mama una última vez...

.

.

Gabriel respiro profundamente, había despejado sus dudas. Ahora debía enfrentar sus miedos.

Incluso si Gabriel no era alguien con experiencia, o una persona entrenada. Estudio psicología, nadie conocía mejor su estado mental que el mismo. Él sabía que no podía ser considerado débil de corazón, solo le faltaba voluntad.

La voluntad para ser decisivo.

Miro sus manos desnudas, manchadas de sangre que desprendió de los lobos, podía observar cómo temblaban. La sensación de matar a través de un objeto y matar con las manos desnudas, debe ser muy diferente. Quizás por eso Jin woo usa dagas, pensó.

Apretó sus puños con fuerza, comenzó a hacer ejercicios de respiración en un intento por fortalecer su corazón y recuperar la calma. Instantáneamente, las sabias palabras de un gato gordo llenaron su mente.

"El poder es importante, pero en una pelea tu estado mental lo es todo."

"Esto no aplica solo a los entrenamientos, abarca todo tipo de peleas"

"Cuando se trata de una pelea, una persona promedio y alguien con entrenamiento son todas iguales."

"La mentalidad es la clave, tener la mentalidad apropiada puede llevarte a la victoria incluso si la situación es la peor de todas."

"Esto se duplica con el miedo cuando se trata del miedo, una mala mentalidad hará que te maten."

Volvió a respirar profundamente.

"Al final todo se trata de voluntad, ¿No es así?"

Hablo en voz alta, como si esperara una respuesta. Pero la verdad es que... no la necesitaba, ya no más.

Recuerda haber leído una y otra vez su significado en el diccionario. La voluntad tiene muchas formas de ser descrita en el ámbito psicológico.

Abrió su puño suavemente, casi como si estuviera liberando todo sentimiento negativo con él.

"Pero a quien le importa?"

La voluntad es tan simple como eso, voluntad.

Si quieres mover, muévete. Si quieres comer, come. Si quieres dormir, duerme.

Si te quieres sentir culpable, escóndete y llora en una puta esquina. Si no es así, has algo para dejar de sentirte de esa manera.

Deja de llorar y mueve el culo.

Si quieres sobrevivir... pelea!

Sus ojos brillaron con determinación.

Gabriel recupero la compostura, su estado mental era el adecuado y no se rompería fácilmente.

Aunque todavía no era capaz de matar a sangre fría, podía soportarlo. Todo sea por sobrevivir y ser más fuerte.

Gabriel se había fortalecido. Sus estadísticas no habían aumentado, pero se había hecho más fuerte. Este era un tipo de fuerza diferente.

¡La fuerza para actuar!

Todo esto tomo tiempo en describirse, pero en realidad no habían pasado más de 5 minutos. En eso cinco minutos, fue como si una parte de él se hubiera abierto de repente, su voluntad y corazón se fortalecieron juntos, y justo en el momento indicado.

"¿Huh?"

Los ojos de Gabriel se abrieron de repente, y todos sus instintos se alarmaron, advirtiéndole del peligro.

Dentro de las sombras, múltiples pares de ojos rojos brillaban, mientras decenas de nombres en blanco brillaban ante sus ojos. Con ello, rugidos atemorizantes acompañados de sed de sangre llenaron la sala.

Gracias a su estadística de 'Percepción' elevada, Gabriel casi podía ver perfectamente en la oscuridad.

La visión ante sus ojos no era nada buena.

Era toda una manada de Lobos Dientes de Acero.

Gabriel podía matar fácilmente a un lobo, dos no eran problema y tres ni siquiera representaban un desafío. De hecho, con su confianza restaurada, Gabriel incluso confiaba en ser capaz de manejar más de 10 lobos sin ningún inconveniente y además confiaba en que saldría ileso.

Pero esto...

Gabriel se puso en guardia mientras analizaba con precaución.

"Uno, dos, tres... diez, doce... quince, dieciséis... son más de veinte bastardos."

De un rápido vistazo noto que había por lo menos 20 de ellos.

A su lado, un Lobo con una cicatriz en el ojo se acercó. Parecía ser el líder.

"¡Roar!"

Gruño en su contra.

Al ver que no había opción. Gabriel tomo toda la distancia que pudo, como si tratara de huir. Pero no trataba de hacerlo.

Una vez tomo distancia suficiente, rápidamente guardo la sudadera que traía puesta en el inventario, y saco el Abrigo de cazador junto con la Máscara de Polimorfo.

Se puso ambos objetos lo más rápido que pudo.

Un abrigo negro que le llegaba hasta las rodillas cubría su cuerpo.

Antes de enfrascarse en la batalla, tomo la máscara de polimorfo, y en vez de utilizar su forma de mascara normal. Modifico su forma para que se transformara en un casco, cubriendo toda su cabeza, conservando el mismo diseño de hollow en la parte de en frente.

De esta manera podía proteger su cabeza de cualquier ataque hacia su punto ciego. Y gracias a la magia que esta imbuida en la máscara, no bloquea, ni obstruye su visión de ningún modo.

Después de prepararse, al fin podía pelear sin restricciones.

Las luces del techo finalmente se apagaron, sin ninguna fuente de luz, el pasillo se vio envuelto en oscuridad. Dentro de la oscuridad los ojos de Gabriel brillaron con un destello demoniaco detrás de su máscara.

Gabriel miro hacia adelante con una determinación salvaje. Esta vez, ni su cuerpo, ni corazón temblaban.

En su mente solo se repetía una cosa.

¡Pelea!

Los lobos ya habían corrido hacia él, querían matarlo. No se sentía molesto, él también quería matarlos a ellos.

Esta solo sería una batalla, de cientos de miles de batallas que le seguirán en el futuro.

Soltó su cuerpo y rugió con fuerza.

En medio de la oscuridad su figura se abalanzo hacia las bestias con un impulso indomable.

.

.

.

Por fin el arco de la mazmorra joder.

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