CAPÍTULO 12. RESOLUCIÓN (2)

Sobre los callejones de Hell's Kitchen, una figura vestida de negro se cernía sobre los edificios.

Se movía tan rápido que, si alguien tratara de ubicarlo con la mirada, todo lo que vería seria su sombra.

La figura se detuvo en lo alto de un edificio con vista a un callejón oscuro. Bajo y aterrizo perfectamente sobre el pavimento, sorprendentemente salió intacto ante una caída de mas de 10 metros.

Esta extraña figura vestía un abrigo oscuro con bordados increíbles, pantalones y calzado oscuro, y guantes de cuero negro. Pero lo que mas destacaba de su apariencia era su Mascara blanca de aspecto demoniaco.

Era Gabriel, había visitado el mismo callejón donde tuvo el encuentro con los asaltantes la noche anterior. Estar aquí le recordaba la escena de ayer, lo que le causaba nauseas, y despertaba algunos traumas reprimidos.

¡Quería irse de este lugar lo más pronto posible!

Aun así, lo resistió, reprimió el impulso de salir corriendo de este lugar ahora mismo, y se mantuvo firme sobre sí.

No iba a huir, no de nuevo, es hora de enfrentar sus problemas de frente. Es hora de seguir avanzando.

Y para eso debe demostrar su convicción, debe reafirmar su resolución.

Gabriel desapareció del callejón tan rápido como llego. Empezó a moverse a su máxima velocidad por todo Hell's Kitchen cubriendo 10 kilómetros a la redonda. Lo que Gabriel está intentando hacer, es superar sus miedos. Y para eso debe saldar algunas deudas.

Siguió buscando por los alrededores, le tomo un tiempo, pero por fin dio con lo que buscaba. No. Con los que buscaba.

.

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Dentro de uno de los interminables callejones peligrosos y oscuros de Hell's Kitchen. Había un grupo de matones de poca monta, estos se recuperaban de una perdida que habían tenido el día anterior, donde un tipo vestido de negro les dio una paliza.

Cada miembro juro venganza contra el hombre de negro, si alguna vez lo llegan a ver lo matarían en el acto.

Pero hoy no, hoy debían descansar y sanar las heridas previas que el tipo de negro les dejo. La mayoría estaba en un estado aceptable, pero uno de sus miembros había recibido un golpe en el estómago que le rompió varias costillas, ende necesitaba reposo en cama por un tiempo indefinido.

La banda de asaltantes, reducidos a solo 4 miembros por Gabriel estaban esperando en un lugar específico, iban a reunirse con alguien.

"Arhg… ¿Cuánto mas tendremos que esperar a ese tipo?"

Billy el tipo que intento acuchillar a Gabriel la noche anterior se estaba quejando en voz alta. Ya había pasado mas de una hora y el tipo que les debía entregar la mercancía aun no aparecía.

"Lo que tengamos que esperar, así que cállate."

Tom el líder, que le disparo a Gabriel, hablo y callo a Billy.

"Tsk." Billy chasqueo la lengua y se resignó en silencio.

Con el silencio y la calma reestablecidos el grupo reanudo su actividad de espera en silencio, la cual se hubiera mantenido toda la noche de no ser porque Billy abrió la boca de nuevo.

"Ey, chicos… "

"¡Arhhgg! ¿¡Que carajos Billy?! ¿¡Podrías callarte solo 10 minutos?!"

Uno de los miembros no pudo soportarlo mas y arremetió contra él, los demás también estaban a punto de decirle algo. Pero sus siguientes palabras dejaron a todos en un silencio sepulcral.

"¿Que haremos con el tipo de ayer?"

Parecía una pregunta estúpida, pero a la vez tenía mucho sentido.

Nadie se atrevió a contestar. Si alguien mas les hubiera hecho lo que 'ese' tipo les hizo anoche, es probable que ese 'alguien' ya estuviera tres metros bajo tierra o durmiendo con los peces. Pero ese tipo era todo menos normal, no importa si era velocidad, fuerza o habilidad. Esa 'cosa' superaba cualquier parámetro de lo normal.

-¡Demonios, esa cosa era aprueba de cuchillos!- Esos eran sus pensamientos.

Por esa razón, nadie sabia como contestar a esa pregunta.

Al ver la débil atmosfera, Tom decidido levantar los ánimos.

"Que cosas preguntas."

"¿Eh?" Billy respondió confundido.

Tom solo lo miro y dijo.

"Obviamente vamos a matar a ese bastardo, ¿Por qué dudas? ¿Viste como salió corriendo con la cola entre las patas? No importa que tan fuerte sea un humano con el arma adecuada… " Saco su pistola e hizo énfasis en ella. "… Lo volveré mi blanco de tiro."

"Eh, si supongo." Respondio Billy.

"Tienes razón. Sera mejor que el tipo no asome su cabeza por aquí o deberá dejar más que su cartera la próxima vez.."

"Ese es el espíritu jajaja."

"Ha ha ha."

"Ha ha ha."

Entonces parodiaron la típica escena de carcajadas que los matones comunes suelen hacer.

Los altos edificios y estructuras tapaban la luz de las lámparas, solo podían verse las sombras mientras que la única fuente de iluminación provenía de la luz natural de la Luna.

Sin ello estarían a oscuras, una oscuridad total que no provee ningún tipo de rango de visión, haciendo este callejón el lugar perfecto para llevar a cabo actos ilícitos o transacciones ilegales.

Sobra decir que es por eso que eligieron esta ubicación.

*Creek*

"¿Oyeron eso?" Alguien pregunto.

"¿De qué hablas?"

"Se oyó como pasos."

Tom decidió callarlos

"Shh, guarden silencio. Debemos mantener un perfil bajo, ¿Recuerdan, idiotas?"

"Pero juro que es-"

"Callate!" Esta vez Tom tuvo que levantar la voz, el otro sujeto se callo a regañadientes mientras revisaba el lugar en silencio.

Estuvo mirando con los ojos abiertos cualquier rastro de movimiento, pero todo estaba oscuro.

Entonces noto algo extraño.

-Uno, dos, tres… ¿Eh? ¿No éramos cuatro?- Fue ahí cuando noto que les faltaba un miembro.

-Probablemente fue a regar los arbustos en algún lado- Pensó.

Al principio no le tomo importancia, pero después de un tiempo sintió que algo andaba mal.

-Espera un segundo, si necesitaba irse nos hubiera avisado.-

Su mente había sentido el peligro y sus sentidos se afilaron. Inconscientemente busco cualquier señal de ruido o movimiento que extraño, que no resultara familiar. Era el cuerpo humano actuando en respuesta a una situación desconocida.

-¿Qué demonios esta pasado?-

Entonces noto algo extraño, su amigo no había hecho ruido cuando se fue. Tenia mal presentimiento, un escalofrió en la espalda.

El silencio reino el lugar durante unos minutos, sus amigos no habían notado que les faltaba alguien.

Había tanto silencio que uno podía escuchar la respiración de las cuatro personas presentes.

-Espera… ¿Cuatro?-

Conto de nuevo.

-Uno, dos, tres… ¿¡Que?! ¿Cuatro?-

Estaba muy confundido en ese momento, y un irreconocible miedo se sembró en su corazón. Aunque se estuviera muriendo de miedo, decidió el resolver el misterio en cuanto a la cuarta presencia. Probablemente era un animal, un gato o un perro y en el peor de los casos seria un vagabundo, de ser así habría que hallar un modo de deshacerse de él.

Se concentro en extender sus sentidos, buscando el origen del sonido proveniente de la cuarta respiración que tal parece no pertenecía a ninguno de sus compañeros.

-¿Hmm?-

Por alguna razón la cuarta respiración se sentía mas cerca de lo normal.

Empezó a temblar por alguna extraña razón.

Y finalmente, sucumbió al miedo, cuando se percato de que la cuarta respiración estaba al lado de él.

Pero antes de que pudiera gritar y advertirles a todos, dos manos salieron de entre las sombras y lo jalaron hacia la oscuridad.

Su nariz y respiración se vieron bloqueadas, trato de resistirse usando todas sus fuerzas, pero fue en vano. Sea quien sea el que los este atacando tiene una fuerza descomunal, al final, solo pudo mirar impotente hacia sus amigos viendo como estos no notaron que estaban siendo acechados por algo.

Se resistió un tiempo, pero empezó a perder la conciencia. Finalmente, cayo inconsciente y su cuerpo fue arrastrado bajo la luz de la luna.

.

Pasaron los minutos, el lugar estaba en silencio, fue algo bueno, le gustaba el ambiente silencioso.

Pero algo le molestaba, hace mucho que no escuchaba ruido, es decir, ninguna clase de ruido.

Claramente podía escuchar su respiración y la de Billy.

¿Pero que paso con los demás?

Tenia un mal presentimiento de esto. Estaba a punto de advertirle a Billy que algo andaba mal, pero algo sucedió en ese momento.

*Chocar*

¡Dos cuerpos adultos habían caído desde lo alto, eran sus compañeros!

"¿¡Que mierda?! ¿¡Josh?! ¿¡Mike?!"

"¡Maldita mierda! ¿¡Quien esta ahí?! ¿¡Quien hizo esto?!"

Los miembros restantes de la banda estaban asustados. No se habían dado cuenta cuando desaparecieron sus compañeros, para ellos, un minuto estaban todos y al siguiente dos de los suyos habían caído del cielo como si nada.

"Y-Yo… ¡Yo me largo de aquí!"

Uno de ellos había sucumbido al miedo rápidamente, probablemente por la acumulación de malas experiencias seguidas. No pudo soportarlo más y estaba listo para salir corriendo de allí.

"¡No Billy espera, hay que permanecer juntos!"

Tom no era el líder por algo, era más inteligente que sus compañeros y sabia que lo mejor que podían hacer en este tipo de situación era quedarse juntos.

Su compañero pareció no escucharlo y corrió echando leches. Pero justo cuando estaba apunto de salir del callejón…

Una alta figura salió de la oscuridad golpeándose contra el pobre Billy a una velocidad sobrehumana, estrellándolo contra la pared antes de caer y darse un fuerte golpe contra el concreto.

*Slam*

Fue en ese instante que lo vio. Bajo la única fuente de iluminación presente, en el reflejo de la luz de la luna.

Ropas oscuras, una máscara blanca demoniaca con colmillos y franjas negras que caían desde arriba, un abrigo pesado pero ligero a la vista y esos ojos… Ojos amarillos que brillaban en la oscuridad, acompañados de un resplandor diabólico junto con una iris demoniaca, que dejaba estelas de luz por donde se movía.

Se quedo allí, parado. Mirándolo fijamente.

Entonces esa… cosa volteo su mirada.

*Glup*

Trago por los nervios.

La figura encapuchada empezó a caminar hacia él, lentamente.

"¿T-Tu eres el, cierto? A-Aquel que ha estado interfiriendo con los negocios de los rusos, ¿n-no es así?"

No contesto, siguió avanzando. Pero su silencio solo sirvió para aterrorizarlo más.

"¡R-Responde Maldita sea!"

Siguió callado.

*Gasp*

Incluso si estaba asustado ha estado en el bajo mundo durante mucho tiempo, ha visto mucho y ha experimentado múltiples situaciones de vida o muerte, por lo que logro calmarse y concentrarse de nuevo.

Saco su pistola y la apunto contra el 'demonio', amenazándolo con ella.

Pareció haber funcionado ya que ese 'monstruo' se detuvo a solo 5 metros de él, incluso podría haber jurado verlo temblar un poco.

Esto le otorgó un destello de esperanza que ilumino su confianza envuelta en miedo, reforzando su voluntad.

"¿¡N-No eres tan rudo ahora o sí?!" Su voz se escucha quebradiza, pero no le importo.

Después de un breve lapso de tiempo, entre el cual el 'Demonio' y el compartieron un concurso de miradas.

Parecía que aquel tipo se había recuperado y reanudo su andar. Con cada paso el corazón del hombre temblaba.

"¡T-Tu, deja de moverte!"

No le hizo caso, el 'Demonio' siguió acercándose lentamente.

Finalmente, el no pudo soportarlo más. Rugió en ira y desato una ráfaga de balas sobre el demonio que se le acercaba.

"¡AHHHHH!"

*Pum*

*Pum*

*Pum*

3 disparos resonaron fuertemente, pero la escena frente a él fue tan ridícula e impactante que no podía describirse en palabras.

Volvió a disparar, esta vez, mirando fijamente al demonio frente a él, priorizando no perderlo de vista.

*Pum*

*Pum*

*Pum*

¡Ahí esta!

Entonces pudo presenciar esta terrible escena, un recuerdo que seguirá atormentándolo incluso después de mucho tiempo.

Frente a él, fue testigo de una hazaña inhumana. Cada vez que disparaba una bala de su arma, el monstruo frente a el desaparecía en un borrón, dejando estelas de luz por donde pasaba.

¡Esto era demasiado irreal!

Mientras tanto, en la mente de la extraña figura humanoide fluían distintos pensamientos.

Este 'demonio' no era otro más que Gabriel disfrazado.

Regresemos un momento en el tiempo, concretamente unas horas antes.

.

.

"Quiero ser más fuerte."

Fue lo que dijo.

La pantalla flotante frente a él no se inmuto.

"Quiero ser más fuerte."

La pantalla siguió sin cambios.

*Respira*

Gabriel tomo una fuerte bocanada de aire frio, y dejo salir el aire tranquilamente.

*Suspira*

Se había calmado. Entonces hablo una vez más.

"Sistema… ¡Hazme más fuerte!"

*Blip*

Un sonido de notificación sonó, acompañado de una voz femenina que le era muy familiar.

-¿Ehh? ¿Funciono?- Pensó con duda.

[Has aprendido «Esprintar (Nvl. 1)»]

[Has aprendido «Espíritu inquebrantable (Nvl. 1)»]

¡Habilidades!

Demonios, estaba tan concentrado en conseguir puntos y aumentar mis estadísticas que lo olvide por completo.

La parte mas importante de un sistema de jugador…

¡Las habilidades!

"Abrir" Gabriel pronuncio y un cuadro de texto flotante se abrió, era su estado.

===

[Nombre: Gabriel

Nivel: 1

Clase: Ninguno

Título: Ninguno

HP: 100 MP: 10 Fatiga: 0

-Estados-

Fuerza: 30 Vitalidad: 10

Agilidad: 10 Inteligencia: 10

Percepción: 10 (Puntos disponibles: 31)

-Habilidades-

Habilidades Pasivas:

Bendición del Gran Hechicero Kandiaru (Nvl. Max)

Espíritu inquebrantable (Nvl. 1)]

Habilidades Activas:

Esprintar (Nvl. 1)

===

Ahora no solo tenia 31 puntos, sino que incluso habia aumentado su arsenal.

¡Gabriel había obtenido dos habilidades!

No había palabras que describieran la felicidad y emoción que Gabriel sentía en estos momentos. Rápidamente, empezó a revisar la información de sus nuevas habilidades.

===

[Esprintar (Nvl. 1)

Habilidad Activa. Coste de Mana: 5 (+1/Minuto)

-Actívalo para aumentar tu velocidad de movimiento en un 30%. Cuesta 1 mana por minuto mantenerlo.-

'Toda esa carrera ha fortalecido tus piernas' ]

[Espíritu inquebrantable (Nvl. 1)

Habilidad Pasiva. Costo de Mana: 0

-Cuando está por debajo del 30% de HP, todo el daño recibido se reduce en un 50%.-

'Tienes un espíritu inquebrantable.' ]

===

Al ver sus habilidades, no pudo evitar sentirse muy satisfecho.

Durante toda la serie, repetidamente se demostró como la habilidad de Esprintar fue imprescindible para Jin woo, por lo que no podía esperar para poder probarla por primera vez.

En cuanto a la otra habilidad, no estaba para nada mal.

Gracias a esto, Gabriel pudo confirmar su teoría previa.

El sistema puede responder de acuerdo a mis deseos y necesidades.

Gabriel no podía saber por completo como servía este misterioso sistema, si se inclina mas por sus deseos que por sus necesidades, por sus necesidades sobre sus deseos, o un poco de las dos.

Pero al menos pudo deducir que este sistema tenía un objetivo.

¡Hacerlo más fuerte!

Y que clase de persona seria Gabriel si no aceptara este regalo?

Mientras el sistema lo haga fuerte, Gabriel no tendrá ningún problema con él. Lo que venga después, serán problemas que el resolvera en el futuro.

Regresando al presente.

.

.

Cuando volví a ser amenazado a punta de pistola otra vez, debo admitir que sentí miedo y duda.

Pero si llegue hasta aquí fue para demostrarme a mi mismo que tan fuerte es mi resolución al respecto.

No tenia porque enfrentar o temer una pistola, mi equipamiento es lo suficientemente fuerte como para resistir balas, pero de todos modos lo hice.

Si me doy por vencido solo por que este asustado, entonces no podre ser mas fuerte, no me merezco ser fuerte.

Por eso no me importo estar a punta de cañón, y seguí avanzando.

¡Esprintar!

*Pum*

*Pum*

*Pum*

Gracias al uso de mi nueva habilidad podía alcanzar una velocidad suficiente como para esquivar balas a menos de 5 metros, e incluso algo más.

Sin que su atacante pudiera notarlo, Gabriel movió rápidamente su mano y tres pequeños objetos fueron presa de su palma.

Gabriel se movía a una velocidad considerablemente rápida, que oponentes normales solo podrían ver un borrón acompañado de un rastro de estelas de luz amarillas dejadas en el aire.

Finalmente, Gabriel llego hasta donde estaba el asaltante y se paró frente a él.

Todo esto toma tiempo en describirse, pero la verdad es que desde que Gabriel inhabilito al otro maleante hasta que se paro frente al ladrón armado, no paso mucho más de un minuto.

El matón (Tom) solo pudo observar temblando esta escena. Entonces Gabriel extendió su brazo y coloco su puño cerrado centímetros frente a Tom.

Abrió su palma y seis casquillos de balas cayeron al piso.

Finalmente, todo rastro de valentía, confianza o intento de lucha desapareció del espíritu de su oponente. No. Su presa.

Tom observo esta escena temblando.

Su cara, pálida del horror brillaba gracias al reflejo de la luz ambiental, enseñando su semblante aterrorizado del miedo, todo causado por demoniaca figura frente a él.

Trato de hablar.

"Y-Yo… Kghk-"

Pero Gabriel no lo permitió.

Usando una mano sostuvo y apretó el cuello del asaltante, estampándolo fuertemente contra la pared mientras lo suspendía en el aire.

La peor parte de todo, es que Tom no podía hacer nada, no podía quejarse del dolor o mostrar resistencia. La fuerza de Gabriel superaba con creces los parámetros de lo normal. Una persona común solo puede quedarse sin hacer nada y esperar su final bajo la fuerza absoluta de Gabriel.

En ese momento, desde que Gabriel entro al callejón y acabo con los cuatro maleantes, fue la primera vez que por fin hablo.

La parte más terrorífica de todo esto, es que no se podía ver su rostro, la voz salía de su máscara sin ninguna obstrucción y se extendía por el aire, como si no tuviera una máscara en primer lugar, proveniente de lo que sea que se encuentre detrás de esa mascara.

Solo Tom que presenciaba esta escena de primera mano podía describir lo terrorífico y traumatizante que era esta escena.

Una voz grave, profunda y monstruosa salió de la boca de Gabriel. En ningún momento bajo al asaltante.

"Escúchame. Y escúchame bien. Te voy a bajar y cuando lo haga, quiero que me cuentes todo lo referente al bajo mundo… ¿Entendido?" Una voz demoniaca reverbero en los sonidos del asaltante.

Reuniendo todas sus fuerzas asintió en respuesta, como pudo.

Gabriel vio esto y asintió.

"Bien."

*Slam*

El asaltante se dejo caer en el suelo, mientras se sentaba sobre su trasero tratando de tomar aire y con sus manos agarrando su garganta.

Después de un tiempo el oxígeno regreso a sus pulmones y su respiración había vuelto a la normalidad. Eso no evitaba que su corazón latiera a mil por hora.

Recordando su situación, el asaltante acepto su destino de mala gana, ¿Qué otra opción tenía?

Después de mucho tiempo le pregunto a Gabriel.

"¿Qué es lo que quieres saber?"

Gabriel lo miro en silencio durante unos segundos, con sus ojos amarillos perforando su alma.

"Todo…"

Finalmente, Gabriel dejo caer esas palabras, mientras la persona a sus pies lo miraba aterrorizado.

Fue como si hubiera visto al mismo 'Demonio'.

.

.

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