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CAPÍTULO 65: MALAS NOTICIAS.

Alexa.

 

En medio de mi inconsciencia, siento como alguien me lleva en brazos muy delicadamente, como si estuviera cuidando de no lastimarme o de no despertarme. Pienso de inmediato que no puede ser Ryan quien me carga, porque los días que llevo secuestrada y en las pocas veces que tengo algo de consciencia, es un total infierno. Tanto, que en una de las discusiones y peleas por evitar que me tocara, me vio el anillo de bodas y enloqueció por completo. Prácticamente, había tratado de arrancarme el dedo para quitármelo.

 

Quien me lleva?, me pregunto porque evidentemente no podía ser él. Es alguien que me transmite paz y seguridad y siento como una calidez que me gusta, pero mi cuerpo aún no puede moverse a mi control, ni puedo abrir mis ojos para ver quién es. De un momento a otro, comienzo a escuchar sonidos que empiezan a aumentar con cada paso de quien me lleva y cuando el ruido es bastante ensordecedor, alguien comienza a gritar fuerte por el ruido y sorprendentemente sé quién es, reconozco su voz.

 

- Arturo dice que puedes poner a Alexa en el cuarto que hay atrás en el jet...

 

- Está bien, gracias Andy.

 

No lo puedo creer, Damián es quien me está cargando. Por fin estoy de nuevo con mi esposo, no había sido un sueño cruel cuando lo escuché y me abrazó al levantarme gritando con imágenes horribles llenas de demasiada sangre. Mi mente no me había jugado una mala pasada como pensé.

 

Trato de mover una vez más algo de mi cuerpo pero me es bastante difícil hacerlo. Después de un tiempo, siento como me depositan en algo blando y cómodo, luego me arropan con una especie de manta, por lo que deduzco que estoy en una cama.

 

- Te amo... - Me susurra Damián y luego siento sus labios en mi frente.

 

Trato de mover tan siquiera alguno de mis brazos para retenerlo y pedirle que se quede conmigo pero es inútil, me siento exhausta y después que escucho una puerta al cerrarse y no escuchar absolutamente nada, sé que estoy sola y me vuelvo a quedar dormida.

 

Me despierto algo asustada y estoy desubicada, me siento un poco mareada, con la visión un poco borrosa. Trato nuevamente moverme y lo logro, pero me duele todo el cuerpo, por lo que decido quedarme acostada y de un momento a otro, mi mente me lleva a recordar que ya estoy con Damián. 

 

Al momento siguiente, alguien entra tratando de no hacer ruido, luego siento que la cama se mueve y después siento la respiración de alguien en la parte de atrás de la cabeza. Respiro profundamente y con mucha tranquilidad porque efectivamente es él, lo puedo reconocer por su olor que siempre me ha gustado, aunque ahora su olor es bastante tenue, parece que desde hace bastante tiempo no se ha echado su perfume Le Male.

 

Como me gusta estar cerca de él y entre sus brazos. Muevo una de mis manos para coger una de las suyas y colocarla en mi regazo.

 

- Te amo Damián... - Logro decir en un susurro por mi debilidad.

 

- Por fin estás despierta amor y yo te amo más...

 

Dos semanas después...

 

Han sido unos días difíciles, me duele todo el cuerpo, otra vez estoy llena de moretones y me duelen mucho las heridas producidas por los grilletes que Ryan me había colocado en mis días de cautiverio y aunque me siento un poco tranquila porque sabía que ya no iba a regresar más a atormentarme, me daba lastima pensar en cómo termino un hombre que pudo haber tenido lo que hubiera querido, ya que pudo tener el mundo a sus pies, pero lamentablemente erro su camino y de la peor forma.

 

Damián no quería contarme muchos detalles de lo que había sucedido, pero al final accedió, supongo que no quería contarme por miedo a que pensara mal de él pero es al contrario. Si yo hubiera estado en su misma situación, hasta hubiera hecho más estupideces y él no fue quien asesinó a Ryan, solo le hizo algunas cositas que se merecía por todo lo que nos había hecho a ambos. 

 

Últimamente había decidido usar blusas y sweaters de manga larga para tapar las vendas de las heridas de mis muñecas porque me había dado cuenta que cuando Damián las ve, se pone extraño y se va la mayoría de las veces con algún pretexto y tampoco es que me sienta muy cómoda mostrando mis heridas.

 

Estoy sintiendo angustia, miedo de perderlo. Han pasado tantas cosas y ahora enterarnos de que Ryan también asesino a sus padres de una manera u otra por mi culpa, cambiando su vida aún sin conocerlo, me llena de terror de que termine odiándome y aunque sé que no debería culparme, no puedo evitar hacerlo. Es como si todo lo que quisiera con solo tocarlo, lo destruyo por completo.

 

- Amor, la cena está servida... - Me dice Damián al entrar a la terraza de nuestra habitación, interrumpiendo mis pensamientos y miedos que me están invadiendo el alma y el corazón por completo.

 

- eeee, si... ya voy... cariño. - Le respondo un podo perdida.

 

- Te sucede algo?... - Me pregunta al arrodillarse al frente de la silla en donde me encuentro sentada.

 

- No te preocupes... no me sucede nada. - Le respondo mientras le acaricio el rostro con mis dedos. Él como respuesta me besa la palma de la mano.

 

Noto que sus ojos se desvían por un momento hacia la venda de mi muñeca y luego agacha un poco la cabeza. Me hago la tonta y me levanto rápidamente de la silla entrando a la habitación, me peino un poco y luego lo miro a través del espejo.

 

- Vamos?. - Le pregunto y él asienta la cabeza afirmativamente.

 

Empezamos a comer con los demás y como siempre, Andy y Kelly son el centro de atención hablando de todo y haciéndonos reír a los demás, se puede ver que son muy felices juntos y que se complementaban bastante.

 

Mis muñecas me están doliendo más de lo normal, tal vez porque en el transcurso del día había hecho muchos movimientos con ellas y no me estaba dejando coger los cubiertos muy bien, así que el dolor me ganó y dejo de comer.

 

- Te duele?. - Me pregunta Damián al oído.

 

- No, ya estoy llena. - Le respondo sin mirarlo y tratando de prestar atención a lo que están diciendo Andy y Kelly.

 

- Mentirosa... tienes el plato prácticamente intacto.

 

Al momento siguiente, Damián comienza a partir pequeños trozos del salmón que hay en mi plato para luego dármelos con los camarones y espárragos con champiñones salteados en mantequilla gratinados al horno.

 

- Damián, no es necesario que me des de comer, de verdad que ya estoy llena...

 

- Ni siquiera almorzaste hoy...

 

- Cómo lo sabes?... - Le pregunto totalmente sorprendida por saberlo, así que me encuentro con su mirada.

 

- No puedo creer que a estas alturas me estés preguntando eso...

 

- Lo que pasa es que como ya no estamos juntos tanto tiempo y me ignoras un poco, pues no creí que te dieras cuenta de esos pequeños detalles.

 

- Alexa Lennox... - Me dice mientras se toca el puente de la nariz con los dedos.

 

- Cualquier cosa que tenga que ver contigo, por más pequeña que sea, me interesa en absoluto porque es tuya y con respecto a lo otro... yo no te estoy evitando mi amor, es que... 

 

- Discúlpenme por molestarlos a la hora de la cena, pero tenemos que hablar contigo urgentemente Damián... - Dice Hunter, quien se encuentra con el señor Reagan, Vincent y Arturo, la persona que era el socio de Ryan y que ahora está de nuestro lado.

 

- Sonia... - La llama.

 

- Dime Damián.

 

- Qué coma por favor, le están doliendo las muñecas. - Le responde totalmente serio, entregándole los cubiertos con los que me estaba dando de comer.

 

- No te preocupes hijo, yo me encargo.

 

- Gracias Sonia. - Le responde y antes de salir del comedor, me da un pequeño beso en los labios, luego se va con los hombres que acaban de llegar y Andy lo sigue.

 

No sé cómo explicar, pero de inmediato siento un escalofrío recorrer todo mi cuerpo porque algo me dice que ha pasado algo horrible, lo pude sentir al verles las miradas a ellos.

 

Como media hora después, los hombres que llegaron a la casa se despiden y salen. Giro mi cabeza y están detrás de mí, Damián y Andy.

 

- Ven, tenemos que hablar... - Me dice Damián al tenderme su mano como símbolo de que vaya con él.

 

Damián me lleva hacia el estudio, entramos y directamente me lleva hacia el sofá después de cerrar la puerta y se sienta a mi lado.

 

- Qué está pasando Damián?. - Le pregunto un poco ansiosa.

 

- Alexa... amor...

 

- Dime ya Damián, qué sucede?.

 

- Sabes que tu tío y tu prima... no se han comunicado mucho con nosotros desde hace meses, pero hace ya casi dos meses que no los hemos podido ubicar ni hacer ningún tipo de contacto con ellos hasta el día de hoy...

 

- Y en donde los encontraste? o están acá en la casa?. - Le digo algo emocionada y me levanto para dirigirme hacia donde me iba a decir que ellos estaban esperándome.

 

- Amor...

 

Inmediatamente lo veo en sus ojos y lo único que puedo hacer, es quedarme quieta. Mi cuerpo de inmediato comienza a temblar y las lágrimas empiezan a caer por mis mejillas.

 

- Si amor... murieron...

 

- No es cierto, verdad?, todo esto tiene que ser una equivocación.

 

Damián me abraza y yo caigo de rodillas al suelo, comenzando a llorar descontroladamente al tiempo en que Damián me sigue abrazando arrodillado en el suelo a mi lado.

 

- Esto no me puede estar pasando de nuevo!!!, no es justo!!!, a cuantas personas más debo de perder para poder tener una vida normal y tranquila...

 

Mientras sigo llorando, recostada en el pecho de mi esposo, alguien entra al estudio.

 

- Kelly, trae un té y uno de los sedantes que le recetó el doctor a Alexa por favor.

 

- Por supuesto. - Responde ella con ganas de llorar, se puede escuchar en su voz.

 

- Aquí estoy contigo amor... - Me dice Damián mientras me mantiene en sus brazos, tocando mi cabello y espalda con sus manos, reconfortándome y consolándome.

 

Después de algún tiempo, ellos intentan darme el té y el medicamento, pero me rehúso.

 

- Mi niña, tomate el calmante por favor... - Me dice mi nana quien también tiene los ojos hinchados de llorar.

 

- No quiero nana, era la única familia de sangre que me quedaba y aunque mi prima era muy difícil, sabes que la he querido toda mi vida como si fuera mi hermana... y mi tío... - Comienzo de nuevo a llorar.

 

- Amor... tomate el medicamento y el té por favor...

 

No le contesto nada en absoluto por lo que él suspira en modo de frustración, pero luego coge la pastilla de la bandeja en donde se encuentra el té, se la introduce en la boca y aplasta sus labios con los míos, abriéndome la boca con su lengua para luego pasarme el medicamento, haciéndomelo tragar.

 

- Qué te pasa Damián?, casi me ahogas... - Le digo bastante enojada y empujándolo un poco lejos de mí para mirarlo con total desaprobación.

 

Él solo me observa y luego toma un sorbo del té.

 

- Esa pastilla sabe horrible, quieres pasarla con el té? o si quieres también te lo doy... - Me dice al mirarme ofreciéndome la taza de té, pero como me demoré un poco en contestar, ya iba a beber otra vez de la taza para hacer lo mismo que había hecho con la pastilla pero lo detengo.

 

- Ya ya, voy a tomar... - Le digo al quitarle la taza de sus manos.

 

Mi nana sale del estudio dejándonos a mi esposo y a mí junto con nuestros amigos.

 

- Aún no puedo creer que estén muertos y de una manera tan horrible, completamente calcinados en esa cabaña en donde Ryan los tenía secuestrados. Aunque Gisselle nunca fue santo de mi devoción, fue una muerte horrible y jamás le hubiera deseado algo así.

 

- Kelly... ya es suficiente. - Le dice Damián.

 

- Ale perdóname, soy una bocona, me he juntado tanto con Andy que ya me volví imprudente... - Me dice al sentarse al otro lado mío.

 

- Eso también es culpa mía... estoy hecho... - Protesta Andy al escuchar el comentario de su novia.

 

- En fin, después de muerto, Ryan sigue haciendo más daño... - Comenta Kelly y yo solo puedo pensar en que ella tiene razón y lo peor de todo, es que no sé hasta dónde dejo su maldad planeada en mi contra.