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CAPÍTULO 46: DÉJAME CONTARTE UNA HISTORIA...

Damián.

 

- Es hora de que aclaremos las cosas, porque la verdad es... que ya no quiero perder más el tiempo y quiero estar contigo, vivir al máximo cada día de mi vida a tu lado. - Le digo sin dejar de mirarla, parado en la puerta de su oficina. 

 

- Damián... ya te dije que tengo muy presente las razones de nuestro matrimonio y que Tatiana fue y tal vez siga siendo alguien importante para ti... Cuando todo esto acabe, te devolveré de inmediato tu libertad... no debes preocuparte por eso... - Me dice mientras permanece sentada en uno de los sofás pero mirando hacia el ventanal, que permite tener una gran vista de la ciudad. 

 

- Por favor Alexa... ya no digas tantas tonterías... - Le digo mientras me acerco a ella tocándome el puente de la nariz con mis dedos de la mano derecha. 

 

- Pero... - Intenta contestarme pero me adelanto a ella. 

 

- Solo guarda silencio y escucha muy atentamente la historia que te voy a contar... - Ella se queda en silencio mirándome para luego asentir con un leve movimiento de su cabeza. 

 

- Bueno... creo que voy a necesitar un trago para escuchar lo que me vas a decir. - Me dice mientras se levanta y camina hacia el bar que tiene en su oficina para los clientes que vienen a verla. 

 

- Me podrías regalar un whiskey?... creo que también voy a necesitar un trago... - Ella se gira y me mira un poco sorprendida porque sabe que yo no bebo, pero no dice nada. 

 

Un par de minutos después, vuelve con los tragos en las manos, ella se sienta en el suelo sin zapatos en la alfombra colocando su espalda en el sofá para sostenerla. Me da el vaso con el whiskey y yo hago lo mismo que ella, me siento en el suelo a pocos centímetros de ella, quitándome el saco y la corbata. 

 

- Te escucho... - Me dice al acomodar sus piernas de lado muy propiamente para no levantar mucho su falda. 

 

- Creo que voy a empezar por el tiempo en que entre a las fuerzas especiales... - Bebo un trago del vaso que tengo en la mano para comenzar. 

 

- Al poco tiempo de entrar en la academia militar, comencé a mostrar un talento innato para este tipo de trabajo, bueno... eso fue lo que me decían mis superiores. 

 

Unos meses después de haber ingresado, entre a un equipo élite y ahí conocí a Tatiana. Nos fuimos tratando por las misiones de prueba, empezamos a salir y luego terminamos teniendo una relación de tres años... 

 

Yo pensé que había encontrado a la mujer indicada, ya que nos entendíamos muy bien, teníamos los mismos gustos, pensábamos de manera similares, trabajábamos muy bien juntos, en fin... Como nos acoplábamos tan bien, pensé que también estábamos sintonizados y que queríamos lo mismo... pero no fue así.

 

Decidí proponerle matrimonio, así que compre el anillo y la llevé a un restaurante para proponérselo, pero ella ya tenía otros planes en los que mi opinión no importaba. En ese momento conocí una faceta de Tatiana que no había visto o que no había querido conocer. Mientras ella hablaba sobre la propuesta que había recibido para ir a Alemania y me decía que ya había pasado los documentos para requerir el traslado de los dos al país europeo, observaba a una persona completamente extraña para mí. 

 

La mujer que tenía enfrente era una mujer egoísta, egocéntrica, algo ambiciosa. Me sentí excluido de tomar las decisiones sobre mi propia vida y de mi futuro, me sentía como un títere en sus manos. 

 

Esa misma noche terminamos nuestra relación porque yo no me iba a ir con ella, sobretodo en esas condiciones y menos sin consultarme sobre sus planes. 

 

Después de esa noche, no volvimos a vernos. Me enteré que a los pocos días había arreglado todo para irse a Alemania y obviamente ella nunca se enteró de que le iba a proponer matrimonio y mucho menos que sería esa misma noche. 

 

Me concentré en mi trabajo, me refugié en las misiones para no pensar en nada, para no lidiar con el dolor de mi corazón roto, porque a pesar de todo... yo seguía enamorado de ella y finalizar una relación es como pasar por una especie de duelo. 

 

La vida que había planeado tener desde hace un par de meses atrás, se había derrumbado como un castillo de naipes, pero todo se terminó de caer cuando mis padres murieron... Mi vida me había cambiado de golpe, de pronto me encontré a cargo de una niña pequeña, me entero de todos los problemas financieros en los que mis padres estaban involucrados, problemas de los que ellos no me habían dicho absolutamente nada. Había tenido que renunciar a mi trabajo para poder estar con Lisa y cuidarla, ya que solo nos teníamos el uno al otro, aunque Andy me empezó a ayudar con todo, su apoyo fue de gran ayuda y siempre se lo voy a agradecer, aunque en este momento quiera golpearlo... 

 

Me sentía mal con mi familia, me sentía completamente culpable por haberlos abandonado. Había estado tan sumergido en mis cosas, que había sido egoísta con ellos. Traté de solicitar préstamos para conservar la casa, pero todo fue en vano y un par de meses después de la muerte de mis padres, lamentablemente Lisa y yo tuvimos que abandonar la casa que había sido nuestro hogar por muchos años, en donde teníamos todos nuestros recuerdos, pero estaba totalmente decidido a que algún día iba a recuperar la casa de mi familia y aún no he renunciado a ese sueño... 

 

Me volví guardaespaldas con Andy después de que renunciamos a las fuerzas especiales, no era algo que me gustara mucho pero pagaban bien y me permitía estar más cerca de Lisa y compartir un poquitico más de tiempo con ella. 

 

Al final me contrataron para cuidar a un diplomático en dónde todo era muy tranquilo y me permitía estar cerca de Lisa. Durante un tiempo me sentí más tranquilo, un poco más de estabilidad en nuestras vidas aunque en ninguno de mis empleos permitían que Lisa se quedara conmigo, algo que evidentemente no me gustaba porque no podía verla tan seguido como quisiera así viviera cerca de mí ubicación, pero por lo menos el saber que ella estaba al cuidado de la madre de Andy me reconfortaba un poco. Una mujer a la que le tengo un gran cariño y agradecimiento, quien ahora es feliz con su nueva pareja. 

 

Después de un tiempo, volví a sentirme abrumado y a la deriva cuando al diplomático le dieron la orden de regresar a su país de origen, quedándome sin empleo, a la espera de que saliera otro servicio en la agencia. 

 

Durante ese tiempo me dediqué a dedicarle tiempo a mi hermanita y a vivir de mis ahorros mientras surgía algo. Hasta que un día llegó mi mejor amigo a decirme que me había conseguido un empleo en el lugar en el que él se encontraba trabajando. Al final me convenció, pero no fue nada fácil volver a alejarme de Lisa. 

Llegamos a una enorme casa, que digo casa... mansión, pero lo que más me sorprendió, fueron las grandes comodidades que tenían los empleados. Todos eran muy amables y atentos, se podía ver y sentir que a todos les gustaba trabajar en esa casa. 

 

Andy me llevo al estudio de la casa en donde se encontraba mi protegida, mi nueva jefa. Al entrar en aquella habitación, puedo ver a una mujer joven montada en una escalera sacando unos libros, ella estaba vestida muy sencillo pero con muy buen gusto. La verdad me había sorprendido, pensé que vería a una mujer un poco extravagante... pero cuando ella se giró para verme y que pude detallarla un poco, inmediatamente pensé que era una mujer muy bonita, que parecía modelo y que sus ojos color miel, eran absolutamente hermosos. 

 

Ella era la primera mujer que me hacía apenar y me hacía sentir nervioso. Para mí sorpresa, era una mujer amable, que valoraba el trabajo de las personas sin importar lo que hicieran, pagándoles más de lo que era necesario. Con el sueldo que ella me pagaría, podría hasta ahorrar una gran cantidad para recuperar nuestra casa. 

 

A medida que fue pasando el tiempo y la iba conociendo, me sorprendía todo de ella... su amabilidad, su sencillez, su dulzura, que era extremadamente trabajadora, encantadora. Una mujer que ayudaba a los demás, con sensibilidad por el dolor y los problemas que pudieran tener las personas. Ella comenzó a formarme una opinión distinta sobre las personas con dinero, hasta creo en mí, un sentimiento de admiración y respeto hacia ella. 

 

Cuando la veía con su novio, me parecía que él no era el hombre adecuado para ella, tenía algo que me hacía desconfiar y me molestaba de sobremanera. Verlo junto a ella, era como ver a un ángel en las manos de un demonio tratando de dañarlo, pero el día en que ella me dio la sorpresa de llevar a mí peque a vivir conmigo, fue un día muy especial para mí y fue ese mismo día... en que me di cuenta, que sentía cosas por ella, cosas que no había querido admitir. Me di cuenta de que me había enamorado de mi protegida... 

 

Amaba todo de ella... sobre todo su sonrisa. Amaba la forma en que trataba a Lisa y después pude comprender que lo que sentía cuando la veía con su prometido eran celos, unos enormes celos de querer estar en su lugar. Cada vez que lo veía cerca de ella, que la tocaba y que pasaban tiempo solos en su departamento imaginándome mil cosas... me moría de celos. Pero si él era su felicidad... tendría que aprender a vivir con mis sentimientos y ocultarlos muy bien, así me estuviera muriendo por dentro porque solo tendría que bastarme con que ella fuera feliz, mantenerme cerca de ella y protegerla con mi vida. 

 

El tiempo pasaba y más me enamoraba de ella, jamás pensé que se pudiera llegar a sentir tanto por alguien, ni siquiera por Tatiana había sentido algo parecido y yo que había creído que la amaba y que tal vez nunca podría olvidarla. 

 

El día de su boda, fue el peor día de mi vida hasta ese día... cuando la vi vestida de novia fue como una alucinación... era la mujer más hermosa del mundo. Siempre lo es sin importar lo que se ponga, pero ese día se veía... 

 

Quería robármela pero ella lo quería a él, yo no estaba a su altura y su felicidad era lo más importante... 

 

En el momento en que ella diera el sí... sería como si me clavaran una daga en el corazón, pero todo se volvió un caos... Ella salió corriendo desesperada, destruida por culpa de ese imbécil que no se la merecía. La busqué por horas y horas hasta que al fin la pude encontrar. Me dolía su dolor, verla en pedazos, llorar con angustia y desesperación. Quería correr a abrazarla pero ella necesitaba soledad, así que la vigilé desde lejos para darle su espacio. 

 

Mientras la veía como en trance, mi preocupación, mi rabia y las preguntas aumentaban. Cómo pudo herirla de esa manera?, ella no se merecía algo así, fue lo primero que pensé. Pero lo peor estaba por venir... 

 

Todo sucedió como en cámara lenta, un automóvil la atropello levantándola por los aires... este si era el peor día de mi vida. Sentí algo que no sé cómo describirlo pero siempre lo siento cuando ella está en peligro, corrí hacia ella y cuando la vi, supe que la situación era muy delicada y que ella podría morir. 

 

Los siguientes días fueron un infierno para mí, el miedo me invadía a cada momento pensando que en cualquier momento iba a salir un doctor a decirme que estaba muerta, las horas pasaban y ella seguía muy grave. Un día se apiadaron de mí y me dejaron verla, sentí un dolor muy profundo al verla conectada a tantos equipos médicos, al verla tan herida, sin poder respirar por sí sola. Sólo podía pensar en que ella no me podía dejar, ella no podía morirse porque yo no podría soportarlo... 

 

En esa visita, ella sufrió un colapso y prácticamente la estaba viendo morir sin poder hacer nada. Mi desesperación y mi impotencia me superaron por completo y por primera vez en mi vida, lloré como un niño pequeño abandonado a su suerte, menos mal que después de un largo tiempo pudieron reanimarla y estabilizarla. A partir de ese momento el médico encargado de ella, me permitía quedarme con ella todas las noches hasta el amanecer. Me quedaba para hablarle, leerle los libros que a ella le gustaban y que su amiga Kelly me llevaba al hospital. Ella y yo nos habíamos vuelto muy amigos porque compartíamos el dolor de ver a Alexa en ese estado, de verla entre la vida y la muerte... además, ella se había dado cuenta de mi secreto, ella sabía que estaba enamorado de su amiga. 

 

Cuando ella despertó del coma, fue como sí volviera a estar vivo aunque su estado tanto físico como mental no fuera el mejor, pero aun así no importaba porque ella estaba viva y yo la ayudaría a que se recuperara así fuera por mucho tiempo. Quería estar ahí siempre para ella, apoyarla porque la amo y estuve muy cerca de perderla. 

 

Fue una recuperación larga y difícil y con el pasar de los días, ella entró como en shock y en una absoluta depresión, pero una vez más saco su fuerza y valentía que tanto amo en ella y salió de ese episodio... ya después nos daríamos cuenta que ella había estado así pero por otras razones. 

 

Con el tiempo, comencé a notar que se estaba sintiendo insegura con su cuerpo y consigo misma, que su amor propio y su autoestima eran muy bajos. Recuerdo que sólo podía pensar en cómo ella podría sentirse mal si es la mujer más hermosa en el mundo, la más hermosa que yo he conocido y que solo tenía que darle tiempo a su cuerpo para que terminara de curarse y de que el hecho de que aún pudiera verme reflejado en sus hermosos ojos color miel... era único para mí. 

 

Hubo un momento en el que me sentí desorientado porque ella comenzó a alejarme por la razón de que ella se sentía traicionada como amiga porque supuestamente no le contamos que Kelly yo teníamos una relación de pareja según ella y sus conclusiones. Estaba un poco desesperado porque no quería que pensara mal de mí en todos los sentidos, quería gritarle que yo no estaba con nadie, que no tenía ojos para nadie más que para ella... pero sólo podía aclararle mi situación con Kelly para que no me viera como alguien desleal. 

 

Cuando llegó su amigo de la infancia y veía la complicidad que había entre ellos, el cariño con el que ella lo miraba, las confianzas de él para acercársele y para tocarla... despertaron nuevamente mis celos, pero con la diferencia de que me sentía totalmente abatido porque este amigo era buena persona, no como el tal Hall, él parecía merecerla... 

 

Por cosas del destino o de la vida, no sé realmente cuál de las dos intervino, ocurrió algo que no fue en el mejor momento, pero si fue el mejor para mí... 

El elevador en el que estábamos bajando para irnos a casa después de llevar a su amigo a su cuarto de hotel, había empezado a fallar y este se había inclinado un poco, haciendo que cayera encima de ella y de repente nos estábamos besando. Yo la tenía entre mis brazos como siempre lo había soñado y deseado desde hace mucho tiempo y si no fuera por la situación en la que nos encontrábamos, tal vez no hubiera podido detenerme. 

 

Después de ese momento, realmente me sentí emocionado y esperanzado, porque ella también me había besado y eso me demostraba que ella estaba sintiendo cosas por mí, ella me estaba empezando a notar como hombre y después de todo por lo que hemos pasado y vivido los dos, sobretodo de que estuve a punto de perderla, esta vez no iba a renunciar a ella. Haría lo que estuviera en mis manos para conquistarla porque ya no puedo estar lejos de ella y menos ahora que había probado sus labios y que con solo una vez me había vuelto adicto a ellos. 

 

Luego la vida me sonreía de nuevo, dándome la oportunidad de ser su esposo y no desaprovecharía esta oportunidad, haría lo que fuera para que ese matrimonio se vuelva completamente real, pero también tenía que ser cuidadoso. 

 

En nuestra primera noche como esposos, me moría por dormir con ella pero no quería presionarla ni hacerla sentir incómoda. Luego volví a vivir un profundo infierno, cuando desapareció y no sabía nada de ella, temiendo lo peor. Pasé días sin poder dormir, el poco sueño que lograba conciliar era cuando dormía abrazando una de sus almohadas. Pasaba mis días sólo bebiendo café, no me pasaba mucho la comida, solo me importaba encontrarla y cuando tuve un indicio de donde podía estar, salí corriendo sin dudarlo…

 

Y ahora estoy aquí... contándole a ella mi historia para que entienda que estoy loco por ella, que no tengo ojos para nadie más, que me muero por seguir siendo su esposo hasta que me muera, que Tatiana es parte de mi pasado y que ya no me interesa aunque ella me ruegue ahora. Que nunca en mi vida realmente había sabido que era el amor hasta que la conocí, que es lo mejor que me ha pasado en la vida, que me muero por hacerle el amor y hacerla mía... - Volteo a verla y lágrimas recorren sus mejillas, me acerco despacio y con mis dedos trato de limpiar sus lágrimas, cojo una de sus manos y la pongo en mi pecho sobre el corazón. 

 

- Esto... que es mi corazón... te pertenece solo a ti, fue tuyo desde el primer día que te vi sin darme cuenta y será tuyo hasta el día que deje de latir.