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CAPÍTULO 41: VIVIENDO UN INFIERNO.

A medida que voy corriendo hacia el lugar de la explosión, me doy cuenta que el caos es efectivamente en la zona donde se encuentran las salas de interrogación. En cuanto llegamos, nos reciben a punta de disparos varias personas vestidas de negro, formándose un gran tiroteo. Me coloco rápidamente detrás de una columna para resguardarme de los disparos, luego me asomo con cuidado para contar cuántos son y sus ubicaciones. Andy y los demás se ubican cerca de mi posición.

 

- Ya sabes cuántos son?. - Me pregunta Andy desde su ubicación. 

 

- Si, hay dos al lado derecho, uno en la pared del fondo en la última columna y el otro está en la segunda columna. Hay otros tres al lado izquierdo de mi posición, hay dos en la cuarta columna del fondo y el otro, está en la pared que da a la oficina de la segunda columna. Yo me encargo de los dos que están a mi derecha, ustedes encárguense de los tres que hay a la izquierda y tú Tatiana, busca y ayuda al General Bike. 

 

Todos toman sus posiciones y yo solo cuento mentalmente el tiempo en que se tardan entre disparo y disparo. En el momento en que hacen sus disparos, comienzo con mi cuenta mental, cuando sé que ya van a volver a salir a disparar, me adelanto a ellos por unos microsegundos, salgo y cada uno recibe una bala en la cabeza. 

 

Pasan algunos minutos y en la zona en la que nos encontramos, ya tenemos el perímetro asegurado, pero aún se pueden escuchar más disparos en otros lugares de la estación y unos minutos después, escuchamos otra explosión. Corremos para ayudar en otras partes de la estación que son atacadas. Al final, trato de concentrarme en ayudar, ya que estoy seguro de que Alexa está con el General y estoy seguro de que él la protegerá, por lo que trato de dejar a un lado mi ansiedad por verla y que esta no crezca. 

 

Cuando por fin todo está en calma, me apresuro a salir a buscar al General Bike por toda la estación, ya que Tatiana tampoco ha regresado después de mandarla a buscarlo. Camino por uno de los pasillos al lado de Andy a paso rápido porque como ya todo está bajo control, mi ansiedad y necesidad de ver a Alexa sana y salva me invade mucho más cada minuto que pasa, pero mientras vamos caminando, siento por un momento que alguien me observa y sin dejar de caminar, giro mi cabeza por un momento para mirar pero no veo nada. 

 

En el camino nos topamos con el General quien se encuentra con Tatiana y con otros cinco hombres que lo custodian. De inmediato corro hacia su ubicación. 

 

- General... dónde está mi esposa?. - Pregunto al llegar a la ubicación de ellos. 

 

- Alexa no está conmigo agente Evans. - Me responde con algo en su voz que no puedo descifrar. 

 

- Pero como... usted la llamó para que se reuniera con usted cuando nos encontrábamos en la cafetería. 

 

- Así es Agente Evans, yo me reuní con ella porque Bale me dijo que sólo hablaría con ella pero sin ningún tipo de vigilancia. Yo vine para contarle a ella lo que Bale estaba pidiendo y bajo qué condiciones. Ella sin dudarlo aceptó, conociendo el riesgo y el peligro que estaba corriendo... le pregunté si quería hablarlo o consultarlo con usted, pero ella me respondió negativamente, porque según ella, todo lo que fuera sobre este tema, ella era la única que iba a decidir. 

 

- No puede ser... - Digo en un susurro. 

 

- El problema agente Evans... es que la primera explosión, fue detonada en la zona donde quedan las salas de interrogación, al parecer la explosión fue realizada en la sala dónde ellos dos estaban. Todo está lleno de escombros por lo que nos ha sido imposible llegar hasta ellos y conocer su estado, pero ya vienen los rescatistas... 

 

- Nooo!!!, no, no, esto no me puede estar pasando de nuevo y mucho menos ahora... - Me digo mentalmente. 

 

Trato de enfocarme en pensar que ella está bien, que tiene que estar bien. 

 

- Andy... acompáñame a mirar que podemos hacer... 

 

- Por supuesto... vamos muchachos!!!. 

 

Llegamos al lugar y unos empiezan hacer una cadena para ir quitando y transportando escombros, mientras otros están analizando el lugar. 

 

- Alexaaaa!!!, me escuchas?!!!, contéstame amor!!!!. - Es lo primero que hago al mirar el lugar. 

 

- Señora Evans!!!!. - También grita Thompson pero no obtenemos respuesta.

 

Cuando llegan los rescatistas a los pocos minutos de que nosotros comenzamos a levantar los escombros, ellos toman el control pero a paso de tortuga por seguridad de todos. Yo solo intento mantenerme centrado y calmado, pero a medida que va pasando el tiempo, me cuesta aún más hacerlo. Los demás agentes, se dispusieron a ayudar a los heridos y lo que se pudiera presentar mientras yo solo marco al celular de Alexa, pero tampoco obtengo una respuesta. 

 

Han pasado alrededor de dos horas y aún no se ha encontrado nada, ya estoy totalmente desesperado por no saber nada de ella. Andy trata de distraerme, de darme ánimos y se lo agradezco profundamente pero yo no voy a tener paz hasta que sepa algo de ella, hasta no verla bien y hasta que no esté en mis brazos. Andy sigue hablando cuando escuchamos... 

 

- Encontramos un cadáver!!!. - Grita de repente uno de los rescatistas. Al momento siguiente, siento de inmediato un nudo en el estómago y un escalofrío recorrer todo mi cuerpo, pero aun así me acerco para ver a quién han encontrado. 

 

Mi corazón late fuerte a medida que me voy acercando al cuerpo sin vida que han acabado de sacar de los escombros. 

 

- Es Bale... - Comenta entre susurros Andy. De inmediato suelto un suspiro de alivio y luego me agacho con Andy para observar mejor el cuerpo de Bale. 

 

- Él no murió por la explosión, le vaciaron toda la munición del arma y murió desangrado. - Le digo a Andy. 

 

- Esto fue más que solamente acabar con un cabo suelto. - Me dice Andy. 

 

No digo nada más pero mientras veo meter el cuerpo de Bale en la bolsa negra, me invade el miedo de que Alexa pueda estar muerta y sólo salgo de ahí para tomar un poco de aire, pero cuando quiero regresar para ayudar con los escombros, Andy y los demás me mantienen alejado del lugar para que deje a los rescatistas hacer su trabajo. 

 

Las horas siguen pasando y no hay ninguna novedad sobre Alexa, solo un tiempo después se encontró el celular de ella totalmente destruido. Al llegar la noche, se llega a la conclusión de que Alexa no está entre los escombros. Todo apunta a que Alexa ha sido secuestrada por los asesinos a sueldo que habían atacado la estación. 

 

Llamo a Vincent y a Hunter para que me ayuden a encontrarla, pero lamentablemente la situación no está nada fácil, ya que por culpa de las explosiones, todos los equipos electrónicos como cámaras, equipos de rastreo y la electricidad, provocaron el daño de los equipos en un rango de diez kilómetros a la redonda desde la estación. Igualmente Hunter me dice que no me desespere, que trataran de averiguar algo por otros medios y para acabar de ajustar, Andy ya me tiene cansado con la insistencia de que deberíamos irnos a descansar porque ya no tenemos nada más que hacer y además hemos quedado en reunirnos con Hunter muy temprano. 

 

La verdad, es que yo no quiero irme a ninguna parte pero ya son las once de la noche y prácticamente Kelly y Andy, me sacaron a rastras de la estación. Kelly y el señor Roger habían llegado hace como una hora porque el General Bike y Andy les habían contado todo lo que está ocurriendo. 

 

Al llegar a la mansión, nos recibe la señora Sonia con los ojos rojos e hinchados de llorar. Apenas me ve entrar, se acerca a mí dándome un abrazo. 

 

- Yo sé que la amas y qué estás sufriendo más que nadie... - Me dice en el oído en un susurro mientras me abraza. 

 

- Quieren algo de comer?... - Pregunta la señora Sonia a todos los presentes. 

 

- Muchas gracias Sonia... pero yo no tengo hambre, voy a acostarme, estoy cansado. - Le respondo dándole una pequeña sonrisa pero sin mirar a nadie más, apresurándome a subir las escaleras. 

 

- Déjalo... él necesita estar solo... - Escucho decir a Andy mientras voy subiendo hacia el segundo piso, al parecer Andy le estaba diciendo a alguno de los presentes para que me dejen tranquilo. 

 

Llego a la segunda planta de la casa y me dirijo a la habitación de Lisa, entro cuidadosamente viendo que está completamente dormida y que de nuevo le ha dado una patada a la cobija hasta tirarla al suelo. Me acerco y vuelvo a cubrirla con ella, le doy un beso en la frente y salgo sin hacer ningún ruido para no despertarla. Entro en mi nueva habitación y me dirijo al baño para tomar una ducha porque tengo polvo y suciedad por todas partes. Me doy una ducha rápida, me pongo una sudadera de color gris y una camisa blanca como pijama. Me acuesto en la cama mirando hacia el techo sin poder conciliar el sueño a pesar de estar agotado. Me giro para ver el lado donde Alexa normalmente duerme y me acerco hasta colocar mi cabeza en una de sus almohadas, respiro profundamente y su almohada tiene su aroma a duraznos, luego cojo la otra almohada para acercarla a mi pecho y abrazarla. 

 

Una agonía se apodera de mí completamente, el no tenerla a mi lado, el no saber en dónde está, si está bien o si está herida, si la están lastimando o peor... esas son ideas que no puedo soportar. Una lágrima resbala por un lado de mi rostro hasta caer en la almohada en la que tengo apoyada mi cabeza, quedándome así un tiempo más hasta que el cansancio me vence y su aroma me arrulla, haciendo que finalmente me quede completamente dormido. 

 

En las primeras horas de la mañana llegan Hunter y Vincent y un par de horas más tarde llegan el General Bike y el señor Reagan para hacer una reunión y establecer nuevos protocolos de seguridad, tanto para la casa como para las oficinas y demás. 

 

Después de estar reunidos casi toda la mañana, nos repartimos las tareas, quedándome con Hunter y Vincent para tratar de encontrar alguna pista sobre Alexa, pero aún no tenemos nada. Así pasa otro día sin saber nada de ella, por lo que decido encerrarme en el estudio como ella lo hace cada vez que se siente abrumada. El estar aquí me tranquiliza un poco, sé que es tonto pero la siento de alguna manera cerca de mí. 

Comienzo a sumergirme más en mis pensamientos hasta llegar al día en que la conocí, que precisamente fue en este lugar. Ese día ella se giró en la escalera con varios libros en la mano para mirarme con sus hermosos ojos color miel y en cuanto mis ojos se encontraron con los suyos, quedé fascinado. 

 

Alguien toca la puerta y luego la abren sacándome de mis pensamientos, dejándome algo confundido porque pensé que le había puesto seguro a la puerta. Veo que Kelly se asoma un poco apenada. 

 

- Sé que es idiota preguntar... pero te encuentras bien?... han pasado casi dos días ya y prácticamente no has comido ni dormido nada, nos preocupas... - Me dice Kelly al pararse completamente delante de La puerta. 

 

- Ponle seguro por favor... - Es lo único que digo. Kelly se gira, se lo pone y se acerca al escritorio, sentándose en uno de los bordes para quedar frente a mí. 

 

- No... no estoy nada bien, Alexa no está aquí conmigo y lo peor es que no sé en qué condiciones está... 

 

- Lo sé Damián, pero no creo que a ella le guste verte así, además, ella te necesita fuerte. 

 

Me reclino en la silla y miro hacia la lámpara que está ubicada en el centro del estudio. 

 

- Yo lo sé y no voy a descansar hasta encontrarla, pero... tengo miedo Kelly, tengo miedo de que está vez si la pueda perder para siempre, tengo miedo de que no la vaya a poder encontrar, de no volverla a ver... con vida... 

 

- Ay Damián.... te entiendo más de lo que crees... yo también tengo miedo de que ella no regrese... 

 

Kelly acerca una de sus manos para coger la mía como signo de apoyo, al instante, vuelven a tocar la puerta, Kelly me mira y yo le hago una señal para que abra. 

 

- Sabía que estaban aquí consolándose el uno al otro. - Dice Andy al entrar y limpiar las lágrimas de su novia y luego darle un beso en la mejilla acompañado de un abrazo. Luego él me mira. 

 

- No puedo ni siquiera imaginar por lo que estás pasando, como tampoco lo pude imaginar cuando ella estuvo tan mal en el hospital. Sólo sé que sí yo tampoco supiera nada de la mujer que amo y que además es mi esposa... ya me hubiera vuelto loco y tal vez en este momento no sea de gran ayuda porque no calma tú desesperación, pero no estás solo, estamos todos contigo y la vamos a encontrar... 

 

- Gracias... - Andy se me acerca y me da un abrazo. 

 

Nos quedamos hablando en el estudio los tres sobre otras cosas hasta entrada la noche. Agradecía que Andy y Kelly estuvieran aquí, apoyándome, dándome ánimos y tratando de distraerme. Pero el infierno que estoy viviendo... sólo se irá el día que yo vuelva a tenerla aquí conmigo, entre mis brazos. 

 

Trato de dormir un poco pero sólo logro dormir como tres horas más o menos y eso porque las almohadas con el olor a Alexa me ayudan un poco, así que desde muy temprano me reúno con Hunter para ver si logramos averiguar algo, pero parece como si estuviéramos en un callejón sin salida y esto me está llevando a mi límite. 

 

Nuevamente llega la noche y una vez más, alguien vuelve a tocar la puerta interrumpiéndome. Respiro profundamente para tomar algo de paciencia. 

 

- Adelante... - Respondo mientras me sobo la cien con mis dedos. 

 

- Hola... - Me dice ella al asomarse por la entrada. 

 

- Dime Tatiana... qué necesitas?... - Le respondo al volver mi mirada hacia la tableta que tengo en mis manos. 

 

- Quería saber... mmm si quieres comer algo?... 

 

- No gracias, estoy bien con el café. - Le respondo sin mirarla, ya que estoy entretenido mirando unas fotografías en el tableta. Casi en el mismo instante, entra Andy. 

 

- Lo siento si interrumpo algo, pero necesito que vengas a mirar algo por favor. - Dice Andy un poco apenado por haber entrado tan abruptamente en el estudio. 

 

- Muy bien... vamos. - Digo al levantarme para luego salir del estudio. Después de un par de minutos, regreso al estudio y veo que Tatiana tiene mi celular en las manos. 

 

- Alguien llamó?. - Pregunto al entrar en el estudio. 

 

- Eeeee, no, sólo lo estaba mirando... nada más. - Me responde algo extraña. 

 

- mmm, ya veo... - Comento. 

 

- Entonces... no quieres comer nada?. - Me vuelve a preguntar. 

 

- No Tatiana… gracias, cuando salgas hazme el favor de cerrar la puerta, necesito y quiero estar solo por favor. - Le digo mientras vuelvo a sentarme en la silla. 

 

- Como quieras... - Me responde un poco molesta y cuando toma la perilla de la puerta, levanto mi mirada y la observo. 

 

- Otra cosa Tatiana… 

 

- Siiii?... - Me dice al voltearse con una enorme sonrisa al mirarme como si estuviera esperando algo. 

 

- Si yo no estoy y no te autorizo, no vuelvas a tocar ni a coger mis pertenencias, incluido mi teléfono. Sólo mi esposa puede hacerlo y evidentemente ella no está. - Le digo y en cuanto termino de hablar, vuelvo a concentrarme en la tableta. 

 

- Lo... siento... no volverá a suceder. 

 

Ella sale del estudio muy molesta y más cuando ve que no tiene más atención de mí. Cuando ella sale, me levanto de inmediato y le pongo el seguro a la puerta, miro mi celular pero no tengo llamadas registradas recientemente, pero aun así le marco a Vincent, siguiendo mi instinto. 

 

- Dime Damián, en qué puedo ayudarte?. - Dice Vincent apenas me contesta. 

 

- Quiero que me hagas un enorme favor y averigües si hace poco me entró una llamada a mi celular y en caso de que sea así, quiero que la rastrees por favor. Sé que estás en muchas cosas, pero esto es prioridad y muy importante para mí. 

 

- No te preocupes, ya mismo me pongo en eso. - Me responde y luego cuelga. 

 

No sé en qué momento me quedo dormido en el estudio, pero uno de los celulares está sonando y es por eso que me despierto. Miro la hora y son las seis de la mañana, cojo el celular que está sonando y contesto un poco somnoliento y con un poco de malestar en el cuello. 

 

- Efectivamente te entró una llamada ayer en la noche, exactamente unos minutos antes de que me llamarás, rastreé la llamada y viene de un pueblo que queda más o menos a una hora de la ciudad, el pueblo se llama Jardín y la llamada viene de un hotel-restaurante. 

 

- No puede ser... - Pienso de inmediato. 

 

Tiene que ser ella porque los Olson no tienen este número y nadie más sabe de ellos, excepto Andy y él está en la casa. Además, porque Tatiana no me lo dijo, estoy completamente seguro de que ella tenía mi celular en sus manos porque lo contestó. Claroooo, ella sabe que me había llamado ella y por eso no me lo dijo... 

 

- Gracias Vincent... no le digas a nadie por favor sobre esto, es algo que yo tengo que verificar por mi cuenta. 

 

 

- Está bien Damián, pero repórtate en cuanto puedas y ten mucho cuidado. – Me dice y luego cuelga. 

 

Cojo mi chaqueta y las llaves del Audi de Alexa que está por fuera del garaje museo porque nadie puede entrar en ese garaje y guardarlo, solo Alexa puede ingresar ahí. Por fortuna, al auto no le había pasado nada porque el estacionamiento de la estación de policía estaba un poco lejos de donde ocurrieron las explosiones. Pero ya sin pensar más, me subo al auto rápidamente para ir a buscarla porque tenía que ser ella... tiene que ser ella...