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CAPÍTULO 33: UNA LOCURA.

- Esto es una broma, verdad?. - Pregunta Gisselle un poco histérica.

- No, no es ninguna broma, Damián y yo nos acabamos de casar. - Respondo lo más tranquila posible.

- Vaya, vaya, vaya, la niña perfecta se casó al escondido con su guardaespaldas, que bien. Si ves papá, nadie es perfecto y tú que me decías que fuera como ella. - Le dice Gisselle a mí tío mirándolo con ironía.

- Sé que es una sorpresa para todos, pero fue algo que hicimos sin planearlo y sin pensarlo mucho porque nos amamos y ya no podíamos estar el uno sin el otro y pues... decidimos hacerlo. No fue a escondidas, sólo quisimos hacerlo solos y pronto. No quisimos perder el impulso. - Digo intentando dar una pequeña explicación para no levantar sospechas, pero la verdad, es que soy muy mala diciendo mentiras de semejante calibre.

- Señores, yo creo que es mejor posponer la reunión para mañana como se tenía previsto. - Dice mi tío levantándose del sofá.

- Estoy de acuerdo, la realizaremos mañana a primera hora y me retiro, ya que ustedes tienen mucho de qué hablar. Muchas felicidades por su matrimonio, hacen una hermosa pareja. - Nos dice el señor Reagan al acercarse a nosotros para felicitarnos por el matrimonio.

Una vez que el señor Reagan junto con el señor Bale salen de la casa, hay un silencio algo incómodo entre todos los presentes.

- Y qué?, nadie le va a decir nada a la señorita?, papá!!!. - Dice de nuevo Gisselle, rompiendo el silencio que se había instalado en la sala de mí casa.

- Deja ya tus sarcasmos Gisselle, que nunca he dicho que soy perfecta y tampoco creo que sea un crimen que quiera hacer mí vida y pensar en mí por primera vez. - Digo muy molesta a raíz de los comentarios de Gisselle.

- Papá!!!...

- Ya Gisselle... cállate un momento por favor. - Le dice mi tío ya un tanto exasperado.

- Porqué lo hiciste mí niña?, sin decirnos nada. - Pregunta mi nana.

- Nana...

- Señora Sonia, señor Lennox. - Dice Damián interrumpiéndome.

- No fue algo que planeáramos, pero tampoco fue algo que hayamos hecho a escondidas, porque si fuera así, no les estaríamos contando el mismo día en que nos casamos. Ha sido una locura que quisimos hacer porque nos amamos y debo de confesarles a todos, que he estado enamorado de Alexa prácticamente desde que la conocí y al saber que ella ahora siente lo mismo que yo y me corresponde con sus sentimientos, pues decidimos casarnos y ya. No lo hicimos con la intención de molestar o de lastimar a alguien, es sólo que ya no queremos estar lejos el uno del otro y quisimos hacerlo legalmente. - Dice Damián mientras coge mi mano en señal de apoyo.

- Y yo fui una tonta, por no haberme dado cuenta desde hace mucho tiempo que tenía a mí lado al amor de mi vida, al hombre de mis sueños y que me quita la respiración.

- Se casaron por el civil?. - Pregunta mi tío.

- Así es señor Lennox, ya más adelante haremos la boda religiosa y por supuesto que se hará con calma y con la participación de todos ustedes. - Responde Damián con total calma, como si todo lo que estuviera diciendo fuera real.

- Queee?!!!!, ustedes dos se casaron?. - Grita Kelly a nuestras espaldas.

- Me voy, que cursilería. Dónde yo hubiera hecho algo como esto, ya me estuvieran crucificando, pero como lo hizo la señorita perfección, le celebran la hazaña. – Dice Gisselle antes de salir de la sala muy enojada.

- Bueno?, respondan!!!. - Nos vuelve a preguntar Kelly algo impaciente.

- Pues sí amiga, espero que no estés muy enojada por no decirte, pero la locura se nos ocurrió de golpe y... - Me avergüenzo un poco al tratar de explicar lo sucedido.

- Qué emoción!!!, por fin!!!. - Grita Kelly de nuevo al tirárseme encima para abrazarme con mucha fuerza, dejándome sorda.

- Hermano... pero qué sorpresa. - Dice Andy muy sorprendido al acercarse a Damián para darle un abrazo.

- Felicidades mi niña, pero espero que con la boda religiosa si nos dejen participar y si esta fue tú decisión... yo te apoyo por completo. - Me dice mí nana con mucho cariño y yo lo único que puedo hacer, es mirarla mientras mis ojos se llenan de lágrimas.

- Mi niña, no te pongas así. No hay nada de malo en ser un poco egoísta y pensar por primera vez en ti que en los demás, antes me alegro que estés luchando por tú felicidad. - Me dice mí nana mientras me abraza y yo sólo puedo susurrarle:

- Gracias nana... perdóname...

- No hay nada que perdonarte, mientras tú seas feliz, yo soy feliz.

- Bueno hija... yo pienso igual que Sonia y te apoyo aunque no me guste mucho como hicieron las cosas, pero me alegra mucho que hayas escogido a un buen hombre como Damián. Espero que la hagas muy feliz muchacho, porque ella se lo merece y ya es hora de que tanta tristeza salga de esta casa. Muchacho... bienvenido a la familia. - Dice mi tío al acercarse a nosotros y al estrechar la mano de Damián.

- Gracias señor Lennox. - Le responde Damián al estrecharle también la mano.

- Roger, por favor, ya somos familia muchacho. - Le dice al darle un abrazo.

- Sonia, trae champán para celebrar. - Dice mi tío.

Nos quedamos todos conversando en la sala y Damián comienza a contar una historia de cómo fue que decidimos casarnos y cómo fue que nos declaramos supuestamente nuestro amor. Mientras yo lo observo, sólo puedo pensar en las palabras que le he dicho a mí familia, palabras que quisiera que cada una de ellas fuera verdad y que en verdad él estuviera enamorado de mí. Así que mientras sigo pensando, me bebo la copa de champán como si fuera agua y luego me tiro hacia atrás en el sofá, mirando hacia el techo.

De repente, suena el timbre de la puerta y una de las chicas del servicio doméstico va a abrir y cuando lo hace, entra un hombre guapísimo con dos ramos de flores, un ramo de rosas rosadas y otro de rosas rojas y alguien enloquece al verlo, al mismo tiempo que yo me sonrío.

- No lo puedo creer!!!, Jake!!!, hijo estás aquí o serás una aparición?. - Sale mí nana a abrazarlo eufórica.

- Nana!!!. - Jake, inmediatamente la abraza con una gran sonrisa y con mucho cariño.

- Qué sorpresa y qué guapo estás, déjame verte.

- Y tú estás igualita nana... y esto es para ti. - Jake le entrega el ramo de rosas rosadas y una caja de terciopelo azul oscuro.

Mi nana abre la caja y es una pulsera de oro blanco con un dije de una amatista en forma de lágrima.

- Es hermosa Jake, pero no te hubieras molestado. - Le dice mi nana.

- No es ninguna molestia nana. - Le responde Jake.

- Quieres algo de beber o de comer hijo?. – Le pregunta mí nana.

- Malteada de chocolate!!!. - Respondemos los dos al mismo tiempo, nos miramos y luego nos reímos. Me levanto del sofá y camino hacia él, al llegar a su lado me abraza y me levanta un poco del piso.

- Que gusto verte de nuevo y que estés aquí. - Le digo muy contenta.

- Estás bien?, me enteré de lo que pasó en el elevador del hotel. Traté de llamarte pero me manda inmediatamente a buzón y no sabes lo preocupado que estaba. - Me dice mirándome mientras vuelve a abrazarme.

- Estoy bien... – Le intento responder.

- Buenas tardes señor West. - Dice Damián al acercarse a nosotros muy serio, parándose al lado mío muy de cerca.

- Agente Evans, que gusto en volver a saludarlo. - Le dice Jake al darle la mano y luego se vuelve a dirigir a mí.

- Ale, esto es para ti... - Me dice Jake al entregarme el ramo de rosas rojas.

- Gracias Jake, son realmente hermosas, no olvidaste que son mis favoritas...

- Vaya, vaya, vaya, pero si es Jake West... - Comenta Gisselle bajando las escaleras, arreglada y lista para salir, llevando al parecer en su brazo colgando, el disfraz que había comprado envuelto en una bolsa con cierre en la mitad.

- Hola Gisselle, para mí también es un gusto volver a verte y que aún sigas siendo tan amable... - Le dice Jake con evidente sarcasmo. Gisselle solo le hace una mueca en señal de respuesta.

- Uy Damián, solo llevan unas horas de casados y ya estás dejando que otro hombre le regale flores a tu esposa, te veo grave. - Le dice Gisselle en tono de burla.

- Porque mejor no te largas de una vez y te llevas tú envidia y tú cizaña para otro lado. - Dice Kelly al acercarse a nosotros.

- Ya tenía que hablar la abogada de los pobres, porque mejor no te consigues una vida y dejas de meterte en conversaciones ajenas... - Le dice Gisselle con evidente rabia reflejada en su rostro.

Kelly en ese momento se le iba a tirar encima a Gisselle, pero afortunadamente Andy la detiene a tiempo.

- Ven hija y te acompaño a la puerta. - Le dice mi tío al cogerla del brazo para llevarla a la puerta, mientras Andy trata de calmar a Kelly y Jake me habla.

- Alexa... te casaste con tu guardaespaldas?. - Me pregunta Jake bastante sorprendido.

- Si, me casé hoy. - Le respondo un poco incómoda y sonrojada, mientras al mismo tiempo le muestro mí anillo de bodas.

- Podemos hablar en privado Ale?, bueno, si a tú esposo no le importa?. - Menciona al mirarme y luego a Damián.

- Por supuesto que no amor, ve y habla con tú amigo. - Me dice Damián mientras se acerca a mí para darme un beso corto en los labios.

- Sí… claro, vamos hablar en la zona de la piscina. - Le digo a Jake mientras lo llevo a la piscina y en el transcurso del recorrido, me giro para mirar a Damián confusa.

- Pero qué le pasa?. – Pienso mientras avanzo con Jake.

Llegamos a una de las mesas que están alrededor de la piscina, coloco el ramo de rosas en la mesa y nos sentamos.

- Cómo así que te acabas de casar?, me puedes explicar semejante locura?. - Me dice mirándome fijamente al cruzar sus brazos.

- Bueno... sé que es una locura pero ya te había contado sobre mis sentimientos hacia él. Sabes que estoy profundamente enamorada de él.

- Si Alexa, pero de ahí a que te cases con él de repente y sin decirle nada a nadie, es otra cosa.

- Ya lo sé...

- Pero sabes que te apoyo, verdad?, por más loquita que estés y mientras seas feliz, pues…

- Gracias. - Le contesto con una sonrisa y cogiéndole la mano.

- Ahí están chicos, les traje las malteadas. - Nos dice mi nana al llegar con la bandeja.

- Gracias nana, me haces el favor de colocarme las rosas en agua y de llevártelas para mí cuarto por favor.

- Claro que sí mi niña y aprovecho para preguntarte, me imagino que desde el día de hoy Damián dormirá contigo?, como ya es tu esposo hay que pasar sus cosas. – Me comenta mi nana en medio de la conversación.

Con todo lo que me había ocurrido, no había pensado en eso. Dormir con Damián... de solo pensarlo, me pongo nerviosa y se me hace un nudo en el estómago.

- Si nana, claro que hay que pasar las cosas de Damián a lo que ahora va a ser nuestra habitación y también hay que acomodar a Lisa en otra de las habitaciones que hay en la segunda planta, escoge tú la habitación. Ojalá todo se pueda arreglar hoy o por lo menos la mayoría de las cosas para que ellos estén instalados hoy mismo con nosotros, pero igual, háblalo con Damián, a ver que tiene pensado, porque la verdad no hemos hablado sobre el tema.

- Muy bien, hablaré con él y ya sé que cuarto le voy a organizar a mi niña pequeña, le va a quedar precioso y los dejo para que sigan hablando.

- Muy bien nana...

Ryan Hall.

Estoy en mi despacho bebiendo un poco de whisky cuando suena el celular. Me levanto algo cansado para contestar, porque en los últimos días he dormido muy poco por estar huyendo continuamente. Miro el número el cual reconozco de inmediato, sabiendo quien me está llamando y sin muchas ganas, contesto.

- Llamo para decirte que tú querida Alexa... acaba de casarse con Damián Evans.

Una ira se apodera de mí rápidamente, tiro el celular hacia una de las paredes y luego hago lo mismo con el vaso lleno de whisky que tengo en la otra mano.

- No puede ser!!!, malditoooo!!!, ella es mía!!!! – Grito.

De repente, entra uno de mis hombres rápidamente en mí despacho.

- Qué sucede señor?. - Pregunta un poco alarmado al ver la destrucción que hice con las cosas que tengo ahí.

Estoy tan agitado, que las manos me tiemblan sin control debido a la ira, mientras me trato de apoyar en el borde del escritorio para tratar de normalizar mi respiración y sin mirar a nadie, solo digo:

- Quiero que averigües si Alexa Lennox se casó, con quién, cuándo, dónde y sobre todo, si el matrimonio es legítimo.

- Si señor...

- Pero rápido!!!, que es para antier!!!.