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CAPÍTULO 27: ELEVADOR.

El elevador comienza a mecerse, Damián me abraza con fuerza contra su pecho para protegerme, oprime el botón de emergencia del ascensor pero este no funciona. Con una mano me coge por la cintura y con la otra saca su celular para mirar si tiene cobertura, yo hago lo mismo pero al igual que él, no tengo. Damián saca algo de uno de los bolsillos de su traje y luego se lo pone en el oído.

- Vincent, estamos atrapados en el elevador y no tenemos cobertura de los celulares. Avísale a Andy y sáquennos de aquí antes de que nos maten, es un atentado, Vincent me escuchas?, Vincent... maldición, espero que me haya escuchado. – Lo escucho decir.

El elevador comienza a moverse más bruscamente, como si alguien o algo estuvieran manipulando el cable que mantiene al elevador sostenido. Caigo nuevamente contra la pared por haberse inclinado un poco el elevador, soltándome por un momento del agarre de Damián y al segundo después, él cae encima de mí y sus labios quedan encima de los míos.

Inmediatamente mi mente comienza a decirme que podemos morir en este momento y que tal vez ya no tenga la oportunidad para sentirlo y antes de que mi cordura regrese, mis ojos se encuentran con los suyos al abrirlos, ya que los había cerrado un momento cuando caí en la pared por la inclinación del ascensor.

Puedo verlo por las luces rojas de emergencia y cuando él está comenzando a alejarse de mí, lo jalo por el cuello de su traje para que se acerque de nuevo hasta que nuestros labios vuelven a tocarse. Sus labios se sienten tan bien que dejo de pensar, comenzando a abrirlos lentamente e instantáneamente él hace lo mismo y empezamos a besarnos suavemente, hasta que nuestras respiraciones comienzan a agitarse y el beso se vuelve más apasionado hasta producir un gemido en mí, cuando su lengua y la mía hacen contacto.

Es como si estuviéramos sedientos el uno por el otro, uno de mis brazos está en su cuello acariciando su piel y con la otra su cabello. Sus brazos están en mi cintura y espalda, abrazándome con fuerza, como si tuviera un tesoro que ha querido obtener desde hace mucho tiempo.

Mi blusa en la espalda se ha salido un poco de mi pantalón y él encuentra esa abertura ingresando su mano por ella, tocando mi piel con desesperación y profundizando más el beso. Su contacto se siente tan bien que comienzo a sentir sensaciones extrañas que no había experimentado antes. Con cada caricia de sus manos y de sus labios, empiezo a sentir una necesidad de querer sentir más de él.

El elevador vuelve a moverse pero eso no nos importa a los dos, aunque nos separamos un momento para tomar aire, volvemos a mirarnos y no sé qué me ocurre, pero mi cordura regresa mientras mi respiración trata de volver a la normalidad.

- Lo siento, no sé qué me... - Trato de disculparme y cuando intento seguir hablando, Damián me interrumpe invadiendo nuevamente mi boca con una necesidad más fuerte que antes y yo sólo decido dejarme llevar, porque no tengo las fuerzas para rechazarlo y menos cuando lo amo y que tenerlo así, es algo con lo que he soñado y deseado desde hace meses.

Creo que comienzo a perder el control porque empiezo a desabotonarle la camisa para sentir su piel en mis manos. Su pecho se siente tan bien, es tan fuerte y musculoso como había podido verlo en otras ocasiones, que no puedo dejar de acariciarlo. Me gusta tanto sentirlo, que sale un pequeño sonido de mi boca que todavía está ocupada con la suya.

De repente, él detiene mis manos, separa su boca de la mía y cuando él va a decirme algo, el elevador vuelve a moverse pero con mayor brusquedad, comenzando a caer al vacío.

Inmediatamente Damián me sienta en una esquina con él para tratar de protegernos de la caída y del impacto cuando el ascensor toque el suelo, envolviéndome con su saco al quitárselo y sus brazos.

- Todo va a estar bien, estoy aquí contigo. – Me Dice Damián al darme un beso en la cabeza y agitando un poco mi cabello con su respiración.

Es evidente que vamos a morir en este momento, no tenemos escapatoria, pero la verdad no me importa morir ahora. He probado lo que es estar entre sus brazos, sentir su respiración al besarme y probar su aliento, hasta el punto de hacerme sentir cosas extrañas que nunca había sentido. Pero al final no puedo sentirme tan feliz como quisiera, porque al final él se había apartado de mí, me había rechazado unos segundos antes de que el elevador comenzara a caer. Es demasiado evidente que se arrepiente de lo que ha acabado de suceder y él a diferencia de mí, había recobrado la cordura y la sensatez que yo tenía pérdida.

Siento que estoy cayendo en un abismo mucho más oscuro y profundo que en el que estamos cayendo los dos en este momento. La culpa empieza a invadirme, como había podido llegar a este punto de besar al novio de quien es mi mejor amiga y a ponerlo en esta situación tan incómoda, al hombre que ha sido mi ángel guardián, al que le debo la vida.

Lágrimas empiezan a salir de mis ojos sin control y mis manos comienzan a temblar y por si fuera poco, seguimos cayendo sin control.

- Tranquila, no te dejaré, estamos juntos en esto. - Me dice Damián abrazándome más fuerte, creo que al final, él mal interpreta mi crisis de culpa con el hecho de que vamos a morir.

Unos segundos después, el elevador de repente se detiene.

- Qué ocurre?. - Hago la pregunta al aire.

- Creo que nos atascamos, quiero que te quedes acá sentada y sin moverte. - Me dice Damián mirándome a los ojos y yo sólo asiento con la cabeza.

Damián se pone de pie muy lentamente, tratando de no producir mucho movimiento y luego de unos segundos que parecieron minutos, él dice:

- Voy a intentar abrir la puerta pero no creo que...

- Damián!!!, Alexa!!!, me escuchan?, se encuentran bien?, ya pediste ayuda Kelly?. - Escuchamos la voz de Andy.

- Son ellos... - Digo en un susurro.

- Andy!!!!!. - Grita Damián.

- Damián, están bien?. - Pregunta Andy desde el otro lado de la puerta.

- Si, estamos bien pero escúchame Andy, estamos atascados pero no sé por cuánto tiempo, tienes que conseguir algo con que hacer palanca y abrir la puerta del elevador. Me escuchaste Andy?.

- Si escuché, pero no te preocupes que ya viene la ayuda. - Responde Andy como tratando de tranquilizarnos.

- Andy hazme caso y busca algo para abrir la puerta, no sé si el elevador aguante hasta que llegue la ayuda y nos saquen.

- Está bien, ya regreso y no te digo que no te muevas de ahí porque no tiene sentido

.

- Andy, este no es el momento para tus bromas. - Comenta Damián, pero puedo ver una leve sonrisa en su rostro.

- Damián, acuérdate de que prometimos que nos vamos a morir al mismo tiempo porque no nos vamos a encartar con el cadáver del otro porque somos...

- Hermanos no de sangre pero si por elección. - Repitieron los dos al mismo tiempo.

- Hoy no va hacer el día y si te mueves a buscar lo que te pedí, así bajan más las probabilidades, no te parece?. - Le dice Damián un poco divertido.

- Alexa, estás bien amiga?. - Pregunta Kelly y yo sólo pongo mi cabeza entre las piernas y comienzo a llorar por la culpa que me sigue consumiendo.

- Ella está bien Kelly, solo está un poco asustada. - Responde Damián al mirarme con preocupación al ver que no respondo y solo lloro.

Damián se me acerca despacio aun cuando el elevador se mueve de nuevo por un momento, me levanta el rostro que aún se encuentra entre mis rodillas, me observa y me dedica una sonrisa mientras limpia mis lágrimas con sus dedos y yo me vuelvo a quedar embobada mirándolo, sumergida e hipnotizada en sus hermosos ojos verdes.

De repente, su mirada se desvía de nuevo hacia mis labios y comienza a tocarlos con su dedo pulgar derecho. Es evidente que el más mínimo contacto que tengo con él, me hace perder la razón, haciéndome cerrar mis ojos por un momento para disfrutar de su toque y cuando vuelvo a abrirlos, puedo observar que pasa su lengua por los suyos sin dejar de mirar los míos.

Damián empieza a acercarse a mí y cuando estoy sintiendo de nuevo su respiración en mi rostro, el ascensor comienza a moverse de nuevo, pero unos segundos después, este vuelve a quedarse atascado.

- Estás bien?. - Me pregunta Damián cuando volvemos a quedarnos quietos, yo sólo vuelvo a mover la cabeza.

- Damián!!!, aléjense de la puerta, vamos a tratar de abrirla para poder sacarlos de ahí. - Grita Andy nuevamente desde el otro lado.

- Entendido. - Le responde Damián.

Después de unos minutos y de usar varias herramientas, al final logran abrir la puerta. Damián que nuevamente está sentado a mi lado abrazándome de forma protectora, coge mi rostro para que lo vuelva a mirar.

- No te muevas y sigue al pie de la letra lo que yo te diga, entendido?.

- Si. - Le logro responder en un susurro y antes de levantarse me da un beso corto en mis labios.

Después de que Damián habla y discute algunas cosas con Andy de cómo vamos a salir, él se gira para verme.

- Saldré primero, cuando esté afuera te vas a acercar despacio, muy despacio. Luego quiero que estires los brazos para que Andy y yo te jalemos y salgas más rápido con la fuerza de los dos. - Vuelvo a asentir y a sentirme bastante aliviada porque él estará a salvo.

Damián sale con la ayuda de Andy y de otros hombres, luego veo a Damián agacharse por el poco espacio por el que había salido para mirarme.

- Alexa, quiero que ahora vengas hacia acá como te expliqué. – Me dice agachado.

Me levanto y cuando doy mis dos primeros pasos, el elevador vuelve a moverse, retrocedo pegándome a la pared y volviéndome a sentar.

- No, no retrocedas, tienes que venir hacia mí. - Me dice Damián tratando de mantener la calma.

- No puedo, no puedo, ya viste que se mueve con el primer movimiento que hago. - Le contesto un poco asustada.

- No no no no!!!!, tienes que venir hacia acá con cuidado y ya, no te puedes quedar ahí, te prometo que no va a pasar nada.

- No puedo moverme, no puedo... – Le digo algo frustrada.

- Si puedes o tengo que ir por ti?, morimos los dos juntos, no me importa. – Me dice muy serio.

Luego escucho cuando Damián le dice a Andy que su plan no está funcionando y que debieron de haberme sacado primero y no a él. Después se escucha que están intentando evitar que Damián regrese al elevador conmigo.

- Por favor Alexa, ven hacia mí o tendré que matar a algunos para poder regresar ahí contigo, sin ti no puedo estar. – Me dice al volverse a agachar para mirarme.

- No, no regreses, trataré de ir gateando. - Le contesto, de ninguna manera voy a permitir que él regrese acá y ponga su vida en peligro de nuevo, así que comienzo a gatear por el suelo.

- Así es, sigue así, te falta poco. - Me dice Damián con evidente ansiedad.

Mientras avanzo, el elevador hace más ruidos y se mueve constantemente pero al fin puedo llegar.

- Muy bien, quiero que te levantes y estires los brazos para que podamos levantarte. – Me dice un poco ansioso.

Me pongo de pie con dificultad y alzo mis brazos que tiemblan, luego siento el agarre de Andy y Damián y cuando van a comenzar a sacarme, el elevador de repente hace un estruendo y lo inevitable ocurre, el elevador cae al vacío...