5 PRIMER DÍA EN LA PREPARATORIA
*Ding, dong, ding*
"A ver, todos presten atención"
Parados en frente de toda la clase, Yuuma estaba al lado del auxiliar de la preparatoria mientras esperaba que todo el mundo guardara silencio.
"Como todos saben, Otowa-sensei tuvo que jubilarse repentinamente la semana pasado, por ello en su lugar estará tomando su lugar Miyamoto-sensei, así que espero que puedan aprender bien de él"
"Bienvenido Miyamoto-sensei"
Todos los alumnos saludaron casi al unísono.
"Muchas gracias Torikawa-sensei, gracias a todos por el saludo, espero que nos podamos llevar bien"
Yuuma saludó con una sonrisa mientras que frete suyo, varios mensajes comenzaron a aparecer en la pantalla holográfica de sus sistema.
[¡Empieza una nueva vida! Tus días de desempleado acabaron, ahora tienes que asistir a tu nuevo puesto de trabajo como profesor de la Kashiwanoha High School – misión completada, 1 punto adicional obtenido]
[¡Te encontraste con Marin Kitagawa, la heroína principal de Sono Bisque Doll wa Koi wo suru, tienes 1 punto adicional!]
[¡Te encontraste con Gojo Wakana, el personaje principal de Sono Bisque Doll wa Koi wo suru, tienes 1 punto adicional!]
¡Ahora mismo no solamente había ganado el punto adicional de su misión por haberse convertido formalmente en profesor de preparatoria, sino que incluso se había encontrado con dos personajes de otro anime!
Yuuma no podia estar más contento en estos momentos.
'Estos nombres me suenan en algo… aunque no recuerdo de donde, a ver, veamos quienes son estos muchachos'
"Bien, antes de empezar, voy a tomar lista para familiarizarme con sus nombres, así que estén atentos a la lista"
Tomando un papel Yuuma comenzó a llamar uno por uno a sus alumnos de acuerdo a como se habían anotado en la hoja de asistencia.
Asi fue llamándolos hasta que llegó con la chica que le interesaba.
"Kitagawa Marin"
"Presente sensei"
Al llamado, una chica de cabello rubio levantó la mano en respuesta.
Ella era una chica guapa, tenía el cabello rubio, liso y largo, con las puntas pintadas de rosa. Su zarquillo llegaba por encima de sus ojos color rojo.
Tenía el rostro pintado y muchos accesorios en las orejas y en las manos. Además, su figura esbelta era muy buena para una chica de su edad, en especial la parte delantera.
'Mierda… parece que casi todas las mujeres en este mundo son así de generosas en esa parte… ¡y eso que aún están en la preparatoria!' – pensó nuestro protagonista mientras asentía con la cabeza.
Rapidamente miró de reojo la pantalla de sus sistema para ver más información sobre esta chica.
[Marin Kitagawa de 16 años, la heroína principal de Sono Bisque Doll wa Koi wo suru, es una chica popular en su escuela por su figura y belleza. Además ella trabaja como modelo amateur en una agencia local. Su mayor deseo y también su mayor secreto es poder confeccionar vestidos para hacer cosplay de sus personajes favoritos. En el anime ella se enamora de Wakana Gojo luego de que este le confeccionara sus trajes para hacer cosplay. Tiene 1.65mt, sus medidas son 95-60-85]
'Carajo… ya sé a qué anime pertenece esta chica'
Luego de leer la información dada en el sistema, recordó parte de la historia de dicho anime.
Si bien no lo había visto, su ex novia le había comentado la trama. Sobre como una chica super bella y carismática se enamora de un chico retraído y cero contacto social, la típica fantasía de los otakus.
No obstante, la trama de ese anime se centraba en como el personaje principal confeccionaba los vestidos que la chica requería para hacer cosplay, con lo que ambos se van acercando el uno al otro.
Hay que mencionar que a Yuuma esto no le atrajo mucho, solamente se enteró de ello por que su exnovia lo mencionó y por que se puso uno de los trajes que la protagonista había usado.
'Bueno… esto será interesante'
Sin perder tiempo nuestro protagonista siguió llamando al resto de alumnos hasta llegar al protagonista de dicha historia.
"Gojo Wakana"
"Si… presente"
El muchacho, quien parecía tener una mirada cansada, levantó la mano con un poco de timidez, haciendo que nuestro protagonista asintiera con la cabeza, pero internamente la sacudiera.
[Gojo Wakana de 16 años, personaje principal de Sono Bisque Doll wa Koi wo suru, es un muchacho retraído que ha perdido a sus adres en un accidente, actualmente vive con su abuelo. Desde niño n ha tenido amistades pues su mayor afición es la creación de muñecas artesanales Hina, por las que incluso siente una adoración casi anormal]
'Joder, pobre chico… esto ya no es divertido, es triste'
Yuuma hizo todo lo posible para no pensar más en el muchacho y solo se dignó a seguir llamando la lista del resto.
Toda su primera vida la había pasado tratando de superarse a si mismo y lograr cumplir con todas las metas que se propuso, teniendo éxito en casi todos los ámbitos de su vida, por lo que siempre estuvo en la cima de la cadena alimenticia.
Nunca tuvo tiempo para mirar a los chicos que estaban en el fondo del saco, a aquellos a quienes solo sus familiares voltean a ver, aquellas personas que se dedican a lamentarse de todo lo que les pasa y a echarle la culpa al resto de sus desdichas.
Y aunque la descripción de Wakana Gojo no lo catalogaba como una persona de este tipo, nuestro protagonista sabía que sin la intervención de la chica llamada Marin Kitagawa el chico quizás nunca saldría de su aislamiento social.
Y es que ya daba por perdido la interacción entre estos dos, pues ahora mismo él estaba en este mundo.
No es que de repente tuviera la idea de querer conquistar a esta chica, sino que sabía que su presencia cambiaría por completo la trama de la historia.
Y algo muy en el fondo le decía que todo esto había sido creado con un propósito, uno que no tenía unas muy buenas intenciones.
O mejor dicho, que tenía intenciones muy… calientes.
'Haaa… esto está de locos… ese viejo parece saber cuáles son mis debilidades… ¿acaso todas las personas con las que me tengo que relacionar son adolescentes guapas? Si es así seguro que podría … ¡No! ¡concéntrate! ¿Qué mierda estas pensado? ¡Son estudiantes de preparatoria! Por favor Robert, no caigas tan bajo'
Nuestro protagonista se dio unas palmadas mentales mientras sacudía su cabeza.
Si bien en su vida pasada se metía con cuanta mujer se le atravesara, siempre tuvo sus límites ya que no estaba en sus planes terminar en prisión.
'Espera, técnicamente ahora estoy en un mundo de anime, en donde el sentido común no parece aplicar ¿verdad? Entonces no tendría problemas ya que podría ser una historia de romance entre profesor y alumnas…. Haaa… mejor dejo de pensar en esto, sino me volveré loco. Ahora ya sé que el mundo tiene lo suyo, debo averiguar si hay más personajes principales a quienes debo conocer'
"Muy bien chicos, ahora que ya los conozco en parte, comenzaremos la clase en donde la dejó Otowa-sensei, así que abran su libro en la pagina 34 y lean conmigo…"
Tratando de despejar su mente, Yuuma comenzó su clase.
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En un salón diferente, la chica autodenominada 'Ai-chan' estaba sentada mientras sostenía un pequeño libro frente suyo como si estuviera leyéndolo.
Sin embargo, ahora mismo su mente estaba un poco perdida en otros asuntos.
Ella era chica muy linda y con unos muy buenos atributos, destacando siempre entre las chicas de su edad. Su figura y su rostro siempre la habían hecho destacar siempre.
Aunque podría ser considerado una bendición por el resto de chicas, para ella estas características eran más un problema que una bendición.
Desde la escuela secundaria siempre había atraído las intensas miradas tanto de hombres como de mujeres, haciéndola sentir un poco incomoda.
La mayoría de sus compañeros se comportaban como unos tontos cada vez que estaban cerca de ella, no pudiendo tener una buena interacción con ellos.
Ella sabía que no los podía culpar ya que a esa edad los hombres son unos idiotas que solo saben actuar por sus hormonas, razón por la cual trataba de no relacionarse mucho con ellos.
Y después de ingresar a la preparatoria las cosas parecieron empeorar.
No solo los chicos de grados superiores comenzaron a hostigarla con declaraciones de amor, sino que algunas de las mujeres envidiosas comenzaron a esparcir falsos rumores sobre su persona que se extendieron rápidamente por toda la escuela.
A pesar de saber todo esto, siempre se mantuvo impasible ya que no cedería ante la presión. Siempre se mantuvo firme a sus principios y nunca dio cabida a cualquiera que quisiera aprovecharse de ella.
Es por ello que su visión de las cosas acerca de las relaciones era diferente a la del resto.
Consideraba que los chicos de su edad no eran lo suficientemente maduros como para poder entenderla. Sabía que ellos se fijaban en solo la apariencia y dejaban de lado el resto, sin tener autocontrol de sus propias acciones.
Es por ello que, si alguien le preguntara por las características de su posible interés romántico, ella respondería con una palabra: Madurez.
Ella era una chica que valoraba la madurez de las personas, lo cual era imposible juntarlo con un muchacho de su edad.
Y lo que le pasó hoy en el tren fue algo que no esperaba, pero que parecía reafirmar su forma de pensar.
Como era la representante de su clase siempre venía los lunes más temprano que de costumbre por las reuniones del comité estudiantil. Es por ello que siempre tomaba el tren para poder llegar antes de la hora usual.
Como siempre, el tren estuvo lleno, haciéndola sentir un poco incomoda por las miradas que todas las personas le daban, en especial los jóvenes y los hombres que parecían querer comérsela.
Y como siempre, ella solo ignoró todo ello.
No obstante, una cosa cambió todo.
Una persona.
Un hombre, alguien que era el nuevo profesor de literatura de su escuela.
Cuando lo vio por primera vez no pensó mucho de él ya que para ella era alguien similar al resto, alguien que quedaría encandilado con su figura y que solo intentaría ligar.
Sin embargo, las cosas resultaron diferentes.
A pesar de estar tan apretujados el uno contra el otro, ese sujeto jamás la miró como si fuera un trozo de carne.
Claro que sus ojos la barrieron de pies a cabeza cuando se vieron por primera vez, pero a parte de una ligera impresión por su gran atributo, no hubo otra reacción.
Ese profesor estaba más concentrado revisando algo en su celular que en otra cosa.
Ella siempre pesó que todos los hombres eran seres hormonales que se volverían locos si una situación similar les ocurriera, pero este profesor se comportó tan diferente.
Se comportó con una madurez propia de una adulto respetuoso.
Si bien en el pasado muchos chicos intentaron actuar como personas maduras para poder llamar su atención, ella siempre podía ver a través de sus intenciones.
Pero este sujeto era diferente, su forma de ser era tan natural.
No podría negar que esto la atrajo enormemente ya que era algo que jamás había pesado ver.
Esto llamó poderosamente su atención, orillándola a hacer, inconscientemente, algo que jamás haría con alguien más.
¡Para cuando se dio cuenta de que sus pechos rozaron toda la cintura del profesor ya era demasiado tarde!
Sin embargo, el sujeto no reaccionó como un loco, sino que supo disimular la situación sin malograr el ambiente.
Esto hizo que ella se interesara más por este profesor llamado Miyamoto Yuuma, tanto así que le pidió que la llamara de una forma tan intima como 'Ai-chan', el cual tenía un significado oculto.
"¡Hey! ¡¿Por qué estás en las nubes? ¡acaso estás pensando en mí~?"
"¡Kya! ¡¿Dónde crees que estas tocando?!"
¡De pronto una chica apareció detrás suyo y la abrazó fuertemente mientras sus manos 'accidentalmente' tocaban parte del buen botín!
Esta chica era su amiga Ishigami Shizuka, una enérgica chica miembro del club de voleibol, siendo una muy buena atleta, así como muy popular entre las chicas del salón debido a su comportamiento marimacho.
"¿Qué pasa representante? Hoy andas muy pensativa, eso no es propio de ti" – preguntó Shizuka.
"No es nada, y saca las manos de ahí si no quieres que te dé un golpe, shu, shu" – 'Ai-chan' se puso de pie mientras arreglaba su ropa.
Si bien no le gustaba ser molestada por su amiga, no la odiaba. La valoraba como persona y estaba agradecida por la forma en como la ayudó en algunas situaciones incomodas con algunos chicos.
Además, este era la forma en como la voleibolista mantenía alejados a los chicos para que no se hicieran falsas expectativas, así como una forma de provocarlos.
"Mou, estas hiriendo mi corazón en verdad… ¿Cómo se supone que cultivaremos nuestro amor puro? – Shizuka se quejó con una fingida tristeza.
"Vamos, deja de hacer bromas, ahora solo quiero…"
En eso 'Ai-chan' se quedó callada mientras miraba por la ventaba.
"¿Qué es lo que quieres?" – Shizuka miró a su silenciosa amiga y se le acercó para ver qué era lo que había llamado su atención – "¿Humh?"
En la dirección en la que Ai-chan miraba solo había una persona, un sujeto alto que caminaba lentamente por el patio mientras miraba a varios lugares, como si estuviera buscando algo.
"¿Ese chico hombre guapo no es el profesor que reemplazará a Otowa-sensei?" – preguntó Shizuka – "¿Qué tanto lo miras? Eso no es propio de ti ¿Acaso te ha causado problemas?"
"¿Heh? N-No, por supuesto que no" – respondió su amiga con un poco de titubeo – "Mas bien ¿irás a comprar algo? Tengo un poco de sed y quisiera comprar un té"
Shizuka se quedó en silencio mientras miraba la reacción de su amiga.
'¿Por qué cambia de conversación tan de repente? Nunca la había visto así de nerviosa... ¿no será qué? ... ¡no puede ser! ¡eso es imposible! ¡incluso estuvo tan tranquila mientras rechazaba a todos los chicos que se le han confesado! ¡¿Por qué estaría así solo por ver a este tipo?!'
La mente de Shizuka comenzó a formarse varas ideas de lo que posiblemente esté sucediendo ahora mismo.
¡Su amiga jamás se había puesto así por mirar a alguien! ¡menos a un chico de su escuela!
"Hey, ahora tu eres la que estas en las nubes" – recriminó Ai-chan.
"Está bien… vamos por un té antes que se acabe el descanso" – Shizuka solo asintió ante las palabras de su amiga, no sin antes darle un buen vistazo al chico que se perdía entre los edificios.
Necesitaba que estaba pasando con ese tipo y su amiga.
