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Salvé a una esclava sexual y será mi nueva amiga.

Después de derrotar al Rey Demonio, lo único que quiero es vivir una vida tranquila. Una vida normal... Aunque es más difícil de lo que pensé. Mi sueño es tener una novia y tener amigos. Mientras consiga cumplir uno de esos sueños, moriré feliz. Un día, maté a un grupo de bandidos y rescaté a una esclava sexual. La convertí en un Vampiro y le di una nueva vida. "¡Serás feliz de nuevo, te lo prometo!"

Hector_Angel · Fantasy
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CAPÍTULO 13- Los amigos normales van al cine juntos. Parte 2.

CAPÍTULO 13- Los amigos normales van al cine juntos. Parte 2.

Bien, aquí estamos, en un centro comercial… Qué envidia me da ver a las parejas y a los grupos de amigos.

Fufu. Pero yo ya tengo una amiga.

Por primera vez en mucho tiempo, iré al cine con un amigo.

La última vez que vine acompañado fue en mi vida pasada, con una novia que tenía.

—Ah… Ah…

A veces a Yuik se le olvida que no puede hablar.

Parece muy nerviosa y sorprendida, no deja de observar todo a su alrededor.

Parece una niña pequeña que visita un parque de diversiones por primera vez.

—Aquí puedes encontrar de todo, Yuik… ¿Quieres comer algo antes de ir al cine?

Yuik asintió.

Ella está cambiando, ya no se siente tan incómoda conmigo.

Todo mi esfuerzo está dando resultados.

—Vamos a una cafetería.

Yuik y yo nos sentamos en una mesa a esperar nuestro turno de ser atendidos por un empleado.

—Mmm… Creo que ordenaré la rebanada de pastel de chocolate y una malteada de fresa. ¿Qué quieres tú?

Yuik estaba observando demasiado el menú.

Wow… Está salivando…

Saqué silenciosamente mi teléfono y le tomé una fotografía sin que se diera cuenta.

Qué adorable.

Me veo como un acosador, pero no pude evitarlo, se ve muy adorable.

Guardé mi teléfono y me mostró el menú.

Está apuntando con su dedo índice un enorme helado de diferentes sabores en un gran vaso.

Reconozco ese postre... Es un postre para parejas... Pero Yuik no lo sabe porque no sabe leer, la escritura de este mundo es diferente a la escritura del otro mundo.

Yuik puede entender lo que las personas dicen porque yo uso mi magia para que ella pueda entender lo que otros dicen. Es mi habilidad: [Idioma].

—¿Estás segura? Es muy grande. ¿Te lo terminarás?

Yuik asintió rápidamente.

No puedo decirle no a una chica adorable.

—Está bien.

Después de ordenar y esperar unos minutos, un empleado regresó con nuestra orden.

La dejó en la mesa y se retiró.

—A comer.

Comencé a comer y Yuik también.

Ver el rostro de satisfacción de Yuik es lo que necesitaba para recuperar la energía que perdí en un largo y aburrido día en mi trabajo.

Mientras que Dreimo y Yuik comen, un chico la está pasando muy mal.

—Patético.

Un chico gordo estaba en el suelo, herido.

Otro chico lo golpeó brutalmente.

—Vámonos.

—Candy...

—Vete de mi casa, cerdo.

Una hermosa chica lo vio con asco y se alejó de él junto con el otro chico, mientras el chico le acariciaba el trasero.

—Maldita sea...

El chico comenzó a llorar y cerró sus puños con furia.

—Te arrepentirás.

(Pov- Saoko.)

... Ah... Mierda... ¡Mierda!

Mi no... Mi ex novia... Todas mis amigas... Incluso mi hermana mayor... Todas se volvieron unas asquerosas ninfómanas y unas prostitutas.

Todo por culpa de un idiota... ¡Maldita sea!

—¿C-Candy?

Todo comenzó cuando descubrí a mi ex novia teniendo sexo con ese idiota en su casa.

—¡¿Saoko?! ¡¿Quién te dejó entrar?!

—... Tenía mis sospechas... Y por eso investigué... ¡Maldito hijo de perra, violaste a mi hermana!

Intenté golpearlo y hacerlo pagar, pero terminé con la cara rota... Y mi ex novia lo prefirió a él... No intentó ayudarme.

Ella era mi amiga desde que éramos pequeños... Y fue mi primera novia... Pero me vio con asco y me llamó "cerdo"... Prefiere a ese idiota.

Pero no me quedaré de brazos cruzados... ¡Me vengaré!

Guardé todas mis cosas en dos maletas y mi hermana mayor entró a mi habitación.

—Fufu. Ya me enteré de lo que pasó, cerdo.

—Cállate, prostituta.

Me acerqué a ella y le susurré unas palabras antes de irme.

—A partir de este momento, dejo de ser tu hermano.

—¿Y crees que eso me importa?

—No... Lo sé.

Abandoné mi hogar... ¿En dónde viviré? No tengo ni idea.

Pero no soportaba estar en ese lugar por más tiempo.

Estoy de vacaciones, así que no debo preocuparme por la escuela... Tal vez pueda conseguir un empleo.

—Pobre chico, lo engañaron y todas sus amigas comenzaron a tratarlo mal. Me das lástima, Saoko.

—¿Eh?

Al pasar frente a una casa, un anciano me habló.

—¿C-cómo sabe eso?

—Soy un Dios, lo sé todo.

Esferas de fuego comenzaron a salir de sus manos y tomaron forma de pequeñas hadas... ¿Me estoy volviendo loco?

—¡¿Eh?!

Las hadas se acercaron a mí y comenzaron a hablarme al mismo tiempo.

—¿Quieres vengarte?

—¿Quieres hacer sufrir a ese chico al que llaman "Sdan"?

—¿Q-qué?

—Yo puedo ayudarte a vengarte, a cambio, tú me ayudarás a mí.- Dijo el anciano.

—... ¿Cómo?

—Fufu. Entra, te daré los detalles.

(Pov- Dreimo.)

Sentí un escalofrío... Hay un Dios cerca... Y está hablando con un humano, puedo sentir que un humano y un Dios están interactuando.

... Los Dioses tienen prohibido verme... Ellos no saben que estoy aquí... Es una coincidencia... ¿Por qué un Dios está hablando con un humano?

Ah... Lo adivinaré... ¿Entrenarán a una persona para matarme?

Ya lo hicieron en el pasado y fallaron, pues la persona que ellos entrenaron se enamoró de mí y nos volvimos novios... Aunque tuve que matarla, pues intentó traicionarme.

Seguramente escogerán a un hombre esta vez.

... Desaparecieron, se fueron a Godfer... Ya veo... Debo estar preparado para cualquier ataque sorpresa.

—Ah...

Yuik intentó hablarme... Ya terminó su helado... Yo también ya terminé.

No quiero preocuparla, así que no le diré nada.

Soy más débil comparado a mi yo del pasado, pero los Dioses no tienen permitido interferir mucho.

Es muy probable que la persona que me ataque en el futuro sea solamente igual de fuerte que yo... Yo tengo más experiencia, así que tengo una pequeña ventaja.

—Vamos al cine.

Yuik asintió.

El cine... Bueno, aquí estamos... Oh... Qué asco. Ese chico está abrazando a dos chicas al mismo tiempo... Y les está tocando los pechos... Lo odio.

... Yuik comenzó a temblar cuando vio eso... Él hizo sentir incómoda y nerviosa a Yuik... Cometió un error.

—Por favor, espérame, Yuik, tengo que hacer algo. Te prometo que solo tardaré un minuto.

Yuik asintió.

Me acerqué a ese chico.

Bien... No se ha dado cuenta.

Pasé al lado de ellos y con un rápido movimiento con mi mano, toqué la cabeza de ese chico. Nadie pudo haberme visto, pues mi velocidad fue inhumana.

Le di un pequeño toque, no creo que se diera cuenta.

—Listo.

Fingí que tiré algo al bote de la basura y regresé con Yuik.

—Listo, vámonos.

—¡Lo siento, chicas, debo irme!

Ese chico se fue corriendo y sonreí.

—Bien.

—¡¿Eh?! ¡¿En dónde estoy?!

—Espero que Dreimo me dé un beso si hago esto.

Sdan, el chico que golpeó a Saoko, estaba en un lugar completamente blanco, encadenado al suelo.

—¡¿Quién eres?! ¡¿Qué es este lugar?

—Mi nombre no es importante, y me das asco.

Sant, la Diosa del infierno, chasqueó los dedos y Orcos comenzaron a salir del suelo.

—El modo automático inició... Los ajustes están terminados... Listo, mi trabajo terminó. Tus crímenes son los siguientes: Violación, venta de drogas, prostituir mujeres, manipulación y extorsión... Ah, y el más importante, el crimen de darle asco a Dreimo, mi lindo esposo... Wow... Con tan solo 20 años de edad has hecho mucho... Tu castigo será... Bueno, es una lista muy larga. Serás violado, torturado, bla, bla, bla. Es una lista muy larga, me da flojera decirla... Adiós.

Sant despareció y los Orcos se acercaron a él.

—¡E-esto debe ser una broma!

Y así comenzó su castigo, siendo violado por Orcos.

Y Saoko perdió su oportunidad de vengarse de él, pues Dreimo ya lo hizo por él.

(Pov- Dreimo.)

Los humanos sin magia pueden ser manipulados fácilmente con magia.

Obligué a ese chico a regresar a su casa y suicidarse.

¿Por qué? Sentí demasiada maldad en él, y combinado con lo que vi, me di cuenta de que ese chico se convertiría en un delincuente... O tal vez ya lo era.

Por eso lo maté.

... Ah, y también porque hizo sentir incómoda a Yuik.

... Vaya, soy como un padre sobreprotector.

Pero no me arrepiento.