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RWBY. Oscar Pine: Cambios Celestiales

Un golpe que recibió Oscar en la pelea contra Hazel lo cambió, empezó a sentir una ira incontenible casi inhumana, también empezó a desarrollar más fuerza y una capacidad de intimidar equiparable a los guerreros más experimentado, ¿pero esto a que se debía? NT:Esto es un borrador muy grande que hice, para establecer mis bases para mo verdera historia la cual todavía no sea publicada. PD:Esta historia ya está terminada o también se podría decir que esta cancelada

SvarturHerra · Anime & Comics
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Capítulo 6:¿Seré diferente? Parte. 2

Estaban devuelta en aquel campo nevado. Oscar con los brazos cruzados, pensado en lo que acababa de ver.

Cerró los ojos con dolor, afortunadamente ya se estaba acostumbrado y lo podría sobrellevar —Conque Rai Voltia también fue parte de tus reencarnaciones. Pero ¿por qué él lo cambia todo?— Abrió los ojos por un segundo y los volvió a cerrar por miedo a cruzar miradas con la belleza rubia —Acaso... ¿él fue capaz de vencer a Salem?— Hubiera seguido con su análisis, pero un grito lo hizo estremecer.

–!No se puede matar a Salem¡– Grito Yang hacia el.

Abrió los ojos y dio un suspiro. Ozpin habia dejando de hablar durante un buen rato, así que tenía que afrontar la situación...solo.

–Eso parece– Le contesto intentado apaciguarla. No lo logro pues solo recibió una mirada llena de ira.

–!Y lo dices tan calmado¡– Le grito sin escuchar a Oscar o más bien no queriendo escuchar y eso la llevo a no darse cuenta con quien estaba hablando en realidad.

–!Yang¡– Dijo Ruby llamando la atención de su hermana que tenía los ojos rojos –Es Oscar, no es Ozpin. No tiene sentido desquitarse con el–

Yang volteó de nuevo su mirada hacia el moreno, más exactamente a sus ojos, que eran los de una bestia feroz y letal como ya era la costumbre en el. Sus ojos volvieron al color púrpura natural.

Blake se acercó hacia el, no había tenido tiempo de aunque sea revisar las horribles heridas de Oscar. Que ya estaban llenas de pus.

Qrow se molesto con la acción —!¿Que? acaba de recibir la noticia de que su enemigo no se puede matar y va a preocuparse por un niño que conoce apenas hace dos semanas— Una vena se marcó en su cuello.

Ruby por querer asegurarse de que su tío no fuera otra vez a atacar a Oscar, se quedó a su lado. Aunque también quería ir con el Pine para asegurarse de que este bien.

–¿Te duele mucho?– Le pregunto acercándose más a él para inspeccionarle las heridas, las cuales gracias a los rayos creados le habían arrancado parte de la piel de la cara, exponiendo el órgano rojizo que estaba con algo de sangre y qué gracias al frío se congeló un poco, evitando que siguiera sangrando.

Oscar se sonrojó un poco y apartó la mirada mientras sentía su corazón latir. El dolor le estaba haciendo esto según él, nada más lejos de la realidad. Blake al contrario de antes, no se sonrojó ni tuvo pensamientos raros, al ya no tener en mente los comentarios de Yang.

–Un poco...nada que no se pueda soportar. ¿Blake no estas molesta conmigo?– Pregunto en un susurro de miedo. El echo de que tu padre te repudie por creer que habías matado a tu madre, te debe dejar traumas y miedo al odio de personas cercanas.

Blake abrió los ojos sorprendida por la pregunta. Le parecía curioso también que este hombre capaz de matar grimms con facilidad y que ponía en jaque a cazadores experimentados en estos momentos solo pareciera un niño pequeño. De alguna manera le recordaba a ella cuando se sentía indigna del amor de sus padres.

–Claro que no Oscar, tú al igual que nosotros fuiste engañado. Además estoy segura de tú haber sabido algo nos lo hubieras dicho– Le dijo con seguridad y desición.

Oscar abrió los ojos y su corazón empezó a latir más al punto que pensó que le iba dar un infarto. La sangre se le habia subido más a las mejillas al sentir el tacto en sus pómulos y el dolor se le olvidó por completo. Intento calmarse lo mejor que pudo, no sabía que le ocurria, solo sabia que ya lo habia experimentado. Afortunadamente para el, su roja piel irritada y arrancada camuflajiaban a la perfección su sonrojo.

Mientras la gata movía la cara de Oscar de un lado a otro para ver donde tenía heridas o le faltaba piel. Haciendo eso, accidentalmente Blake toco la parte de piel arrancada de Oscar.

–!Tch¡– Se quejo.

–Jajaja– Soltó una risita contenida –Perdón, te curare otra vez en el momento en que todos se calmen, ¿Okey? Tómalo como una pequeña venganza de mi parte por llamarme gatita en la estación–Una sonrisa se torció en los labios de Blake. Ella también estaba cansada mentalmente, pero trato de mantener su fortaleza mental para animar a Oscar. ¿Por que? Por que sabía lo que la soledad y el aislamiento le pueden hacer a una persona. ¿La prueba? Era Adam que se volvió un moustro sin compasión y...ella misma, que si no fuera por sus amigos y familia nunca podría haber salido adelante.

Oscar se alarmó –¿Escuchaste eso?–

–Por su puesto que si, estaba al lado tuyo– Oscar se sientio torpe y se quizo disculpar.

–Yo...lo siento me eh estado dejando llevar solo por instinto en todo lo que hago y digo. Es verdad lo que dije Blake cuando dé con la respuesta con lo que me....– Se vio interrumpido.

–Oye, por el momento solo céntrate en sanar y no te disculpes, ahora se que tu no tienes la culpa de la mayoría de tus actitudes, así que no te preocupes– Le dijo con una sonrisa sincera.

Oscar sintio que su corazón ahora se hiba salir de su pecho como en las caricaturas que alguna vez alcazo a ver a escondidas.

Blake levanto un dedo viéndolo de manera vacia con su sonrisa desapereciendo –Solo una cosa, si me vuelves a gritar cuando te trato de ayudar...te golpeare en donde no te da el sol– Se acercó un poco más y lo miro intensamente.

Oscar trago duro y se alejo un poco, sintiendo otra vez dolor. Su corazón dejó de latir como antes –Si por supuesto....gracias– Le agradeció sonriendo.

Los dos estaba en su mundo. Fueron interrumpidos por la voz de Yang.

–¿Ya terminaron?– Pregunto Yang de manera exasperada. Ella todavía se sentia frustrada por la noticia reciente y ¿Como no estarlo, si fue engañada?

Los dos se alejaron molestos. Oscar no sabía el porqué, no estaba molesto con Yang, estaba molesto con su ¿Interrupcion? ¿Que era lo que interrumpia? Fue lo que se preguntó ante sus sentimientos. Blake solo quería que al chico le dieran un respiro de tantas cosas que sucedieron en el día. ¿Que tenía de malo brindarle apoyo a sus amigos?.

–Bien, que bueno– Se exaltó Yang.

—Solo denle un respiro— Pensó Blake mirando desaprotoriamente a Yang.

Todos estaban tan tensos que nada de esto se notaba. La mayor parte de las tensiones de Oscar y Blake se resolvieron gracias a la conversación anterior que aligero sus cabezas.

–¿Entonces cual es el plan?– Pregunto Weiss de forma dudosa.

–!¿De que plan hablas?, Ozpin nos engaño¡...el me deafraudo– Qrow estaba enojado. Apretó los puño con ira y sus pupilas se dilataron. Miraba a Oscar de manera peligrosa.

Ruby sintio el peligro acercarse, sintió que no podía contener a Qrow por mucho que lo intentara. Era la primera vez que lo veía de esa manera.

El cuervo apartó a Ruby de manera brusca y fue corriendo a Oscar que se alejo lo mas posible al sentir la amenaza, queriendo poner a Blake a salvo de cualquier mal.

–¿Qrow que haces?– Dijo Oscar abrumado.

–!Te golpeare, te golperare hasta que Ozpin salga y me de respuestas¡– Le afirmó eufórico lanzadose otra vez a Oscar que esquivo un golpe por pura suerte.

–!Qrow ya déjalo, no pude ni defenderse¡– Le grito Ruby sin saber que hacer. Por un lado quería intervenir, pero por el otro sabía que su tío le ganaría o encontraria la forma de evitarla.

Yang se dividió en opinión, quería dejar a su tío golpear a Oscar para que Ozpin saliera, pero también sabía que el niño no tenía la culpa de nada y que fue una víctima como ella.

Blake estaba enojada, no, estaba furiosa, en vez de apoyar a Oscar, lo que debía de ser un maestro para el, ahora estaba atacandolo solo con el afan de desquitarse con cualquier cosa que se relacionara a Ozpin.

—Esta maldecido o lo que sea y lo único que hace es atacarlo— Weiss fue de las únicas que reacciono de manera violenta y levantó su estoque para disparar hielo para congelar lo pies de Qrow. Pero el frenesí de la "pelea" no dejaba apuntar de forma certera al punto exacto. Y por supuesto que no quería matar al tío de Ruby...tal vez un poco. Pero pensar y hacer son dos cosas totalmente diferentes.

María no tenía que ver para saber lo que estaba pasando. Negado con la cabeza reprobatoriamente y suspirando.

Nadie se preguntaba ¿El por qué él chico que peleo como todo un guerrero, ni siquera levantaba los brazos para recibir los golpes? Era como si hubiera perdido la voluntad de luchar.

Oscar por un momento no pudo ni siquera moverse, toda fuerza, toda habilidad se esfumó como llegó al ser atacado por uno de sus aliados. Su aura ni siquera se regenaraba y sus heridas dolian al moverse, como el infierno mismo.

Para el ser atacado por un amigo fue como ser apuñalado más de mil veces en el corazón, ni siquiera metió las manos, no pudo esquivar más. Un golpe impactó en su mejilla y lo mando a volar a un árbol.

El aura de Oscar al estar completamente rota y ausente, no amortiguo el golpe. El niño sintió un líquido rojo bajar de su cabeza, llegando hasta su cuello.

Qrow se acercó con la misma lógica en mente "Si golpeó al contenedor, Ozpin saldrá a defenderlo y me dara las respuesta que necesito". Le dio un segundo golpe más fuerte que el otro, azotando su cabeza contra el árbol.

Un brillo dorado imperceptible se resquebrajo en la nuca de Oscar y más sangre broto manchado la nieve de rojo.

Al Qrow quedarse quieto dio a Weiss la oportunidad perfecta para congelar sus pies y pararlo. Yang se acercó y lo jalo de manera violenta rompiendo el hielo, alejandolo del niño que no se levantaba.

–!Que diablo te pasa¡– Le dijo Yang sosteniendolo lo más fuerte que pudo a Qrow, que se estaba liberando de su agarre hasta que Ruby y Blake se acercaron también para detenerlo.

–!Qrow ya cálmate, reacciona por favor¡– Le grito Ruby desesperada.

María se acercó –!Reacciona niño tonto¡– le dio un golpe con su bastón, haciéndolo reaccionar a la fuerza.

Las chicas lo soltarón al ver que entro en razón y dejaba de forcejear. Qrow respiro fuertemente y de manera agitada. Vio al niño que acaba de golpear, el no reaccionaba ni siquiera se movía, esto hizo que tragara y abriera los ojos con un leve shock.

Oscar respiraba entrecortadamente, no sentía las piernas ni los dedos. Su cabeza fue levantada por unas manos gentiles. Un cabello blanco como la nieve se atravesó en su mirada nublada.

–Un..un ángel– Sus palabras fueron escuchada e ignoradas.

Gritos se empezaron a escuchar retumbando en sus oídos. Las tres cazadoras le estaban gritado a Qrow.

—¿Que?¿Que pasa?— Oscar solo escuchaba distorsionadas las voces no entediendo nada de lo que decian, su boca seca y su cabeza adolorida sangrante. Sus párpados perdieron fuerza y se cerraron sin poder resistirse.

Weiss entro en pánico y le dio una cachetada para ver si reaccionaba. Lo único que consiguió fue moverle el rostro.

—Por favor, que siga respirado— Coloco su cara enfrente de la de Oscar, lo suficiente para sentír su aliento caliente...pero no sintió nada. Sus ojos se empezaron a llenar de lágrimas, miedo se reflejo en su rostro. Y volteo a ver a donde antes estaba Oscar, logrado percibir la sangre que estaba en la nieve, reviso la parte trasera de su cabeza con sumo cuidado. Su expresión se contrajo al notar la sangre que caía de su cabeza y la fisura que se lograba ver moviendo un poco su cabello.

Quería llorar, su amigo... acababa de morir. Inmediatamente se paralizo y las lagrimas que trato de contener empezaban a caer por sus mejillas, callendole estas al moreno.

María pensó que el chico estaba bien y ya desesperada por que le estuvieran gritando a Qrow, ella misma alzo su voz, que aunque llevaba años retirada de cazadora, todavía seguía teniendo presencia.

–!Calmense ya de una vez¡– Le grito a las mujeres que la voltearon a ver. La tres tenían una expresión de ira en su rostro. Qrow se mostraba arrepentido por su arrebato, no queriendo demostrarlo apartó la mirada. Sin embargo la vergüenza nunca pasó por el.

–Como quiere que me calme, si el idiota de mi tío, atacó de esa manera a Oscar– Siseo Yang hostilmente.

–!Cierto, esta vez Qrow se pasó¡– Grito Ruby de manera indirecta a su tío.

Blake asintio efusivamente –Es verdad, incluso cuando aterrizamos estaba así con el–

Qrow se sintió herido por la palabras de sus sobrinas, pero sabía que se lo merecía.

–Miren, se que se lo merece, pero lo mejor es que nos calmemos. Van a atraer a más grimms con toda la negatividad que están irradiando–

Ruby soltó un suspiro –Si tienes razón–

–¿Y para donde se supone que deberíamos ir anciana?– Pregunto Yang sarcásticamente

–A ya hay un camino, sigamoslo. Generalmente los caminos por lógica llevan a algún lugar– Dijo Maria señalando el camino.

Yang chasqueo la lengua irritada mientras iba por su moto.

–Weiss ya vamonos– Dijo Ruby a su mejor amiga, pero esta no se movió. De echo, con la discusión calmada alcanzó a oír gimoteos.

Blake y Ruby se acercaron a ella

–¿Que es lo que pasa?– Pregunto Blake angustiada.

Weiss con lagrimas en los ojos respondió dolida y de ella salio una voz desgarradora –!Es Oscar, no respira¡–

Qrow alcanzo escuchar eso y jadeo. El no quería matarlo, de verdad pensó que Ozpin saldría si lo golpeaba lo suficiente. El problema es que no midió nunca su fuerza al golpear a un Oscar herido y sin aura.

Los ojos de las dos se abrieron en un grito mudo y también se desbordaron de lágrimas amargas.

Ruby se hincó sin fuerza en las piernas otra vez perdió a un amigo sin ella poder hacer nada.

Blake no reaccionaba la noticia la tomo y la azotó de una manera horrible contra el suelo.

María que había escuchado la conversación se abrió paso entre las dos adolescentes –¿Segura que no respira?– Weiss asintió aún llorando –¿Sentiste los latidos de su corazón?–

–!¿Que sentido tiene?, si ya no respira¡– Le grito Weiss.

Blake no hizo caso a los gritos y con la llama de la esperanza aún viva en ella, se arrastro para llegar con el moreno y puso su oído en su pecho. Sus ojos se iluminaron al escuchar un !TUM¡ que aunque debil solo quería decir una cosa.

–Esta vivo– Susurro –!Esta vivo¡– Grito ahora abrazándolo y arrebatandoselo a Weiss.

–¿Que?– Weiss estaba incrédula.

–Pero ¿como? Weiss dijo que ya no respiraba– Dijo Ruby.

–Seguramente trataste de sentir su respiración con alguna parte de tu cuerpo, sin recordar que casi no tiene aura para que te proteja del frío. Tus mejillas y manos deben estar entumidas– Explico Maria.

Weiss y Ruby se impresionaron por el análisis profesional de la "anciana indefensa" y no pudieron evitar preguntarse ¿Quien era ella?.

Blake seguía abrazado a Oscar —No la romperé de nuevo, no romperé de nuevo mi promesa. Nunca te abandonare— Pensaba abrazandolo aún más fuerte, pegandolo un poco a su pecho, llenando de sangre su saco blanco.

Qrow suspiro de alivio al no a ver matado a Oscar.

–!Oye, más te vale que piensas sobre lo que haz echo¡– Lo regaño la anciana.

–Si– Dijo en un susurro mientras se adelantaba en el camino, con las manos en sus bolsillos.

Yang llegó con su moto después y subió a la anciana mientras era informada por Weiss lo que había pasado. La rubia suspiro de alivio y una lágrima solitaria viajo por su mejilla.

–Es un alivio– Se limpio la lágrima de la manera en que menos se notara, volteando el rostro y fingiendo rascarse el ojo.

María se subió a la moto que estaba sosteniendo Yang. La rubia dio un mirada fugaz a Blake que sostenía a Oscar con fuerza y negó con la cabeza. Weiss ya con una maleta en las manos ladeo la cabeza ante esto y siguió a Yang dejando atras a Blake, Ruby y Oscar.

—¿Acaso no se da cuenta de lo que está haciendo?— Se pregunto Yang e hizo avanzar su moto ahora con Maria arriba.

–Blake yo lo llevare, fue mi tío el que lo hirió después de todo– Le dijo Ruby arrebatandole a Oscar y cargandolo en forma nupcial con facilidad.

Blake asintio resignada, después de todo Ruby también estaba igual de preocupada que ella.

Era bastante gracioso ver a una chica bastante pequeña cargando a un hombre casi de su altura de manera tan fácil. Pero no era raro considerando que balancea su guadaña cono si no pesará nada.

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Oscar abrió los ojos en un espacio totalmente en blanco. Confundido miro para todos lados, no viendo absolutamente nada, todo era blanco. No le dio tiempo para preguntarse donde estaba cuando una voz rasposa que venía de sus espaldas le hablo.

–Hola–

Oscar al dar la vuelta...lo vio.

Un hombre alto, de tez blanca, cabello negro, ojos amarillo chillón, con el torso al descubierto y una cabellera negra llegando a su cintura. Que lo miraba intensamente.

–¿No vas a responder el saludo maldito mocoso?– Le pregunto rascándose la oreja despreocupadamente

Un nudo se hizo en su garganta y sus pupilas se dilataron. No había duda, este hombre era... Rai Voltia.

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Las Tierras de la Oscuridad, un lugar lleno de grimms que irradiaban la muerte a su alrededor y en su castillo se encontraba la reina de ellos.

Salem se veía molesta. No, ese no era el término adecuado. Gracias a que compartía visión con sus grimms, ella logró ver algo que la hizo sudar frío de sobremanera.

Su mente recordo aquel dia como si fuera ayer. Se veía a ella misma sin brazos, sin piernas y un hombre enfrente de ella mirándola con superioridad y riéndose de ella. Y le decía algo que la marcó.

–Sabes algo. Si no estuviera deseando morir en estos momentos...Ja creo que ya sabes lo quiero decir– Le dijo mirado su cuerpo de la manera mas asquerosa posible, solo para provocarla.

Salem se enojo regenerandose y uso sus manos negras que salieron del suelo para intentar agarrar a Rai. Pero la electricidad las quemo destruyéndolas.

–Eres muy grosera mujer. Me voy a seguir divirtiendo contigo de mil formas hasta que me logres dar un mísero rasguño– Se acercó más a ella demostrando, superioridad y aumentando más los rayos que se formaban en su cuerpo.

Esos momentos fue la única vez que ella un ser inmortal que no le tenía miedo a los dioses generó un nuevo miedo:Los rayos y al que pudiera manipularlos.

Sus ojos mostraban pánico. Pues otra vez vio a alguien con el mismo poder, la misma ira saliendo de el. Y lo que era peor: Tenía los mismo ojos de bestia salvaje que la habían mirado con superioridad aquel día.

—Carajo, es solo un niño con el alma de Ozma dentro de él, no es Rai Voltia, eso es imposible. Ozma sello la semblanza de Rai antes de que yo lo matara para que ninguna de sus reencarnaciones la logrará desbloquear— Los cristales de las ventanas se empezaron a resquebrajar reaccionando a su poder.

Escucho pasos lejanos que se dirigían a la puerta de forma calmada —Mierda. Tengo que calmarme. Esta no es una digna actitud de una reina— Tomo un largo respiro y se sentó a la cabeza de la mesa, mantenido su fachada de tranquilidad lo mejor que pudo.

La puerta se abrió y por ella entraron cuatro figuras.Hazel, Mercury, Tiryan y Emerald. A estos cuatro los rodeaba una aura tensa. Al parecer habían discutido.

Arthur entro un poco después de ellos, tomo su asiento en la gran mesa, fingiendo que no veía los vidrios resquebrajados de las ventanas del lugar.

Como siempre, el fiel escorpión llamado Tiryan fue al lado de la reina de los grimms para permanecer al costado de esta subiéndose a la silla de cuclillas.

Los únicos que permanecieron en el mismo lugar fueron: Hazel, Emerald y Mercury. Los tres se veían tensos, parecían perros que sabían que habían meado donde no debían. Los tres se arrodillaron temerosos.

Salem permanecían en silencio, con las manos en si boca y recargando los codos en la mesa. Les estaba dando la oportunidad de tomar la iniciativa de explicarle las cosas...pero parecía que ese no sería el caso.

Conteniendo un suspiro de decepción, la mujer comenzó a hablar –Me gustaría que me explicaran cómo han podido fracasar tan estrepitosamente–

Tomo un tiempo para que Hazel empezará a explicar –El ejército de faunos dividió nuestras fuerzas–

Eso no era lo que la reina quería escuchar. Sí antes de que ellos llegarán, Salem ya estaba estresada, pensado en que un portador del rayo estaba otra vez caminando en Remmant. Las palabras de Hazel solo hicieron crecer más su descontento.

–Basta– Esa palabra creo un silencio incómodo y tenso, dejando espacio para que ella continuará –Lo preguntare de otro modo. ¿Quien es el responsable de su derrota?– Levantó más la más para dejar en claro su molestia.

Hazel se paro con una mirada firme y determinada –Acepto toda la responsabilidad–

Salem apretó los dientes perdiendo los estribos, tiro la mesa tirando en el proceso a Tiryan. Arthur se resguardó tras una silla con miedo de ver a Salem tan enojada dirigiéndose al trío.

–Pero es no sería justo ¿No?–Se acercó lo suficiente para estar a unos metros de Hazel –Todos sabemos quien es el verdadero culpable–

Emerald y Mercury al detectar el inevitable peligro se levantaron y retrocedierón por instinto.

–Yo no– Trato de decir pero unas manos negras emergieron del suelo agarrando su cara y hombros para que se sometiera. Hazel se arrodilló sin que él lo quisiera bajo el gran poder de la reina.

Viendo a la chica asustada supo a quien preguntar –Emerald. Quiero que me digas de quíen fue la culpa– Salem se acercó más a ella al no recibir respuesta.

Emerald apartó la mirada, conflictuada si responder o no –...!Fue Cinder¡ Fracasamos por culpa de Cinder– Al final, la lealtad fue vencida por el natural miedo a la muerte.

Salem se posó al lado de ella y le tocó el hombro. Emerald tembló ante el tacto de la fría mano.

–Eso es. Quiero que comprendas por que Cinder debe esforzarse en su aislamiento hasta que se redima– Ella se quitó del camino.

Los ojos de Mercury y Emerald se abrieron ante esa revelación y ambos se voltearon a ver.

–Eso quiere decir– Dijo Mercury.

–Que, Esta viva– Concluyó Emerald.

–Debe ser una broma ¿Como puede saber eso?– Pregunto Arthur sin querer en voz alta.

Tiryan, como una serpiente, se acercó –¿Cuestionas a nuestra divina salvadora?–

Arthur se alejó ante la amenaza –Yo...– Volteo hacia todos lados en busca de ayuda hasta que se encontró con la vista de Salem que e detrás de Hazel. Recobro la compostura, se paro erguido –Por supuesto que no–

–Es importante no perder de vista nuestras motivaciones. Amor, justicia, veneración...– Al último volteo para ver a Emerald que estaba con la cabeza agachada –Pero tan pronto pongan sus dedos delante de los mios lo perderán todo– Hazel se movió incómodamente por las manos que lo agarraban y para su alivio, se retiraron dejándolo libre y también dejando que el aire entrara mejor a sus pulmones.

La reina le dio la espalda al trío y se dirgió de nuevo a su trono – Esto no es una amenaza. Es la mera verdad. El camino a sus deseos solo existe a través de mí– Miro de reojo a todos los presente, que solo dos al escuchar sus palabras se sintieron más felices –Y así debemos seguir insistiendo– Ella se volteó a verlos directamente –La espada de la academia Vacuo, Shade...– Ella no había olvidado la posibilidad de que otro portador del rayo existiera en la actualidad, pero sí quería evitar el tema...era imposible ¿Verdad?. Claro que el hecho de que no hablaran de aquel niño que vio fue algo muy preocupante.

Hazel la interrumpió y sacó el tema que no quería que sacaran –Señora...– Ella se calló para escuchar lo que ya sabía. Claro que algunas cosas se la pasaban por alto a la reina. Esa también fue de las razones de no interrumpir, pero la más importante era:Si interrumpía a Hazel diciendo que ya sabía sobre la reencarnación de Ozma, demostraría miedo, miedo que no le tenía a él.

–Tengo más que reportar. Qrow y los niños llevan la lámpara a Atlas–

Tiryan miro a su reina que dio demblor leve. El penso que era por enojo –No sí yo lo impido– Se río cantarinamente.

—!No está hablando del niño¡...no, espera cálmate, dejaré que continúe— Pensó Salem con la esperanza de que Oscar fuera mencionado.

–Y quien los lideraba...es Ozpin–

Ella esperó que continuará para la sorpresa de sus subordinados, Salem se encontraba calmada. No la malentiendan. Cuando se enteró que Ozma había reencarnado, se sorprendió y enfureció, pero la noticia fue opacada completamente por la visión del niño usando un poder parecido al de Voltia para destrozar a sus grimms con las manos completamente desnudas y su cuerpo rodeado de rayos.

–¿Señora?...–Pregunto Hazel al no recibir ninguna respuesta.

–Yo ya lo sabía...ese maldito de Ozma va a morir otra vez– Esa respuesta tan calmada abrió los ojos de los presentes. Salem continuó hablando sin dar tiempo a cuestionamientos –Dime. ¿Viste algo en su recipiente que te llamara la atención?– Ante la pregunta Hazel se confundió y volteo a ver al dúo del equipo de Cinder, los cuales se veían tan confundido como él.

–¿Algo que me llamara la atención?...–Se preguntó sin saber que responderle –Lo único destacable es su edad y que es un poco fuerte. Me dio un poco de pelea para después intercambiarse con Ozpin, nada más–

La reina dejó su calma para empezar a temblar con miedo y después de enojo que hervia en ella como lava caliente —Eso. Significa que....la semblanza celestial de Voltia dejó de estar sellada—Recordó el rostro enfurecido del niño cuando mato a su grimm y se transformaba en el rostro de Voltia. Un aura negra la rodeaba de manera maligna contrastando perfectamente con su piel blanca –Marchense– Siseo hostilmente.

–Mi señora, yo mataré a ese chico si usted...– Tiryan no termino de hablar por recibir la mirada de su reina, lo que le hizo tragar saliva.

Hazel tomo el hombro de Emerald –Vámonos de aquí– Y miro a Mercury.

El dúo asintió para seguir a Hazel a la salida.

Arthur salió acobardado y Tiryan enfurecido de que un niño haya molestado de esa manera a su salvadora.

—!Lo voy a matar, sea quien sea ese maldito niño¡— Pensó Tiryan con el ceño fruncido. Ahora con un nuevo objetivo:Oscar Pine —Seguramente él idiota grandote, sabe su nombre y su apariencia...!sí, con esa información lo matare¡—

Los ojos de la asustada Emerald alcanzaron a ver una Salem completamente enfurecida.

Las puertas se cerraron. Salem al escuchar ese sonido tomo una larga respiración para calmarse...no funciono. Las ventanas restantes explotarón de manera más violenta acompañado por el grito iracundo de la reina de las tinieblas.

–!Maldito seas Ozma, tú hiciste a ese moustro trascender en el tiempo. Te odio aún más¡– En su mente las imágenes de sus hijas muertas aparecían una por una –!¿No te vasto con hacer que yo matara a mis hijas acaso?¡– Un gran cráter se formó bajo sus pies. El viento entró de estrepitosamente despinándola y dándole un aspecto desarreglado, combinando con su estado de ánimo.

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La nieve caía sobre el grupo. La tormenta no tenía intención de parar en un largo tiempo. Con sus reservas de aura apenas y podían resistir el frío.

Qrow dudo en hablar, temiendo que sus sobrinas no le escucharan —Al carajo, son lo suficientemente maduras para saber que tomar y que no—

–No parece que vaya a amainar– Dijo Qrow.

Blake suspiró molesta al escuchar la voz de Qrow. Ella no se le había olvidado lo que el cuervo le había hecho a Oscar, pero no era momento de iniciar una discusión –Llevemos esta estúpida reliquia a Atlas – Dijo Blake mirando de reojo a Ruby que seguía cargando al Pine inconsciente. Le paso una mano en la frente limpiado los copos de nieve que le caían en su cara. Suspiro con resignación al saber que no podía hacer nada más.

Weiss vio esta acción ladeando la cabeza —Si que son unidos...en tan solo dos semanas !Wow¡ no me paro de sorprender— Abriendo los ojos más de lo habitual.

–Pues esperemos que no tengamos que ir andando hasta allí– Respondió de forma sarcástica —Si no encontramos un lugar en donde refugiarnos, pronto moriremos—Bajo la cabeza.

–¿Estás segura que, este camino nos llevará a algún sitió?– Yang, que antes estaba enfurecida se había calmado en trascurso del viaje.

–Es lo más probable, los caminos siempre llevan a la civilización– Dijo Maria.

–Y sigues diciendo eso, más te vale que así sea–

–No tiene otra cosa que hacer aparte de molestar a una "Indefensa anciana"–

Ruby suspiro cansada de llevar por tanto tiempo a Oscar en brazos. Hasta que un rechinido llego a sus oídos. –Cállense...– Todos guardaron silencio ante la voz autoritaria y firme de la líder.

El grupo también escucho el rechinido –¿Escuchan eso?– Apresuro el paso en dirección al ruido, siendo seguida por los demás que también estaban igual de esperanzados que ella por escuchar algo que no sean sus pisadas.

Llegaron a la fuente del ruido:Una puerta de una granja era el causante. El letrero que se encontraba colgado decía "Granja Brunswick"

Blake suspiró de alivio, por fin podían descansar –Por fin, nos pasa algo bueno– Ella fue la primera en cruzar la puerta sin chistar, la gata durmió en lugares peores en su tiempo con el White Fang.

–Parece abandonada y veo que te da igual– Exclamo Weiss viendo a Blake, la cual ya se encontraba del otro lado de la puerta.

–Bueno, Blake sabe que eso es mejor que estar aquí afuera– Dijo Ruby cruzando la puerta y accidentalmente le pego a Oscar un pequeño golpe en la cien con el tubo de la puerta.

–Ruby, ten cuidado– Le reclamo Blake, entrecerrando los ojos para ver si a Oscar se le hubiera abierto alguna herida.

Weiss también hizo lo mismo más sigilosamente.

–!Perdón¡– Se disculpó con Oscar aunque este no la oyera.

Qrow negó con la cabeza y susurro –Niños–

–Me debes cinco liens, niñita– Le dijo Maria a Yang cuando cruzaron la puerta.

–!Nunca apostamos¡– Rugio

Y así, por fin el grupo había encontrado un lugar para reposar de tan ajetreado día. Aúnque sea un poco feo y bastante tétrico.

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–Tú...tú eres Rai Voltia ¿Cierto?– Tartamudeo.

–Eres bastante listo....Oscar– El niño trago duro.

–!¿Como es que sabes mi nombre?¡– Pregunto en pánico, poniendo sus manos al frente en posición defensiva.

Rai desapareció en un sonido atronador y en una estala azul dejando rayos en donde estaba antes y apareció de nueva cuenta delante de Oscar.

Oscar callo sentado en el suelo, enormemente intimidado.

–De haberte querido matar ya lo hubiera echo y aunque lo quisiera no puedo– Declaro para después alejarse.

—¿No puede? ¿A qué se refiere? ¿Apropósito donde estoy?— Se preguntó ya que el lugar no era normal.

Como si pudiera leer los pensamientos, Voltia le respondió.

–Estamos en tu alma. Oye, te puedes imaginar unas sillas y una mesa. Ya me estoy cansado de estar parado–

—¿En mi alma?— Se levantó del piso.

–Oye. ¿Qué no me escuchaste? Imagina unas putas sillas junto con una mesa y que sea rápido– Exclamo molesto.

—Este tipo ¿para que carajos quiere que imagine unas sillas? Estamos en mi alma, no en mi mente— Cerro los ojos resignado, si quería respuesta tenía que seguirle la corriente a este loco.

Unas sillas aparecieron junto con una mesa. Oscar abrió los ojos y se soprendió a la vista. Voltia sonrió y se sentó subiendo los pies a la mesa.

Oscar se dirigió hacia él con confianza. Si es que era verdad lo que Voltia había dicho, eso significaba que él estaba seguro.

Voltia miro al niño, sin expresión alguna en su rostro.

—Se ve muy diferente a como se veía en esas memorias—

Se sentó en la otra silla en silencio –¿Que hago aquí?–

Voltia dio una sonrisa divertida –Y pensar que te llame listo. Recuerda que tu amigo te dio una buena lección hace unos momentos–

–...Es cierto, ya lo recordé– Se agarró la frente. No sintió ira al recordar ese momento, en cambio sintió como si le atravesarán el corazón con un puñal.

–Conque así me veía antes, de verdad era muy lamentable– Comentó sin tacto alguno.

–Espera un segundo, si está es mi alma ¿Por que tu estas aquí?–

–!La pregunta del millón¡– Se exaltó y bajo los pies de la mesa –La respuesta: fui sellado o bueno mi semblanza fue sellada, por Ozpin– Rabia salia de sus ojos al mencionar el nombre del director.

–¿Sellado? ¿Por qué Ozpin sellaria una semblanza tan poderosa? ¿Y si solo sello tu semblaza qué haces aquí?– Más preguntas surgían en el.

A Rai se le marcó una venita en la frente ante tantas preguntas –!Oye, pregunta una cosa a la vez¡– Oscar se calló a regañadientes.

–Primeramente, yo no estoy aquí para responder tus preguntas...pero lo haré por qué me recuerdas a mí cuando estaba en tu situación– Expresó de una forma extrañamente compasiva.

—¿Mí situación? Entonces él sabe lo que me está ocurriendo, perfecto, de ser así no tendré que preocuparme de que Ozpin responda mis dudas. Con lo que vi ya me dejo en claro que el sabía lo que me pasaba y que no quería decirme nada— Recordó las palabras de Ozpin desde que empezaron a hablar de la "semblanza celestial" —Además dudo mucho que salga de su aislamiento—

Rai dio un suspiro –El aura, como sabrás, es la manifestación del alma, y la semblanza es la forma más tangible de esta. Para sellar la semblanza tienes que sellar el aura y por lo tanto el alma–

–Eso significa que tu alma está sellada aquí– Repitío alarmado.

–Es lo qué dije–

–¿!Pero por qué la sello sabiendo que tan poderosa era¡?– Se levantó y puso bruscamente sus manos en la mesa. El pelinegro no se inmutó y lo contemplo de manera estoica.

–¿Y aún lo preguntas?– Ladeo la cabeza –Tan solo por usar las técnicas que yo cree y perfeccione casi no podías con tu propia vida–

–Yo...tienes razón– Suspiro resignado y tomo su asiento ya más calmado.

–Además, las semblanzas celestiales te maldicen por....– Su exposición se vio detenida por Oscar.

–Ese término otra vez Ozpin lo uso igual. ¿Qué quieres decir con eso? ¿Qué hace celestial a tu semblanza?– No quería perder el tiempo. Él estaba exasperado, quería respuestas ya.

–Eres muy impaciente, a eso iba...me andaré sin rodeos– Bajo los pies de la mesa y se sentó con normalidad – Las semblanzas celestiales te otorgan un gran poder como pudiste comprobar por ti mismo, claro qué como cualquier cosa esto conlleva un sacrificio...tus emociones y sentimientos se amplifican hasta un punto estúpido. Entre más poderosa la semblanza más emociones y se amplifican y sin contar que te dejas llevar por tus instintos en cada cosa que haces–

Oscar jadeo al oír eso —Entonces todo lo que me ah estado ocurriendo, se debe a esa maldita semblanza. Toda la ira , toda la lujuria que eh sentido y cada cosa irracional que hago ¿Es por eso? ¿Pero si estaba sellada como se liberó?— Él recuerdo de su golpe en la nuca en su pelea contra Hazel lo invadió y por último el gran impacto que tuvo contra el arbol. Se tocó por instinto la parte posterior de su cabeza. Oscar no pudo formular palabra alguna por lo qué Rai continúo.

–En pocas palabras eres una bomba andante de violencia. Pero existe una manera de combatir esto y es....– Pensó que Oscar continuaría, pues Rai pensó que ya se había dado cuenta de cómo hacerlo. Oscar en su estado actual ante la revelación no podía formular palabras. El pelinegro suspiro y continuo –Es liberando de forma natural estas emociones. Tu ira y lujuria se liberan peleando. Por supuesto que en la batalla se libera más la ira que la lujuria, de modo que la lujuria se exime más en los actos carnales como ya podrás suponer–

Oscar apretó los dientes frustrado al saber eso. Cada cosa que le decía Voltia le hicieron ver el significado de las palabras de Ozpin "Oscar está maldecido por una semblanza celestial" Como no le hiba llamar maldición a esa cosa, prácticamente lo hacía alguien que solo vivía para pelear y procrear como una...bestia.

–!Ahora soy una especie de pervertido masoquista¡– Puso su cara en contra de la mesa.

–Ja ¿Piensas de verdad que son solo dos?– Sonrio socarronamente, otra vez subiendo los pies a la mesa.

El moreno levantó la cara con los ojos bien abiertos, shokeado y tartamudeando –¿Entonces son tres?–

–Así es, la tercera es la más fuerte de todas– Miro hacia arriba aburrido y se empezó a columpiar en la silla de manera infantil

Oscar se dio cuenta de que Rai no iba dar más información de aquella tercera emoción. Chasqueo la lengua. No tenía más opción que conformarse con lo que tenía ahora. Sonrió inconcientemente de manera boba. Podía cumplir la promesa que le hizo a Blake.

Rai nego con la cabeza decepcionado. Ya había visto miles de veces esa sonrisa en el mismo –Será mejor que te olvides de ella–

–¿Eh?– Ladeo la cabeza sin saber a lo que se refería

–Si quieres que ella sea feliz, aléjate de ella, olvida tus sentimientos, olvídate de ella y arráncala de tu ser– Fue la primera vez que este hombre mostraba tristeza y melancolía, pero ya estaba muerto, así que no importaba.

–¿De qué hablas?– Oscar nunca se dio cuenta de lo que sentía hacia la chica pelinegra, ni siquiera se lo preguntaba, tenía cosas más importantes de las que preocuparse y definitivamente segun su creencia solo eran amigos. Ella era una amiga que lo tranquilizaba con su olor y su presencia y eso no tenía nada de malo ¿Verdad?.

–Hablo de tus sentimientos a la fauno– Lo señaló aledañamente.

–¿Blake?– Un sonrojo creció en él, rápidamente nego con la cabeza disipando el sorojo – Ella es solo una amiga, no la veo de esa manera–

Un "Mhp" burlón se escuchó de la boca de Rai –Joven e inexperto, tú tampoco tienes idea de lo que sientes y mira que enamorarte en tan solo dos semanas. Que patético– Oscar se enojó, pero la mirada de Voltia lo calló –Pero no te culpo...yo también hubiera hecho lo mismo si alguien por más que fuera casualidad logrará calmarme de la manera que ella lo hizo contigo y de una manera tan rápida. Te envidio muchacho. Pero supongo que esa mujer llegó muy tarde para mí– Bajo la cabeza y cada palabra que dijo salió con una sinceridad sorprendente.

–Ciertamente me calmó su presencia, cada sentimiento de ira que sentía se desvancia cuando estaba con ella. Me di cuenta de eso al quinto día. Aunque esa noche fue cuando me abrí más y me acerque más a ella– Se sonrojó profundamente al recordar lo que le dijo cuando la gata le estaba curando la frente. Y casi cuando Blake apenas llego, él casi que se le pegó como chicle. Su presencia le calmaba, claro que el único problema era que se tenía que separar de ella. Blake aunque se mostraba extrañada con su acercamiento al inicio, al ver que tenían el gusto en común por la lectura se fue haciendo más cercana a Oscar.

Rai bufo exasperado este niño le recordaba a él cuándo recién descubría sus poderes, lleno de dudas y con miedo sin querer hacer caso a lo que le decían sus mayores, cosa que le costó mucho más adelante de su vida. Pero de lo único que se arrepentía era de no haberse alejado de la mujer que amo con todo el corazón.

–Haz lo que quieras, pero te lo advertí– Le dijo con seriedad enorme y severidad.

Oscar recobro la compostura, pero seguía sin aceptar los sentimientos que él tenía por la gata. Negó con la cabeza aún había algo que no pregunto y que era de suma importancia.

–¿Por que te apareces ahora?–

Rai parecía reacio a contestar, o más bien estaba pensado en como decirlo sin que el niño se volviera un andar de pánico. Cuando él le revelará lo que sabía.

–...Recuerda que el sello se rompió, mi alma por consecuencia salió y actualmente te estás fusionando conmigo–

El mundo de Oscar comenzó a girar, y si sé pudiera desmayar dentro se su alma, lo haría.

En lugar de dejar procesar la información, Rai decidió que la mejor manera de continuar con la noticia era seguir sin parar.

–Cuando el sello se debilitó, la fusión avanzo al cuarenta y cinco por ciento. Y cuando finalmente se rompió, que es en estos momentos, sería más o menos del setenta y ocho por ciento– No se contuvo con ninguna de sus palabras. No quería ni tenía que hacerlo.

–...Pero será como la fusión de Ozpin ¿Verdad? Yo seguiré existiendo, ¿no es cierto?– Se le dificultaba formar las palabras que decía y su voz flaqueada.

Rai se froto la nuca. El nunca fue bueno lidiando con mocosos y menos en momentos sensibles –No, tu dejaras de existir y yo tomaré tu lugar–

Oscar se mostró incrédulo y la sensación de pérdida lo envolvió. Él dejara de existir así nadamas y todo por dos golpes en la cabeza, era tan injusto.

–!Tú maldito¡– Le grito y se lanzó hacía él, pero solo lo atravesó y se golpeó en el suelo. En lugar de levantarse se quedó en el lugar arrodillado dandole la espalda al hombre qué a su modo de ver le estaba quitando la vida –!¿Por qué?¡– Grito ante la antenta mirada del guerrero –¿Por qué me quieres quitar la felicidad que tanto me costó encontrar?– Bajo su tono de voz. Recordando los momentos más divertidos que en su vida a pasado al lado de los compañeros que conoció al unirse en la lucha contra Salem.

–Yo no quiero quitarte tu "Felicidad" o como le llames, la fusión no la controlo yo, o al menos no del todo– Rai sabe que lo que Oscar llamaba felicidad era falso en gran medida. Algo creado por la maldición que cargaba. Claro que el amor que sentía era real, pero la clase de obsesión era una farsa. Por el simple echo de que ese afecto no era natural, era enfermo y destructivo. No lo culpaba, cualquiera en sus situación hubiera aceptado que quería a sus amigos, por más falso que el sentimiento fuera. ¿Oscar les tenía cariño? Claro que sí, pero no el nivel de amor que la maldición le obligaba a dar a esos seres que le mostraron amabilidad por primera vez. No se inmutó frente al arrebato violento de Oscar. Él era consciente de que eso sucedería al momento de revelarle la noticia.

–!¿Entonces?¡– Rugio

–Yo tampoco lo sé, es la primera vez que salgo en años. Mira, yo tampoco quiero hacerlo...yo no quiero vivir más– La tristeza se refleja en sus palabras, al igual que en su mirada. Esa angustia le llego a Oscar, que al detectar que no era mentira se levantó y se sentó otra vez, ya más calmado, aunque la frustración seguía estando en su cara.

–Debe de haber algo que podamos hacer–

–...Niño, claramente ahí algo que podemos hacer, sino, ni siquiera te hablaria....Un trato– Levantó el dedo como un profesor explicando su clase.

–!¿Que clase de trato? Dimelo¡– La luz de la esperanza envolvio su cuerpo.

–Acepta mi maldición y lo que conlleva de forma permanente. Al aceptar, aceptas mi semblanza completamente, mi alma queda libre al fin– Sus ojos se oscurecierón y se acercó un poco más a Oscar que abrió los ojos. Pues el pensaba que ya la había acoplado a su ser, mucho antes de que tuviera a Rai delante de el.

–...¿No ya tenia tu semblanza y maldición?– Dijo cabizbajo, ya que de ser ese el caso de que no la tuviera por completo, queria decir que si aceptaba tenia que lidiar con emociones más fuertes que las que ya tenía.

–No, nunca la aceptaste. Aceptaste el poder pero no la maldición, y por eso cada que lo usabas sentías tanto dolor y te lastimabas. Además de que tu cuerpo nunca se adaptaba como debería de hacerlo con el uso constante que le diste– Cada cosa que respondía Rai generaba más dudas en la cabeza de Oscar. Dudas que no sabía si podían ser resueltas.

La única duda que quería que le respondieran era solo una. –¿Si acepto, esas emociones que tengo amplificadas, se amplificaran más?–

Voltia cerró los ojos, disfrutando levemente de la suspicacia del niño. Esa habilidad de lo llevaría lejos.

–...Si, de echo ya tuviste un ataque de rabia de la magnitud que manejarias en caso de que aceptes– Ante estás palabras el moreno se vio profundamente confundido, no recordaba ningun ataque de cólera además de los que sucedieron recientemente –¿No lo recuerdas? El momento en que la fauno te encontró en aquella sala de entrenamiento–

—Carajo, lo olvidaba. Esa vez le grite sin importarme lo que ella sintiera— Se sintió mal, al imaginar la cara que puso Blake ese día y ¿Si la lastimo?, ¿Se debería de disculpar con ella? Como le había dicho Ozpin en en su momento. Para Oscar la respuesta a esta última pregunta fue:No, segun su razonamiento nada de esto era su culpa. Y además ya le había dado una compensación

–Por fortuna, fue la fauno la que te encontró y no otro...– La malicia con la que expresaria sus palabras siguientes era para que Oscar entendiera el por qué se debería de alejar de sus compañeros – Por qué de haber sido otro...lo hubieras matado–

Paralizado ante estas palabras, proyectando desde Jaune a Ruby muertos por sus propias manos. La idea lo horrorizó, se asqueo e inclusive daba leves arcadas, contuvo el vomito, no queriendo ser la primera persona en la historia en vomitarse en su alma.

Rai no se impresionó ante su reacción tan exagerada, siendo él mismo él qué entendía más el sentimiento que estaba sintiendo Oscar en estos momentos.

–Esa vez llegaste a tu limite, al no combatir no se libero nada de tu carga, el enojo se volvio mas fuerte que tu emocion principal en aquellos instante. Esa mujer logro que la rabia bajara a su estado inicial y los dias posteriores que estuviste más pegado a ella fueron la razón de que no hayas matado a nadie aún. Pero como pudiste averiguar este día, todo tiene un límite, por mucha calma que ella te brinde, cuando llegue el dia en que ni siquiera esa mujer te logre apaciguar ¿Que harás? . El llamado vicodin si bien alivio tus sentimientos ¿cuanto tardarás en generar resistencia?–

—!Ahora tengo más de una emoción predominante,¡...carajo– Se malogro aún más de lo que ya estaba.

Cada cosa que salia de la boca del hombre le decía a Oscar que no aceptase, sin embargo ¿que opción le quedaba?. Era un perder, perder. Ganar poder a cambio de volverte un animal. ¿Qué de bueno tenía eso?.

–Entonces ¿aceptas?– Ladeo la cabeza, cruzando ambos brazos. Le dijo varias cosa a Oscar, aún con el riesgo de que este no aceptase. Podría haber sido considerando un demonio y un moustro cuando el estaba vivo, sin embargo esto nunca le quito la inherente capacidad del ser humano de sentir empatia por otro ser vivo y más cuando se trataba de alguien qué prácticamente estaba sufriendo lo que él en su momento sufrió.

Oscar llego a una conclusión –

...No– Esa palabra causo eco en el lugar. Cabizbajo ante su elección, triste por que no podia ver de nuevo a las persoans que en tan poco tiempo se ganaron su amor y resignado a su destino de muerte que seria aun mas dolorosa, pues el tiempo que pasaria hasta que el desaparezca podria tardar, desearia ser ingnorate ante este echo para disfrutar los poco dias que le quedan con mayor plenitud –!No quiero aceptar, si pierdo mi vida, quiero que ellos me recuerden por ser yo...no por ser una bestia o un animal¡– Explico su razón a forma de gritos que liberaban su frustración interna de no poder hacer nada para cambiar su vida ¿pero que no fue así desde el momento en que nació? ¿por que el sería...diferente a otras personas que también intentaron cambiar su vida y fracasaron en el intento de hacerlo?.

Voltia se levantó lentamente, dejando poco a poco el lugar junto con un Oscar lagrimeate que convivía con sus propios sollozos y gimoteos. El pelinegro miro atrás de reojo deteniendo completamente su caminar–Sabes, sonará hipócrita que te lo diga un suicida como yo pero deberías valorar más tu vida...detendré la fusión pero solo durará una semana a lo mucho, el suficiente tiempo para que reecapsites, es lo único que puedo hacer por ti. Por cierto ya no te preocupes del dolor que sentías, con el sello completamente roto deberías dejar de sentirlo...yo se tu verdadera naturaleza – Sin ver la reacción de Oscar o sin saber siquera si escucho lo último se marchó de lugar, desapareciendo como si nunca hubiera estado allí. Mínimo recibió un premio de consolación.

El niño paro de lamentarse, solo dos lágrimas bajaron de sus ojos. El acto de bondad que alguien como Voltia tuvo con el, conmovió su corazón, sin embargo no se alegro, necesitaba algo que lo estimulara para que se olvidara de su destino. Levanto la vista, poniendo su brazo en su frente.

–¿Que se supone que deba de pensar? Yo ya tome mi desicion...yo también quiero vivir ¿eso tiene algo de malo? ¿Sino por que me pasa esto a mi?– El destino solo le dio una opción, la cual era lo mejor para todos. Sin embargo se olvido por completo lo que el quería, su propia vida pasó a segundo plano para el. Toda la vida obligándose a sí mismo a ser amable, afecto su mente, de una manera grotesca y enfermiza. Ignoraba por completo el echo de que la amabilidad se aprende, no se obliga uno a ser amable, tiene que salir naturalmente del corazón.

Se quedó un rato más en esa posición, hasta que después suspiro –Supongo que estaré aquí hasta que despierte....que tal si– Cerro los ojos, pensado en lo que quería ver.

Abrió los ojos, estando otra vez en aquella montaña a su vista estaba Miles Arc arrodillado. Como recordaba la última parte que lo había dejado. El motivo del por qué había elegido ese tipo de escenario era fácil de adivinar:El tipo de euforia que le ofrecía el combate lo hacia sentir menos miserable de lo que ya era.

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Paso la gasa por las diferentes heridas de Oscar, lmpiandolas de la pus que ya había emergido de ella. Blake no tuvo mucho problema con eso ya que la mayoría de heridas se encontraban en sus brazos completamente descubiertos. Ella ya había limpiado sus pies que eran los que estaban más destrozados.

Paso un paño húmedo por su rostro, limpiado los rastros de sangre que salía a aveces de las pequeñas heridas que tenía en la cara. A pesar de su aspecto maltrecho

tenía una expresión de suma calma que se intercalaba con un ceño fruncido.

—Mira que viéndote tan calmado te hayan declarado la guerra— Sintió lástima de Oscar, según lo que ella observo, tuvo una vida muy dura. Pues aunque al niño le gustará leer, se tardaba mucho haciéndolo como si apenas hubiese aprendido –Tal vez fui un poco dura contigo hoy, me diste un regalo increible, para compensar el grito que me diste...yo soy la que se debería disculpar contigo. No creas que tus lecciones de lectura se acortaran, nadamas por qué me hiciste sentirme un poco culpable...todavia te falta mucho por aprender– Le dijo a pesar de que Oscar no escuchaba nada de lo que le decía.

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Blake tenía su pijama negra de manga larga puesta y estaba en el comedor. Después de instalarse en aquella casa donde se estaban quedado, decidió leer el volumen número tres de "Ninjas of Love". Era noche y la mayoría de sus amigos ya se habían ido a dormir, aunque fuera temprano, pero quien los culparía? después de todo estuvieron peleando durante mucho tiempo en Haven. No tendría que haber problemas con que ella leyera esa literatura que tenía partes muy obscenas en muchos de sus textos. Para ella era arte muy incomprendido por los demás que solo la veían como una novela erótica. Hacía mucho tiempo que no tenía una ocasión para leer con tranquilidad, lo haría en su cuarto, pero hacía mucho calor dentro de él.

Su lectura era acompañada por el cantar de los grillos. Sintió una presencia que la miraba, una mirada peligrosa como la de una bestia queriendo devorarla. Las orejas que tenía en la cabeza tintinearon pareciendo que el aire frío que emanaba de la ventana entraba por sus orificios.

Instintivamente volteo a lugar en de donde sentía que venía la mirada, dejando de ver su libro. Vio a Oscar parado en el marco de la puerta, viéndola con un ojos penetrantes.

—Es ese niño— Cuando llego a la casa no le dio importancia a la presencia de Oscar hasta que se le informó de que era la reencarnación de Ozpin. Inicialmente se sorprendió como cualquier otra persona normal, pero después le dejo de dar importancia, estaba cansada mentalmente y solo quería relajarse.

Oscar nunca paro de mirarla ni siqueira parpadeaba. Blake noto como ocasionalmente su mirada se intercalaba entre el libro y ella misma.

—Solo ignoralo Blake, con el tiempo se aburrirá y se irá— Volvió a su lectura pero esta vez estaba incomoda con la mirada constante que le estaban dando. Le asemejaba a algunas situaciones de cuando Adam se quedaba sin pelear o sin hacer nada de nada y esque no siempre fueron juntos a las misiones, de echo solo fueron veinte las misiones que hicieron juntos y la mayoría eran de robar cargamento de polvo Schenee. Cuado Adam no hacia nada de eso se le quedaba viendo con esa misma intensidad.

—!¿Mierda ahora que hago?¡ Seguí el consejo de Ozpin al pie de la letra...bueno no del todo, ¿Pero que quería que le dijiera? Soy un completo extraño para ella...ahora que lo pienso ¿Sera bueno decirle sobre mi dolor de cabeza y el enojo constente que eh estado teniendo?— Pensó Oscar exasperado. Cuando la gata llegó, por alguna razón algo le resultó familiar en ella, se quizo acercar para averiguarlo y como el le resultaba difícil relacionarse con extraños le pidió un consejo a Ozpin. Pero no fue su mejor elección ya que el director malinterpreto sus intenciones. Las palabras exactas de Ozpin fueron las siguientes: "Veo que te llamo la atención una de mis alumnas, debo decir que me sorprendes, pensé que te interesarías por la señorita Rose al ser casi de la misma edad. Sin embargo me gustaría que te concetraras plenamente en la misión. Pero solo por que se que eres joven, te ayudare. Acércate a la señorita Belladona y háblale, después hazle un halago. Eso debería romper el hielo. Si te sientes incómodo con mi presencia no te preocupes yo no estare viendo, suerte"

Deseándole suerte fue como desapareció. Le intento hablar claro está para decirle que no era lo que pensaba, pero no contestaba. De verdad lo había dejado solo. Oscar pensaba que el director se mostraría más reacio al hecho de que él consiguiera pareja, claro que está, no era la intención que Oscar tenía. El director al contrario de los pensamientos del moreno, fue bastante permisivo y comprensivo.

—Hubiera preferido que me dejaras de hablar cuando voy al baño, pero ahora todo es muy incomodo además...!¿que forma de ligar se supone que es la que me aconsejaste?¡— Se grito mentalmente ante la forma tan ambigua que se lo dijo el profesor.

—¿Todavía no se va?...deja vu— Pensó Blake, sin querer recordado cuando conoció a Ruby y a Yang. Soltando un suspiro, se imaginó una situación en donde ella hubiera respondido la misma manera tajante. ¿Que hubiera pasado si ella no hubiera hecho contacto visual con Yang la vez de la prueba del bosque? No se lo quería imaginar. posiblemente, ella seguiría escondiendo su naturaleza fauno al posiblemente nunca entablar una conversación con sus amigas. Tal vez si ella hubiese sido menos reacia a conocer nuevas personas, sería claramente obvio que aunque estuvieran en diferentes equipos, su amistad florecería ¿Con más dificultad? Por supuesto que sí, pero seguirían siendo amigas. Con eso en mente, volvió su mirada al moreno de ojos de lobo.

–¿Quieres sentarte?–Eso sobresalto a Oscar, no esperaba que la chica que cuando lo vio lo ignoro fuera la primera en empezar hablar. No supo como responder sin tener que tartamudear.

–yo....Claro gracias– Se dejó de complicar la vida y contesto de la manera más rápida posible.

Oscar se sentó a un lado de Blake, ya que sentía que si sentaba frente a ella no iba a poder ni mirarla, por el libro que cubría su cara.

Un silencio incómodo se hizo presente en lugar Lo único que sonaba eran las constantes pasadas de página que le daba Blake al libro, cada vez con un pequeño sonrojó en la cara.

—Definitivamente, es Ninjas of Love volumen tres, recuerdo que me robe el dos y el uno. Logré ver a su autor y me los firmo. Sin duda mis tesoros más preciados—Si bien nunca le falto comida, si le faltaron varias cosas como educación. Quiso aprender mediante los libros como lo hacían los niños de su edad. Fue a una venta de libros que se puso por su casa, los primeros libros que diviso fueron los que robo. Ese día corrió hasta el siguiente poblado solo para descubrir cuáles obras literarias eran. El único problema es que no sabía leer. Intento aprender en ese mismo instante, lastimosamente era más difícil de lo que pensaba. Estuvo diez días intentando hacerlo completamente solo. Él quería preguntar a su padre, de nombre, Zoltan, como cualquier niño de siete años normal. No obstante, él sabía que solo iba a encontrar una excusa ridícula para pegarle. Tardo un año entero en saber cómo hacerlo y justo cuando iba a empezar a leer el primer volumen de esa literatura. Su padre, que si bien no era un cazador, era un mercenario retirado altamente conocido por su habilidad con la espada, incluso Oscar sabía que su fama y habilidad eran tal que se le llamaba como "El hombre que era Inigualable bajo el sol". Este hombre decidió que lo entrenaría en el arte de la espada. Aunque más que entrenamiento era una paliza constante de lunes a viernes. Nunca se quejaba, recibía los golpes de la espada de madera con gusto, con el pensamiento de que tal vez en algún momento de verdad lo querría. Los domingos que eran los días de descanso que tenía, aprovechaba para leer ese libro que tanto ansiaba. Otro golpe duro para él fue que la mayoría de palabras no sabía su significado. Después de otro año Zoltan había dicho que Oscar no tenía talento para la lucha, que era una completa pérdida de tiempo. La verdad era que Zoltan nunca le había enseñado la forma correcta de sostener una espada, solo lo golpeaba con esa pobre excusa de entrenarlo. Ese mismo año Zoltan se fue del pueblo dejándolo con su tía que de inmediato lo puso a trabajar en la granja que había heredado de los abuelos maternos de Oscar. Esto fue un alivio para él, ya que esto era mucho menos duro que los golpes que le daban en esos pseudo entrenamiento que le daba Zoltan. Cuando cumplió diez al fin había podido descubrí el significado de la mayoría de las palabras del libro, lo leyó con entusiasmo, saltado las parte más obscenas por qué ni siquiera les veía sentido.

Cuando cumplió once terminó el primer volumen. Principalmente se tardo por su bajo nivel de lectura y por las tareas (Trabajos excesivamente forzados) que le daba su tía de lunes a domingo, teniendo solo la noche para atraparse en su hobby. Se sintió maravillado por la historia y los personajes eran infinitamente conmovedores. El niño nunca entendió por qué cuando lo leía al aire libre, muchos adultos se le quedaban viendo con desaprobación. Esto era muy diferente al desprecio que estaba acostumbrado a recibir. Ahora que era más grande, entendía por completo el porqué lo miraban así y el porqué muchos adultos cuchicheaban algo de que era un niño precoz y pervertido.

Se quedó durante mucho tiempo metido en sus pensamientos y sin darse cuenta, también se quedó mirando mucho tiempo a Blake.

—Bien, esto esta empezando a cansarme...nunca eh intentado la lectura en pareja, pero no creo que este libro sea apropiado para el— Recordó que el niño miraba el título como si lo reconociera —Más bien creo que ya lo leyó. Será incómodo leer algunas partes con el, creo que tengo otro libro en mi equipaje— Su lógica era simple, el niño no se hiba a ir aunque ella no dijiera nada y ya se habia arruinado su lectura nocturna de Ninjas of Love, no queriendo pasar la noche sin leer como ya lo había deseado, tenia en mente invitarlo a leer junto a ella, pero antes le quería hacer una pequeña prueba para ver si Oscar apreciaba la buena literatura.

Cerró el libro fuertemente y lo dejo en la mesa. El sonido al cerrar del ejemplar despertó a Oscar de su ensoñación. Rápidamente el moreno se dio cuenta de la mirada seria y severa que estaba recibiendo, tragando duro ante esa expresión tan intensa y sintiéndose levemente intimidado.

—!Se enojo, no te volveré a hacer caso en mi vida Ozpin¡—

–Oscar, te tengo una pregunta y dependiendo de tu respuesta pasaras la prueba– La literatura era un tema muy serio para ella, tanto que aveces daba miedo cuando alguien insultaba su saga favorita.

–...Eh ¿Claro?– Levantó los hombros sin saber que responderle y mucho menos sabía de que prueba estaba hablando.

–¿Que te parece la saga de Ninjas of Love?–

La pregunta era simple, para cualquiera era solo decir "Es buena" solo para quedar bien. Para Oscar esto no era así, prácticamente le estaba preguntando sobre los primeros libros que leyó, a los cuales les tenía mucho cariño.

Puso el rostro más serio que pudo y respondió –Una obra incomprendida que es catalogada como erótica; sin embargo, esto es solo por gente que no la ah leído, ya que si la leyeran se darían cuanto de lo hermoso que está construido su historia y su mundo–

Blake sonrió ladinamente. La sonrisa tranquilizó a Oscar que se sintió aliviado porque su respuesta no la enojo.

–Pasaste...acompáñame– La silla rechinó cuando Blake se levantó con el libro en brazos. Oscar la siguió con la mirada completamente confundida hasta que sacudió la cabeza y también se levantó para seguirla a donde fuera que lo llevara, ya que aún quería descubrir eso que se le hacía familiar en ella.

Subieron las escaleras en silencio, cada uno de sus pasos hacían que la madera sonará. Por fortuna para ellos, todos sus compañeros se encontraban totalmente desechos. Inclusive Nora que era como una batería infinita, se encontraba durmiendo como oso invernando y se escuchaban sus ronquidos por todo el pasillo.

Llegaron a la puerta de madera que daba entrada a la habitación de Blake. Oscar se extrañó, pues si solo le quería enseñar algo de ella, No era mejor que él esperara abajo en lugar de acompañarla?

Oscar se sintió nervioso y Quien no? Cualquiera en su lugar lo estaría, era la primera vez que una chica lo invitaba a su cuerto. Claramente, no iba a pasar nada, pero eso no lo calmaba. Un suspiro que intento disimular salió de su boca intentando relajarse.

—Solo me estoy dejando llevar por los nervios de una nueva experiencia— Oscar se mordió el labio, sacándose una minúscula cantidad de sangre para volver a la realidad y convencerse a sí mismo de que el nerviosismo que sentía era solo una ilusión creada por su mente engañosa. Eso definitivamente ayudó a que los latidos de su corazón se relajaran.

El sonido de la puerta abriéndose lo saco de sus pensamientos, Blake paso con confianza a su propia habitación. Oscar dudo un momento para después cruzar por el marco de la puerta y quedarse parado por un momento para observar el cuarto. No era nada especial ni nada, era como su propia habitación pero con la cama con las mantas de color azul y acomodada en otro lado. Un bello olor invadió sus fosas nasales, un olor que le resultaba familiar, pero no sabía de dónde, sabía que el olor era vainilla, eso estaba muy evidente; sin embargo, esto le trajo la sensación de nostalgia. No podía recordar el porqué, era casi como si su cerebro lo hubiera olvidado de forma involuntaria. Sacudió la cabeza no dándole más vueltas al tema y su atención fue puesta otra vez en la pelinegra, la cual estaba esculcando su maleta en busca de algún objeto. Al encontrarlo lo alzo triunfante de su búsqueda.

—Bien, aquí esta— Una obra de titulo "Aullandole a la luna" era lo que sostenía su mano.

Ladeo la cabeza aún más confundido, seguía sin entender que es lo que la chica quería, pues solo le había dicho que la siguiera sin decirle para qué. Bueno, cualquier cosa era mejor que quedarse sin decir nada en un perpetuo silencio incómodo.

Ella sintió su duda, ya que nunca la oculto en su cara –Leeremos este – Ni siquiera le pregunto, solo lo afirmó. Mostró el título de frente a la cara de Oscar.

—Ni siquiera me lo consulto...pero siempre eh tenido ganas de leer ese libro, oí que muy bueno— No le molestaba la idea de leer acompañado, pero estaba consciente de su bajo nivel y que no le hiba a poder seguir el paso a Blake. Estaba avergonzado, no la quería rechazar si se veía retraída con él por ser un desconocido, no se imaginaba como sería si le decía que no.

–...Esta bien, ¿Donde nos colocamos?– Tenía duda en su voz que intento esconder, evitando de todas la formas el tartamudear.

Blake señaló la cama. No quería estar en el suelo durante tanto tiempo. Ella fue la primera en subir, esperando que el niño también lo hiciera.

—!Solo cálmate, ya se¡ finjire que leeo a su misma capasidad para no quedar como un idiota— Su idea sonaba genial en su mente, solo quedaba saber como se vería la ejecución.

Se dirigió con falsa seguridad y también monto al lecho posándose al lado de la pelinegra, casi tocando su brazo. La chica ya estaba con el libro abierto, preparada para esta nueva experiencia. Ella empezó con su lectura en silencio, ignorando que su acompañante ni siquiera alcazaba una mísera parte del texto.

—A este paso mi plan se va ir al garete— Sin darse cuenta, el dolor que sentía y la ira no se había hechos presentes desde que se sentó junto con Blake en el comedor.

Estaba tan malditamente nervioso cuando llegó al comedor que ni siquiera lo noto.

La pelinegra estaba a punto de cambiar de página cuando noto algo: Oscar no alcazaba a ver nada debido a que era mucho más pequeño que ella.

–Oh...lo siento, ten yo veo mejor y tu lo sostines– Oscar apretó los labios, sabiendo que su plan de no lucir como un tonto ya había fracasado en el momento en que Blake pidió que sosteniera el libro. Extendió un poco sus manos para recogerlo de las extremidades de Blake. Al abrir otra vez el libro en la misma página, decidió mejor decir la verdad. Cerró el libro con fuerza, extrañando a Blake.

–¿Te pasa algo?– Pregunto curiosa por la mirada tan seria que había puesto de forma repentina.

–Te seré honesto...–A pesar de sus seriedad un sonrojo se formó en sus mejillas, apretó fuertemente los ojos y con el coraje que reunió en ese breve momento, continuo –Leeo peor que un niño de primero de primaria– Confesó con profunda vergüenza en su ser.

Blake tardo unos momentos en procesar la información. Oscar para ella no se veía más que alguien que si bien venía de granja, su cara era completamente la de un niño normal, quitándole los ojos de bestia que tenía. Ella misma había conocido a muchos faunos en colmillo blanco que ni siquiera sabían leer o tenían muchos problemas para hacerlo trabándose en cada párrafo. Pero la mayoría de ello, por no decir todos, tenían una justificación en común: Una vida llena de basura. Ella nunca se dejaba llevar por las apariencias, no obstante estaba consciente de que la mayoría de veces ellas pueden darte una pequeña vista de la vida que había llevado esa persona. Fijo su atención en Oscar, analizándolo por completo, en especial sus manos que por ser de noche se había retirado los guantes, exponiendo así algunas cicatrices en formas de cortes profundos hechos por una espada y podía divisar la dureza que tenía en las palmas por la manipulación de herramientas agrícolas. Era obvio que a pesar de su rostro había tenido una vida bastante dura.

Oscar pensó que tal vez se burlaría de él o que le pediría que se fuera de su habitación, ya que su plan original se estropeó gracias a él. Estaba a punto de irse e incluso cerró el libro.

–Espera, no te eh dicho que te vayas– Blake salió de sus pensamiento al ver que el chico malinterpreto la situación.

–....Pero ¿no te molesto?, bueno digo, arruine tu plan– Acostumbrado a que las cosas le salieran mal recurrió al ser un fatalista total.

Ya lo habían echado de lugares antes por razones algunas veces más serias que las otras y otras veces incluso él les daba la razón de que lo corrieran. Una vez fue solo porque se tropezó con el pie de un cazador que paso por su pueblo para descansar. Ese pequeño error le costó caro. El cazador volcó su sopa sobre el suelo y se manchó parte de su equipo. Exigió ver a su padre. Para qué le pagará el equipo aunque no estuviera dañado. Zoltan fue a regañadientes, más que nada para que no lo molestaran que porque se preocupara por Oscar. El cazador reconocía a Zoltan, quería contar que hizo que el famoso hombre que para muchos era "Inigualable bajo el sol" le pagó su equipo. Lo unció que recibió fue la muerte prematura por un tajo que le rebano la mitad del cuerpo, tan limpio y tan perfecto que la sangre tardo mucho en salir y cuando salió mancho todo el local de ella. Su padre incluso se quedó ahí con la mirada totalmente fría y se limpió la sangre como si nada para después sentarse al lado del cadáver y pedir una cerveza. La dueña le pidió a Oscar que se fuera echándole la culpa de todo, nunca culpo a su padre. Como hacerlo? Zoltan era más fuerte. El más fuerte siempre hace lo que quiere. Lo que le quedaba a la dueña era echarle la culpa a el, que traumatizado por la sangre y por ver morir a alguien por primera vez, se fue con mucho gusto del lugar.

–Si te dije que te quedaras, es por que no me molesto, tranquilo– Levantó la ceja, para ella era como si Oscar hubiera experimentado varias veces el echo de que lo echaran de los lugares, ya sea por hacer algo incorrecto o decir lo que no debía.

Oscar se tranquilizó por completo y su tensión ya se había ido, pues todas las personas no eran iguales. Eso no solo se lo había demostrado Blake, también los demás se lo demostraron. Pero siempre era mejor prevenir que lamentar.

–Entonces....¿ahora que?– Levantó los hombros dudando de que hacer.

Blake se quedó callada, no quería terminar la noche así. Qué podría hacer? Se preguntó. Revivió cierto momento de su vida que aunque fue poco lo que duró fue bastante significativo. Fue cuando ella escapó de casa con Adam para ayudar a lo que en ese momento creía correcto, el cambio debía de empezar por algo pequeño. Lo primero que se le ocurrió fue hacer un taller de lectura donde ella les enseñaría a leer, al comentárselo a Adam él la apoyo efusivamente emocionado igual que ella, inclusive se atrevía a decir que se entusiasmó mucho más de lo que ella estaba. El taller fue todo un éxito, padres que llevaron a sus hijos a la lucha se acercaron para que sus hijos aprendieran lo que ellos nunca pudieron por la gran discriminación que en sus tiempos había y seguía habiendo. El taller empezó a también recibir adultos, gente que fue mandada por Adam a aprender, que gracias a la edad se les dificultaba más aprender y que al ser mandando por un tercero no tenían interés en hacerlo, lo cual le hacía más difícil la tarea a Blake. Formuló un plan de lo más simple, narraría una historia de su libro favorito delante de todos, así esos que no les interesaba les llamara la atención. Cuando lo hizo por primera vez se puso nerviosa, pero lo controlo lo mejor que pudo y se dejó llevar, empezando a disfrutarlo. A todos les gusto la voz calmada con la que narraba e inclusive algunos adultos conmovidos lloraron por la hermosa interpretación que hizo. Muchos empezaron a ir por voluntad propia, le dijeron que si podía narrar algún otro libro. Blake accedió con la condición de que si descuidaban sus lecciones lo dejaría de hacer y acordó solo hacerlo una vez a la semana. Ella sin duda disfrutaba de esos días. Lastimosamente, Adam se empezó a volver más radical con cada cosa que hacía y el taller fue desmantelado.

–¿Te parece si lo narro?– Propuso. Gracias a ese taller le hizo perder la vergüenza de narrar a desconocidos y admitía que le gustaba mucho hacerlo.

Oscar sintió ganas de dejar caer su mandíbula ante la amabilidad que le demostraron. No queriendo quedar en ridículo, contuvo el impulso.

–¿Estas segura?– Se sintió inseguro, no quería que ella se obligará a algo que no quería hacer.

Blake quiso soltar un suspiro ante las preguntas redundantes del chico. En lugar de decir algo, tomo de nuevo el libro en sus manos y comenzó a leer.

Capítulo 1: La bestia sangrienta

La vida del espadachín Carmine era. Una completa basura. Desde muy pequeño fue envuelto por la guerra y la desgracia. Su padre había muerto por manos del enemigo y su madre fue abusada por los soldados que quemaron su aldea. En venganza Carmine mato a todos los que estuvieron involucrados en su sufrimiento, mato a inocentes y niños con tal de cumplir su venganza. Como castigo, el Dios de la luna se presentó a él en la personificación del agua. Saliendo de un estanque, el agua tomó forma de persona que le dirigió la palabra a Carmine con la voz de un hombre y una mujer combinado.

–Carmine, tu que eres asesino de masas te condenó a siempre vagar por la tierra, sin hallar nunca el amor. Y que cada veinte días te vuelvas a lo que de verdad eres, una bestia sin razosinio– La fría declaración dejó al guerrero helado.

Carmine no podía pronunciar palabra alguna, tanto por el increíble acontecimiento que precisaba y por lo que le decía aquella figura que en un parpadeo se había disuelto en el líquido

Blake continuó con su narración de manera hermosa y glamurosa. La luz de la luna que se filtraba por la ventana parecía brillar más a los ojos de Oscar en el rostro de la chica, a pesar de que la luz estaba encendida. Se quedó sin darse cuenta, embelesado por la historia como por el bello rostro inmaculado de la joven.

Llegaron hasta el final del capítulo seis. Blake parecía que no se cansaba de leer este capítulo, era su favorito.

Carmine se dio cuenta de que aquella. mujer de ojos ámbar que le traía tanta calma entre su tempestad, era la misma de la que se había enamorado perdidamente. Sin embargo, se dio cuenta muy tarde, sus manos machadas de tanta sangre que le era imposible recordar de quien era. Su vida cargada de la violencia, las vidas que se esfumaron por culpa de el trajeron consecuencias. miles de hombres querían su cabeza, ya sea por venganza o la gloria de derrotar al hombre que se creía que era invencible. El amor en su vida, como el dios de la luna lo había dicho, era imposible y fantasioso. El destino le puso a aquella mujer de pelo negro solo para burlarse de él, una burla que no le hacía la más mínima gracia.

–Que mala suerte tengo– No pudo evitar decir, mirando al cielo estrellado de la noche, derramando lágrimas sin intentar contenerlas. Se arrepentía de cada uno de sus actos pero sabía que eso no resolvería nada.

Los ojos de ambos comenzaron a pesar y un bostezo de Oscar le dio la señal a Blake de parar.

–Creo que aquí es suficiente– Bostezo y cerró el libro. Tallo sus ojos que empezaron a lagrimear por el sueño que tenia.

Oscar asintió igual de cansado que ella, se bajó de la cama con somnolencia y camino a la puerta. Antes de salir se giró para ver a Blake

–Gracias Blake, tienes una hermosa voz disfrute pasar el tiempo contigo– Una expresión de dolor imperceptible se formó en su cara y sin querer se tomó la cabeza. Giro de nueva cuenta para salir sin ver la expresión de Blake. Cerro la puerta de tras de él y sin saber por qué la ira volvía a él de forma gradual, sabiendo que esa noche no hiba a poder dormir por mucho que lo intentara.

Blake abrió la boca ligeramente ante el cumplido sorpresivo, sonrió un poco divertida de su propia decisión.

—Creo... que elegí bien— Tallándose los ojos perezosamente y se preparó para dormir.

Después de esa noche no se hablaron en el día. No porque no quisieran hacerlo, más bien porque no les daba tiempo. O Blake estaba entrenando con Yang o Oscar estaba entrenando bajo la "tutela" de Ozpin. Que más que tutela este era acondicionamiento físico a nivel de algún supersoldado de las películas atlesianas.

Oscar parecía de mal humor constantemente. No quería hablar con nadie a excepción de una persona.

Al caer la noche, Blake se encontraba otra vez en el comedor, de nuevo tratando de leer "Ninjas of Love". Sin embargo, los constantes gritos en la habitación de Nora, que al parecer estaba teniendo una pijamada con Ruby, Yang y Weiss. Esos gritos no la dejaban concentrarse. Agradecía profundamente que Ren y Jaune fueran mucho más callados. Ella no fue a aquella "Reunión de chicas" solo para llevar a cabo su plan que no pudo concretar desde ayer.

—El destino no me quiere dejar terminar nunca— Pensó maldiciendo a cualquiera que se estuviera divirtiendo con ella.

Estaba a punto de levantarse y unirse a la pijamada con la mente en un viejo dicho "Si no puedes con ellos, úneteles".

—Si tan solo pudiera leer en voz alta, sería mucho más fácil concentrarse— Si hacía eso se iba a sentir tonta al recitar sin que nadie la escuche en aquel comedor vacío. Y además le daría vergüenza decir en voz alta las partes más adultas que contenía el título.

Sus orejas tintinearon otra vez al escuchar pasos que venían de la puerta. Otra vez Oscar estaba parado sin hacer nada más que mirarla. Esta vez parecía que quería decir algo, si esque la leve indecisión que alcazaba a ver Blake le decía algo.

Se quedó expectante a la espera de que Oscar dejara de abrir y cerrar la boca como un pez. La comparación que formuló en su mente se le hizo graciosa y también le abrió el apetito. A sabiendas de que Oscar no hiba hablar, al menos de que ella lo hiciera, hablo primero.

Cerro su libro de manera suave –¿Querías decirme algo?– Fue más amistosa que ayer, su tono de voz era más calmado y sin irritación, ya que de todas formas su lectura ya se había arruinado desde hacía rato.

–Solo dicelo Oscar, no es nada del otro mundo– Le dijo el director fastidiado y si tuviera cuerpo propio estaría moviendo la mano desdeñosamante.

Oscar maldijo a su inquilino. Tal vez para Ozpin era fácil hacerlo, pero para sí mismo no lo era. Se preparó mentalmente para responder la pregunta de Blake.

–Si, quería saber, si podemos volver a leer juntos....bueno no juntos, sino yo quisiera escucharte a ti...bueno no a ti, si no a la historia...no esque no quiera escucharte– Se enredaba con sus propias palabras mientras hablaba y la pena tomaba control de él.

Blake solo entendió unas pocas cosas porque fue bajando el volumen de su voz que ni siquiera con sus sentidos de fauno pudo escuchar. De esas pocas cosas que capto fue "Quiero leer juntos otra vez".

—Bueno, creo que eso es mejor que nada... bien le leeré de nuevo esta noche, además lo disfruto— La sensación que le trasmitia narrar era de añoranza de cuando todo era más simple.

Oscar se incómodo al no recibir respuesta –Si no quieres no te preocupes, gracias de todas formas– Formuló de una forma tan rapida que rozaba con Nora tomando cafe. Quería salir de ahí lo más rápido que se podía, nunca había echo una petición tan rara, más bien nunca había pedido nada a nadie –Olvíd....– Ni siquiera pudo completar la otra parte de su oracion, cuando escucho la silla moviéndose.

Blake se paro, y camino hasta llegar al lado de Oscar –Vamos, aqui hace un poco frío– Paso de largo del moreno, el cual sin darse cuanta había contenido la respiración y después de que inhalara otra vez el mismo aroma de ayer le llegó a su sentido del olfato. Le trajo una paz indescriptible. Al cabo de unos segundos ese olor que lo cautivo se fue disipando y lo trajo de vuelta a la tierra.

—Otra vez paso, me sentí en el cielo....¿Qué será?— Sacudió la cabeza, dándose cuenta de que se quedó mucho tiempo parado en el mismo lugar sin moverse. Giro sobre sus talones y se dirigió a la habitación de Blake.

Al llegar, la puerta estaba abierta y vio a la pelinegra con el libro ya en mano y sentada sobre la cama, esperándolo.

Blake volteo automáticamente –Tardaste mucho– Le reprocho moviendo ligeramente las orejas.

–Estaba pensando en algunas cosas– Cerro la puerta y se subió a la cama.

Ambos estában en la misma posición que el día anterior.

–¿Empezamos?– Pregunto sin qué su voz filtrara la leve ansiosidad que tenía. Leer el libro de la manera en que lo estaba haciendo generaba que su manera de perservir la historia fuera mucho más emocionante e inmersiva.

–Por favor– Sus ojos verdes estaban más expectantes que sus oídos. Estaba completamente atento a la cara de Blake. Esto era por puro instinto, como si una parte de su cerebro le pidiera encarecidamente que prestara atención en ese lugar, de manera similar a que si viera una obra de arte.

La voz llegó a los tímpanos de Oscar de manera armonioso y sublime. Quería cerrar los ojos para disfrutar del sonido. Sin embargo, si hacía esto, dejaría de ver a la gata. Prefirió hacerle caso a su instinto antes que a su corazón.

Capítulo 7:Imposible

Carmine se limpió las lágrimas que quedaron en su rostro. La vista de lejos de su amada lo calmó. Quería dirigirse hacia ella, aún a sabiendas de que no podría reclamarla. No tenía ni el valor de declararse.

—¿Que clase de hombre soy? Tengo el valor suficiente para matar a una persona, pero no para declararme a una mujer— Se dijo impotente.

La voz de Blake opaco los sonoros gritos del cuarto de a lado esto a pesar de que la voz de Blake salía en un volumen relativamente alto.

La voz de Blake opaco los sonoros gritos del cuarto de a lado. Esto a pesar de que la voz de Blake salía en un volumen relativamente alto.

De nueva cuenta los dos se sintieron cansados.

Los gritos del otro lado ya habían cesado indicación que el ruidoso grupo estaba dormido. La gata cerró el libro bostezando. Dirigió la vista a Oscar que parecía que se caía del sueño e incluso ya estaba comenzado a cerrar los párpados.

Blake lo movió un poco,despertandolo de su somnolencia esta no desaparecio por completo, viéndose unas pequeñas lágrimillas desbordar por el lateral de sus ojos.

–Ya vete a dormir, es tarde– Sonaba igual de cansada que un jornalero llegando a casa.

Oscar no contesto, solo asintio con la cabeza –Gracias– agredecio en un susurro y cuando llego a la puerta, lo sintomas que desaparecieron durante un rato volvieron a aparecer de forma espontánea.

Al ver salir a Oscar, Blake tuvo un pensamiento —Siento que esto se va a hacer rutina— La idea no le desagradaba, sin embargo pensaba que el echo de que sólo ella narrará lo haría aburrido si esque continuaban haciendo esta actividad. Dejo de pensar en eso, apago la luz y se preparo para dormir.

El sol salió de nuevo. Oscar y Blake otra vez no se vieron en todo el día. Por indicación de Ozpin el cual quería que se la pasara entrenando diciéndole "Si bien estoy de acuerdo con que te interese una de mis alumnas, no estoy de acuerdo con que descuides tu entrenamiento" Oscar quería decirle que no era lo que parecía, el director a pesar de estar en su cabeza no le creía.

Obedeció a regañadientes, más molesto que antes, sus emociones quería desbordarse. Ozpin prohibió usar la sala de entrenamiento, a las únicas personas que la usaban que eran: Ren, Yang y Jaune. Personas como Ruby, Blake, Weiss y Nora preferían usar el patio para practicar.

Oscar se la paso de día hasta la noche entrenado. No vio a nadie en todo el día, sudaba a cántaros.

–Bien Oscar, es hora de que intentes hacer la patada quintuple– Le dijo Ozpin.

Cansado ya. No se paro a descansar en ningún momento del día y ahora le pedía que hiciera algo que se consideraba imposible. Lastimosamente, aunque se negara, Ozpin probablemente lo estaría molestando y la verdad no estaba de humor para aguantarlo a él ni a nadie. Más por instinto que porque quisiera se paro más cerca del poste de entrenamiento

–¿Entonces se supone que tengo que hacer esa tecnica loca sin preparación alguna?– Pregunto al aire con enojo en su voz.

–Te confianza Oscar, tú eres muy capas– Fueron sus palabras de aliento que fueron expresados de forma monotona y sin emoción.

–Nada de ''Ten confianza Oscar'' estoy seguro de que ni si quiera Yang una experta en combate cuerpo a cuerpo seria capaz de hacer esa patada quintuple o como sea que le hayas puesto– Como si fuera obvio le dijo al director.

–Es posible, por que yo ya la realice, además tienes mi memoria muscular, tu esgrima y tus artes marciales deben estar a un nivel medio alto, que es lo que se requiere para hacer esa patada– El director expresó su punto.

–Esta bien, esta bien lo voy a hacer pero espero que me dejes descansar un poco ¿Trato?–

–Por supuesto, no estoy tan loco como para matarte entrenando– Esas palabras enojaron más Oscar, que soltó aire caliente de su boca.

Se puso en posición de combate de forma en que los pies estuviesen separados, los puños alzados, uno en la cadera y otro en el pecho.

Lo que le pedía Ozpin si bien ni termino en un completo fracaso, ya que alcanzó a conectar cuatro patadas y destruir casi por completo el poste de entrenamiento, pero fallo la quinta. Cayéndose de frente y abriéndose la frente manchado de sangre su cara. Se reincorporó sentándose en suelo mirando a la nada de forma fiera.

–Con un carajo Ozpin, sabía que era imposible– Alzo la voz, sintiendo algunas gotas de sangre bajar hasta llegar a sus mejillas.

–No te carcomas por esto, es de humanos fallar. Solo te falto un poco más de velocidad–

–Si, si. Bueno cuando pueda conseguir la velocidad del rayo en cada movimiento que haga te avisaré y lo intentaré otra vez sino, hasta entonces– Le contesto sarcásticamente.

Ozpin vio de reojo la puerta, divisando un ojo color ambar—La señorita Belladona lo está viendo....lo mejor esque yo me valla no quisiera arruinar el ambiente— Lo pensó un poco más y mejor se quedó.

El niño no escuchó respuesta alguna, se levantó y cuando estaba a punto de dirigirse a la puerta volteo hacia el resto del poste que quedaba y desbordando su aura accidentalmente pateo el trozo de maderaarracandolo del suelo y mandándolo a volar.

Oscar abrió la puerta, noto la presencia de Blake, decidiéndola ignorar. Sabía bien que no podía controlar su ira ante cualquiera que le hablara.

Pero el destino no estaba a su favor. Blake se preocupó por él, ya que estaba sangrando de su frente y empezó a cubrirle más parte de la cara. Lo que más le preocupo no fue eso, sino más bien que el parecía no importarle el hecho de que estuviera sangrado de la frente y que casi se quedara ciego por la sangre que le estaba empezando a cubrir sus ojos. El moreno siguió caminado y tomó dirección a la cocina.

Evidentemente Blake como buena amiga lo siguió.

—Blake, por favor déjame en paz— Pensó sin darse cuanta que entre más se acercaba Blake su cólera empezaba a disminuir muy poco pero empezaba a hacerlo.

–Oscar– Llamo primero con timidez pero al ver como este no volteo su mirada, decidió hablar un poco más fuerte –!Oscar¡– Alzo un poco más la voz el mencionado se detuvo y se quedó de espaldas.

–¡¿Que es lo que quieres?!– Le grito, por instinto parecía una bestia rugiendo. Quería alejarla de él. Quería estar tranquilo en este día tan ajetreado y no pensaba que Blake pudiera ayudarle con eso.

–Yo...yo solo quería saber si estabas bien– Oscar se sintió mal al verla tragar saliva, antes de que pudiera decir algo Blake le tomo la mano y lo arratro con ella.

–Oye, que de...–su pregunta fue cortada por una mirada furiosa de Blake y decidió callarse olvidado por uno minutos su propia ira para dar paso a la sorpresa.

–Tú quédate aquí iré por el botequín–Oscar intento alegar pero otra mirada de Blake lo hizo callar.

—Me siento como niño regañado–– Al Blake alejarse de nuevo su enojo quería incrementar, de fortuna la ojiambar encontró rápido el botequin.

Cuando lo empezó a curar cada pisca de enojo disminuyó, un pequeño ardor lo hizo volver de forma leve.

–!No necesito que hagas esto, estoy perfectamente bien¡– Apunto de levantarse pero lo volvieron a sentar a la fuerza.

–!No te muevas¡– dijo Blake con voz firme.

A pesar de gruñir inicialmente, Oscar permitió que lo curaran. Su enojo disminuyó mientras el aroma a vainilla y champú de fresas se intensificaba en su nariz. Esto se debía a que Blake se acababa de bañar.

—!Es cierto¡ yo después de cuidar los campos de fresas, siempre iba por un helado de vainilla....pero mi tía siempre se enojaba conmigo por que le agarraba dinero a ella para comprarlo. Y aunque se enojaba conmigo yo lo seguía haciendo, era lo unico bueno que tenia en la vida, ese recuerdo....es tan hermoso—

Impulsado por el instinto de sus ser, soltó–Blake, tu olor me gusta mucho– Ese comentario agarro por sorpresa a Blake que termino de limpiar y curar a Oscar.

–!¿Que?¡– Con incredulidad y un poco de vergüenza por el repentino halago que recibió pero, Oscar no se inmuto ante la exaltación de la pelinegra.

–Si, tu olor me trajo un bonito recuerdo antes de unirme a esta guerra, hueles a rosas como los jardines de mi granja y a vainilla dulce como el helado que comia después de cada largo y duro día...Blake te agradezco tanto por tráeme ese recuerdo tan bello– Con una sonrisa dio una mirada melancólica llegado casi a la tristeza.

Blake sonrió mirando que la expresión de Oscar se suavizó. Los ojos de perro se fueron por un momento ante la aparición de la sonrisa sincera del moreno. Después volvieron junto con una expresión seria. Fue fugaz. La mirada que le dio a Blake solo duró un milisegundo y eso fue sufiente para acelerar su pulso.

—!Mi corazón late muy rápido¡–– Se quizo tocar el pecho, sabiendo que se vería raro mejor no lo hizo —¿El dolor me lo estará causando?.....no, no lo eh sentido desde un buen rato.... tal vez me estoy acostumbrado a él— Su perorata interna se vio interrumpida al percibir como Blake se levantó.

–Hay que ir a dormir ya es tarde– Se frotó los ojos y se alejó de él sin estar consciente de la mirada que le daba Oscar.

El niño al ver a Blake retirarse parpadeo barias veces. Su enojo volvió sin la misma fuerza que antes y su dolor fue la misma historia.

Soltó un suspiro contenido y se tocó la herida que paro de sangrar gracias a los buenos cuidados. No era profunda, sintiendo solo la aspereza que cualquier herida genera.

—Hare caso...si soy honesto creo que tampoco dormiré esta vez— Se levantó del sillón y se subió a su cuarto.

De nuevo no durmió nada. Se mantuvo toda la noche con los ojos abiertos mirando al techo o intentando cansarse haciendo repitiendo su rutina de ejercicios. Nada funcionaba y eso lo estaba comenzando a desesperar.

Ya el sol había salido desde hacía rato, dando ya las doce de la tarde. Ozpin empezó a hablarle.

–Así que le gritaste–

Su ojo derecho comenzó a tintinear al escuchar la voz de Ozpin y lo que dijo. Una ligera sensación de vergüenza lo invadió que rápidamente se esfumó.

–Deja de ver mis recuerdos sin mi permiso– Le dijo, casi le grito.

–No vi tus recuerdos–

–¿!Entonces no te fuiste¡?– Se levantó de la cama sobresaltado.

–Yo, nunca dije que me iría... al principio si lo pensé, aunque después de unos segundo creí que lo mejor era ver tu avance con la señorita Belladona. La verdad no esperaba mucho, me alegra haberme equivocado, a este paso conseguirás algo con ella. Te lo reitarare para que te quede claro. Estoy de acuerdo con que busques a alguien a quien amar, pero no estoy de acuerdo con que olvides el objetivo principal de tu misión–

Oscar respingo exasperado –Ya te dije que no es eso lo que buscaba con ella...solo quería saber de donde se me hacía familiar–

–No se por que no te creo...ella mínimo merece una disculpa–

Oscar se tenso al escuchar lo último, nunca pensó en disculparse. No se quería disculpar.

–No lo haré, no siento que tenga la culpa de ello–

–Siempre haces lo mismo cuando dañas de alguna forma a alguien y no solo a la señorita Belladona. La unica vez que te vi disculparte fue con la señorita Rose y ni siquiera lo sentiste enserió –

Oscar frunció el seño, dejo continuar a Ozpin.

–Dime, ¿Acaso tienes miedo de disculparte?–

El ojiverde abrió más los ojos, pero los cerró no queriendo responder a la pregunta. Se levantó por completo de la cama y busco algo debajo de la misma. De ella saco dos libros, estos era: "Ninjas of Love" volumen uno y volumen dos.

Los miro, pensado unos segundos, para después sacudir la cabeza. Levantadose con ambos libros en mano, se dio coraje dándose una bofetada.

–Eso responde a mi pregunta...y para que te lo sepas, una compensación material es mucho menos valiosa que una que se da con palabras salidas de ti–

Oscar lo ignoro y salió de la habitación con libros en mano, sin escuchar a alguien que evidentemente era mucho más sabio que él.

Fue directamente al cuarto de la gata con la esperanza de que se encontrará en ella. aún con la hora que ya era.

Toco la puerta tres veces esperando a que abrieran. Unos pasos se escuchaban detrás de la puerta. Ante el aviso de la llegada de la ojiambar escondió los libros detrás de su espalda. La puerta se abrió dejando ver a una Blake desarreglada y algo somnolienta.

–¿Oscar?– Dejo de tallarse los ojos y los abrió a su estado normal, parpadeando un par de veces.

—¿Pues a que horas se durmió?— Se preguntó vendo el estado de Blake —!No¡ concetrate, a lo que viniste— Se reprendió por perder el tiempo.

–¿Podría pasar?– Sintió un nudo en la garganta.

–Seguro– Respondió sin más, tratando de ver lo que tenía escondido.

Oscar al pasar se giró para que no Blake no viera lo que tenía en manos. La gata hizo una mueca ante esto.

Oscar apartó la mirada cerrando los ojos para darse valor e imaginarse que Blake no estaba frente a él. De nada le funcionó esta acción. El olor que expedía Blake le penetraron otra vez la nariz. Amaba ese olor, a pesar de que por ese olor su plan estaba por fracasar. Abrió de nuevo los ojos y miró a Blake. La decisión se atravesó en sus ojos.

—¿Que le pasa?...¿que piensa tanto?, ¿tan importante es lo que va decirme?— Pensaba Blake, al ver la aparente cobardía de Oscar al inicio.

Oscar mejor no hablo y actuó. Extendió el presente, no la miro a la cara.

Blake abrió los ojosnpor el repentino movimiento, era obvio que le estaba extendiendo un regalo y que regalo.

—Son los primeros volúmenes de Ninjas of Love. ¿Pero por que?– Un brillo de culpa se alcanzó a ver por los ojos del pelinegro.

—Es de los que no se pude disculpar con palabras— Tomo los dos libros, liberando del peso a Oscar. Por curiosidad abrió el primero. Jadeo al encontra la firma del autor en la primera página.

–¿Como?–

–Es una larga historia, solo quería que los tuvieras– No quería decir que robo los libros, ¿quien mencionaria eso?. Y mucho menos quería decirle lo incómodo que fue obtener la firma del autor.

–...no, no puedo aceptarlos– Trato de devolverlos, la mano de Oscar se lo impedía.

–Para nada, quiero que los tengas. Tu te los mereces más que yo y lo apreciarlas más de lo que lo hice. Así que por favor, aceptalos– Los empujó de nuevo.

—...No me va aceptar un "no" como respuesta, una discusión es un perdida de tiempo–– La expresión del niño solo le mostraban su determinación y muy internamente de verdad quería aceptar el regalo.

Sonriendo de manera inconscientemente, apretó los libros en su pecho –Gracias Oscar–

—Estuvo fácil...aunque extrañere esos libros, me hace más feliz que alguien que los sepa apreciar mejor que yo los tenga— Solo fue un breve momento, pero Blake alcanzó a ver un deje de tristeza en él.

Se replanteó por unos segundos si debía insistir, sabiendo que sería inútil. Puso en marcha la idea que casi la deja sin dormir en toda la noche.

–Oscar...te agradezco, de verdad. Quisiera saber, si....¿Quisiera que yo te diera clases de lectura?– Ella tenía experiencia enseñando, obviamente, y según mucho de los alumnos que tuvo en aquel taller, lo hacía muy bien. Sentía empatía por Oscar. Le recordaba a aquellos faunos que no pudieron aprender cuando debían y ahora que crecieron les era más difícil hacerlo. Y le hizo esa propuesta siguiendo le que le dijo su padre alguna vez: "La igualdad es para todos, tanto para faunos como para humanos".

–Felicidades Oscar, este era tu plan desde del principio– Se burló de el director.

–¿Eh?– Fue lo más inteligente que pudo decir.

No me dejaba publicar este capitulo por el limite de caracteres, así que corte la parte del verdadero final, lo bueno esque el fina del "recuerdo" hacia un buen final a mi parecer y Gracias la maldito límite, no pude detallar varia cosas así que al mi parecer este capítulo es un "meh"

La principal razón del cambio de título, es por que al principio no tenía mucha idea de donde llevar esta historia.

Eh de admitir que no es de mi mejores capítulos pero se hizo que se pudo.

No detalle mucho, en la historia de Oscar, por que siento, no, mas bien se que eso se debería de tomar en consideración en un capítulo completo...

Repetí mucho leer en este capítulo y ya esto empezando a soñar con eso...ayuda

Y intentaré no pecar del instant love....sin justificación !Gracias por leeer¡

SvarturHerracreators' thoughts