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PERDONA SU INSIGNIFICANTE VIDA

Aquel rostro apuesto, con esa figura alta y erguida, que se encontraba de pie frente a Nicole era el hombre del que había estado enamorada durante 3 años, Eric Ferguson. A primera vista, Nicole se quedó atónita por un momento, pero rápidamente recupero la compostura.

Nicole no estaba tan ensimismada como para pensar que Eric había estado observando todos sus movimientos, para poder abalanzarse como un héroe a salvarla.

- ¿Señor Ferguson? -el señor Zeller se levantó asustado y temblando de miedo.

El rostro de Eric era sombrío mientras miraba con desprecio al señor Zeller.

- ¿Tiene usted ganas de morir? ¡Puedo ayudarlo con eso! -en ese momento, una ola de ira inexplicable surgió de repente en su pecho. Sus ojos eran fríos e intimidantes.

Eric estaba a punto de abalanzarse sobre Flint Zeller para darle una lección, cuando una figura apareció por detrás. El otro hombre pateo a Flint Zeller, que acababa de ponerse en pie y lo tiro de vuelta al suelo. Luego, lanzo una ráfaga de puñetazos sobre la cara y el cuerpo de Flint. No dejo ningún lugar sin castigo.

- ¡Ian! -grito Nicole al hombre.

El hombre que golpeo a Flint Zeller se detuvo ligeramente y se dio la vuelta para mirarla. Sus ojos fríos se volvieron cálidos al instante.

-Fui a tu oficina a buscarte y me dijeron que estabas aquí, así que vine a propósito para sorprenderte. -Ian se acercó entonces a Nicole, como si la escena de hace un momento no hubiera ocurrido. Ignoro la presencia de Eric, tomo un ramo de flores y se lo entrego a Nicole. - ¿Te gustan?

Nicole suspiro, sin poder evitarlo. Aunque sus planes se habían arruinado, más o menos había conseguido lo que venía a buscar, así que no era del todo un fracaso.

-Gracias, pero olvídate de él. Si sigues así, podría morir… no quiero meterme en problemas.

-Como quieras, mi reina. -Ian sonrió y luego continuo. -Entonces le perdonare su insignificante vida.

Flint Zeller miro con miedo a las personas que tenía en frente. Uno de ellos era el segundo joven amo Carter y el otro era Eric Ferguson. No podía permitirse meterse con ninguno de los dos.

Una vez que Flint oyó que le perdonaban la vida, soporto el mareo y quiso huir en pánico. Desde luego no quería meterse con esos dos hombres poderosos. Antes de que pudiera arrastrarse para fuera de la habitación. Algo duro aterrizo en su cabeza antes de caer al suelo. Eran las llaves del Audi.

Ian se burló con frialdad.

- ¡Llévate esto! No vuelvas a manchar los ojos de mi novia.

-Si, sí, sí. -Flint Zeller salió corriendo en pánico.

Nicole se quedó sin palabras.

-Cuidado con lo que dices… -miro a Eric y se sintió un poco extraña. El la miro de vuelta, con una mirada fría y profunda. -Señor Ferguson, ¿Qué está haciendo aquí?

-Si, yo también tengo curiosidad. ¿Por qué esta aquí, señor Ferguson? -Ian miro a Eric con evidente escrutinio.

-Nicole, ¿no sabias que había un problema con el vino? ¿Por qué asistes a todo tipo de cenas sin cuidarte? ¿es esta la vida que quieres? -la burla en sus palabras era evidente. De alguna manera, la rabia le estallo en el pecho en ese momento.

Nicole bajo la cabeza y se rio. Lo miro con sus brillantes ojos delicadamente maquillados que llevaban una agudeza oculta. Ante la mirada sorprendida de Eric, Nicole tomo la copa de vino que había en la mesa y se la termino. A continuación, curvo los labios en una sonrisa y se puso de pie.

-Gracias por su ayuda, señor Ferguson. Ya había reemplazado el vino de antemano, pero le recuerdo que usted ya no tiene derecho a comentar sobre lo que quiero hacer con mi vida.

Cuando Nicole se levantó para irse, Eric la agarro del brazo y la miro fríamente.

- ¿Qué quieres decir? No has respondido a mi pregunta.

Nicole sonrió y dijo con la cara seria:

-No lo dije tan explícitamente por cortesía a usted, señor Ferguson. He venido aquí para trabajar, lo que sin duda es mejor que ser la humilde sirvienta de su familia, como era antes. Hablando de eso, ¿hay acaso diferencia entre su familia y Flint Zeller?