Capítulo 5

Cuando la chica vio a sus padres entrar dejó su lugar en la ventana, se apresuró con ojos llorosos y actitud lastimera hasta su padre.

—Mamá, papá no pueden dejar…

—¡Cállate! Esta decidido —dijo el viejo Wong.

La chica tembló sorprendida, sintiéndose aún más resentida, su padre nunca la había tratado así, solo hacía falta algún gesto lastimero de su parte para que su papá le diera todo lo que quisiera. Siempre le funcionaba, no sabía porque ahora no.

Cuando la vieja Cao vio a su hija abrazar la caja que contenía joyas y adornos de plata con una expresión enojada y confundida, se acercó para quitársela con paciencia.

—Ah'Nuan, madre te comprara cosas aún más bonitas después, ¿esta bien?

Wong Nuan frunció el ceño y apretó sus manos en puños mientras veía a sus padres comenzar a tomar las cosas que ya consideraba suyas para llevarlas afuera. Pensó que si su estúpido hermano no hubiera huido ella tendría todas esas cosas finas y caras, no solo eso, también habría tenido a un buen sirviente que haría lo que quisiera como esas damas ricas de la ciudad a las que aspiraba parecerse.

Su madre le había dicho que Zhou Zan sería como su sirviente, que podría ordenarle hacer lo que quisiera y este no podría decir nada, esos sueños se estaban esfumando frente a sus ojos y no podía hacer nada para evitarlo.

Su rostro tierno y joven se ensombreció.

—Zhou Zan, espera y veras… Te enseñaré tu lugar —murmuró con odio en sus ojos, regresando a su antiguo lugar en la ventana para ver al ger.

Fuera, Zhou Zan se acercó al viejo Wu luego de que este pidiera a alguien le dijera a su nieto mayor trajera tinta y papel de su casa.

—¿Hay alguna carreta que pueda pedir prestada para llevar las cosas?

—¿Llevar? ¿Llevar a dónde?

—Cierto —se mostró un poco avergonzado—, deseo comprar la casita donde desperté, ¿es posible?

—Si, el dueño murió, de eso ya muchos años, puedes comprarla. Pero el costo no es barato. Tampoco las reparaciones.

—¿Cuánto dinero se necesitará? —Tenía los recuerdos de Zhou Zan pero no estaba seguro de ese tipo de cosas, un joven maestro rico como el anterior Zhou Zan no sabía sobre cosas como esas, cosas del campo.

Chan Jie se acercó e intervino sin pena.

—Tres taels de plata. El esposo de mi hija mayor es carpintero y tiene una carreta, también tiene un hermano que puede reparar la casa. Ambos son trabajadores y honestos. Por ahora solo llamaré a Kuang Shui. —Era trabajo y sabía su yerno lo necesitaba, además no le pondría las cosas difíciles a Zhou Zan como otros al saber tenía dinero.

—¿Es así? Agradezco a la tía por su ayuda.

Fen Shí y Chan Jie compartieron una mirada respecto a lo extraño e ignorante que parecía ser Zhou Zan tomando en cuenta era un sirviente de origen humilde según los rumores. Antes de ser aceptado como sirviente había sido un chico de campo según se decía, ¿entonces por qué no sabía esas cosas?

—Iré por ellos y te ayudaremos a cargar las cosas.

—Molestare a la tía.

Zhou Zan planeaba darle un regalo a ella y al líder por su ayuda, pero no sabía que. Entonces recordó otra cosa importante luego de que la tía Chan Jie se marchará.

—Líder Wu, ¿conoce usted a mi salvador? Quisiera agradecerle, estoy aquí gracias a esa persona… —Zhou Zan realmente quería agradecer a esa persona por hacer lo correcto y sacarlo del agua, gracias a eso había podido llegar a ese lugar y conseguir otra oportunidad de vivir.

—En realidad, nadie sabe quien te salvo… —dijo incómodo, la realidad era que el rescate de Zhou Zan era un asunto extraño y delicado—. Solo que un pequeño niño pobre fue y dio al aviso a algunos aldeanos que luego llamaron a la familia Wong.

Zhou Zan abrió los ojos.

—¿Un niño? Pero…

—De seis años. Llegó aquí hace una semana, nadie sabe de donde viene, solo que baja de la montaña en el bosque para buscar trabajos en la aldea.

La esposa del líder Wu Wen suspiró con pena.

—Su situación es muy lamentable. Intente preguntarle sobre su origen, pero parece ser un poco tonto y no sabe que responder. Sale huyendo cada vez que alguien le hace una pregunta.

—Ya veo… —susurró Zhou Zan, sintiéndose realmente curioso.

—Lo veras algún día de estos y podrás intentar averiguar que paso, también podrás agradecerle —aconsejó la mujer.

—Por supuesto.

Zhou Zan suspiró contento cuando vio a la pareja Wong comenzar a sacar las cosas, ahora tenía una pequeña base sobre la cual comenzar su nueva vida, estaba realmente agradecido con la hermana del dueño original por haber preparado esa dote.

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