12 Capítulo 12

Lu Wei abrió los ojos al escuchar ruido fuera de la cueva, al ver a su hijo y Zhou Zan se relajó un poco, mantuvo la mirada sobre los dos ger hasta que se acercaron.

—¿Cómo estás? —preguntó Zhou Zan, sus ojos amables e indagadores.

El joven vestía una túnica color azul claro que lo hacía ver aun más suave y atractivo. Zhou Zan no parecía ser alguien común, su actitud y porte elegante no dejaban dudas sobre que su origen no podía ser rural. El ger parecía un joven maestro rico de ciudad, aunque no se comportaba como la mayoría de maestros ricos que había visto.

Cuando al igual que el día anterior el ger se arrodilló sin contemplaciones frente a él, dejó de pensar así, ningún maestro rico se arrodillaría frente a un hombre de campo como él. Y mucho menos se dignaría a atender sus heridas.

—Bien.

—Eso es bueno.

Rápidamente alejó la mirada de su bello rostro al verlo sonreír cálidamente, como si realmente le alegrará saber sobre su bienestar.

—Papá, aquí.

Lu Ming le presentó una pequeña canasta de bambú, en el interior había un paquete de papel grasa y una cantimplora de piel de tamaño medio, aunque adivinaba lo que era, lo miró interrogante.

Su hijo retrocedió un paso, viéndose confundido, su sonrisa desapareciendo.

—… Es comida… bollos —susurró.

Zhou Zan miró entre ambos, entendió lo que sucedía.

—¿Te molesta te haya traído comida?

—No tenías porque hacerlo —respondió, a Lu Wei no le gustaba deberle nada a nadie.

—Esta comida es el pago por el trabajo de Xio Ming el día de hoy. También incluí dos bollos para ti.

—No puedo pagarte.

—No quiero que lo hagas. Eres mi benefactor, decidí que hasta que te recuperes te daré una o dos comidas al día.

—No —respondió, apoyándose en sus antebrazos para sentarse con cuidado y recostar su espalda en la pared rocosa de la cueva—. Con lo dado ayer es suficiente.

Había creído que las cinco bolas de arroz rellenas y la atención a su herida el día anterior habían sido suficiente pago por ayudar a Zhou Zan, no esperaba nada más. No quería nada más.

—La traeré aquí todos los días, puedes comerla o no, será tu decisión. No busco molestarte, solo agradecerte.

Lu Wei lo miró a los ojos.

—Tampoco lo hago por lastima —declaró, sosteniendo firmemente su mirada.

Al verse descubierto desvío la mirada y luego de algunos segundos tomó la comida de la pequeña cesta.

—Gracias.

Lu Ming sonrió feliz al ver a su padre comenzar a comer.

—… ¿Papá son deliciosos, verdad?

Asintió y al ver la sonrisa de su hijo crecer también sonrió ligeramente y estiró la mano para tocar su cabeza.

—¿Has comido?

—Si, un plato de fideos con carne —contestó alegre, tocado su estómago lleno.

Lu Wei le lanzó una mirada a Zhou Zan.

—Los bollos… —Había tres bollos en el paquete, dos de carne y uno de verduras. Un pago de dos bollos ya era bastante para un niño que solo juntaba un poco de leña. Un plato de fideos con carne que podría costar doce monedas de cobre en la ciudad iba más allá. El sueldo de un adulto podía ser de quince monedas de cobre al día.

—Xiao Ming trabajo mucho hoy —contestó con ligereza, entregándole la cantimplora—. Aquí un poco de té.

El ger se puso de pie abrazando la canasta.

—Lu Ming me acompañará a recolectar fresas mañana —comentó en consulta.

—Esta bien.

El joven asintió, entonces le sonrió con ternura a su hijo.

—Veré a Xiao Ming en la entrada del bosque mañana. Recuerda lo que dije, ¿bien?

Luego de unas frases más, el ger se despidió.

Lu Wei miró a su hijo.

—¿A que se refiere?

—El tío Zhou ger dijo que mañana me preparará algo delicioso y debo ir a comer —dijo tímido.

—… Ya veo.

Lu Wei entonces miró con mayor atención a su hijo, su ropa estaba remendada y sucia, pero su cabello ya no estaba suelto y desordenado, su pequeño rostro también había sido limpiado, le dio una mirada al ger, seguramente él había hecho eso. Aún así, su hijo se seguía viendo realmente lamentable, todo debido al descuido de parte de la familia de su ex esposo quienes lo habían tratado más como un sirviente que como un miembro de la familia. Se sentía como un pésimo padre, luego de ser herido y escapar Lu Wei se había adentrado en el bosque con su hijo para atenderse la herida, descuidando a su pequeño aún más. Realmente, tenía mucho que compensarle a su hijo.

Zhou Zan parecía iba a tomarle cariño a su hijo en el futuro, también parecía ser alguien bondadoso por naturaleza, recordó la interacción que había visto entre ellos. El ger había sido tierno y considerado con su hijo, tratándolo mejor de lo que lo había hecho su propio padre pequeño.

No debían pagar su buena voluntad involucrándolo en problemas.

—Debes tener más cuidado. Quizás sea mejor mantenerse alejado de Zhou Zan de ahora en adelante.

—Pero… —Lu Ming apretó sus manos en puños—, papá, el tío Zhou ger no es… no es como la familia de papá pequeño —susurró, mirando sus pies dentro de zapatos viejos, sus manitas temblando—, ¿ya no puedo ayudarlo a recolectar fresas?

Ante la mención de la familia de su ex esposo, el rostro de Lu Wei se endureció, sintiendo ira y decepción ardientes en su pecho. Dejó el té en el suelo y debido a sus faltas como padre no pudo mirar a su hijo.

Cuando Lu Ming vio a su padre fruncir el ceño e ignorarlo sintió dolor en su pecho y se entristeció. Entendió que se había equivocado y había molestado a su padre, cerró sus ojos y se preparó para el golpe.

—Puedes seguir ayudándolo, pero ten cuidado.

Abrió sus ojos, sorprendido, su padre no lo había reprendido de ninguna forma, al mirar a su padre comer, asintió varias veces.

—Lo… lo tendré.

—Solo llévalo a las zonas que te mostré. Ahí es seguro.

—Si —volvió asentir animado.

Lu Wei sintió su interior volverse cálido ante el entusiasmo de su hijo.

avataravatar
Next chapter