Visitantes no deseados

2 meses después

-Ahh…ahh…Crack…mierda…Agh…Click…una vez más – Dije con una voz agitado.

Ya había pasado dos meses desde que me uní a la academia, solo diré que durante mi estadía termine siendo como decirlo… ¿detestado? Por el 99% de los estudiantes, por ser entrenado con mis hermanas, ¿el motivo? Fácil, celos, y todos esos celos solo provenían de los malditos críos, joder, chicos apenas tiene como 10 años, no puedo creer que ya estén pensando con la cabeza de abajo.

Pero olvidemos eso, ahora estoy entrenando mi fuerza, pue es difícil controlarla ya que cada vez que lanzó un ataque termino poniendo toda mi fuerza o un poco más de lo necesitado hacia algún objeto débil y por ello termine sobresaliendo en mis prácticas, por ello debo controlarla un poco.

¿El por que intentando controlar mi fuerza? Pues muy simple "Mañana se hará una competencia dirigida por mi familia" y no quiero sobresaltar, no en estos momentos, pero la más importante de mis razones será por los invitados que se sentaran a observar el evento.

Detuve mi ataque, respira lentamente para controlar nuevamente mi respiración y después de unos segundos suspiré y dije – Creó que será todo por hoy, veré que tanto fue la mejora"

Saqué mi libreta, la abrí y comencé a escribir:

Estadísticas.

Fuerza – 52 (47+5)

Resistencia – 68 (61+7)

Velocidad – 54 (41+13)

Inteligencia – 94 (92+2)

Vitalidad – 60

Mana – 47

-Maldición, nunca pensé que sería tan complicado subir las estadísticas ¡Como detesto a este mundo! – Suspiré y dije – Al parecer tendré que duplicar mi entrenamiento si quiero igualar a los de primero.

Moví mi cabeza en forma de afirmación - Si, así será, bueno aun me queda tiempo entrenare esa mi magia de nuevo.

Después de pensar y ver de nuevo mis pésimos resultados me senté en la cima de una gran roca gigantesca. Su altura no era más de 3 metros y era lo suficiente ancha y como para meditar aunque no negaré que tuve que caminar 11 kilómetros para encontrarla.

Me senté, me puse en posición para meditar y coloqué toda mi concentración en aprender esa magia.

Podía sentir el manar fluir por mi cuerpo. Este era un pequeño calor que recorre todo mi cuerpo cubriendo me del intenso frío de la noche.

La concentración aquí es 10 mil veces mejor que en mi cuarto, además aquí no siento como me observan.

El calor que antes sentía como me acogía en sus brazos poco a poco aumentó su intensidad causando me un poco de malestar y un ligero dolor "se que esto es algo normal al intentar aprender una técnica de mejora del cuerpo, pero nunca pensé que fuera así de fácil".

Aprender técnicas sin ningún Grimorios es demasiado difícil, pues este puede ocasionar le la muerte al portador ya que nadie o muy pocos logran soportar el dolor intenso que reciben al aprenderla, pero en cambio conmigo es más fácil.

Al terminar con ese arrogante pensamiento el ligero dolor aumenta a un dolor insoportable, como si mil agujas salidas del horno fueran clavadas poco a poco a cada parte de mi cuerpo o como el piquete de millones de avispas venenosas. No sabía por cuanto tiempo tenía que aguantar ese horrible dolor, pero si me rendía en este momento mi única ventaja se iría a la basura al igual que mi vida y no quería eso.

El sufrimiento siguió así por más de 1 hora, sabía que eso era insoportable, pero seguí hasta ver a dónde aguantaba. El dolor se intensificaba cada segundo, el intentar mantenerlo es más que un reto suicida. Mis esperanzas iban desapareciendo poco a poco, así como mis sentidos. No sabía cuánto iba a durar, pero como si fuera un milagro instantáneo el dolor desapareció como arte de magia "A, ahora que recuerdo es un mundo de fantasía, así que algo parecido a los milagros si son posibles aquí".

Mi cuerpo aun no respondía como debía en especial mis piernas.

Miré al cielo y me dije "Aun me queda tiempo, descansare y cuando ya pueda moverme un poco iré de regreso al salón"

Mi descansó duró ahí de casi 1 hora, ya podía sentir mis piernas, pero estas me fallaban por algunos intervalos de tiempo, así que tarde un poco más en llegar al salón, pues tuve que agregar el tiempo extra de mi nuevo sitio de entrenamiento, así como mis ligeros descansos. Cada vez que me sentaba a descansar me ponía a pensar en solo dormir en mi suave y cómoda cama, pero al momento de estar en ella mi sueño desapareció y todo gracias a una misteriosa ansiedad la cual mantuvo todo lo que quedaba de la noche despierto.

-7 de la mañana. Coliseo Principal-

Gritos de emoción, algunos de pasión y otros de decepción, el crujir de la madera, así como el sonido del metal golpeándose y si no fuera suficiente el resplandor y los estallidos de magia, de fuego golpeando el cielo, ventosas de viento por ataques de aire y algunos espacios vacíos a causa de la magia de tierra. Esto era el evento principal, el famoso concurso para demostrar tu fuerza y precisión con la espada apenas estaba comenzado.

"Esto más parece un circo demostrando quien es mejor con la magia y el ver quien agita mejor una ramita de madera".

La verdad les mentiría si dijera que no estoy nervioso, pero lo estoy y no porque vaya a perder algún duelo si no por el invitado principal de este evento.

-Benji, si entendiste lo que te dijimos – Afirme con la cabeza, pero estas no parecían satisfechas.

-Solo recuerda no mostrar tus habilidades, aunque tengas que perder algún duelo no las demuestres, si sabes la razón – Volví a agitar la cabeza en forma de respuesta de que si las entendí.

El pensar en poder pelear para hacía que una sonrisa brotara de mi rostro, pero esto seguiría siendo un pensamiento.

-Si, si, ya las escuché, pero creó que pueda participar. Recuerden que apenas llevo 2 meses aquí mientras que los otros ya tienen como mínimo 6 meses entrenando.

-Tienes un buen motivo, pero eso no deja que no puedas participar, en especial él – Ryandy, así como mis otras dos hermanas fruncen ligeramente las cejas demostrando lo tanto que parecen odiar a ese sujetó.

-Ryandy tiene razón, no se sabe lo que él pueda hacer o decir, en especial si se trata de nuestra familia – Maggy lo dice con un tono serio que hace que me sienta más nervioso y preocupado.

-No deberías ignorar sus advertencias. Yo tuve que sacrificar mi maldita vida por un maldito trapo que arrojo a una jauría de bestias, solo para que lo tire nuevamente al suelo con desprecio mientras les ordenara que los demás lo pisaran diciendo "Esto ya está sucio, alguien podría traerme otro limpio" – Miro como Daysi agarra con bastante fuerza la espada que esta se parte.

Al ver sus expresiones y la forma en que se expresaron solo me dieron intriga y temor de saber quién era ese rey que nos detestaba demasiado, y si ellas tienen razón hay una ligera probabilidad de que participe.

-Está bien, no se preocupen si llegará a participar en el evento evitare resaltar y mostrar mis habilidades – Sonríe mientras preparaba mi espada para continuar con la práctica.

El tiempo de este día pasaba rápido, el concurso había comenzado y como se esperaba padre apareció para dirigir y presentar el evento de hoy.

-Buenos días señoras y señores y por supuesto, Su Majestad. Daremos comienzo al torneo anual el cual este año será para buscar al nuevo representante de los de 3, 2 y 1 grado de espadachines de élite, además de despedir a los graduados de este año y como claro para disfrutar de estos maravillosos duelos.

Al principio dirigí mi mirada a padre, el cual estaba vestido con un chaleco azul marino de 3 botones, debajo una camisa blanca y pantalón azul marino. Y no faltaba su espada de hierro la cual estaba situada en su cadera en la parte izquierda junto con la funda hecha de la piel del último dragón que esa espada tomó.

Y como olvidar esa espada fundida junto con una empuñadura de oro incrustando, con dos rubís rojo vino en los laterales de esta. La espada que tiene las historias de aventuras más increíbles e inimaginables que padre tuvo, pero la sorpresa era que él sacará.

Por último, mi mirada corrió a ver lo que padre veía y no podía creer quien estaba ahí.

Era el rey mismo, no fue difícil de reconocer pues este lleva la típica corona que suelen usar, pero lo que más me intrigaba saber era el motivo por el cual llevaba una armadura ligera de lo que parecía ser de hierro junto con dos espadas en cada lateral, una un poco más pequeña que la otra, pero podía apreciar el inmenso poder que este rey portaba.

Pero en un instante nuestras miradas chocaron, este parecía saber que lo estaba observando aun estando dentro de uno de los túneles del coliseo y no sola la de él, si no las de otras con las que había venido.

Esto solo me hizo retroceder de un gran salto y aguante mi respiración, así como mi cuerpo estaban súper tensos. Tuve la suerte de que ninguna de mis hermanas estuviese al rededor, si no esto será algo penoso y vergonzoso de recordar.

En ese momento el rey comenzó a hablar – Amigo Marco Antonio Staff Walker, cuanto tiempo sin vernos. ¿Acaso no fue eso hace no una o dos décadas atrás durante esa peligrosa batalla contra el anciano dragón eléctrico de las montañas del este? - Ellos se miran con rivalidad y mi padre solo le responde con una amarga sonrisa que solo el rey parecía poder entender.

-Me disculpo mi Rey, pero fue hace 23 años durante la subyugación de la dungeon de golem de lava donde tuvimos que bajar al piso 79 y derrotar al boss de piso 80 el "Golem del Sabueso del fuego oscuro", mientras que el dragón fue una pequeña cacería que hizo cuando usted cumplió sus 18 cumpleaños.

El rey mira con una sonrisa a todos los espectadores, pero sabía que debajo de esa sonrisa de felicidad por recordad sus viejos tiempo, más parecía una sonrisa que demostraba odio por el comentario anterior.

-Veo que sigues teniendo una gran memoria, además cabe mencionar que no has envejecido, pero que me dices de tus habilidades con la espada ¿No te gustaría revivir los viejos tiempos de compañerismo? – El Rey lanza una mirada hacia padre mientras se encorva hacia delante esperando su respuesta – Mi rey, usted sabe que me encantaría tener tan gratificante batalla con usted, pero no creo que este sea el mejor escenario – Padre mira por todos lados mientras decía esas palabras y continúa hablando – Si me disculpa, me gustaría rechazar esa petición suya –Dice eso mientras hace se arrodilla y baja su cabeza en forma de disculpa.

-Marco, no tienes por qué disculparte, sabes que somos amigos y compañero de guerra, así que tal gesto no es necesario frente mío, así que levanta la cabeza y comienza el torneo – Padre se levanta justo como el rey dijo y justo cuando este iba hablar el rey dijo – Perdona por interrumpirte, pero me gustaría que solo por esta vez hagamos un cambio en las batallas de hoy.

Padre al principio parecía sorprendido, pero repone su postura y le pregunta - ¿Esta bien mi rey, si usted quiere modificar algo solo dígame y haré que se haga como usted diga – El rey en respuesta se levanta y dice – En vez de que tus estudiantes se enfrenten contra uno de mis guardias para demostrar sus habilidades ¿Qué me dices de que te preste a mis guardias reales para esta demostración?

- ¡¿Que?! - Padre grito de tales palabras, pero rápidamente recobro su postura, arreglo su uniforme y dijo – Mi rey, no es necesario de tal acto, no creo que sea bueno que separe a sus guardias de su lado – El rey en vez de escuchar a padre, mueve una de sus manos y 5 guardias salen detrás de este.

-No tienes que agradecerme, tómalo como una muestra de mi generosidad, además, así tus chicos podrán adquirir experiencia en un combate real y no creo que tus estudiantes no estén emocionados por enfrentar caballeros fuertes antes de ir al exterior, además si a mis guardias reales les gusta su forma de pelear y habilidad puede que me convenza de tenerlos en mis filas lo más pronto posible.

Podía ver como padre presionaba sus manos, pero este re pone recto y dice – Si su rey lo dice, entonces lo aceptare con gusto. Chicos salgan.

Al decir eso un grupo no más de 50 jóvenes de 9 a 11 salen de otro de los túneles. Cada uno vestía armaduras de cuero ligeras y al mismo tiempo pesadas, podías apreciar la variedad de armas como lanzas, espadas, hachas, mandobles e incluso juegos de navajas, lo sorprendente era ver solo a 4 chicas dentro de todos ellos y parecía que estas eran la que dirigían el grupo, pues cuando una de ellas hablaba los demás parecían obedecer.

Padre dio las instrucciones de las batallas y cada fila se dirigió a su respectivo contrincante....

Siento como una ligera, pero raspada y agrietada mano agarra mi cabeza, mi reacción fue la esperada, lancé un ataque levantando mi espada en el cuello de la persona que me tenía, pero nunca pensé quien era.

-WoW WoW. Alta ahí pequeño guerrero – Miro a Daysi con sus manos levantadas y una sonrisa – Ya me rendí Benji, podrías bajar tu espada – Ella lanza un suspiró, así como yo bajo la espada y la guardo.

-Perdón Daysi, pero estoy tan nervioso que me asusté cuando sentí tu presencia detrás de mí.

Ella se mira para todos lados y me dice – Está bien que tengas miedo, pero no dejes que este te domine o si no habrá un derrame de sangre innecesaria.

-Si, si, ya entendí. Por cierto, viniste aquí para enseñarme o decirme tácticas de pelea.

Ella me mira un poco sorprendida y dice – Jajaja, claro que no estoy por eso, tampoco me compares con mis hermanas, pero como dices no estoy aquí solo para asustarte.

No te parece sospechoso que el rey que este armado, pero eso no es todo. Que él tome el control del evento que por lo general siempre dirige padre.

-Si, yo también pensé eso y por ello lo único que se me vienen a la cabeza sería... - Antes de que terminará de hablar Daysi me calla colocando su mano en mi boca.

-Perdón por ello, pero recuerda "Nos vigilan, así que es mejor guardar esas ideas cuando estemos realmente solos". Ahora mi último consejo, pierde cualquier duelo que tengas.

Al escuchar esto quede casi en shock. No podía creer que después que después de todo este entrenamiento que ellas propusieron especialmente para este tipo de eventos y batallas a futuro solo me digan que no haga nada y les deje el camino fácil.

-Estas bien. ¿Tienes fiebre?, si es así le diré a mis hermanas y a padre para que te cuiden – Ella me niega con la cabeza y dice – Se que lo que te pedí es algo inesperado y humillante, y más que te lo diga yo una amante de las batallas, pero confía en mí y hazlo.

La miró a sus ojos y veo como estos dicen la verdad. O eso es lo que creo.