webnovel

Capitulo 1

Estaba asustado. A pesar de mis 23 años, no había forma de que estuviera preparado para esta situación. Después de lo que parecía ser un día normal de trabajo, un automóvil me golpeó mientras esperaba en el semáforo. Antes de darme cuenta, me encontré en un desierto con montañas de cadáveres a mi alrededor. En este punto, nadie me podría culpar por estar aterrado. La lluvia hacía el lugar oscuro, creando un río de sangre.

Intenté desesperadamente levantarme, pero mi cuerpo se sentía demasiado pesado para hacerlo. Al inspeccionarme, no noté nada fuera de lo normal, más allá del extraño uniforme que llevaba puesto. Confundido, miré a los cuerpos sin vida a mi alrededor y noté que todos llevaban el mismo uniforme, aunque eran diferentes al mío.

¿Qué demonios estaba sucediendo? ¿Qué era esta situación? Una vez más, intenté levantarme con mucho esfuerzo. Mientras buscaba algo para darle sentido a todo esto, no pude evitar sorprenderme al ver mi reflejo a través de un charco.

"¿Eh?"

En vez del rostro habitual que me miraba cuando estaba frente a un espejo, una cara completamente diferente me recibió. Un cabello rubio, largo y desordenado, y lo que más destacaba eran los ojos de color azul. Sería un chico guapo de no ser por la apariencia completamente desgastada y sucia. En ese momento, un pensamiento desagradable me golpeó.

"¿Será que yo… he reencarnado?"

Perdiendo las fuerzas de mis piernas nuevamente, caí al suelo, empapándome de barro. "¿Qué será de mí ahora?" No sabía qué hacer. Había muerto, y de alguna forma reencarné en lo que aparentemente era un campo de batalla rodeado de cientos de cadáveres. La sensación de la lluvia y del lodo en todo mi cuerpo eran pruebas suficientes para saber que esto no era un extraño sueño. Sentí que quería llorar. Después de tantos años, volví a sentirme como un niño completamente asustado.

"Claud..."

Mientras trataba de contener mis lágrimas, pude escuchar debilmente una voz. Utilizando todas mis fuerzas nuevamente, me levanté para mirar en dirección de donde escuché la voz. A una cierta distancia, en un acantilado, rodeado de algunos cuerpos, estaba tirado un joven de cabello negro. Lo que llamó más mi atención era el hecho de que tenía el mismo uniforme que yo, y aunque fue leve, pude ver su pecho moverse un poco. ¿Un superviviente?

Comencé a caminar hacia su dirección. Algo que me costó bastante tiempo. Mi cuerpo estaba bastante débil, además la distancia entre los dos era bastante considerable. Me resultó extraño que a pesar de la distancia podía verlo con bastante detalle, pero no era momento de pensar en eso por ahora. Por lo que veía, no estaba en una buena situación. Tenía bastantes heridas y necesitaba ser atendido.

En algún momento me caí, aún así, no me detuve. Comencé a arrastrarme hacia su dirección y, después de lo que me tomó una eternidad, finalmente llegué. Fue peor de lo que imaginaba. Todo su pecho estaba completamente ensangrentado, y había un agujero a un costado de su rostro. A pesar de su estado, seguía respirando. Rápidamente salí del shock y traté de ayudarlo, sin embargo, no había forma de que alguien con tan poco conocimiento en primeros auxilios como yo pudiera hacer algo.

"…Resiste, buscaré ayuda."

Mientras trataba de juntar mis fuerzas para ir por ayuda, tomó mi mano para detenerme.

"…Está bien …Claud. …Todo estará bien."

"¿Eh?"

Mis ojos se nublaron por las lágrimas que caían. Cuando miré su rostro, él estaba sonriéndome, aunque era una sonrisa bastante triste, como de alguien que se había resignado. Después de unos momentos, finalmente habló, aunque en un tono bastante débil.

"Por… nosotros dos… tú tienes que vivir."

Entonces, extendió su brazo izquierdo y suavemente llevó mi cabeza hacia su pecho.

Ese gesto hizo que mis sentimientos se desbordaran, incluso después de que intenté evitar que lo hicieran hace apenas unos minutos. Quienquiera que fuera este chico, era alguien bastante importante para el dueño original de este cuerpo, Claud.

Después de unos segundos, quitó su mano y lo volví a mirar. Pude sentir su sangre en mi rostro, pero no me importó. Mientras me sonreía, miró a su lado y extendió su mano derecha para alcanzar la gigantesca espada que reposaba cerca de él. Con lo que le quedaba de fuerzas, llevó el mango hacia mí.

"Mi honor, mis sueños. Son ahora tuyos."

Fuertes sentimientos de tristeza me golpearon. Él era alguien completamente desconocido para mí, sin embargo, no podía dejar de sentir que estaba perdiendo a un importante amigo de varios años. Sujeté fuertemente la espada en mis manos y miré directamente a los ojos del hombre que me observaba con expectación. Apretando los labios para tratar de contener mis emociones, dije lo único que se me vino a la mente.

"Yo... continuaré con tu legado."

Con una débil sonrisa, el hombre cerró sus ojos para no volver a abrirlos jamás. Me quedé junto a él durante un tiempo, sumido en mis pensamientos y emociones. La lluvia continuaba cayendo, como si el cielo llorara por las almas perdidas en este lugar desolado.

Finalmente, me puse de pie, sintiendo el peso de la espada en mis manos. No sabía por qué estaba aquí, ni lo que estaba sucediendo. Sin embargo, sería peligroso si seguía estando en este lugar. Miré por última vez al chico y comencé a caminar hacia la gigantesca ciudad que se encontraba cerca. Puede que sea mi imaginación, pero por un momento, lo vi sonriéndome, casi como si estuviera despidiéndose de mí.

...........

"¡Irrrr!".

Abrí mis ojos al escuchar el sonido del tren frenando lentamente. Al hacerlo, me recibió la vista de un cielo nocturno plagado de estrellas. Aunque deseaba seguir contemplando esa hermosa escena, tenía que levantarme.

Mientras me limpiaba los ojos con la manga de mi suéter gris, me cubrí con la capucha negra de mi gabardina. Francamente, ha sido bastante difícil desde entonces. No hace mucho, era un simple oficinista; de repente, morí en un accidente de tráfico y desperté en el cuerpo de un joven en lo que parecía ser un campo de batalla.

Han pasado un mes desde entonces, pero en lugar de que las cosas se calmaran, se volvieron más agitadas. De forma muy amarga descubrí la identidad y el significado de los uniformes de todos los cadáveres que encontré al despertar, incluido mi uniforme. Aparentemente eran de oficiales de seguridad de Shinra, la máxima autoridad y dueños de la ciudad de Midgar, la gigantesca ciudad que estaba cerca de ese campo de batalla.

El uniforme que llevaba puesto y el de aquel chico, eran otro grupo de Shinra llamado SOLDADOS. Un grupo de guerreros de élite con habilidades sobrehumanas que solo unos pocos podían ingresar.

Ese chico y yo intentábamos desertar. O al menos eso creía. No sabía el motivo del por qué y cómo, no tenía los recuerdos del propietario original de este cuerpo llamado Cloud. Sin embargo, tendría sentido que una gran cantidad de hombres fueran enviados para acabar con 2 SOLDADOS.

Eso solo podía significar una cosa y Si ese era el caso, mi situación era aún peor de lo que imaginaba. No sabía realmente las consecuencias de qué un SOLDADO desertara, pero no había forma alguna que cualquier tipo de organización dejara libre a alguien con tanta habilidad, por lo que estaba tratando de mantener un perfil bajo para no llamar la atención de las autoridades.

No quería ser atacado nuevamente por cientos de soldados que tuvieran la única orden de eliminarme, especialmente si es dentro de su propia ciudad. Sin otra opción, tuve que convertirme en un mercenario para sobrevivir.

Lo único que me reconfortaba era el hecho de que este cuerpo era bastante increíble. Desde que renací, noté que mi cuerpo era completamente diferente al de otras personas. Tenía una fuerza y velocidad sobrehumanas, una increíble resistencia y reflejos, casi como cierto supersoldado con un escudo. Gracias a eso, compensaba mi falta de experiencia en combate y podía salir victorioso en la mayoría de las peleas.

Finalmente el tren se detuvo y me prepare para saltar a la señal. Actualmente, estaba llevando a cabo un trabajo para un grupo de terroristas ambientales conocidos como Avalancha. Francamente, estaba reacio a involucrarme. Por mucho que digan que están haciendo una buena causa, no dejan de ser terroristas, y si eran iguales que en mi vida anterior, estos tipos sacrificaría a tantas personas para cumplir sus objetivos.

Sin embargo, necesitaba dinero, además necesitaba sobre todo información. No sabía nada sobre Cloud, el propietario original de este cuerpo. Y un día, mientras estaba perdido cerca de la estación del tren, la vi.

Ella era una joven de cabello negro azabache, largo y sedoso, que caía en ondas alrededor de su rostro. Sus ojos eran profundos y marrones, con una mirada que reflejaba determinación y compasión a partes iguales. Su rostro estaba adornado con una sonrisa cálida y reconfortante, que iluminaba incluso los rincones más oscuros de la estación.

Su nombre era, Tifa Lockhart.

Aparentemente, Tifa era una conocida de Claud. Digo aparentemente porque no estaba seguro de si podía confiar realmente en ella. Fue gracias a eso que terminé en esta situación.

Tifa tambien era un miembro de avalancha, como ella no podía acompañar a los demás en esta misión, me contrato para proteger a todos.

Quería saber más sobre Claud. No sé por qué ni cómo reencarné en él. Puede que haya algún propósito, y si lo hubiera, existía la posibilidad de regresar a mi vida anterior... O al menos, eso es algo que me gustaría creer.

No sabría qué hacer si no fuera así.

Para evitar levantar sospechas, decidí usurpar la identidad de Claud. Mientras pensaba en eso, una sensación de incomodidad se apoderaba de mí. No pude evitar pensar que estaba haciendo algo bastante horrible al engañar a alguien como ella.

Aún así, mi reencarnación y falta de recuerdos, era algo que prefería guardar para mí por ahora. Era más seguro así, al menos hasta que pudiera comprender mejor mi situación y decidir en quién confiar.

Mis pensamientos fueron interrumpidos cuando escuché mi señal.

"Ven aquí, mercenario."

Salté del tren con un salto decidido. Aterricé suavemente a pesar de la altura. Y por el rabillo del ojo, pude ver como Barret, un hombre corpulento con un traje de soldado, armado con una metralleta en lugar de su brazo derecho y la persona quien me contrató para este trabajo. Me miró de una forma bastante fría.

En mi defensa, todavía no controlaba por completo este nuevo cuerpo, no era mi intención hacer un salto tan alto. Así que por favor deja de verme así.

"Mph, es tu turno"

Me dio la espalda y fue corriendo persiguiendo a los demás miembros de Avalancha.

Mientras eso pasaba escuché varias pisadas acercándose detrás mío y al girar había bastantes oficiales de seguridad apuntándome con sus armas.

"¡Alto!"

"Vendrás con nosotros..."

Antes de que dijera algo más, corrí rápidamente hacia ellos y en un instante los golpeé con mi puño derecho. No había forma de que asesinara a alguien, era solo una persona normal y corriente hasta hace un mes.

Aunque los golpeé tratando de no lastimarlos demasiado, el golpe fue lo suficiente como para dejarlos inconscientes.

Me di la vuelta y corrí para alcanzar a los demás que corrieron hacia dentro de la estación del tren, no tardé mucho para verlos a todos escondiéndose detrás de una pared para evitar a los agentes de seguridad.

Sin embargo, gracias a mi imprudente entrada a la estación, los guardias no me pasaron por alto y desenfundaron sus armas para apuntarme.

"¡Alto!"

"¡Manos donde pueda verlas!"

Sin más opción, Saqué la gigantesca espada que colgaba en mi espalda y cargué hacia ellos mientras abrían fuego, utilizando el grueso de la espada para bloquear las balas.

Estaba francamente sorprendido. Cualquiera que fuese el tipo de material con la que fue construida la espada, era bastante impresionante si era capaz de resistir tantos disparos a tan poca distancia y sin ningún rasguño.

No tardé en acercarme y logré golpearlos con el lado sin filo de la espada, lo suficientemete fuerte como para dejarlos inconscientes.

Después de unos momentos, los cuatro miembros de Avalancha pasaron a un lado mío y continuaron corriendo hacia el objetivo.

"Eso fue increíble"

"Fue solo un segundo y ellos ya estaban en el suelo"

"Como se esperaba de un SOLDADO, es completamente diferente a unos aficionados como nosotros"

Mientras escuchaba los susurros de tres de los miembros, noté la mirada de desdén de uno de ellos. Por supuesto, era de Barret. Al final, no dijo nada y simplemente corrió tras los otros.

Gracias a eso, solté un suspiro de alivio.

No quería ningún problema en medio de la misión. Y Continuamos avanzando de esa forma por toda la estación.

Atraía toda la atención para evitar que los cuatro entraran en confrontación contra los agentes de Shinra.

De vez en cuando, escuchaba susurros de los miembros dándome ánimos de apoyo, pero fingía no escuchar nada para concentrarme en la batalla.

No quería dar un mal golpe y matar accidentalmente a alguien.

Ese fue mi condición para trabajar en esta operación.

Supongo que gracias a eso, cada vez que entraba en combate y evitaba matar a los agentes, la mirada de Barret se hacía cada vez más intensa, pero opté por ignorarla.

Me pagan solo para protegerlos, no para matar.

Por supuesto, mentiría si dijese que no estaba preocupado.

No conocía mucho a este hombre, pero de las conversaciones que tuve con él, me di cuenta de que era alguien bastante explosivo.

No me atacaría repentinamente por la espalda, ¿verdad?

Mientras mantenía esas preocupaciones en la mente, finalmente salimos de la estación del tren, para entrar a las instalaciones del reactor de Mako 1.

Los reactores Mako son dispositivos que extraen la energía Mako, una sustancia que fluye por debajo de la tierra y la que utilizan para dar energía a todo tipo de cosas, incluyendo la ciudad de Midgar.

El objetivo de esta misión es destruir el reactor 1, uno de los 8 reactores que rodean la ciudad de Midgar.

Cuando esperaba que abrieran la puerta, pude escuchar la conversación entre dos de los miembros, Jessie y Biggs. Una joven de cabello castaño rojizo recogido en una coleta alta y ojos marrones. Viste un mono verde oliva con un cinturón marrón y botas negras. Y un hombre musculoso de cabello negro corto y ojos marrones. Viste una camiseta sin mangas negra, pantalones negros y botas militares.

"Entonces, ¿Qué pasa con el SOLDADO? ¿Ya es uno de nosotros? Tiene agallas y este... ¿cómo se llamaba?"

"Cloud. Claud Strife."

"Ciento."

"Además, ya no es un SOLDADO. Pero es un profesional, no como nosotros. Me alegra tenerlo aquí."

Al escuchar eso, sentí la mirada de tres pares de ojos, y cuando me giré, rápidamente se voltearon para tratar de abrir la puerta.

Solo uno de ellos y el que trataba de mantener la guardia me sonrió y me levantó el pulgar.

Si no me equivoco su nombre era Wedge.

Un hombre de cabello castaño corto y ojos verdes. Viste un mono azul con un cinturón marrón y botas negras.

Aunque se giraron para abrir la puerta, todavía me lanzaban miradas expectantes de mi respuesta.

Con una sonrisa incómoda les respondí.

"Lo siento, pero no planeo quedarme mucho tiempo en la ciudad", respondí con una sonrisa forzada. "Tengo algunos asuntos pendientes que debo resolver, ya sabes cómo son las cosas".

No era del todo cierto que estuviera apurado por marcharme, pero prefería mantener cierta distancia de Avalancha y sus actividades peligrosas. Sin embargo, la curiosidad por descubrir más sobre Claud, y por ende, mantener contacto con Tifa, era lo que realmente me mantenía involucrado.

No es que esté enamorado o algo por el estilo, ¿vale? Esta parte es realmente importante, no lo olviden.

Las miradas de decepción que recibí me hicieron dudar por un momento, pero sabía que no podía revelar mis verdaderas motivaciones. Aunque seguía sin estar seguro de si podía confiar en Tifa, su conexión con Claud me intrigaba y me impulsaba a continuar con esta farsa.

"Supongo que no se puede evitar."

"Sí, aun así gracias por aceptar este trabajo."

Una vez más los dos volvieron a lo suyo y me recargué en la pared para esperar.

"Es una lástima."

"Sí, y con lo guapo que se ve."

"Aquí vamos..."

"¿Qué? Era importante tener a alguien así ¿No?"

"No tanto para mí."

"Creo que simplemente estás celoso."

"Suficiente hasta ahí."

"Vamos no te enojes"

"Ya basta"

Una leve sonrisa se me escapó al escuchar los murmullos de Jessie, Biggs y Wedge. Durante el camino hacia aquí, me divertí un poco al ver las interacciones de los tres, algo en lo que estaba agradecido. Desde que llegué a este lugar, no había tenido motivos para sonreír.

Mientras los tres conversaban, Barret finalmente se hartó y se acercó a nosotros. No sin antes hacerme a un lado con su brazo izquierdo.

Eso amargó un poco mi estado de ánimo pero opté por ignorarlo.

Justo en ese momento las puertas se abrieron y rápidamente entraron.

Wedge parecía querer decir algo pero fue interrumpido por Barret, quien lo instó a entrar.

Mientras entraba Barret se dio la vuelta y con el ceño fruncido me habló.

"Espero que valgas todo el dinero, mercenario. Hasta el último guil."

Y corrió hacia los demás.

Una vez más solté un suspiro.

.........

Honestamente, estaba muy impresionado con la tecnología de este mundo. Por supuesto, era consciente de que en mi vida anterior había rascacielos de considerable altura; sin embargo, desde donde estaba parado, se podía ver que la tecnología en la que se construyó era algo completamente avanzado en comparación con la de mi mundo.

En el momento en que entré a las instalaciones del reactor, no pude evitar pensar en eso al mirar detalladamente uno de los reactores. Desde que entré en la ciudad nunca me acerqué demasiado a un reactor, por lo que esta era mi primera vez observando uno tan detalladamente.

Desafortunadamente, no pude seguir contemplando aquella vista. Gracias a nuestra intrusión, varios agentes de seguridad comenzaron a cargar en mi dirección. Eso creía, pero lo que apareció en mi vista fueron algunos... ¿Perros? Creaturas similares a perros oscuros, con grandes colmillos, orejas de murciélago y en su lomo una cola tan larga que se movía como un látigo.

Bloqué la mordida de uno de ellos con mi espada y para mi sorpresa, su fuerza y velocidad eran completamente absurdas, muy superiores a las de un perro normal. La criatura gruñó y volvió a la carga, sus ojos brillaban con una intensidad maligna. Con un rápido movimiento, esquivé su embestida y contraataqué con un corte preciso que hizo que retrocediera momentáneamente. Otro de los perros se lanzó hacia mí desde un costado, sus garras extendidas y listas para destrozarme. Giré en el último momento y logré bloquear su ataque con mi espada, pero el impacto me lanzó hacia atrás, casi perdiendo el equilibrio. Recuperándome rápidamente, me preparé para el contraataque, mi corazón latía con fuerza en mi pecho.

Maldije en mi interior al ver más de esos perros acercándose. Lo peor de todo era que, a pesar de que estaban escondidos, algunos de ellos se dirigían a los miembros de Avalancha. Seguramente su olfato era incluso superior al de los perros normales. Apretando mis labios, giré la espada y comencé a cortar con el filo algunos de ellos. En poco tiempo alcancé a los otros perros y de la misma forma los corté. Con un sentimiento amargo, acabé con el último de ellos. El olor de la sangre estaba por toda la habitación. Realmente comenzaba a odiar este trabajo.

Por primera vez arrebaté una vida. Si fuera solo yo, habría tratado de encontrar la manera de neutralizar a los perros sin necesidad de matarlos. Sin embargo, no podía arriesgar a los otros. Estaba sorprendido de que los otros miembros pasaran como si estuvieran acostumbrados a este tipo de escenas, pero fui sacado de mis pensamientos cuando varios agentes entraron a la habitación y al ver esta escena, comenzaron a abrir fuego. Rápidamente cargué hacia ellos para dejarlos inconscientes. "¡No paren ahora, sigan avanzando!"

Gracias al grito de Barret, los demás continuaron avanzando, ignorando la escena detrás de ellos. Momentos como estos eran un recordatorio de que este no era mi mundo. Soltando un suspiro, corrí detrás de todos.

Al entrar en la siguiente sala, vi cómo estaban en un pequeño elevador esperando a que subiera. "Claud, este elevador nos llevará a la planta de arriba, apresúrate".

Cuando bajamos, corrimos hacia una rampa donde estaban unas rejas de mallas que bloqueaban el camino. Mientras Jessie cortaba las rejas, escuché varios pasos detrás nuestra. Justo en ese momento, la puerta se abrió, pero antes de que los agentes de seguridad pudieran reaccionar, ya estaba frente a ellos. Después de unos momentos, todos estaban inconscientes.

"Je, era capaz de matar a algunos perros, pero no a humanos. Eres una hipócrita, ¿Lo sabías?"

"¡Barret!" Los otros miembros de Avalancha intervinieron, conscientes de la tensión entre los dos.

Sabía que él tenía la razón, pero aun así me enfurecí, apretando los dientes y sintiendo la ira que ardía en mi pecho, me contuve. No iba a darle a Barret la satisfacción de una reacción violenta. La sonrisa de Barret se ensanchó ante la falta de respuesta de Claud, pero el destello de desafío en sus ojos no pasó desapercibido para él.

"¡¿Qué están esperando? ¡No tenemos todo el día!" Barret se dio la vuelta bruscamente, tratando de disipar la atmósfera cargada de tensión. Inhalando profundamente, me calmé. Últimamente he estado suspirando mucho. Si no me equivoco, escuché a un compañero de trabajo decir que cada vez que suspiras, estás dejando escapar tu felicidad. Si ese es el caso. ¿Qué se supone que estoy dejando escapar ahora? Desde que estoy en este lugar, nunca he estado feliz. Sacudiendo esos pensamientos deprimentes, perseguí a los demás. No tardé mucho en alcanzarlos.

Seguimos avanzando, pasando más agentes de seguridad, incluyendo a perros. Sin embargo, la situación era diferente de antes. En lugar de una gran cantidad de ellos, esta vez no llegaban tantos de golpe, por lo que podía tomarme mi tiempo para dejarlos inconscientes.

Finalmente llegamos a las puertas del reactor y nos separamos de Wedge, quien cuidaría de la ruta de escape. En el momento en que entramos, Biggs se acercó a la consola que bloqueaba la otra puerta cuando Barret se acercó para interrogarme.

"Los SOLDADOS pueden atacar por órdenes, pero oí que también son buenos perros guardianes. Apuesto que has visto varios reactores. Entonces, ¿cómo llegamos al puente sobre el almacenamiento de mako?"

Me puse nervioso al escuchar su pregunta. No tenia recuerdos sobre eso. Trate de crear una excusa y para hacerlo más creíble, me encogí de hombros: "Quién sabe, es la primera vez que entro a un reactor". Sin embargo, sintiendo algo, Barret se me acercó con una mirada de sospecha. "No me lo estás ocultando ¿verdad? ¿Stamp teme morder la mano que le dio de comer? ¡¿O sigue siendo cachorrito fiel?!"

Realmente este tipo me estaba haciendo enojar. Incluso mi jefe de mi vida anterior no era capaz de ponerme de los nervios como este idiota. Conteniendo mi ira cada vez más creciente, me giré para confrontarlo.

"Incluso si lo supiera, ¿por qué debería decírtelo? Debo recordarte que solo fui contratado para protegerlos hasta el reactor. No tengo la obligación ni la motivación de convertirme en tu guía", dije, con voz firme pero controlada. Barret frunció el ceño, una chispa de irritación encendiendo sus ojos. Espere la explosión, pero en su lugar, "Como quieras, perrito. Podemos hacer esto contigo o sin ti" Barret se alejó, sus palabras cargadas de resentimiento aún flotando en el aire.

Mire su partida con una mezcla de alivio y frustración. Sabía que el conflicto entre nosotros no estaba resuelto, pero por ahora, al menos, habían evitado una confrontación directa. Además, también logré evitar esa pregunta; la falta de recuerdos era algo que prefería guardar para mí. Y ciertamente no se lo estaba contando a ese bastardo.

Me acerqué a la puerta cuando Biggs habló para sí mismo. "Ahora solo debo que esperar a que cargue, 3… 2… 1… y si funcionó". En el momento en que abrí, una cantidad considerable de agentes estaba del otro lado. Sorprendidos por nuestra llegada, rápidamente actuaron. "¡¿Quiénes son?!" "¡Rápido, la puerta!" Antes que alguien pudiera reaccionar, la puerta se cerró para dejarme solo adentro con varios guardias de Shinra. "¡Eh! ¡Cuidado!" Por un segundo, escuché un grito de preocupación de Barret, pero probablemente fue solo mi imaginación. ¿Verdad?

Después de dejar inconscientes a los agentes, finalmente lograron abrir la puerta y entraron rápidamente en la sala, solo para ver a todos los de seguridad inconscientes en el suelo. "Aquí estamos", fue Jessie la primera en hablar. A lo cual yo solo asentí. "¿Qué es lo que sigue?" No tenía idea sobre el plan desde aquí, por supuesto, era porque no confiaban en mí que nunca me lo contaron por completo. Era bastante obvio, después de todo, yo trabajaba para Shinra, por lo que tenían que tener precaución en caso de que yo fuera un espía.

"Yo estaré cubriendo la puerta, ustedes tres entrarán al elevador que los llevará al subsuelo, al núcleo del reactor", fue Biggs quien habló esta vez. Y Jessie comenzó a manipular la consola.

¿No hay demasiadas puertas en este lugar? Quiero decir, entiendo que estas sean instalaciones de seguridad, donde había bastantes medidas para evitar invasiones. Pero, ¿de verdad había necesidad de tantas puertas?

No solo eso, aunque hay bastantes agentes de seguridad, no había lo suficiente como para detener a un grupo de cinco personas. Bueno, dejando de lado que están con un SOLDADO.

"Qué bueno que conozco a alguien que nos puede dar las contraseñas. Es una pena que nadie más al mando nos hable, ¿pero qué se le puede hacer?" Mientras esperaba, Jessie comenzó a hablarme. Sin embargo, algo que dijo me llamó la atención.

"¿Y eso? ¿No están recibiendo apoyo para esta operación?" Justo en ese momento, la puerta se abrió para mostrar otra sala donde hay un elevador.

"Vamos, sigamos avanzando." Antes que Jessie pudiera contestar mi pregunta, Barret la interrumpió. Con una silenciosa disculpa, Jessie corrió detrás de Barret, por lo que yo solo me encogí de hombros y caminé detrás de ellos.

"Tengan cuidado ahí dentro." Biggs gritó antes de que se cerrara la puerta detrás nuestro, por lo que Jessie solo sacudió la mano y Barret asintió.

"A partir de aquí habrá más seguridad, prepárense. No puede haber errores."

"Entendido." Yo solo me limité a asentir con la cabeza, mientras que Jessie se acercó a un lado de la puerta donde había un botón.

"Parece que este es el ascensor. ¿Podrías presionar ese botón?" Jessie señaló un botón que estaba del otro lado de la puerta. Aparentemente, se necesita oprimir ambos botones para que el ascensor funcione, por lo que hice caso y lo oprimí al mismo tiempo que Jessie.

Mientras esperábamos, nuevamente Jessie se giró para hablarme, pero esta vez de una forma más amistosa.

"Así que… conoces a Tifa, ¿verdad? No me incombe, pero ¿ustedes son cercanos?"

Me rasqué la parte trasera de mi cabeza. No sabía cómo responder. Hasta donde sé, Tifa y Claud eran amigos cuando eran niños, pero no sabía qué tan cercanos eran, por lo que estaba en problemas si respondía algo equivocado.

"Éramos amigos cuando éramos niños, pero no éramos realmente cercanos."

"…Ya veo." No sabía si mi respuesta era la correcta, y la extraña sonrisa que Jessie puso realmente no ayudaba.

Antes que pudiera preguntar, el ascensor finalmente llegó y las puertas se abrieron.

Antes que pudiera entrar, Barret me apartó a un lado con su brazo derecho.

"No me voy a enojar, sin duda tendré mi venganza, una vez que termine esta misión. Solo espera, soy un hombre que golpea el doble cuando recibo el primer golpe."

Resistiendo eso en mi mente entre seguido de Jessie, lo cual Barret esta vez oprimió el botón y comenzamos a descender.

................

En una habitación lujosamente decorada, un hombre vestido con un uniforme militar y bastante formal se acercó al escritorio donde un hombre con un traje de color morado lo estaba esperando mientras observaba las imágenes de las pantallas ante él. "Esas ratas de alcantarilla se hacen llamar Avalancha, señor. Investigaremos si pertenecen al mismo grupo que atentó contra su vida. Le aseguro que nuestra investigación no tardará mucho".

En las pantallas se mostraba un video de un ascensor donde tres figuras eran observadas. Un hombre corpulento con un traje de soldado, armado con una metralleta en lugar de su brazo derecho, y una joven de cabello castaño rojizo recogido en una coleta alta. Junto a ellos estaba la figura de otra persona, pero estaba cubierta por una gabardina negra y en su espalda colgaba una gigantesca espada de un solo filo.

Sin embargo, aquella figura sospechosa repentinamente miró la cámara y desenvainó su espada. Todo fue muy rápido que no pudieron tomar una imagen clara de esa persona antes de que se cortara la imagen repentinamente.

"Hmm", en lugar de enfurecer, una sonrisa apareció en el rostro del hombre del traje morado, ansioso por lo que está a punto de suceder.

.........

"¡Oye! ¡¿Qué demonios estás haciendo?!"

Hice una mueca por el grito de Barret, mientras me apuntaba con su brazo derecho. Encogiéndome de hombros, le respondí de manera cansada. En serio, tratar con este tipo realmente estaba haciendo que llegara a mis límites.

"Obviamente, evitando que tengan más información de nosotros", le señalé la esquina del ascensor donde una pequeña cámara estaba colgando y soltaba pequeñas chispas.

"¡¿Una cámara?!", "¡¿Qué?!" ambos exclamaron de sorpresa, y escanearon el elevador en busca de mas camaras.

"Sí, lo noté muy tarde, por lo que seguramente ya saben que estamos aquí. Manténganse alerta".

Bajando su brazo a regañadientes, Barret se acercó a la puerta y hablo.

"El único propósito de esta bomba es drenar el planeta. Mientras comes o vas al baño… está aquí, succionando mako. ¡No descansa y no le importa! ¿Sabes qué es el mako? El mako es la sangre de nuestro planeta. El planeta sangra verde, como nosotros sangramos rojo". En medio de su charla, miré a Jessie, quien me regresó la mirada, se rió de manera incómoda y se tapó el rostro completamente rojo de la vergüenza. "¡¿Qué demonios crees que pasará cuando se acabe todo?! ¡¿Eh?! ¡Contéstame!"

"..."

Apretando el puño ante mi mirada, continuó: "¿Te quedarás ahí parado pretendiendo que no oyes al planeta gritando de dolor?"

"..."

Ya veo. Este tipo está tratando de reclutarme para su causa. Lo siento, pero ese barco ya zarpó. Si no estuvieras comportándote como un idiota desde que nos conocimos, tal vez lo hubiera pensado.

Sacudiendo la cabeza, me recargué en la pared y cerré los ojos.

"…¡Tú!" No gustándole mi reacción, se acercó cuando finalmente el ascensor paró.

Abriendo los ojos, comencé a avanzar apartando a Barret de mi camino con mucha facilidad. Se sintió bien ver su cara de frustración, pero no quería que estallara una pelea en este lugar.

Afortunadamente Jessie intervino rápidamente, colocando una mano en el hombro de Barret. "Tenemos que calmarnos, Barret. No es el momento para discusiones", dijo con voz suave pero firme.

Gruñendo entre dientes, Barret finalmente asintió, pareciendo relajarse ligeramente ante sus palabras. Los tres salimos del ascensor.

Barret y Jessie tomaron la delantera mientras me quedaba atrás para protegerlos en caso de que sucediera algo.

Sin embargo, Barret se detuvo, "Nuestras vidas corren riesgo ahora" se acercó a un lado mío y me apuntó con su arma.

Mi corazón se hundió al ver eso. Supongo que al final tenía razón. Deslicé discretamente mi brazo derecho para alcanzar la espada mientras Barret seguía hablando.

"¿Oíste, mercenario? Un paso en falso y…" al momento siguiente disparó.

Sin embargo, no lo hizo hacia mí, sino hacia un lado mío. Momentos después algo cayó por el rabillo del ojo y cuando miré, era una torreta de color azul. "Y eso te pasará".

Era bueno que me di cuenta al último momento que no me estaba apuntando. De lo contrario, le habría cortado la prótesis del arma y me habría preparado para correr.

"Bueno, Claud, no deberías pelear todas las batallas, hay lugares donde una espada no puede llegar". Acercándose a mi oído, Jessie con una sonrisa suplicante me susurró "Solo… soporta un poco más, por mí, ¿quieres?"

"...Sin duda, esta es la última vez que acepto trabajar con ustedes". Quería responder de una buena forma. Realmente quería hacerlo, pero al ver la cara sonriente de ese tipo, simplemente no pude evitar soltar eso.

"¡…!" "¡…!" después de eso avancé. Ignorando la mirada atónita de ambos.

Esta vez mi participación era mínima. No tenía alguna forma de atacar a las torretas que estaban colocadas en lugares altos. Por lo que Barret y Jessie fueron los que tomaron la mayor parte de las peleas mientras me aseguraba de llamar la atención de los disparos de las torretas.

Aun así, de vez en cuando, drones llamados "Ocelodradora" aparecían para atacarlos, y a diferencia de las torretas, estas atacaban a corta distancia, por lo que pude destruirlas con facilidad.

Continuamos avanzando, bajando por unas escaleras que conducían a unos pasillos estrechos donde tendríamos que esquivar algunos láseres que salían de las paredes.

"Muy bien, logré deshabilitar algunos, síganme".

"Espera, no avances tú sola".

"Estaré bien, solo sígueme con esos ojitos azules que tienes."

"…"

Gracias a Jessie, que deshabilitó algunos, pudimos pasar todos a salvo. No sin antes soltar comentarios coquetos cada vez que evitaba un láser. Me puse un poquito nervioso por su comentario, pero continue.

"Una barredora, una de esas es capaz de destruir un equipo completo." Hice una mueca al escuchar eso.

Mientras avanzamos llegamos a algún tipo de hangar donde una máquina de dos patas y equipada con armas de fuego en los brazos llamada "Barredora" estaba esperándonos. Esa cosa definitivamente se ve demasiado ruda, por lo que no sabia si mi espada era capar de cortarlos. Fue cuando se me ocurrio una idea.

"¿Alguno de ustedes es capaz de usar magia eléctrica?"

Fue Barret quien asintió. Aparentemente, en este mundo existe la magia. Realmente no sé cómo funciona, solo que la magia es capaz de tomar forma gracias a unos orbes llamadas "materia" que canalizan la magia y los convierten en elementos. eran algo muy convenientes pero, desafortunadamente son muy caros, por lo que no he podido conseguir alguno.

"Bien, yo llamaré su atención, necesito que me apoyen desde la retaguardia."

"Bien."

Sin esperar más tiempo, cargué hacia la barredora, quien no tardó en bañarme de balas, por lo que no tuve otra opción que avanzar con la espada bloqueando todos los disparos.

Cuando estuve cerca, dejó de disparar y cargó hacia mi dirección, donde para esquivarlo salté por encima de él y comencé a golpearlo desde atrás. Y fue como lo imaginé, era bastante dura la coraza. Apenas podía dañarla.

Mientras atraia su atencion, por el rabillo del ojo pude ver a Barret concentrado y sosteniendo un orbe de color verde. Se necesitaba tiempo para lanzar magia, por lo que tenía que ganar el mayor tiempo posible. Jessie, por otro lado. Me apoyaba desde atrás lanzando explosivos y disparándole con su arma. Entre los dos pudimos presionar a la barredora hasta que el grito de Barret desde atrás.

"¡Ya está lista! ¡Aléjate, mercenario!"

Salté hacia atrás cuando Barret estiró la mano y un relámpago golpeó a la barredora, que explotó al momento.

"Fiu, eso fue más fácil de lo que pensé". Soltando un suspiro de alivio, Jessie se acercó a nosotros y miró lo que quedaba del barredor.

"Mph, por supuesto, este pedazo de chatarra no será lo suficiente para detenernos ahora".

Sin más preámbulos, seguimos avanzando.

Esta vez, redujimos la velocidad para mantenernos alerta en caso de que nos topemos con más enemigos. En ese momento Barret se acercó. "Por cierto, niño SOLDADO, ¿de cuántos años eres?"

Me tomó un poco de sorpresa. Pensé que trataría de provocarme, pero al parecer, no trataría de buscar problemas en estos momentos.

"De 20". No sabía exactamente mi edad, pero por mi apariencia era alguien cercano a los veinte.

"Hmm, ya veo, tienes la misma edad que Tifa, eh," Barret afirmó para sí mismo, aceptandolo con facilidad.

"Yo tengo 23, por si te interesa saberlo". Esta vez fue Jessie quien se acercó a un lado mío.

"¿En serio? Creí que tenías mi edad". Fue algo que dije honestamente y sin ninguna intención, pero por algún motivo Jessie se acercó un poco más, dejando que su aliento cálido rozara mi mejilla mientras me miraba con una sonrisa juguetona. Sus ojos azules brillaban con complicidad mientras sus labios formaban una ligera mueca.

"¿En serio? ¿Creiste que teníamos la misma edad?", susurró, su voz suave y melodiosa resonando en mis oídos.

Sentí un escalofrío recorrer mi espalda cuando su mano delicada rozó la mía de manera sutil, enviando una corriente de electricidad a través de mi cuerpo. Tragué saliva nerviosamente, sintiéndome repentinamente atrapado por la intensidad de su mirada.

Mis labios se curvaron en una sonrisa incómoda mientras buscaba desesperadamente algo que decir.

Sin poder soportar más su mirada penetrante, me giré hacia Barret, buscando refugio en la conversación con él.

"Por cierto, ya que preguntaste. ¿Cuántos años tienes tú?" Sentí una mirada atrás, pero solo fue mi imaginación, ¿verdad?

"Je, si tienes curiosidad no se puede evitar, 35."

"Hmm"

"¿Qué?"

"Nada, pensé que eras más viejo que eso."

"¡¿…?!"

Al llegar al centro del reactor, se encuentran en una vasta cámara subterránea dominada por la imponente presencia del núcleo. La habitación está iluminada por una luz verde tenue que emana del propio mako, creando una atmósfera surrealista y lúgubre. El núcleo del reactor, una estructura masiva de metal y cristal, se alza en el centro de la cámara, rodeado por pasarelas y plataformas metálicas que lo rodean en varios niveles.

Desde la parte superior de la cámara hasta la parte inferior, se puede ver el brillante líquido verde del mako fluyendo y girando en un torbellino constante alrededor del núcleo. El sonido constante de zumbidos mecánicos y el goteo ocasional de líquido metálico crean una atmósfera inquietante.

Las paredes de la cámara están adornadas con conductos de ventilación, tuberías y equipos industriales, todos conectados al núcleo del reactor en el centro. La estructura metálica del techo se extiende hacia arriba, apenas visible en la penumbra, mientras que el suelo está cubierto de una fina capa de suciedad y residuos industriales.

"Ese es el objetivo. El núcleo del reactor. Hay que poner la bomba en el fondo. Bajemos ahí". Barret y yo comenzamos a seguir a Jessie que bajaba por unas escaleras. Mientras avanzábamos, Barret se ponía más nervioso, incluso comenzó a charlar conmigo.

"Maldición, el corazón casi me explota de la emoción. Ya puedo saborear todo ese mako."

"¿Nervioso?"

"¡Ja! Más bien ansioso, ¡He soñado con esto por años!"

Finalmente alcanzamos a Jessie, quien se quedó al lado de otras escaleras.

"Bien chicos, ustedes continúen, me quedaré para asegurar la ruta de escape. Les dejo el resto a ustedes. ¡Buena suerte!" Asintiendo, Barret y yo comenzamos a descender cada vez más. Había Torretas y Ocelodradora, pero como antes logramos pasarlos con facilidad.

Pero lejos de sentirme aliviado, comencé a preocuparme más y más. De verdad es tan fácil entrar en un lugar como este. ¿No se supone que una instalación así debería estar custodiada por mucha seguridad?

"¿Crees que si caemos por ahí, llegaríamos al centro del planeta?" fui sacado de mis pensamientos por la extraña y nerviosa voz de Barret.

Cuando lo miré, él estaba en una orilla contemplando el lago de mako.

"No, no creo. El mako no lo extraen directamente del centro"

"¿Por qué dices eso?" Barret se giró para mirarme, esperando una explicación.

"Bueno, realmente no es posible excavar tan profundo en la tierra, entre más abajo estamos más calor habrá, por lo que las herramientas no serían capaces de soportar ese calor. Además, la tierra se endurece cada vez más abajo, por lo que es difícil de excavar."

"…."

"¿Qué?"

"Nada… eres más listo de lo que imaginé"

"¡¿…?!"

...................

Finalmente llegamos a la plataforma que conectaba al núcleo del reactor. Después de destruir todas las torretas y drones que había por el camino. Sin embargo, todavía no podía quitarme esa sensación de que algo estaba mal. Así que detuve a Barret.

"¿Qué pasa?"

"Algo no se siente bien."

Cuando escuchó eso, Barret miró por todos lados, buscando algo extraño en los alrededores, pero después de un rato se giró con clara duda.

"No veo nada."

"Sí, ese es el problema."

"¿Qué quieres decir?"

"Estas instalaciones, supuestamente son bastante resguardadas. Sin embargo, logramos pasar las defensas con demasiada facilidad. Además, saben que estamos aquí y seguramente nos están observando en estos momentos. ¿Entiendes a lo que quiero llegar?"

Abriendo los ojos, Barret miró cautelosamente todos los alrededores. "¿Crees que sea una trampa?"

"Sin duda. Mantente alerta."

Cautelosamente nos acercamos y mientras cruzábamos el puente, vi por el rabillo del ojo una pluma negra. Desconcertado, vi cómo la pluma caía hacia el suelo, y cuando cayo, repentinamente desapareció.

Confundido, mire hacia arriva buscando en la direccion de dende vino la pluma, pero no encontre nada mas que tuvos de ventilacion y y es cielo nocturno.

Antes que pudiera pensar en algo, un fuerte dolor de cabeza me golpeó, tan intenso que cerré los ojos inconscientemente. Cuando los abrí, un recuerdo vino a mi mente, un recuerdo de cuando Claud era un niño.

Mientras salía de lo que aparentaba ser mi casa, en una pequeña plaza con una especie de pozo a la mitad del lugar, mientras avanzaba, escuché risas de algunos niños y al verme, una pequeña niña se levantó para llamarme.

"¡Claud! ¡Claud!" Lejos de detenerme para saludarla, simplemente pasé de largo tratando de ignorarla. Eso la hizo enojar, poniendo una cara de puchero. "¡¿Estás tratando de ignorarme?!"

Ella era Tifa, no tenía dudas de ello, no había forma de confundir su cabello negro azabache y sus ojos marrones.

"…ño."

Justo cuando estaba por decir algo, una voz me trajo de regreso a la realidad.

"¡Niño!" Abrí los ojos después de escuchar el grito de Barret y sentir su mano en mi hombro. "¿Está todo bien?"

Me evaluó con preocupación. Dándole una ligera sonrisa, le respondí.

"Sí, lo siento. Es solo una pequeña reacción por el mako. No es nada de qué preocuparme."

"…Ya veo."

"Bien, apresurémonos y pongamos la bomba, si al final hay alguna trampa, se activará cuando pongamos en marcha la bomba."

Mientras caminábamos por el puente, no pude evitar pensar en ese recuerdo. ¿Qué fue lo que desencadenó eso? Estaba confundido, pero aún así, esto me alegró. Eso significaba que recuperar los recuerdos de Claud era posible.

Cuando estábamos a punto de llegar a la plataforma donde estaba el núcleo, Barret me detuvo.

"Oye, niño. Desde hace un tiempo he querido preguntarte algo."

"¿Qué cosa?" Miré un poco confundido a Barret, quien tenía un rostro serio.

"He estado observándote desde el principio, especialmente cuando pusiste la condición de que tú arrebatarías las vidas de alguien. Francamente, todos sospechamos de ti en ese momento, pensábamos que eras un espía de Shinra o algo parecido." Asentí, era algo completamente normal de sospechar, incluso yo lo haría. "Sin embargo, te arriesgaste bastante en muchas ocasiones. Siempre trataste de llamar la atención de los enemigos para que se centraran solo en ti y así evitar que nos pusiéramos en peligro. E incluso te entristeciste cuando tuviste que asesinar a esos perros guardianes para evitar que nos atacaran."

"¿En serio vieron eso?" Me tomó por sorpresa. No pensé que vieran mi reacción en ese momento. Pero Barret negó con la cabeza.

"No fue hasta que te llamé hipócrita que me di cuenta de que te afectó la vida de esos perros. Por un segundo creí que me cortarías."

"…Ya veo." No sabía qué pensar. ¿Esos eran sus verdaderos pensamientos? ¿Así es como es Barret en realidad?

"Fue en ese momento en el que me di cuenta. Tú realmente apreciabas todo tipo de vida, a pesar de todas tus habilidades. Es por eso que pusiste esa condición ¿no?" Asentí. Una vez más, no era más que un oficinista común y corriente en una época donde la mayor arma era una pluma y papel.

"Sí, ese es el caso. ¿Por qué decidiste trabajar con Shinra? ¿Por qué decidiste convertirte en un SOLDADO?"

No sabía cómo responder. Si hubiera alguna forma de obtener esa respuesta, quisiera saberla yo primero. Por alguna razón, pensé en lo sucedido en ese día, el día en el que reencarné en ese campo de batalla. En aquel chico y cuando me entregó todo.

("…Abraza tus sueños, protege tu honor, como un…")

"Héroe."

"¡¿Qué?!"

"Yo… quería ser un héroe." No sé por qué, pero esas palabras salieron de mi boca por sí solas. Sonreí ante eso. Yo sinceramente, hubiera buscado otra cosa para decir como excusa. Después de todo yo… odio a los héroes.

Lentamente, comencé a avanzar seguido por Barret. "Pero al final, supongo que las cosas no fueron como lo imaginé."

"…" Sintiendo que algo pasó, Barret no dijo nada y solo comenzó a seguirme.

No te quedes callado de repente, me harás sentir solitario.

...…

Cuando llegamos, Barret recuperó un poco de su ánimo y corrió hacia el reactor.

"Finalmente, después de tantos años, finalmente estoy haciendo esto", emocionado sacó desde la parte trasera de su pantalón la bomba y la colocó en el reactor.

"Oye, niño. ¿Cuánto crees que deba poner en el temporizador?" Mientras reflexionaba, no olvidé lo extraño de la situación hasta ahora. Si hubiera una trampa, era posible que se activara justo cuando estamos de camino de escape.

"30 minutos." Barret estaba a punto de decir algo, pero lo interrumpí y le expliqué mi razonamiento, por lo que aceptó a regañadientes.

"Bien, está listo. Larguémonos de aquí cuanto antes."

Sin embargo, antes de que pudiéramos correr, empujé a un lado a Barret cuando escuché algo cayendo sobre nosotros. El estruendo retumbó por toda la cámara del reactor cuando el escorpión guardián descendió con un estrépito metálico, su exoesqueleto brillando ominosamente a la luz del mako. 

"¡¿Qué demonios es eso?!" exclamó Barret, su brazo derecho transformado en una metralleta lista para disparar.

Mantuve la calma a duras penas, desenfundando mi espada mientras evaluaba la situación. "Es el guardián del reactor. ¡Prepárate, Barret!"

El escorpión guardián avanzó hacia nosotros, sus garras metálicas extendidas y listas para atacar. Barret disparaba ráfagas de balas hacia el monstruo, tratando de debilitar su armadura, mientras yo buscaba una apertura en su defensa.

El escorpión guardián respondió con una lluvia de proyectiles de su cola, obligándonos a esquivar con destreza. Sabía que teníamos que encontrar su punto débil si queríamos tener alguna oportunidad de derrotarlo.

"¡Barret, necesitamos concentrarnos en su punto débil!" grité, tratando de hacerme oír sobre el estruendo de la batalla.

Barret asintió, ajustando su enfoque. Juntos, coordinamos nuestros ataques, buscando debilitar la armadura del escorpión guardián. A pesar de nuestros esfuerzos, el monstruo mecánico seguía siendo formidable.

De repente, el escorpión guardián activó un escudo energético, rodeándose con una barrera protectora que absorbía nuestros ataques. Sentí la frustración crecer dentro de mí mientras luchaba por encontrar una manera de penetrar esa defensa.

"¡Tenemos que romper ese escudo!" grité, tratando de mantener la calma mientras esquivaba los ataques del escorpión.

Barret continuó disparando, buscando debilitar la barrera energética, mientras yo buscaba desesperadamente una debilidad en ella. Finalmente, con un movimiento calculado, identifiqué una fisura en el escudo y me lancé hacia adelante con determinación.

Con un poderoso golpe, logré romper la barrera, dejando al escorpión guardián vulnerable. Barret aprovechó la oportunidad, concentrando su fuego en el punto débil del monstruo. Juntos, atacamos con ferocidad, aprovechando la vulnerabilidad del escorpión.

Con un rugido metálico, el escorpión guardián finalmente cayó, su exoesqueleto destrozado y humeante. Me quedé respirando agitadamente.

Desafortunadamente, el estruendo retumbó por toda la cámara del reactor cuando el escorpión guardián se levantó una vez más, su exoesqueleto humeante y brillante con la intensidad del mako. Nos quedamos mirando con incredulidad mientras el monstruo mecánico se preparaba para su siguiente asalto.

"¡No puede ser!" exclamó Barret, su expresión una mezcla de incredulidad y determinación.

Mantuve mi espada en alto, preparado para el enfrentamiento que se avecinaba. "Esto se pone feo, Barret. ¡Prepárate para lo peor!"

El escorpión guardián avanzó hacia nosotros con renovada ferocidad, su armadura ahora inflamada con llamas ardientes que danzaban alrededor de sus garras y su cola. Sabía que sus ataques ahora serían mucho más peligrosos.

Barret disparó ráfagas de balas hacia el monstruo, tratando de mantenerlo a raya mientras buscaba una estrategia. Yo esquivaba sus embestidas, buscando una apertura en su defensa para contraatacar.

De repente, la cola del escorpión guardián comenzó a brillar con una energía eléctrica ominosa, y su punta se cargó con un rayo devastador. Me di cuenta de que teníamos que evitar ese ataque a toda costa.

"¡Cuidado con su cola, Barret! ¡Es capaz de disparar un rayo que puede destruirnos por completo!" grité, tratando de advertir a mi compañero sobre el peligro inminente.

Barret asintió, ajustando su enfoque mientras continuaba disparando. Juntos, coordinamos nuestros movimientos, buscando una manera de debilitar al escorpión guardián y encontrar una apertura en su defensa.

El monstruo mecánico respondió con ferocidad, su cola lanzando el rayo con una precisión mortal. Nos esquivamos por poco, sintiendo el calor abrasador del rayo mientras pasaba zumbando junto a nosotros.

Con determinación renovada, redoblamos nuestros esfuerzos, concentrándonos en debilitar al escorpión guardián y encontrar una manera de derrotarlo de una vez por todas. A pesar de sus ataques potenciados, sabíamos que no podíamos rendirnos.

Con cada golpe y cada disparo, nos acercábamos un poco más a la victoria.

Finalmente, con un golpe final devastador, logramos derrotar al escorpión guardián una vez más. Nos quedamos respirando agitadamente, exhaustos pero aliviados por nuestra victoria.

"¡Lo logramos, Barret!" exclamé, mi voz llena de triunfo.

Barret asintió, su expresión reflejando el alivio y la satisfacción. "Sí, pero aún no es momento de bajar la guardia".

Justo cuando estábamos a punto de recuperar el aliento, un estruendo ensordecedor llenó el aire. Nos volteamos rápidamente para ver al escorpión levantándose una vez más, pero esta vez no estaba interesado en atacarnos a nosotros. En cambio, sus poderosos ataques estaban dirigidos hacia las instalaciones que nos rodeaban.

"¡Maldición, está tratando de destruir todo el lugar!" exclamé, sintiendo una oleada de pánico.

Barret me miró con determinación. "¡No tenemos tiempo que perder! ¡Corramos hacia la ruta de escape!"

Con el suelo temblando bajo nuestros pies debido a los ataques del escorpión y los escombros cayendo a nuestro alrededor, nos lanzamos hacia la salida con todas nuestras fuerzas. Cada paso era una lucha contra el tiempo, mientras el peligro acechaba en cada esquina y el rugido ensordecedor de la destrucción nos perseguía.

El calor del fuego y el brillo de los rayos emitidos por la cola del escorpión aumentaban la sensación de urgencia mientras nos abríamos paso a través del caos. Con cada paso, la ruta de escape parecía estar cada vez más lejos, pero no nos detuvimos.

Finalmente, con un último esfuerzo, alcanzamos la salida justo cuando las estructuras comenzaban a colapsar a nuestro alrededor.

Cuando subimos las escaleras de donde veníamos, enemigos como los Ocelodradora y Terretas aparecían repentinamente. Supongo que, gracias a los daños, fueron activados. Sin tiempo para pelear, tuvimos que abrirnos paso a la fuerza.

No sabía cuánto tiempo perdimos peleando con esa cosa, pero no creía que tuviéramos tanto como para entretenernos.

Justo cuando llegamos a la entrada, donde Jessie nos estaba esperando, repentinamente fuimos sacudidos por un temblor y un tubo de ventilación cayó sobre nosotros, haciendo que Jessie cayera en la parte de abajo.

Sin dudarlo, salté, logrando atraparla y sujetarme de las escaleras.

"¿Estás bien?"

"¡Mi héroe!" "¡Cuidado!" aprovechando el momento Jessie me abrazó, lo que casi hace que me suelte. Afortunadamente, logré agarrarme con firmeza y la ayudé a subir.

"¡Ey! ¡Si avanzan sobre esos tubos de ventilación podrán subir! ¡Cuida a Jessie, nos vemos arriba!" desde el otro lado del pasillo que colapsó Barret nos instó a seguir.

"¡Vamos! ¡Vamos! ¡No mires atrás! ¡Apresúrate!" Mientras avanzábamos, Jessie se ponía cada vez más nerviosa al ver cómo el lugar comenzaba a colapsar a su alrededor y comenzó a presionarlos.

Finalmente, llegamos a la entrada de donde entramos al núcleo donde varios Ocelodradora nos estaban esperando.

Sin tiempo que perder, cargamos hacia ellos abriéndonos paso.

Afortunadamente, los daños no llegaron adentro. Aunque cuando llegamos al hangar, barredores nos estaban esperando.

"Demonios, ¿qué vamos a hacer ahora?"

"¡Jessie! Tú reúnete con los demás y ayuda a despejar la ruta!"

"Pero"

"Está bien, Claud y yo acabaremos esto rápido."

Aun con dudas, Jessie aceptó y mientras los distraía, corrió a través de ellos.

Utilizando la misma estrategia de antes, finalmente pudimos derrotarlos, pero aún nos tomó bastante tiempo.

Rápidamente nos dirigimos hacia la salida, donde agentes y Ocelodradora nos esperaban.

Estaba preocupado por Jessie, pero afortunadamente no encontramos rastro de ella. Era una buena señal ¿No?

Finalmente, llegamos al elevador y para mi alivio, acababa de desocuparse, pero mientras estábamos esperando, más enemigos aparecieron.

Después de unos minutos, defendiendo nuestra posicion, el ascensor se abrió y rápidamente entramos.

Justo cuando entramos, todo tembló, haciendo que el ascensor se sacudiera bastante.

"Ah… ¡Vamos… vamos, vamos, vamos!... ¿Qué?"

"¿Qué tan potente era la bomba?" preguntó preocupado.

"¿Ja? Mmm, no debería ser tan potente. ¿Por qué?"

"Porque el lugar no deja de explotar."

Mis sentidos estaban muy desarrollados, es por eso que podía sentir todavía bastantes explosiones.

"¡…!" Ante mis palabras, Barret se dio cuenta de lo que quise decir y se preocupó también.

Después de unos minutos en silencio, el elevador se abrió y corrimos hacia los demás, donde Jessie y Biggs nos esperaban.

Cuando salimos, toda la instalación comenzó a desmoronarse, finalmente los cuatro salimos del reactor, hacia donde Wedge estaba montando guardia.

Sin embargo, antes de cruzar el puente, un pedazo del reactor cayó sobre la pierna de Jessie.

Antes que los demás pararan a ayudarla, ya la estaba recogiendo entre mis brazos.

"¡No paren, continúen corriendo!" dije.

Podía ver cómo más pedazos caían por todas partes. Este lugar era completamente peligroso.

Mientras los demás pasaban la puerta, otro pedazo del reactor cayó sobre el puente haciendo que este colapsara.

"¡Cuidado!" "¡Cuidado!" "¡Cuidado!"

Utilizando todas mis fuerzas, di un increíble salto donde pude llegar a salvo en la entrada.

"¡Guau! ¡Eso sí que fue bastante increíble!" exclamó Jessie.

A lo cual solo me reí de alivio.