SU IRA 2

Antes de que su asistente pudiera terminar la frase, Paul se había invitado a sí mismo a la oficina.

—Señor Declan —Mack saludó al hombre. No esperaba ver a un hombre de mediana edad. Por lo que había oído, Noah Declan era un joven como él, probablemente de su misma edad.

Paul ajustó sus gafas antes de decir:

—Lo siento, señor Yong, mi jefe no podría llegar hoy debido a su apretada agenda, pero hemos preparado todo para la reunión —Paul anunció y Mack asintió comprendiendo.

¿Así que este hombre era su asistente? Lo evaluó a Paul con la mirada, sin prestarle mucha atención ya que no estaba a su nivel.

El apellido Declan es el más grande del país e incluso uno de los más importantes del mundo. El heredero de todos sus imperios, Noah Declan, no era cualquier persona, era una figura temible, alguien de quien incluso el presidente se cuidaba.

El hombre era de temperamento corto por lo que había escuchado y era despiadado en el mundo de los negocios. Siempre había soñado con conocer a este hombre, para al menos estrechar sus conexiones con él. Pero nadie ha visto a este hombre antes.

Ni siquiera los medios tienen una foto de él.

—Continuemos en la próxima habitación —Mack inició y Paul no pudo estar más de acuerdo. Como Mack, él solo quería terminar con esto lo antes posible.

No tenía idea de por qué su jefe había decidido de repente destruir esta compañía y luego comprarla. Noah no era de tomar decisiones apresuradas, no importa cuán aburrido estuviera, así que, ¿cuál es su razón?

¿Era porque este hombre es el ex de su señora?

¿Estaba celoso su jefe?

Mientras ambos hombres entraban a la segunda oficina, Nari se excusó y siguió con su día. Tenía que ver a su doctor esta mañana, esa es una de las razones por las que había venido en primer lugar. Pero no tenía idea de que Mack estaría tan ocupado.

No podía ver al doctor sola porque las otras futuras madres la miraban diferente, especialmente siendo una gran celebridad. Siempre tiene que tomar medidas extras para que no consigan tomarle fotos.

Pensaba que con Anna fuera, Mack tendría tiempo para ella, pero solo ha empeorado. Él no tiene tiempo ya. Siempre hay la excusa de que siempre está trabajando. Nari apretó sus dientes ante su pensamiento.

Para empeorar las cosas, acababa de escuchar que Anna se está preparando para su regreso al mundo del espectáculo. De repente, golpeó el suelo con el pie atrayendo las miradas de los transeúntes, pero no la miraron por mucho tiempo ya que todos se sentían abatidos empacando sus pertenencias de la compañía ya que ahora se estaba vendiendo.

Todos han perdido sus trabajos y estaban tristes al notar a cualquier celebridad pasar.

—Miss Nari, ¿necesita ayuda con algo? —Ella fulminó con la mirada al hombre que le había hablado.

—Si necesitara ayuda, ¿no crees que lo pediría? —Escupió y se alejó. El hombre delante de ella se quedó impactado por su comportamiento. Todos en la ciudad conocían a Nari como una mujer humilde que sin importar la situación siempre te hablaría, sin importar tu estatus.

Él sacudió la cabeza suavemente y se alejó.

Ahora que sabía que Anna intentaba hacer un retorno, necesitaba destruirla permanentemente antes de que volviera.

Nari sacó su teléfono de su bolso y marcó un número:

—Publica las fotos y asegúrate de que lleguen a los sitios correctos rápidamente. Colgó y salió del edificio.

Los fans contratados que había dejado afuera ya estaban en posición gritando y coreando su nombre. Nari sonrió saludándoles antes de subir a su coche.

En dos horas, la red había vuelto a incendiarse mientras todos maldecían a Anna Sui.

Noah acababa de llegar de la oficina cuando su asistente le llamó.

—Paul —Su profunda y estable voz llamó.

—Señor, el trato está hecho, ¿qué hago con la compañía? —preguntó Paul.

—¿La compraste bajo el nombre de mi esposa?

—Sí jefe —respondió Paul.

—¿Así que aceptó todos mis términos y condiciones? —Noah habló pausadamente, sus ojos perezosos mirando al mayordomo que estaba en la entrada de la mansión con una expresión solemne.

—No tiene elección, señor. Por cómo van las cosas, necesita el dinero más de lo que creemos. Quizás quiere aumentar su patrimonio neto.

—Hmm —Noah comentó.

—Déjalo a un lado por ahora. Quiero que esté completamente cerrado hasta que tenga un uso para ello —dijo con indiferencia.

—Sí señor —respondió Paul.

No era algo nuevo para él que su jefe gastara tanto dinero en cosas inútiles de las que no tiene uso.

Este es el mismo hombre que gastó medio billón en una pequeña pieza de Joya solo porque su esposa lo pidió. Paul suspiró.

—También jefe —Paul dudó un poco pero continuó de todos modos—. Acabo de recibir información de que la señora está de nuevo en tendencia por el motivo equivocado.

—Déjalo ser Paul, quiero ver cómo maneja esta situación ella misma esta vez. Ahora es una Declan después de todo —sonrió con una sonrisa diabólica.

Él sabía que detrás de la naturaleza tranquila de Anna había un fuego oculto que quería encender. Quería ser él quien iniciara el fuego.

—Est... Está bien, señor —Paul colgó.

Noah subió las escaleras con calma hasta que estuvo frente al mayordomo. —Bienvenido de vuelta, maestro —le entregó su bolsa y abrigo a Lurch.

—¿Está mi esposa en casa? —A Lurch le encantaba la forma en que lo primero que preguntaba su maestro al regresar era por su esposa.

—Sí señor, ha estado encerrada en la habitación todo el día —informó Lurch.

—¿Fuiste a ver cómo estaba? —Noah se soltó la corbata mientras caminaba.

—Sí señor, muchas veces. Ella está bien —dijo y Noah asintió.

Lurch no entendía por qué su señora había decidido quedarse en su habitación todo el día. Él estuvo preocupado antes acerca de que ella viera a Chalamet, pero como no había salido, se sintió aliviado.

—Entonces, ¿por qué tienes esa cara? —Noah preguntó ya que había notado la cara preocupada de Lurch desde la entrada de la mansión.

—Él está aquí.

—¿Quién?

—Su primo Chalamet. Vino esta mañana para entregar la Joya pero se ha negado a irse desde entonces diciendo que debe verte antes de irse.

—¿Así que? —Fue todo lo que dijo Noah mientras entraban.