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Prólogo (2)

Pasaron los años, la aldea de bai seguía siendo la misma pero la familia liang ya no lo era.

El señor liang después del incidente del nacimiento ya no estaba en un estado tan impactado; su hijo era normal.

La señora liang también estaba de un humor mejor, ella pertenecía a otra aldea, pero cuando conoció al señor liang se enamoraron y cómo las aldeas son de un carácter monógamo predominando el género masculino ella tenía que vivir con él; aunque en los tiempos que corrían ya era algo que se había dejado en el pasado y podrían decidir cómo quería vivir.

En todo caso ella valoraba una familia normal y tradicional, en cuanto a liang chen... bueno, se podría decir que al final aceptó su situación.

Esto aunque no totalmente cierto, ya que aun hablaba con el aire. No se pueden ignorar los aspectos positivos que se dieron con los años... más bien el aspecto positivo.

Si, como podrias intur liang chen ya no se tenía un descontrol sobre su esfínter, cosa que no pudo evitar alegrar al joven hombre de la tierra.

Por obvias razones, ya que nunca recordaremos los tiempos de nuestro nacimiento de cuando éramos bebés; lo cual llegó siendo la mejor situación posible.

Volviendo al presente en estos momento el niño de 5 años liang chen estaba colgando de un árbol mirando hacia las planicies y campos arados que daban vida con sus cultivos a esta aldea perdida en el tiempo.

Todo lo que su vista alcanzó a ver mas alla de eso solo eran montañas y un cielo azul que te daba una impresión de inmensidad que para alguien de su edad solo sería ignorada.

Liang chen se había dado cuenta con el pasar de los años del mundo en el que esta. La aldea bai era un lugar muy alejado del imperio jia ma y este último estaba ubicado en el continente dou qi.

Estas últimas palabras le sonaban de algo pero no le ocurría ninguna inspiración repentina como sherlock solo le sonaba similar.

Mientras su mirada seguía perdida en sus pensamientos, una pregunta no puedo evitar surgir a él. ¿Que hará de ahora en adelante?....

Desde que llegó a este lugar estaba pensando que seria bueno vivir una vida normal o viajar por el mundo enriqueciendo a esta cultura algo atrasada con clásicos de su mundo; ya sea manga, libros o incluso novelas web como true martial world.

Eso ha estado en espera a lo largo de su renacimiento, ya que la procrastinación solo surgía naturalmente. Liang chen entendía eso, pero con la nueva juventud también llegó el tiempo y eso era lo que más le encantaba.

Anteriormente se podría decir que era bastante perezoso, si le pedías que hiciera algo solo haria lo "suficiente" , ¿algo más?.... podrías irte a la caridad si necesitabas tanta ayuda.

El atardecer se acercaba y el sol se ocultaba en el oeste.

En su casa liang chen estaba comiendo con su nueva familia. Podría ser que el sentido de parentesco con ellos no fuera muy alto; pero lo habían cuidado desde que llegó a este mundo a pesar de esa luz morada que siempre desde entonces nombraron, aunque el nunca vio algo parecido...

"chen, ¿cómo fue tu dia?" Su padre le pregunta con calma y algo de interés.

Esto podría deberse a que desde que nació su hijo nunca habia llorado o interactuado con los demás infantes; siempre maduro y distante.

Al señor liang no le preocupaba esto demasiado ya que era mejor que el se convirtiera en un demonio.

"Nada especial, solo disfrute un poco del ambiente de la aldea, es algo muy relajante y divertido" Liang chen le respondió a su padre con un tono infantil, provocada por su aún no desarrollado cuerpo.

Tras esto su madre con una mirada cariñosa intervino en la conversación " cariño, ¿no te gustaria interactuar con los demás? eso llegaría a ser más divertido"

Liang chen se quedó mirando su arroz cocido y revolviendolo; reflexionando sobre la pregunta de su madre.

"Puede ser madre, pero cada vez que hablo con alguien no puedo evitar sentir que son ¿niños?.., por eso es, creo...."

Sus padres se quedaron sorprendidos, aunque habían notado su madurez mental nunca hasta pensado que fuera en ese punto.

"si es asi, podrias intentar aprender de mi; el como cultivar" su padre habló una vez mas con algo de emoción.

En esta aldea liang chen se dio cuenta de que se valoraba las relaciones padre e hijo. Siempre se esperaba que el hijo heredara las habilidades de sus predecesores y continuará el legado de su padre.

A liang chen no le interesaba mucho esos temas, ya que el venía de un mundo altamente "civilizado" ubicado en la capital en la que jamás interactuaba con tales temas. Pero eso al final no le importo, aun era niño y queda mucho por recorrer.

"¡Claro padre!" su voz no pudo evitar respingar.

"Ese es mi hijo"

La familia liang ese dia como cualquier otro, descanso con plenitud, unos con expectativas hacia el futuro y demás aparte de ellos..solo siguiendo el flujo que no ha cambiado en un largo periodo.