Nueva sacerdotisa II

-Voy a participar en la prueba para ser sacerdotisa, salgo mañana-

Después de pensarlo mucho, decidí ser lo más concisa posible para acabar la conversación rápidamente.

-Lo sabemos…- Respondió Quinn sin ninguna expresión en su rostro, me ha sorprendo la manera en la que ha crecido, cuando era pequeño no hablaba mucho, pero aun podía leer sus emociones en su rostro, pero ahora…

No muestra una sola emoción y nunca se lo que esta pensando.

-¿Segura que tienes que ir?- pregunto Avon, con una mirada triste en su rostro, aunque es el gemelo de Quinn su personalidad es muy diferente, siempre es muy expresivo y es cercano a todos, en la tribu todos sienten que es alguien con el que se pueden comunicar fácilmente.

-Desde siempre la Diosa me ha hablado, y me ha dado tanto… que lo mínimo que puedo hacer por ella es servirla como sacerdotisa. –

Ya me he acostumbrado a mentir sobre de donde vienen mis conocimientos sin dudarlo.

-Tus hermanos te acompañaran mañana, salgan temprano.- Mi padre dijo pocas palabras al respecto, no es muy conversador, aunque siempre nos cuida a todos.

-Yo también iré con ustedes- Comento Lena, sorprendiéndonos a todos.

-No tienes que ir, puede ser peligroso, nosotros cuidaremos a Enya, no tienes que preocuparte.- Respondió Avon con una sonrisa suave en su rostro.

-Yo… yo quiero participar. ¡Tengo el derecho!- Replico Lena.

Con el seño por sus palabras mi padre comento.

-Claro, nadie te niega ese derecho, solo decimos que no debes de sentirte obligada a participar.-

-No tienes que preocuparte, vengo de una larga lista de sacerdotisas desde mi bisabuela hasta mi madre, se que no voy a fallar.- respondió con una mirada orgullosa, vi de reojo a Avon, el cual se rio suavemente, pero creo que nadie se dio cuenta.

-Entonces será un placer escoltarte.- Dijo Avon, y aunque nadie lo siento yo vi la burla en sus palabras.

De esta manera empezó muestro viaje.