INTERROGATORIO (EDITADO)

"Vamos, empecemos de nuevo... di tu nombre completo"

En medio de una oscura y anticuada habitación, dos hombres estaban sentados frente a frente a ambos lados de una intimidante y pesada mesa metálica.

Esta habitación, a pesar de ser un lugar pequeño y sencillo, estaba bien limpio y ordenado.

Solo tenía la gran y robusta mesa metálica, con dos pesadas sillas a cada uno de sus extremos.

Los muros de dicha habitación, aparte de estar pulidos y pintados escuetamente, daban a conocer su robustes y grosor, como si quisieran dejar en claro que su construcción no era cosa de juego.

Además, en una de las paredes de la habitación se alzaba un enorme espejo empotrado, como aquellos espejos de las famosas habitaciones llamadas cámaras Gesell.

No obstante, era visible que tal espejo no era algo que se pudiera romper tan fácil mente.

Era pues una habitación condicionada específicamente para el interrogatorio militar.

"Ya te lo dije teniente, mi nombre es Robert, Jovanovich es mi apellido paterno y Lee es el apellido materno"

Y dentro de esta habitación, precisamente se estaba llevando a cabo un verdadero interrogatorio.

El sujeto que estaba haciendo las preguntas era nada más y nada menos el teniente Kang, quien se veía un poco frustrado, un poco cansado, mientras les daba una ojeada a los papeles dentro de una carpeta clasificada.

El otro tipo, era el sujeto que había sido encontrado en medio de todas esas bestias muertas.

"¿Eres un extranjero?" – preguntó el teniente Kang.

"Ya te dije que no lo soy, yo nací en Seúl. Mi RRN es 2900339455687, mi padre era el extranjero, fue un ciudadano ruso, su nombre era Vladimir Jovanovich, de Vladivostok. Mi madre es Coreana, Lee Hee-soo es su nombre, vive en unos condominios de la parte norte de Yongsan-gu"

Las respuestas de Robert, nuestro protagonista, hizo que el teniente Kang dejara de leer los papeles y mirara fijamente a un monitor.

Era el monitor de un polígrafo, un instrumento conectado a una persona para determinar, de acuerdo a su patrón cardiaco y frecuencia respiratoria, si estaba respondiendo con la verdad a un interrogatorio.

Aunque este método no es el más efectivo para sacarle información a alguien, era lo que tenían a la mano en estos momentos.

Claro que podían jugar con los químicos que los interrogadores más experimentados preferían usar, como el tiopentato de sodio, el famoso suero de la verdad.

No obstante, no habían utilizado nada de químicos en estos momentos.

Y es que, a pesar de ser un interrogatorio, los surcoreanos aún tenían algo de 'decencia' en cuanto a estos temas se refiere.

O al menos eso es lo que el teniente Kang quiere creer.

El polígrafo estaba conectada al pecho y brazos de Robert, quien aparte de ello estaba fuertemente sujetado a la silla metálica con cadenas, como si de un prisionero de alta peligrosidad se tratara.

"Dímelo denuevo ¿Qué es lo que hacías la noche del viernes en la zona militar de Satae-ri?" - preguntó nuevamente el teniente Kang.

"Sabes, esto ya es demasiado. Se que tomé demasiado y estuve realmente borracho, pero no es como para que me detengan y me interroguen de esta manera ¡No hice nada malo! al menos deja que llame a mi madre, debe estar preocupada por mí"

Robert exclamó con un tono de voz indignado ante el trato que estaba recibiendo.

"En este momento no estas en posición para exigir nada muchacho. Te encontramos en una área restringida cerca de la frontera con el norte, así que solo contesta la pregunta"

El teniente Kang no mostró emoción alguna ante la respuesta del joven frente suyo. Su rostro estoico daba a entender que no estaba jugando en estos momentos.

"Phew… vale, entiendo, no sé por qué quieres que lo repita si ya te lo dije, pero bueno" – Robert suspiró en tono derrotado.

"Había estado celebrando con un grupo de amigos de la preparatoria por el cumpleaños de uno de ellos. No sé cuándo pasó, pero hubo un momento en el que me alejé del resto, adentrándome más y más en el bosque, fue en ese instante que todo se volvió loco"

"¿A qué te refieres que todo se volvió loco?"

"¿Ya te lo dije hace rato no? ¡Del cielo comenzaron a caer rayos dorados por todos lados, hasta que uno de ellos pareció alcanzarme! ¡Eso fue una experiencia de mierda! Lo único que sé es que luego desperté en el hospital que me tenían ustedes"

El teniente Kang alternó la mirada entre el muchacho frente suyo y el monitor del polígrafo, en silencio, mientras dejaba de lado todos los papeles que hasta hace poco estaba leyendo.

Por un momento la habitación quedó en silencio, solo escuchándose el sonido de las agujas del polígrafo moviéndose rítmicamente.

"¿En serio quieres que te crea eso? me dices que eres hijo de un extranjero pero que naciste aquí, que estuviste en una zona restringida borracho aun siendo menor de edad y ¿uno rayo te cayó encima?"

El teniente Kang respondió sarcásticamente ante las palabras dichas por el muchacho.

"¿Y qué quieres que haga? Se que suena estúpido, pero es lo que sucedió. Si, sé que cometí una falta al beber siendo menor de edad, y de meterme a una zona restringida sin permiso, aunque no recuerdo eso por que estuve borracho, pero si puedo decir que lo del rayo es completamente verdad. Ahora llamen a mi madre, soy un menor de edad, así que tengo derecho a tener a uno de mis padres a pesar de estar detenido"

Robert respondió con un poco de exasperación al escuchar el tono con el que su interrogador le hablaba.

El teniente, quien tenía un rostro incrédulo ante las palabras del muchacho, volvió a quedarse en silencio mientras miraba el polígrafo funcionar.

Si bien en el exterior su actitud transmitía una dureza propia de un militar y la desconfianza que tenía ante las palabras del muchacho, internamente sus pensamientos eran otra cosa.

Las cosas eran más complicadas de lo que parecían.

Cuando encontraron a este sujeto rápidamente lo trasladaron al hospital militar de Seúl, donde estuvo en custodia hasta que despertara. Mientras tanto, sus huellas dactilares fueron analizadas para poder determinar su identidad.

No obstante, no encontraron nada en la base de datos nacionales, por lo que su identidad tenía que ser la de alguien extranjero.

¿Acaso era un espía que se había infiltrado aprovechando la situación actual en la que se encontraba todo el pais?

¿Qué diablos hacía en medio de los cuerpos mutilados de esas bestias?

Muchas preguntas se anidaron en la mente del teniente, quien no sabía cómo proceder en este caso. Ya tenía mucho con el haber experimentado la aparición de los enormes lobos salvajes como para lidiar con este sujeto.

Para cuando el muchacho despertó, ya había sido trasladado a una base militar y obviamente fue interrogado, pero esto trajo más dudas que respuestas a la atormentada mente del teniente.

En primer lugar, este sujeto hablaba perfectamente el Coreano, el dialecto del surcorea para ser más precisos, cosa que ya de por si es difícil para cualquier agente extranjero que quiera infiltrarse en su pais.

Incluso su apariencia, que tenía rasgos extranjeros, tenía también rasgos asiáticos, lo que hacía más difícil su identificación.

Además, la forma en la que el sujeto habló en un primer momento fue tan normal que no detectaron mentira alguna en lo que decía.

Si, se veía visiblemente nervioso, pero era más por el shock de haber despertado en un lugar extraño que por estar mintiendo, al menos esas fueron las palabras del doctor que lo atendió.

Nadie que se considere un espía decente revelaría una identidad que no existe en el país a donde pretende infiltrarse, mucho menos decir que es un ciudadano mestizo, a menos que considerara que esa sea una buena técnica de disuasión.

¿Este tipo pensaba que la inteligencia coreana era cosa de juego?

¿Acaso creía que dando un nombre extranjero podía despistarlos?

Gracias a un rápido cruce de información con los informes de inteligencia de la NIS, se pudo determinar que el nombre Robert Jovanovich no existía en los archivos civiles ni de Corea del sur ni del del gobierno Ruso.

Por ley los hijos de los extranjeros deben estar registrado tanto en el pais surcoreano como en el país de origen de los padres.

Por otra parte, los nombres que el muchacho había dado, los que supuestamente pertenecían a sus padres, si que existían, pero la situación de ambos individuos era algo que no encajaba en la descripción del muchacho.

Vladimir Jovanovich, según los registros rusos a los cuales habían accedido la NIS, si era un ciudadano de la ciudad de Vladivostok, Rusia, pero había muerto hace diez años aproximadamente.

Lee Hee-soo, quien era el nombre de su supuesta madre, si era una ciudadana surcoreana, pero no vivía en unos departamento en la zona de Yongsan, sino que vivía actualmente en la ciudad de Busan, y no estaba casada.

No bostante, la cosa se ponía aún mas rara.

¡Aparte de esto, todos los nombres que había dado en verdad existían, y se correlacionaban con la descripción física que el muchacho había dado de cada uno de ellos!

La dirección donde vivía, los amigos que tenía, la descripción de las calles en donde supuestamente habia vivido, las personas que había conocido, las escuelas a donde había ido… todo era tan natural.

Incluso los informes preliminares de la NIS había confirmado que, a parte de los nombres y documentos dados por el muchacho, todos los lugares mencionados habían sido descritos con una exactitud terrible, solo logrado por aquellas personas que han vivido por muchos años en dicho lugar.

Ni siquiera el polígrafo había marcado algo anormal con cada respuesta que el muchacho daba.

Además, de los exámenes médicos a los cuales fu sometido, era verdad que en su sangre había grandes cantidades de alcohol, por lo que su versión de estar borracho era aparentemente cierta.

Era como si todo lo que estaba diciendo el joven era verdad, o él creía que era verdad.

¿Quizás era un espía que había sido sugestionado para que pudiera pasar la prueba del polígrafo? No lo sabía a ciencia cierta.

Todos estos datos impedían que el teniente Kang mandara al muchacho a encerrarlo dentro de una prisión de máxima seguridad.

En segundo lugar, lo que impedía al teniente Kang catalogar al muchacho como un criminal, era el evento que ocurrió hace dos noches.

No se le había dado mucha información sobre ese suceso infernal ya que la mayoría de los informes que tenían los altos mandos sobre dicho evento era clasificada, incluso para alguien tan involucrado en las fuerzas especiales como él.

Todos los aparatos gubernamentales, tanto civiles como militares, estaban en alerta debido a varios movimientos inusuales de las fuerzas ocultas del resto de países vecinos.

Si bien Corea del sur no era una nación de mucha importancia militar para el resto de las superpotencias que lo rodeaban, el reciente evento había puesto al pais en el ojo de la intención internacional.

Y por lo que el teniente había visto con sus propios ojos, ese gran fenómeno meteorológico había traído malas consecuencias.

El que horribles bestias aparecieran de la nada en medio de los bosques de Corea hizo pensar a los cinetificios que posiblemente esa tormenta había modificado, de alguna manera, a los depredadores locales, mutándolos o convirtiéndolos en esas grotescas cosas.

Esto era algo realmente horrible, ya que esa tormenta abarcó la totalidad del pais y las consecuencias de la afectación de 51 millones de habitantes era algo que no quería imaginarse.

No obstante, la población Coreana estaba bien, tanto la del sur como la del norte, incluso la gran mayoría de animales estaban bien, por lo que la teoría de una mutación causada por la tormenta era muy lejana.

Mas bien, otra teoría sobre la aparición de esas bestias estaba tomando fuerza, una teoría que era algo descabellado si se pensara lógicamente, pero incluso los altos mandos parecían estar tomando en cuenta.

En internet ya circulaban muchas teorías de lo que había causado tal evento climático en la península de Corea.

Desde teorías que culpaban al gobierno de los EEUU por hacer uso de armas capaces de crear cataclismos ecológicos, hasta cosas fantásticas como portales a otros mundos y otras dimensiones.

Más y más sujetos conspiranoicos se sumaban a este tipo de pensamientos fantasiosos, dejando de lado la razón y criticando fuertemente las explicaciones del gobierno surcoreano.

¿Y si esas teorías no eran tan falsas?

Esas bestias horribles, que son cosa que aparecen solo en las historias fantásticas y de ciencia ficción, que aparecieron de la nada…

¿Acaso sería posible que esas bestias si hubieran sido transportadas a este mundo… desde otra realidad?

Y si es así ¿Es posible que este muchacho frente suyo también hubiera sufrido lo mismo?

¿Acaso este muchacho provenía de una realidad paralela?

'Ah… creo que me estoy volviendo estúpido' – el teniente Kang sacudió su cabeza mientras recogía todos los papeles regados por la mesa y los ordenaba.

De pronto, vio una hoja particular dentro de la carpeta que tenía en las manos e instintivamente miró de reojo al gran espejo que estaba a un lado de la habitación.

Solo podía ver tanto su reflejo como el del muchacho que estaba entrevistando, pero su mirada se fijó en un punto determinado, como si pudiera observar a través del cristal, hacia el otro lado de la habitación.

'Esos malditos bastardos… seguro que están viendo todo desde el otro lado' – el teniente murmuró para sus adentros.

Sacó una hoja plastificada y la puso boca abajo sobre la mesa, llamando la atención del muchacho frente suyo.

"Te voy a mostrar algo importante, y quiero que me respondas con toda la verdad posible. Tu libertad dependerá de tu respuesta y que tan verdadera sea. Recuerda, estamos monitoreando todo lo que digas o hagas, así que si detectamos una mentira, será tu fin ¿entendido?"

"Diablos hombre, en verdad quieres asustarme ¿no es así?" – Robert respondió con un tono sarcástico, pero visiblemente se puso un poco ansioso – "Venga, dale, no se que pueda ser eso, pero te diré todo lo que sepa"

El teniente Kang solo miró fijamente al muchacho mientras de reojo veía el monitor del polígrafo, quien en todo el momento, tanto en el primer como en este interrogatorio, siempre había marcado todo normal, sin alteración alguna.

¿En verdad este muchacho estaba diciendo la verdad?

¿Era posible que este joven, quien afirmaba haber sido alcanzado por un rayo, sea de otra dimensión, al igual que esas bestias?

El teniente Kang sacudió de sus mentes esas preguntas, y solo atinó a darle vuelta a la hoja y se la mostró al muchacho.

"¿Humh? Que diablos es esto" – Robert exclamó al ver el contenido del papel.

Solo era una hoja de papel en blanco, con un pequeño párrafo a primera vista incomprensible.

[<{Kēxuéj22iāmen shìtú có44ng bùtóng de jiǎodù lái jiě&&shì lìshǐ jìnch00 zhōng fāshēng shìjiàn. Tāmen zh$ōng dà duō??shù rén shēngc hēng shì suí##jī yuányīn, yīzhǒng cuòzōngfùzá suíjī xìng dǎozhìle wǒmen suǒ zhīdào yīqiè}>]

El muchacho miró el papel por un momento, mientras arrugaba las cejas, como si no entendiera un carajo lo que decía.

Luego de un momento en silencio, el teniente Kang suspiró y trató de retirar el papel de la mesa.

"Alto, aún estoy analizándolo" – de repente Robert, quien tenía la mirada fija en aquella hoja de papel, habló.

"¿En verdad puedes entender esto?" – el teniente Kang no tenia esperanzas de que este muchacho respondiera con la verdad

"¿Ya te olvidaste? Te dije que yo fui uno de los cuatro seleccionados de todo surcorea que participaron en las IOI (olimpiadas internacionales de informática) del 2016 que se llevó a cabo en Kazán. Aunque no ganamos, quedamos en el tercer lugar de los ochenta países participantes, así que los algoritmos crípticos son algo con los que estoy familiarizado"

La respuesta del muchacho hizo que el militar se quedara callado.

Volvió a mirar de reojo hacia el gran espejo y la puerta de la habitación, como si esperara una respuesta por parte de los agentes de inteligencia al otro lado del cristal, pero nada ocurrió.

Suspiró para sus adentros y dejó el papel sobre la mesa.

"¿Podrías traerme una hoja y un lápiz para poder hacer mejor esto? A, y si fuera mucho pedir, agradecería que me soltaran una mano, para así poder coger el lápiz"

Él teniente Kang solo se quedó mirando al muchacho por un momento, para luego hacer un gesto con la mano, dando la orden a los soldados del exterior para que consiguieran lo que se había pedido.

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"¿Qué piensas de todo esto Ijin?" – parado al otro lado del gran espejo, el teniente Kang habló mientras su mirada se centraba en lo que ocurría dentro de la habitación.

"Esto es tan confuso, incluso algo realmente alocado diría yo… pero los hechos actuales son muy difíciles de ignorar" – Yu Ijin, el mercenario Adolescente, quien estaba al costado del teniente, respondió con un tono de voz neutro y calmando.

"Ah… también lo creo, todo esto es un alboroto completo"

Al otro lado del cristal se podía ver la sala de interrogación donde hasta hace poco el teniente había estado.

Ahora solo se veía a un Robert muy concentrado mientras garabateaba algunas cosas en una hoja de papel.

A diferencia de cuando estaba siendo interrogado, ahora mismo sus manos estaban libres, permitiéndole poder coger con una mano el papel con el párrafo críptico, mientras que con la otra escribía muchas letras y palabras.

No obstante, aun seguía sujeto a la silla metálica; así también, los cables del polígrafo seguían conecatados a sus cuerpo.

"Quiero creer que este chico es alguien como tú, alguien que sufrió a causa de una situación externa y que se vio expuesto a una realidad ajena a la suya… pero la seguridad de nuestro pais en estos momentos me impide ser laxo"

Ijin no dijo nada ante las palabras del teniente, pero internamente asintió.

El sabía como era ser arrancado de un estilo de vida y lanzado a un panorama extraño y ajeno... ser sometido a situaciones apremiantes.

Pero, a diferencia suya, este sujeto llamado Robert estaba en una aparente situación mucho más grave, incluso inverosímil.

No obstante, a pesar de que su versión de los hechos era algo que difícilmente podia ser creíble, Ijin estaba seguro que este tipo estaba diciendo la verdad… al menos en parte.

No sabía por qué, pero luego de escuchar las dos interrogaciones a las cuales fue sometida el muchacho mestizo, la intuición de Ijin le decía que lo que Robert decía, era lo que había sucedido.

Claro, puede que sea un verdadero espía, pero todo lo que dijo, la forma en como lo dijo, la descripción de las personas al detalle, era algo que no podría haber conseguido un espía por cuenta propia, ni siquiera la propia NIS lo hubiera conseguido.

Esto también lo sabía el teniente Kang, por lo que aun seguía en duda sobre como proceder con la situación de este muchacho.

"Por cierto ¿Dónde están esos dos agentes de la NIS?" – El teniente Kang preguntó mientras miraba hacia los costados.

Para cuando salió de la sala de interrogación, no encontró a los dos agentes de la NIS que habían pedido escuchar el primer interrogatorio, y quienes le pidieron mostrarle ese papel plastificado a Robert para el segundo interrogatorio.

"Recibieron una llamada y salieron. Dijeron que recibirían a su director en jefe" – Ijin respondió tranquilamente.

"¿Humh? Su director en jefe, no me digas que…"

El teniente Kang se sorprendió visiblemente al escuchar esto, ya que solo significaba una cosa.

'Lee Byung-hong... ese viejo perro de caza…¿Qué diablos quiere en este lugar?'

Si ya le parecía extraño el actuar de los agentes de la NIS que vinieron hasta la base militar por los reciente encuentros que tuvieron las fuerzas especiales, la presencia del director general de dicha agencia no significaba nada bueno.

"¿La presencia del director de la agencia de inteligencia significa que tendremos problemas?" – Ijin preguntó al ver como el rostro del teniente se agrió.

"No es que signifique problemas… pero creo que necesito hacer una llamada a mi superior, no tengo el rango como para atender a alguien de su calibre" – el teniente Kang habló sarcásticamente mientras sacaba su celular para hacer una llamada.

La NIS era un nido de ratas que no tenían consideración por nada ni nadie.

Debido a la necesidad de abarcar y controlar todo, esta agencia había extendiendo en las sombras sus tentáculos por todo el aparato gubernamental y hasta el militar de surcorea.

Por ello que, a pesar de que la información sobre el hallazgo de las bestias fue algo clasificado, los agentes de la agencia de inteligencia se hicieron presentes una vez que todo fue trasladado a la base miliar.

Si algo les hubiera interesado de toda esta misión a la NIS, lo más seguro era la existencia de aquellas bestias enormes, no la presencia de un posible espía capturado.

No obstante, el interés de estos agentes fue… peculiar, por decir lo mínimo.

Si bien algunos de los agentes se quedaron con el resto de los comandos para inspeccionar los cuerpos de aquellas bestias, los dos agentes de mayor rango pidieron expresamente ser solo observadores del interrogatorio al sujeto encontrado.

Además, estos mismos agentes, luego de escuchar el primer interrogatorio, le dijeron expresamente al teniente Kang que escuchara cada detalle de lo que el muchacho tenía para contarle en el segundo interrogatorio, sin tomar como falsas sus afirmaciones, por muy locas que parecieran.

Así mismo le dieron ese papel plastificado con el extraño y críptico mensaje, y le dijeron que, cuando acabara de interrogarlo, le pidiera que tratara de descifrar el documento, con promesas de liberación si era necesario para que el prisionero trate de resolverlo.

¿Por qué los agentes de la agencia de inteligencia nacional, la que se supone que debería llevar a cabo los interrogatorios en este caso, estaban dejándole todo el trabajo a los militares?

¿Fue porque los militares lo habían encontrado? Ni de coña.

Los agentes de la NIS podían ser arrogantes, pero no estúpidos, ellos sabían algo que los militares ignoraban.

De pronto, un grupo de personas cruzó por el pasadizo, dirigiéndose hacia la posición en donde el Teniente Kang estaba a punto de hacer una llamada.

El director Lee Byung-hong estaba acompañado de los dos agentes que previamente habían supervisado el interrogatorio, así como cuatro agentes más que lo acompañaban.

Asi mismo, un contingente militar acompañaba a los agentes de la NIS.

El teniente Kang en un inicio se sorprendió, pero luego sonrió levemente y guardó su celular.

El otro contingente estaba formado por Kim Geun-joom, el comandante General de las Fuerzas Armadas de la República de Corea, varios oficiales de alto mando, así como miembros de la seguridad militar personal del General.

"Teniente Kang Ham-Chan, un gusto volvernos a ver" – cuando el grupo llegó a su destino, el general Kim fue el primero en saludar.

"Saludos general Kim, un gusto volverlo a ver" – el teniente Kang adoptó la posición de atención e hizo el saludo militar con la mano – "Es un gusto conocerlo director Lee, espero poder ayudarlo en todo lo que pueda"

"Mucho gusto en conocerlo teniente Kang, el general Kim me ha platicado mucho sobre su unidad y sus misiones... así como del nuevo miembro que ha incorporado"

El director Lee dio un saludo tranquilo, mientras su mirada pasaba por encima del hombro del teniente y se detenía por un momento en el muchacho a sus espaladas.

Ijin, quien había estado callado todo este tiempo. También adoptó la posición de atención y saludó.

"Es un gusto conocerlos director Lee Byung-hong, general Kim Geun-joom, mi nombres es Yu Ijin, un miembro de la unidad del teniente Kang"

Si bien Ijin no era militar, no era tan estúpido como para no saber cual era la situación actual.

Los dos altos mandos asintieron ante el saludo del muchacho castaño, solo dándole una mirada evaluadora.

El asunto de Ijin siendo encontrado en una misión en cubierta en el extranjero era algo peculiar, pero para ellos no merecía mucha atención en estos momentos.

Ahora, lo que más importaba era…

*toc, toc, toc*

[Hey ¿hay alguien ahí?]

De pronto, unos sonidos de golpes se escucharon a través del cristal proviniendo desde el interior de la sala de interrogación.

Todos dirigieron la mirada hacia el cristal, viendo como Robert, el muchacho que aun estaba sentado y atado a la silla metálica parecía estar viendo al espejo del otro lado, como si buscara una respuesta.

*toc, toc, toc*

[Oigan, ya pude descifrar algo de esta cosa, pero me comenzó a dar hambre ¿podrían traerme algo de comer? Pero que no sea comida de hospital, esa cosa es horrible]

El muchacho al otro lado volvió a golpear la mesa de metal al mismo tiempo que hablaba.

"Director…"

"Si, lo sé"

De pronto uno de los acompañantes del director Lee habló, siendo secundando por el viejo agente, quien mantuvo la compostura a pesar de haber escuchado algo que posiblemente significaba algo fenomenal.

Por otra parte, el general Kim también se mantuvo impasible ante las palabras del muchacho, pero al igual que el director Lee, sabía que eso tenía una gran significado.

"Asi que ese el muchacho perdido eh… creo que debemos entrar y conversar seriamente para contarle la verdad de su situación ¿no lo cree general Kim?"

El general Kim solo asintió en silencio, mientras le hacia un gesto con la cabeza al teniente Kang, quien entendió en el mensaje y se dio media vuelta para abrir la puerta de dicha sala.

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NOTA DEL AUTOR:

Webnovel borró todas las portadas que consideren 'eroticas' y 'obscenas', pero te permite poner portadas como la que actualmente tengo (facepalm), espero volver a subir una buena portada acorde con el contenido de mi fanfic.