29 FIN DE SEMANA

Caminado por la acera de una tranquila calle, un anciano sonrió por un momento al saludar a las personas con las que se cruzaba.

Como la mayoría de los días, hacía su habitual recorrido vespertino por las diferentes calles de un tranquilo vecindario.

Tenía las características que cualquier otro viejo, con el poco cabello que tenía completamente canoso, parcialmente encorvado mientras caminaba.

Su camisa hawaiana celeste completamente abierta dejaba entrever su delgado cuerpo cubierto por un simple camisilla sin mangas blanca. Su pantalones cortos de verano y las sandalias dejaban entrever sus viejas piernas.

Cualquier persona que lo viera no tendría alguna sospecha del calvo anciano, pues mostraba un semblante tranquilo y calmado, hasta cierto punto inofensivo, como cualquier persona de la tercera edad.

Sin embargo, eso estaba muy alejado de la realidad.

Las caminatas que este viejo realizaba no eran para pasear meditando sobre su larga vida o para contemplar la ciudad y sus construcciones, sino que lo hacía por otro motivo, uno más oscuro.

Cada vez que salía a caminar, el anciano disimuladamente desviaba sus ojos y se deleitaba con la vista de las diferentes mujeres que tranquilamente caminaban por las calles sin percatarse de los lascivos ojos del decrepito hombre.

¡Y es que este viejo era un zorro cubierto con piel de oveja!

Bajo esa aparente careta de hombre anciano débil se escondía una bestia sexual que disfrutaba de seducir a mujeres más jóvenes que él, sometiéndolas y haciéndolas suplicar por su afecto.

Aunque esto pareciera ser algo estúpido ya que nadie creería que un vejestorio andante podría someter a una mujer joven, era exactamente lo que anciano quería que todos pensaran, pues como el viejo zorro que era, sabía cómo escoger a sus blancos y como trabajarlos lentamente, aprovechándose de su 'vieja' condición.

No era alguien que iba y acosaba a la primera mujer que veía, sino todo lo contrario.

Meticulosamente estudiaba todas las oportunidades y probabilidades con las que contaba en hacer caer a una mujer, ya sea su edad, su estado socioeconómico, su disponibilidad de tiempo, etc.

Por ello siempre salía a caminar no solo por su propio vecindario, sino también por otros tantos aledaños para poder hacer una constante 'recolección' de información.

Como se dijo, un lobo con piel de oveja 'dándole de comer al ojo'.

Sin embargo, la tarde de hoy parecía no ser una de las mejores para el anciano.

"Tch… ¿Acaso en esta zona urbana no hay niños qué?… los parques de este barrio están tan vacíos que nadie ha traído a sus mocosos a jugar…"

Con una gran 'pesar' el viejo se quejó internamente mientras su rostro se apagaba por un momento.

Ir a los parques infantiles era una de las tácticas que este viejo costal de huesos tenía para poder observar a sus futuras presas y conocerlas mejor, pues casi siempre hay una madre de familia insatisfecha dispuesta a tener un poco de acción, incluso con alguien como él.

No obstante, el lugar que había escogido hoy para la caza no era el indiciado.

Quizás sea por la nueva ola de crímenes que las mandillas estaban cometiendo recientemente, quizas sea por otra cosa, el asunto es que con este era el tercer día que sus caminatas no le daban frutos.

Incluso hoy que era viernes.

"Ah diablos, creo que deberé regresar, al menos tendré un pequeño premio consuelo. Como ya estamos iniciando abril, ir a ver a mi inquilina… ese fruto también está ya maduro como para cosecharlo"

Estas palabras estaban fundadas en que no solo era un simple anciano, sino que tenía un pequeño condominio de apartamentos en donde tenía varios inquilinos, entre los cuales una joven mujer resaltaba, teniéndola como objetivo desde que la vio por primera vez.

Había aprovechado su posición de arrendatario para reducir la cuota de pensión solo con el objetivo de tenerla cerca y aprovechar cualquier oportunidad con ella y como ya se había pasado el día de paga y ella no lo había hecho, probaría suerte al aprovechar se esta situación.

Si era así, podría proponer cobrarse de otra manera, siendo el método por el cual la ataría para convertirla en uno de sus juguetes sexuales.

Sin embargo, a pesar de estar planeando en tomar ventaja de su joven inquilina, su vista también estaba fija en otra bella mujer.

¡Su propia nuera!

Una bella y poco tonta mujer llamada Soo-Ae, a quien poco a poco estaba 'estimulando' para que en un futuro no muy lejano cayera rendida a sus pies.

Como vivía en el mismo departamento que su 'hijo' y su nuera, este viejo tenía todas las de ganar ya que su presa estaba casi a su disposición completa, por lo que podia ser paciente y jugar con ella antes de hacerla suya.

La prudencia o la saciedad eran palabras que este viejo parecía no conocer.

Sin embargo, este fin de semana no pudo hacer mucho ya que la mujer y su esposo se había ido a visitar a sus familiares para saber cómo se encontraban después de esa aterradora tormenta que había sacudido toda Corea el viernes pasado.

Por ello es que el anciano aprovechó que estaba solo para salir y deambular por las calles en busca de algún 'bocadillo' para degustar.

Con sus planes ya trazados y una sonrisa en el rostro dio vuelta para regresar a su casa.

*Bam*

"Perdón, discúlpeme" – en eso chocó contra el hombro de un joven que venía caminando detrás suyo quien tenía en las manos unas bolsas plásticas de mercado llenas de cosas.

"Jajaja, no te preocupes muchacho, es mi error por girar tan rápido" – el viejo sonrió mientras seguía su camino.

Como siempre, el viejo respondió amenamente mientras mostraba un buen rostro en cualquier lugar por el que se desplazara, sin levantar alguna sospecha, por ello no tomó en cuenta al joven con el que había chocado.

Ahora su prioridad era regresar para ver a las dos presas a las cuales comenzaría a disfrutar muy prontamente.

'Jeje… muy pronto estarás retorciéndote de placer mi querida Soo-Ae'

El decrepito hombre se relamió internamente mientras sus ojos destellaban una marcada lujuria.

Sin embargo, mientras el viejo se iba alucinando mentalmente y se imaginaba a su nuera cayendo en sus manos, el joven con el que previamente había chocado se había quedado quieto, mirándolo calmadamente y con gran interés.

"Vaya, vaya… esto sí que es interesante"

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[Bienvenidos a la edición central, las noticias de hoy viernes son las siguientes: El nuevo Ministro del interior se pronunció sobre el plan que su administración llevará a cabo para luchar contra el crimen organizado que ha azotado a nuestro pais en los recientes días …]

Sentado en un cómodo sofá, un muchacho estaba viendo las noticias en su televisor.

Este jovencito tenía una estatura encima del promedio para su edad, su cabello era negro y corto; sus rasgos faciales eran afilados, los cuales le daban una apariencia apuesta.

Y mientras que sus ojos oscuros parecían estar fijos en la pantalla del televisor, su mente estaba vagando en un sin número de ideas.

"Oppa ¿en qué estás pensando?"

En eso, su tren de pensamiento fue interrumpido cuando una muchacha se sentó a su lado y comenzó a hablarle.

La chicha tenía el cabello negro parduzco amarrado en una pequeña coleta, dando una apariencia muy mona.

Al no recibir respuesta de su oppa, la niña comenzó a picar con el dedo su cara, para ver si así obtenía algo.

"Jin-ah, deja de molestar a tu hermano"

Viendo desde la cocina la interacción de sus dos hijos, una mujer de cabello largo y negro sonrió suavemente mientras le hablaba a su menor hija.

"Hai~"

La niña llamada Jin-ah respondió mientras se sentaba aburrida en el mueble ya que no obtuvo la respuesta de irritación que quería de su hermano.

Tanto la mujer como el joven sonrieron al ver la infantil respuesta.

"Por cierto Jin-woo"

La madre de ambos chicos volvió a hablar mientras llegaba al comedor con una olla caliente y la ponía en el centro de la mesa – "¿Ya me contarás que quisiste decir en la mañana sobre comenzar a correr en una competencia? Espero que ya no evadas la respuesta jovencito"

Las palabras de la mujer hicieron que el joven llamado Jin-woo perdiera la sonrisa por un instante, solo para seguir como si nada.

"¡Es cierto!"

Jin-ah también preguntó de manera curiosa – "¿Por qué quieres empezar a correr oppa?"

"En verdad madre… no te das por vencida"

La cara sonriente de su madre y la mirada expectante de su hermana hicieron que Jin-woo suspirara para sus adentros

"Eso es porque quiero mantenerme en forma. Además, creo que soy bueno en el atletismo y sé que habrá un concurso a finales de setiembre" – el joven respondió mientras alzaba los hombros.

En la mañana del día de hoy a Jin-woo se le había escapado inconscientemente las palabras sobre una carrera y un concurso. Desde entonces, su madre había estado preguntado por ello a cada momento.

"¿Seguro que es solo por ello? A mí me pareció escuchar que dijiste el nombre de una chica? ¿Como era? ¿Hae-in, verdad?"

La ama de casa volvió a preguntar de manera curiosa, haciendo que su hijo parecía quedarse un poco asombrado.

"Mamá, basta, no sé qué estás diciendo"

"¿Una chica? ¿te gusta una chica oppa?"

Jin-ah comenzó a preguntar insistentemente de manera juguetona ya que por fin pudo ver una reacción alterada en el rostro de su hermano.

La madre de ambos jóvenes sonrió ante esta escena, así como de la forma en como su hijo se estaba comportando ahora mismo. 

Ella lo sabía, sabía que su hijo Jin-woo era alguien especial, por lo que verlo en esta situaciones la hacía sentir bien como madre.

Y es que el muchacho era muy diferente al resto de chicos de su edad, no en un mal sentido por cierto.

Después de haberse escapado por algunos años, a los ojos de la mujer la personalidad de Jin-woo había madurado mucho, pareciendo una persona adulta en el cuerpo de un jovencito.

Y aunque ella casi pierde el control por la pérdida de su hijo en aquel entonces, fue su esposo quien le dijo que todo estaría bien, que él sabía lo que jin-woo estaba haciendo que confiara en su pequeño.

Como madre, en un inicio no estuvo de acuerdo con las palabras de su marido, pero poco sus palabras fueron cavando en su interior y decidió creer en ellas, aguardando el regreso de su hijo.

Y luego de dos años jin-woo volvió.

¡Eso fue un buen motivo de felicidad para ella, quien volvió a sentir completa su vida!

Sin embargo, rápidamente se dio cuenta del cambio en el actuar de su hijo, mostrándose mucho más seguro de sí, con un fuerte sentido de responsabilidad y una madurez inusual que, a pesar de no querer mostrarlo en su día a día, ella, como su madre, sí que se había percatado.

Pero como no era nada malo, nunca dijo nada, aceptándolo y queriéndolo mucho más.

El problema era que debido a su nueva personalidad, las oportunidades que ella tenía para verlo avergonzado o en problemas fueron nulas.

Si bien ninguna madre quiere que sus hijos pasen por dificultades, al menos ella quería poder serle útil y darle algún consejo de vez en cuando.

Y esta parecía ser una oportunidad especial.

"¡Ya vine!" – en eso, la voz de un hombre interrumpió los pensamientos de la mujer, haciéndola sonreír – "Mmm~ la cena huele tan delicioso como siempre Kyung-Hye"

"¡Bienvenido papá!" x2

Ambos chicos saludaron mientras un hombre alto y bien parecido, de cabello corto y negro ingresó al comedor.

"¡Bien! llegué justo a tiempo, me muero de hambre" – el hombre habló sonrientemente mientras se sentaba en la silla principal.

"¿Cómo te fue hoy día en el trabajo?"

La mujer llamada Kyung-Hye, su esposa y madre de Jin-woo y Jin-ha, preguntó mientras terminaba de poner la mesa. 

Ya no tuvo tiempo para seguir molestando a su hijo, por lo que decidió retomar su conversación el día de mañana.

Jin-woo, quien parecía haberse salvado de las preguntas de su madre, suspiró internamente mientras miraba como sus padre conversaban alegremente.

"Ya sabes, lo de los últimos días, casi todo el cuerpo de bomberos tuvo que ir más hacia la parte periférica mientras tratamos de socorrer a las personas que tuvieron sus viviendas destruidas por el reciente incendio…"

Con la llegada del hombre, la familia estaba completa.

Una familia, eso era lo que eran.

Tanto la madre como los hijos comenzaron a escuchar la interesante charla de su padre con gran detenimiento, disfrutando de todos los detalles.

Y la persona que más disfrutaba de ello era Jin-woo.

Sin embargo, su felicidad duró poco, pues internamente, en su mente, algo pareció hablarle, informándole de un asunto muy importante y haciendo que por unos instantes sus ojos pasaran de estar tranquilos y alegres a volverse fríos y agudos.

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Por si alguien no lo sabe, el anciano del inicio pertenece a un Manhwa del mismo autor que 'Silent War' y se desarrolla en el mismo mundo, el nombre es 'Take a Peek'

El chico Jin-woo es el protagonista del Manhwa 'Solo Leveling'

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