Capítulo 709: Ataque a Verbergen (1)

"Esperen, hay algo raro aquí" - dijo Cloud mientras fruncía el ceño.

El grupo había llegado a las afueras del mar de árboles luego de dos días de viaje sin descanso.

Las chicas estaban un poco preocupadas porque Cloud no había cerrado los ojos en todo este tiempo.

"El flujo de maná de este lugar es muy diferente al de la última vez" - agregó Yue mientras entrecerraba los ojos - "Es como si estuviéramos en un lugar completamente diferente"

"Los espíritus también están alterados, e incluso puedo sentir un aura ponzoñosa" - dijo Tio mientras fruncía el ceño - "Es como si este lugar estuviera siendo corrompido"

"Papá, mamá, chicos..." - dijo Shea con lágrimas en los ojos al descubrir que no podía detectar el camino a casa.

"Tranquila, todo estará bien" - dijo Kaori mientras ponía su mano sobre el hombro de la chica conejo.

"Gracias..." - murmuró Shea mientras el grupo decidía que era mejor que crearan un campamento antes de entrar al mar de árboles.

* * * * *

"¿Todavía no encuentran a Lua?" - preguntó Ulfric mientras miraba a los demás sabios.

"No, aunque no es como si tengamos el tiempo para poder continuar concentrados en esto, no cuando es obvio que algo raro está sucediendo" - respondió Sif con el ceño fruncido - "No importa cómo lo veamos, el bosque está actuando extraño"

"Los espíritus están asustados y el bosque está gritando" - murmuró Ulfric mientras cerraba los ojos para poder concentrar su atención, solo para empezar a vomitar sangre - "Ugh"

"¡Señor Ulfric!" - exclamó Mao con terror al ver como el rostro del líder de los elfos palidecía - "¿Estás bien?"

"El bosque... está siendo envenenado..." - dijo Ulfric mientras se limpiaba la sangre de los labios - "Una enorme aura demoníaca, se acerca a Verbergen..."

"¿Aura demoníaca?" - repitieron los sabios mientras se miraban entre ellos.

"Mao, quiero que tus subordinados vuelen cerca del perímetro de seguridad de Verbergen, necesitamos saber si estamos a punto de ser atacados" - dijo Ulfric con seriedad - "Los espíritus no pueden comunicarse conmigo, y eso me asusta"

"Ok" - asintió Mao mientras enviaba la señal para iniciar para realizar un reconocimiento en la zona.

Los sabios se quedaron en silencio mientras que Sif fruncía el ceño porque tal parecía que no podría darle más tiempo a su maestro.

"Si hay demonios en la cercanía... te prometo que tu vida habrá terminado, Sif..." - dijo Ulfric mientras entrecerraba los ojos. Esto lo dijo porque había escuchado como el líder del clan de los leones había causado muchos retrasos a sus planes, incluso había escuchado rumores sobre cómo los leones habían estado haciendo falsos rumores.

"Sif no respondió, él solo guardó silencio, aunque por dentro él estaba maldiciendo a su maestro, después de todo, él sabía que ahora su vida estaba en juego.

Los sabios se miraron entre ellos por otros pocos minutos, hasta que uno de los subordinados de Mao había regresado.

"Líder Mao, tenemos malas noticias, auras oscuras se acercan a Verbergen, el bosque está en llamas en diferentes lugares" - dijo la harpía con un rostro pálido - "Dos de nuestras hermanas fueron derribadas por fuerzas hostiles, pero por el poder oscuro de los ataques, puedo deducir que son demonios"

"!" - los sabios abrieron los ojos, aterrados por la noticia tan abrupta.

La expresión de Ulfric se oscureció cuando escuchó esto - "¡Detengan al líder Sif! ¡Es hora de iniciar con una investigación por posible traición!"

Sif no dijo nada, él solo empezó a reír - "¿En serio vas a arrestarme por defender a mi gente?"

"¡¿Defender a tu gente?! ¡¿A caso estás escuchando lo que estás diciendo?!" - exclamó Ulfric mientras rugía con fiereza - "¡Tus acciones solo han causado el retraso de nuestras defensas, ahora tenemos un enemigo a pocas horas de distancia de nuestro hogar, y no podremos realizar una defensa correcta!"

"¡Defendí a mi gente!" - exclamó Sif mientras un aura oscura empezaba a rodear su cuerpo.

Los sabios rápidamente saltaron contra Sif para detenerlo, solo para salir volando gracias a una explosión de magia negra.

Ulfric vio con sorpresa cómo Sif caminaba en su dirección con unos ojos rojos - "¡Traidor!"

"¡No soy un traidor, yo soy un leal león guerrero! ¡Yo vivo por el clan!" - exclamó Sif con fiereza mientras extendía su mano y agarraba al elfo del cuello - "¡Todo lo he hecho por el bienestar de mi clan!"

"Maldito... traidor..." - dijo Ulfric con dificultad - "N-No mereces ser parte de Verbergen..."

"¡No me importa ser parte de esta mierda de reino!" - rugió Sif mientras usaba un poco más de fuerza - "¡No me importa un "hogar" que hizo nada por ayudarme cuando fui capturado por los demonios!"

Ulfric lentamente bajó la mirada y notó la marca en el hombro del sabio del clan de los leones - "T-Tú..."

"Oh, lo viste" - dijo Sif con desdén - "Sí, yo soy un esclavo del clan de los demonios..."

Sif soltó una carcajada antes de arrojar al líder de los elfos al suelo.

"Ugh..." - Ulfric soltó un gemido de dolor antes de gritar al sentir como el león pisaba su estómago con todas sus fuerzas. El elfo podía sentir cómo si sus intestinos fueran a explotar.

"Bueno, como sea, es tiempo de que vayas a ver a tu amigo" - dijo Sif mientras se preparaba para matar a Ulfric, solo para salir volando gracias a un poderoso ataque mágico.

"¡Deja a mi abuelo!" - exclamó una linda chica de cabello rubio que estaba usando un vestido blanco de una pieza.

"Altina..." - murmuró Ulfric con dificultad mientras intentaba levantarse.

"¡Abuelo!" - exclamó Altina Heipyst mientras corría donde la última familia que le quedaba y lanzaba un hechizo para curarlo - "¿Estás bien?"

"Sí, aún me duele un poco, pero no hay tiempo para esto, tenemos que ayudar a los demás sabios antes de que Sif se recupere" - dijo Ulfric con dolor.

"O-Ok" - asintió Altina mientras corría donde los demás sabios y soltaba un suspiro de alivio porque todos estaban vivos, aunque inconscientes.

"¡Señorita Mao!" - exclamaron un grupo de harpías.

"¡Quiero que saquen a los sabios de la habitación!" - exclamó Ulfric mientras miraba a las recién llegadas - "¡También quiero que lleven a mi nieta a un lugar seguro!"

Las harpías se miraron entre ellas antes de asentir.

"¿Qué hay de usted, señor Ulfric?" - preguntó la líder del grupo.

"Tengo que quedarme porque si no lo hago, ustedes estarán en peligro" - respondió Ulfric mientras veía como Sif se levantaba con dificultad.

"¡No voy a irme, abuelo!" - exclamó Altina mientras sentía cómo una harpía la agarraba - "¡Soy la princesa de Verbergen, es mi deber ayudar y proteger a mis súbditos!"

"Por favor, tenga cuidado" - dijo la líder del grupo mientras tomaba a los sabios y a la joven elfa.

"Lo tendré" - murmuró Ulfric mientras sonreía ligeramente.

"Podrías haberte ido con ellos" - dijo Sif mientras tronaba su cuello.

"Si lo hago, entonces podrías capturar a mi princesa, y los dos sabemos que ella es mucho más importante que yo" - respondió Ulfric mientras empezaba a canalizar su maná.

"Tienes razón, la princesa de los elfos es una presa que todos desearían capturar, en especial los demonios" - dijo Sif con desdén - "Bueno, no tienes que preocuparte, tu línea de sangre no morirá contigo, porque estoy seguro de que tu nieta tendrá mucha descendencia cuando los demonios la capturen"

"Lo siento, pero eso no sucederá, ahora es tiempo de que iniciemos con el segundo asalto, y no te preocupes, ahora sí lucharé" - dijo Ulfric con neutralidad.

* * * * *

"¡¿Por qué no lo estamos ayudando?!" - exclamó Altina mientras lloraba.

"Porque si nos quedamos, es posible que la capturen, señorita Altina" - respondió la líder del grupo de harpías - "Seamos honestas, si eso llegara a suceder, entonces no solo ellos tendrían un enorme control sobre nosotros, sino que su destino como prisionera no sería bonito"

Altina se quedó en silencio antes de morderse el labio porque sabía que la harpía tenía razón - "Lo siento..."

"Es bueno que lo entienda, señorita Altina, ahora tenemos que ir a un lugar seguro antes de organizar nuestras defensas, después de todo, no podemos permitir que los demonios entren a Verbergen" - dijo la líder del escuadrón de harpías.

"Quiero que alguna de ustedes vayan donde el clan Haulia" - dijo Altina con seriedad. Ella había dejado sus emociones a un lado porque no había tiempo para pensar en cosas tristes cuando estaban a punto de ser asediados por los demonios.

"Ok, iremos de inmediato" - dijo la líder del escuadrón de harpías antes de mirar en dirección donde estaba Ulfric peleando contra Sif, aunque si era honesta, ella estaba segura de que el líder de los elfos no terminaría bien, después de todo, Sif era uno de los peores enemigos para el elfo por sus estilos.

"¿Mi abuelo estará bien?" - preguntó Altina con preocupación.

"Sí, usted sabe lo fuerte que es el sabio Ulfric" - dijo la líder del escuadrón de harpías con una pequeña sonrisa - "Usted tiene que confiar en él"

"Tienes razón, gracias por tus amables palabras" - respondió Altina mientras miraba una última vez en dirección de su abuelo antes de concentrarse en el problema en el que estaban - "Solo espero que todo salga bien, no quiero que nuestro hogar sufra tanto por culpa de la avaricia de los demonios..."