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Shunsui Kyōraku.

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[CAPÍTULO ÚNICO.]

"Rosa."

Normalmente se sentaba en la tranquilidad de su jardín para apreciar el cielo, a veces despejado y otras veces lleno de nubes. Estaría totalmente relajada sino fuera por el flojo de su amigo quien roncaba, dormido y con la espalda apoyada en el tronco del árbol. Suspiro mientras desviaba mirando al peliblanco a su lado, quien igual dormida. Se levantó, sentándose en el césped, sin duda, el entrenamiento con el capitán Yamamoto agotaba a sus dos amigos.

Sonrió de medio lado al recordar la época en donde los tres se juntaban para mirar el cielo, después de sus clases en la academia Shinigami.

—Oi. Malory-chan— la voz de Kyōraku se escuchó a sus espaldas.

Volteo encontrándose con el castaño, volvió a sonreír. Desde hacía años que los sentimientos hacia Shunsui Kyōraku habían dejado de ser simples pensamientos de amistad. Lo quería, mucho más de lo que se debería querer a un amigo.

—Shunsui. ¿Dónde está Jūshirō-kun?— pregunto al ver que el peliblanco no acompañaba al otro capitán.

—Eh...— dudo —Jūshirō se sintió mal, dijo que se disculpaba por no asistir— excuso el de sombrero de paja mientras se sentaba a lado de su amiga.

Malory asintió, creyendo la mentira de Kyōraku. Después de todo, ambos sabían lo delicado que podía llegar a ser la enfermedad de Ukitake.

Ambos se hundieron en un silencio extremadamente cómodo, siempre era así. Ambos se sentían bien el uno con el otro, aun cuando no había mucho que decir.

—Malory, ¿Por qué no aceptaste el puesto que el viejo Yama te ofrecía? — pregunto curioso el castaño mientras miraba al cielo, observando las blancas nubes que se movían despreocupadas por infinito escenario azul.

—Porque no quiero verte coquetear con otras mujeres...— pensó para sí misma, mientras suspiraba —Simplemente creo que no soy lo suficientemente fuerte para dirigir un escuadrón— excuso, mirando de reojo al capitán.

—Debes de estar bromeando— rió suavemente —Eres la mujer más fuerte que conozco— agrego con una sonrisa mientras volteaba encontrándose con los dorados ojos de Malory.

—Unohana-san, ella sin duda es la mujer más fuerte que conoces— agrego con un sonrojo en las mejillas. Avergonzada por ser descubierta mirando a Shunsui.

—La capitana Unohana sin duda es fuerte y hermosa— asintió el castaño, rompiéndole el corazón a su amiga más cercana —Pero... Ya hay otra mujer que me gusta.

Escuchar esas palabras aceleraron el corazón de Malory, nerviosa y con un toque de tristeza. "No eres tú, de la mujer que habla." Su mente fue cruel ante aquellas palabras que recorrían hasta el más profundo lugar de su cerebro.

—¿A sí? ¿Quién es? Nunca me has hablado de ELLA— respondió mientras escondía su tristeza con un tono de profunda curiosidad.

Kyōraku guardo silencio mientras se levantaba del suelo, alejándose un poco de su amiga. Malory suspiro cuando lo vio alejarse, creyendo que se iría y dejaría las cosas así. Pasaron minutos que se volvieron eternos, hasta que ella volvió a ver a Shunsui, con una rosa en la mano y es estúpida sonrisa que la hacía sentir mil cosas.

Volvió a sentarse enfrente de ella, extendiéndole la rosa.

—Eres tu Malory. Desde hace años siempre fuiste tú, la única mujer con la que estaría dispuesto a pasar todos los años que me quedan de vida...— confeso mientras se acercaba a ella para unir sus labios.

Un beso que trasmitía todos los sentimientos profundamente guardados. Las manos de Kyōraku viajaron, recorriendo el cuerpo de la pelinegra a conciencia; y cuando estaba a punto de tocarle el pecho, un manotazo lo detuvo.

—Vamos Malory-chan. Déjame tocarte— suplico el castaño mientras sonreía.

Las mejillas de la mujer se tiñeron de rojo ante la súplica de Kyōraku.

—E-está bien— asintió con la vergüenza apoderándose de su cuerpo.

Shunsui rió ante tan adorable escena, levantándose nuevamente y extendiéndole la mano a la bella mujer enfrente de él. Ayudándola a levantarse del suelo. Él sabía que ella estaba dudando, no la culpaba.

Malory se dejó guiar, llegando con él hasta la Sociedad de Almas, y muy pronto a los recintos del octavo escuadrón. Donde Kyōraku y ella se escabulleron hasta la habitación del castaño.

Tan pronto como la puerta se cerró a sus espaldas, Shunsui la acorralo contra la pared, besando sus labios con tanto amor y pasión, deshaciéndose de la ropa de la mujer con una desesperación que Malory logro notar. Riendo ante las expresiones de frustración que ponía el castaño cuando su ropa no cedía.

—¿Está desesperado capitán Kyōraku?— pregunto con una sonrisa burlona.

—Por ti siempre estaré desesperado— susurro con una sonrisa mientras besaba a la bella mujer.

—Eso lo puedo ver— rió mientras sentía como las manos del castaño comenzaba a recorrer su piel, hasta detenerse en su trasero.

Shunsui apretó, maravillado con el cuerpo de aquella mujer a la que tanto amaba. En cuanto Malory dio un brinco de sorpresa ante tal inesperado toque, él logro cargarla, apoyándola contra la pared, mientras ella enredaba sus piernas en la cintura del capitán.

Sosteniéndola con sus firmes brazos, se atrevió a besarla una vez más, mientras caminaba con cuidado hacia la cama, dejando a su amante con delicadeza sobre el colchón. Subiéndose encima de ella, sin dejar de besar sus carnosos labios, con una guerra entre sus lenguas, luchando por quien sería el dominante. Shunsui rió al ganarle. Sus grandes manos se movieron acariciando la piel expuesta, deleitándose con el hermoso cuerpo de la mujer a la que tantos años había amado en secreto.

Y ahora, la tenía solo para él. Justo como tantas veces había soñado.

Su mano derecha bajo hasta la zona íntima de Malory, acariciando por encima de las bragas, sintiendo lo húmeda que estaba. Sonriendo al saber que él provocaba esa reacción en ella.

—Cielos. Estas tan malditamente mojada. ¿Es por mí?— sonrió el castaño mientras la miraba.

—C-cállate idiota— dijo ella desviando la mirada sonrojada.

Kyōraku rió ante la acción de la hermosa mujer, presionando su cuerpo con el de ella, inclinando la cabeza para alcanzar sus labios, uniéndolos en un apasionado beso.

—Eres adorable. Me encantas Malory— susurro al cortar el beso, con una sonrisa en el rostro.

Esa sonrisa jodidamente sexy que a la pelinegra tanto le encantaba. Jadeo de sorpresa al sentir como Shunsui hacia a un lado sus bragas, acariciando su humedad.

—Shu-Shunsui...

El castaño suspiro pesadamente, comenzaba a ser difícil resistirse a ella; quería entrar en ella, hundirse en su interior y sentirse tan bien recibido por su húmeda y cálida zona. Suspiro entrecortado, introduciendo su dedo corazón en la entrada de la mujer, dando suaves embestidas, moviéndolo en círculos. Disfrutando de las finas muecas de placer que su amada le mostraba.

Pronto metió su segundo dedo, logrando que ella jadeara ante el placer. Movía sus dedos adentrándose lo más profundo que podía, abriéndolos cual tijeras. Sentía lo apretada que estaba, y eso lo excitaba aún más.

Todo de ella le encantaba, la quería solo para él. Era demasiado egoísta, pero había esperado tantos años para tenerla así.

—Shunsui... V-voy a...— susurro entrecortada Malory, suaves gemidos escapan de aquellos encantadores labios mientras los dedos de Kyōraku se movían en su interior, primero rápido luego disminuyendo la velocidad.

Sonriendo ante las muecas de Malory, le encantaba verla así. Desesperada por liberarse. Shunsui saco sus dedos antes de que ella pudiera correrse. Acomodándose entre sus piernas, y mirándola con diversión dijo:

—No dejare que te corras cariño— susurro inclinándose a su oído, bajando su pantalón y alineando su miembro erecto en la húmeda entrada de su amante —Tu primer orgasmo será conmigo dentro de ti...— agrego mientras mordía el lóbulo de su oreja.

Al mismo tiempo que se adentraba lentamente en ella, evitando ser rudo y lastimarla. Suspiro placenteramente, se sentía tan bien estar dentro de ella; sintiendo como era succionado. Estaba seguro que incluso sin moverse podría eyacular dentro de ella en cualquier momento.

—Malory...— un gemido ronco escapo de sus labios, moviendo sus caderas en un lento vaivén que lo estaba enloqueciendo.

La pelinegra tembló ante la sexy voz del hombre que amaba. El placer que sentía hacia que olvidara todo a su alrededor, concentrándose en el castaño encima de ella y en aquel tortuosamente lento vaivén.

Jadeo cansada, sus piernas temblaban. Acaricio el cabello castaño y alborotado de Shunsui, quien descansaba encima de ella.

Había sido la mejor noche de su vida, aquel hombre que creyó por muchos años jamás la miraría como algo más que una amiga; le había hecho el amor como nunca nadie en su vida se lo había hecho.

—Malory...— llamo Kyōraku mientras se levantaba.

El corazón de la pelinegra latió con rapidez, con un extraño sentimiento de tristeza y el sentirse usada. Como si su mente supiera que pronto le diría que solo fue una noche, y que no había nada de especial entre ellos. Pero... Los amigos no hacen el amor, ¿verdad?

No pudo decir nada en respuesta, sentía que su voz temblaría y las ganas de llorar serían tan intensas que no podría pararlas.

—Juro por todo en esta vida que nunca jamás te dejare ir. Eres la mujer más maravillosa que he conocido...— susurro mientras abrazaba a Malory —Por favor, cásate conmigo— pidió casi suplicante.

La respiración de la pelinegra se entrecorto ante la confesión del castaño. Sintiendo un gran alivio, sus ojos conectaron con la mirada café oscuro de Shunsui. No pudo contener las lágrimas que empañaban sus ojos dorados, llorando enfrente del hombre que amaba.

Kyōraku se sobresaltó, no sabía qué hacer, ni mucho menos porque Malory lloraba a mares. ¿Había dicho algo malo? ¿La había dañado?

—Si Shunsui. Quiero casarme contigo...— asintió mientras abrazaba al castaño.

Suspiro aliviado mientras devolvía el abrazo, sintiéndose feliz por tener a aquella encantadora mujer entre sus brazos.

—¡Yo pido ser madrina!— la voz de Rangiku se escuchó al otro lado tras la puerta.

—¡Rangiku cállate! — la rubia fue regañada por la teniente del octavo escuadrón.

Malory se sonrojo de vergüenza mientras Shunsui encima de ella reía divertido por la situación.

Hola. ¿Cómo están?

¿Les ha gustado el One-Shot?

Espero que si. Shunsui Kyōraku es sin duda uno de mis personajes favoritos, espero pronto animarme a hacerle un fanficción.

En fin. Gracias por leer ️☺️

Atte: Kristymorelos ♡

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