15.2: Aprendiendo Magia

El día siguiente volvimos al laberinto. Actualmente estamos descansando en una sala de desafío del séptimo piso que encontramos después de dos horas de búsqueda. La sala tiene un ambiente boscoso y el reto era vencer un jabalí gigante. Este medía, más o menos, dos metros de alto, pero era increíblemente rápido y ágil para su tamaño por lo que nos costó mucho vencerlo. Cuando finalmente lo vencimos, Ragnar nos propuso descansar al vernos sin aliento después del combate, y nosotros aceptamos la idea encantados.

Actualmente, Ragnar parece estar durmiendo una siesta apoyado en un árbol. Agustín está escuchando con cara de aburrimiento el relato emocionado de Joseph sobre su actuación durante la pelea, mientras que Sabrina está enseñándome a realizar las balas de magia que ella utiliza. Sin embargo, no parece ser algo sencillo de aprender porque a pesar de que la explicación parece simple, llevarlo a cabo no lo es. Ya van cinco veces que intento realizar lo que me pide sin éxito y ya comienzo a frustrarme.

"probemos una vez más... imagina una bola sobre tu mano y comprímela lo más que puedas. Enfócate en contener las llamas en una esfera al principio, una vez que tengas la esfera formada puedes intentar comprimirla" dice mientras Azur a su lado crea una perfecta esfera en la punta de su nariz intentando transmitirme el cómo se hace.

Por alguna razón Azur pudo realizar la esfera al primer intento, pero yo solo logro que salga una flama de mi mano, que se apaga instantáneamente cuando intento darle forma.

"agh" grito frustrado cuando la flama se apaga por sexta vez en mi mano.

"no entiendo porque luchas tanto para aprender magia. Eres muy bueno con la espada ¿no te alcanza con eso? " dice Agustín con una sonrisa burlona, mientras se aproxima a nosotros con Joseph, debido a mi grito.

"hmt, es normal que no lo entiendas, ya que solo sabes rendirte o enfadarte cuando las cosas no salen como quieres... " dice mirándolo fríamente Sabrina "creo que deberías seguir su ejemplo. Podrías volver a trabajar en serio en la herrería, y así no meterías tus narices donde no te llaman"

La cara de Agustín se ensombrece ante el comentario y murmura "voy... Voy a ver si hay algo de valor en esta sala aparte del desafío. La madera parece ser buena…" y se aleja, perdiéndose de vista entre los árboles.

"Ese fue un golpe bajo" dice Joseph mirándola con el ceño fruncido. Parece que estaba por decir algo más, pero tras un momento niega con la cabeza y se aleja en dirección a su primo.

Tras un momento de incómodo silencio, digo "hmm, yo tengo la excusa de que no logró darle forma a mi magia para justificar mi mal genio ¿cuál es la tuya?"

"¡¡no estoy molesta!! Es solo que Agustín toma la expresión 'tener amigos' demasiado literal y parece pensar que somos su propiedad. De camino al laberinto nos peleamos porque no le gustó que me reuniera ayer contigo" dice quitándole importancia "pero eso no importa, volvamos a la práctica"

Intento crear la esfera con mi magia en la palma de mi mano, pero cuando estaba por terminar de tomar forma, vuelve a desaparecer. "no entiendo porque Azur puede hacerlo tan fácil, mientras que a mí me está costando tanto" digo desconcertado.

"no se mucho de las invocaciones, ya que es algo raro en la magia. Deberías preguntarle a mi tía este fin de semana, pero si quieres mi opinión...creo que es porque Azur está muy vinculado al mana. Su cuerpo está compuesto básicamente de ella, y por eso le resulta más sencillo darle forma" dice Sabrina con entusiasmo.

"hm, ok" digo mientras lo vuelvo a intentar y fallo "parece gustarte mucho la magia, se te nota en la cara cuando hablas de ella" digo con una sonrisa.

"si" dice con una sonrisa tímida "Mis padres tienen una librería y siempre estuve rodeada de libros. Desde pequeña siempre me han encantado los libros de magia. Supongo que en eso me parezco a Agustín, ya que él ama la herrería muchísimo. Su familia se dedica a eso, por lo que el metal y el fuego son algo que conoce desde que era un niño" dice mirando en la dirección en que se fue.

"pero, por lo que dijiste hace un momento entendí que la había dejado ¿si tanto le gusta porque la dejo?" pregunto desconcertado.

"no la dejo, solo se rindió en mejorar... Su hermana menor, que es cuatro años menor, tiene un talento especial para la herrería. Agustín se desanima cada vez que la ve superarlo, a pesar de todo su esfuerzo y años de experiencia que tiene con respecto a ella... Él se alegra por ella, por supuesto, pero poco a poco fue abandonando la herrería como su pasión. Sigue practicándola, pero solo como un trabajo más" dice irascible.

"supongo que es normal desanimarse o dudar, si alguien mucho menor y con menos años de experiencia te supera con facilidad en lo que amas." digo.

"¿sí? ¿Entonces yo debería rendirme con la magia? Después de todo, hace poco descubrí que hay un mocoso, al que le llevo seis años de ventaja, que tiene más mana que yo" dice mirándome con una ceja levantada y una sonrisa tensa.

Me río y digo "ok ok, tienes razón. Igualmente, no parece servir de mucho el tener tanta mana, teniendo en cuenta todo lo que me está costando hacer una simple bola de mana"

"Toma mucha práctica y estudio el usar magia. Que puedas emitir mana por tus manos tan fácilmente ya es algo increíble, a mí me tomó meses lograr hacerlo y otros más el darle forma al mana. Así que no tienes derecho a frustrarte por unos pocos intentos. La magia no es algo que se aprenda de la noche a la mañana, requiere dedicación" dice con seriedad gélida.

"igualmente no es la misma situación. Tu podrías dejar de verme y olvidarte de mí cuando terminemos con la guía de Ragnar, pero si es como dices, Agustín tiene que convivir constantemente con su hermana viendo una y otra vez como su esfuerzo es en vano" digo obstinado porque me parece que está siendo injusta con su amigo.

"hm, puede ser... Creo que ya llevamos un buen rato descansando." dice y su furia parece desinflarse, mirando en la dirección en que se fueron con tristeza "Yo voy a buscarlos, mientras tanto despierta a ese" dice señalando a Ragnar.

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Seguimos explorando unas horas más y cuando logramos encontrar una sala segura salimos. Azur, en su forma de dragón, me ayudó algunas veces durante los combates con su magia, pero al tener tan poca mana no puede hacer mucho sin que le recargue mana, para lo que necesita estar en contacto conmigo. Al principio solo podía lanzar un chorro de fuego muy débil, que no llegaba realmente a hacer gran cosa, pero, después de aprender de Sabrina a realizar las balas mágicas, pudo hacerle algo de daño a los enemigos.

Ragnar se fue primero a casa. Actualmente, nosotros estamos haciendo cola para vender el botín. Mientras esperamos, Sabrina y Agustín están un poco apartados conversando en voz baja. Joseph por otro lado sigue con el entusiasmo de siempre, rememorando en voz alta las formas en que venció de alguna forma especial alguno de los enemigos que nos enfrentamos.

"...Y cuando perfore el ataque mágico de ese esqueleto y a la vez golpee su cabeza con una sola flecha ¡¡fue increíble!!"

"sí lo fue, no sabía que se podía romper así la magia" digo recordándolo.

"yo tampoco, pero pensé que no perdía nada intentándolo ¡y funciono!" dice dando una palmada.

"sí, no perdías nada... solo te habría golpeado la magia si no funcionaba" digo riendo.

"nah, Agustín siempre está ahí para cubrirme."

Una prueba clara de lo distraídos que estaban Agustín y Sabrina por su conversación es que el primero no intervino ante la mención de su nombre y la segunda no pareció notar la mención de la magia.

Cuando llegamos al mostrador vendimos el botín del día y yo aproveche a comprar seis pociones de mana, ya que mis reservas de mana están casi vacías. Me costaron 6 monedas de oro, que es casi la mitad del dinero que poseo, pero estoy decidido a seguir practicando un poco más al volver a casa.

Nos despedimos y nos vamos en dirección a nuestras casas. Cuando llevo más o menos un minuto caminando, oigo el grito de Joseph a mis espaldas y lo veo acercarse hacia mi corriendo, con lo que me detengo a esperarlo.

"¡Hey! Xelean espera" me alcanza y tras recuperar el aliento prosigue "Me olvide de preguntarte… mañana voy a ir a ver a un encantador arcano para encargarle algo ¿quisieras venir conmigo? Puedes ver los potenciadores mágicos y comprar uno. Ya que, si es que pretendes usar la magia para combatir es algo que necesitarás"

"bueno, está bien... Creo que primero deberías haber empezado por explicarme que son los 'potenciadores' esos, pero da igual. Mañana ya hablaremos." digo riendo ante lo atolondrado e impulsivo que es Joseph.

"ugh es cierto, lo siento. Bueno... Me voy" dice riéndose, y vuelve corriendo por había venido. Mientras lo miro estupefacto se da vuelta y grita "¡NOS VEMOS MAÑANA!"

Esa noche en mi habitación, después de comer, practiqué hasta que finalmente pude conseguir formar una bala mágica del tamaño de mí pulgar. Tuve que usar 5 de las 6 pociones de mana y terminé con un dolor de cabeza terrible. Cuando vi la notificación me desmayé, agotado pero alegre, con una sonrisa en él rostro.