1 Prólogo: La marioneta de Dios

"Todavía no sé muy bien porque estoy escribiendo esto, pero siento que es necesario, no quiero llantos, ni quiero gritos, ya han sido lo suficientemente hipócritas a lo largo de mi vida como para hacerlo después de mi muerte, aunque no creo sinceramente que alguien le importe o vaya a recoger mi cadáver en descomposición una vez me encuentren... Entiendo que para ustedes no hago más que producirles asco, y no me victimizo, mi sentimiento por ustedes es igual, me da repulsión pensar el cómo todo ha terminado, mi padre de seguro se suicidara también una vez se entere pero quiero decirle que es el único al que le pido perdón y que siempre estará en mi corazón, a pesar de no haberlo demostrado al pasar de los años.

Madre... Por fin te veré después de tanto, y si no lo logro, al menos cerrare este ciclo paradójico llamado vida, dejas de tenerle miedo a la muerte una vez aceptas que inevitablemente llegara, y yo, ya estoy muerto, soy un cadáver que no sabe cómo volver desde la vez que te fuiste, desde la vez en que me puse a pensar en la mínima parte de las humillaciones que he recibido, después de tantas perdidas y golpes, ni la autoayuda, las drogas o el sexo han sido suficientes para tan siquiera hacerme ver las cosas diferentes.

Una vez me dijiste que cuando tuviera miedo recurriera a Dios, que él es el único que me ayudaría cuando en verdad me encontrara solo, supongo que lo decías como un refugio para no recurrir a la radioterapia o el tapar como poco a poco te ibas degenerando, pero sabes... El cáncer nos consumió a los dos, a ti te alejo de este mundo y a mí me quito todas las razones que tenía para vivir, me borró de la existencia y me ato a este infierno... Dios está muerto.

-Nolan Lewitt"

Acto seguido, digirió una cantidad masiva de pastillas y se recostó sobre la orilla de una tina con agua caliente, su cuerpo perdía poco a poco la fuerza mientras comenzaba a reír, observando la situación en la que se encontraba, viendo cada vez más borroso, fue cayendo lentamente al agua, sus piernas estaban completamente dormidas, el tronco fue cayendo y logro acomodarse de manera que lo último que vio era la luz que emanaba el bombillo del baño, sobre el líquido que respiraba, se sentía arropado, palpaba ese calor familiar que hacía tiempo no había presenciado, la vida se desprendía de su cuerpo, contemplando como recuadros cada uno de sus recuerdos, mientras sentía que caía en un espiral que no parecía tener fin.

La calma por fin llego, encontrando esa paz que tanto anhelaba, la tranquilidad que su corazón deseaba con cada uno de sus latidos, esa sensación nostálgica y alegre la cual lo hizo dibujar una sonrisa en su rostro mientras su nariz exhalaba lo último que le quedaba de aire, sentía como se hundía en lo más profundo del océano en el que se había convertido su tina, descendiendo a la nada, el mar va fortaleciendo su color y todo se va volviendo oscuro, llegando por fin al fondo, un cadáver recostado sobre la arena, de un momento a otro, percibió como el agua desaparecía, todavía sin distinguir si seguía muriendo o era un espíritu, logro abrir los ojos, se encontraba sentando en el piso viendo la televisión en una habitación que empezó a llenarlo de añoranza.

«Esta casa...» Es la vieja casa de mi abuela, ¿Qué está pasando aquí? -Dice mientras asimila su situación y empieza a ver los alrededores, se levanta, procede a caminar y se dirige a la salida de la habitación, pero justamente en la puerta, un poco más arriba de esta, había un cuadro de su abuelo. -No, será que...-es interrumpido por una voz que se escucha desde la cocina

-Nolan, te deje el café en la mesa, agarra un poco de pan y sírvete.

-¿Abuela?- dice con un nudo en la garganta cuando cruza la puerta y la ve en la cocina que conecta con el comedor.

-La comida estará lista en una hora, mientras tanto, descansare un poco -dice secándose las manos con un paño en la cocina, agarra una taza de café y se va a sentar en la sala.

El chico solo contempla en silencio mientras la ve pasar, sus ojos se pusieron llorosos, entendió en la situación en la que se encontraba, agarra su taza de café y se va a sentar con ella.

-Bah, de nuevo dejaste la televisión prendida Nolan, ¿podrías apagarla antes de sentarte?

-Si...como usted diga -se dirige al cuarto un momento apagar el televiso, luego toma asiento en uno de los muebles de la sala.

-¿Te pasa algo?, te noto algo extraño.

-No... para nada, estoy bien «¿Este es...el cielo?».

-¿A qué hora llegara tu padre? -toma un poco de café-, me tiene preocupada que no haya llegado a esta hora.

-Ah...Seguramente esta con sus amigos, no debe tardar en venir.

-Ojalá que esta vez llegue un poco más temprano, tengo unas cosas que decirle.

-Él es así -toma un poco de café- que le puedo decir.

-Bueno, por ahora me gustaría hablar contigo.

-¿Conmigo?

-Si...Llevabas tiempo sin venir para acá hijo.

-¿Tiempo? -sonríe-, ¿Cómo cuánto?

-Unos diez años...

-Ah...-traga saliva- ¿d-de que habla?

-Hiciste un buen trabajo en enterrarme Nolan, nunca espere que fueras el único que tuvo el valor para cerrar esa urna aquella vez.

-...

-Supongo que... -toma algo de café - llegaste antes de tiempo.

-Yo... no...

-No pretendo juzgarte... solo quiero saber él por qué.

-Estaba cansado -ve hacia el suelo.

-¿De qué?

-Sentí que fracasé en todo lo que me propuse.

-¿Y por eso viniste hasta aquí?

-...no quería saber de más nadie.

-¿Ni siquiera de tu padre?

-...Yo...no sé qué decir -sus ojos se ponen llorosos.

-En fin, -suspira- supongo que tendré que cuidarte mientras espero a que la familia se reúna nuevamente.

Nolan observa detenidamente la taza de café y su abuela le dice -¿tu otra abuela sigue con vida verdad?

-Si.

-¿Y tu hermano?, ¿Cómo se encuentra?

-Él hace tiempo fue del país con Joe.

-Claro, ¿Joe es el padre de Eddie verdad?, disculpa mi memoria.

-...

-¿Y María?

-Murió.

-¿De qué?, hummm no la he visto por aquí.

-Cáncer.

-Vaya... ¿Hace cuánto fue eso?

-Unos cinco años.

-¿Y mis hijos cómo están?

-Mi tía está bien...hace tiempo que no la veo, pero mantenemos el contacto y mi papá pues -es interrumpido.

-No creo que este muy bien después de esto.

-...

-¿Has pensado como se pondrá cuando se entere?

-No...

-Ya veo...Ojalá a ese niño no se le ocurra hacer ninguna locura.

-Pero espere... ¿Por qué al principio dijo que lo estaba esperando si los dos estamos muertos?

-Solo me gusta a veces recordar aquellas viejas veces que lo esperaba con la comida lista -se ríe -ese muchacho es muy desordenado, en este plano puedes rememorar lo que gustes.

-Abuela...

-Dime.

-¿Existe Dios?

-¿Es muy temprano para responder esa pregunta no crees?

-¿Uh?

-Te amo hijo -sonríe-, apuesto a ti.

En ese momento, todo va perdiendo color poco a poco, Nolan voltea por un momento y cuando retorna la mirada su abuela ha desaparecido, todo se ti��e de negro y retorna con una gran luz que deja ver que ahora se encuentra en una habitación con cuatro paredes en blanco.

-¡¿Dónde estoy?! - Dice observando el lugar - ¡¿Abuela?! - Las paredes se iban dividiendo a cuatro cuadros por pared las cuales proyectaban imágenes como si fueran espejos.

-¿Q-Que está pasando?... ¡¿Qué es esto?! - Dice al ver que estaba encadenado una silla por los tobillos y las muñecas, se encontraba en el medio de la habitación.

En cada una de estas divisiones se estaban proyectando diferentes imágenes o videos en los cuales él se encontraba presente siendo crucificado, azotado, mutilado, violado, canibalizado, sentía como sus uñas eran desprendidas, el sudor de lo que fuera que lo estuviera detrás de él, a sentir como la piel se le hervía en carne viva... en fin, comenzó a palpar un poco de lo que veía en los recuadros.

Todo esto perpetrado por seres sin de rostro pero con una boca la cual se abría de extremo a extremo de la cara, un cuerpo totalmente desfigurado siendo a lo máximo una caricaturización del humano, el cual se estaba pudriendo, sus dedos padecían de una necrosis muy avanzada y lo único que se podían escuchar en el fondo eran gemidos, gritos y risas de personas que parecían haber perdido completamente su cordura, estos seres se encontraban en cada uno de los recuadros, perpetrando cada una de las torturas al pobre desgraciado que ahora con una mezcla entre terror y asco no puede hacer más que llorar y gritar.

- ¡¿Que mierda es esto?!

Escucha una risa corta y sínica la cual se manifiesta como una sombra en el suelo al frente de él diciendo:

- ¿Parece que no te han comido la lengua los ratones después de todo eh? - acto seguido para la sorpresa del chico se presenta una manifestación de sí mismo pero con la variante de que este era un antítesis de su persona, tenía el pelo blanco, uñas negras, y poseía un collar con un cristal colgando, su tez contrastaba siendo completamente pálida al contrario de Nolan que era un poco más moreno, alto, delgado, vestido con una camisa blanca y unos pantalones negros.

Los recuadros se fueron desvaneciendo haciendo que la habitación volviera a la normalidad, pero todo se volvió oscuro, solo quedaban Nolan y este ente iluminados por una pequeña luz en el piso.

-Bah, no me mires así, al menos quite las imágenes para que no vieras como se corrían encima de ti los olvidados - Nolan lo observa con temor y queda petrificado ante el - Awww, estas más pálido que yo y eso que no he tomado la luz de sol por unos... ¿diez mil años? - al ver la seriedad del chico este replica - ugh no me mires así me siento uno de estos violadores de Hollywood abusando de carne fresca.

-¿Quién eres tú? - es lo que se logra escuchar de su débil garganta mientras las lágrimas caen de sus ojos.

-No importa quién soy, lo que importa, es lo que harás tú.

-¿Eh...?

-Eres escoria, otro de tantos mortales que decide quitarse la vida por vivir en un autoengaño, son tan patéticos.

-Eso no es asunto tuyo... Estaba muy bien hasta que aparecí en esta maldita habitación.

-Lo mismo decía tu madre - Dice resignado.

-¡¿Qué?!... Mi madre... ¿estuvo aquí?

- Si y al contrario de ti ella estaba tan feliz por al menos poder usar sus piernas de nuevo - se ríe - lástima que su felicidad le durara tan poco.

-No te burles de ella... -Dice con impotencia.

-"Por favor no traigas a mi hijo", replicaba la imbécil antes de dejarla en la nada ... patéticos.

-¡¿Que mierda quieres conmigo?!

-Bueno si te consigues una novia estaría bien, digo, en vez de llorar porque eres la representación en persona de la ley de Murphy deberías hacer algo productivo -sube los hombros.

-...

-Mucho gusto, por cierto, me llamo Lucke, oye... -lo mira con detenimiento- Eres bastante guapo he de decir, lo que pasa es que creo que eres mi versión de marca china.

-De... Déjame en paz -mira hacia el piso.

Lucke, chasquea los dedos liberando a Nolan de la silla.

-¿Ya se te paso lo deprimida, o vas a seguir tan unidimensional como la chica de crepúsculo?

-¿Qué quieres de mí? -dice mirándose las muñecas, las tenía marcadas por las cadenas, parecía que hubiera pasado mucho tiempo ahí cuando solo fueron unos instantes.

-Pues... Tu mamá esta buena la verdad.

De un ataque de rabia, Nolan agarra a Lucke por la camisa y le dice:

-¡¿Qué mierda quieres conmigo?! - en eso Lucke toma el aspecto de su madre con la cara degenerada, los ojos viendo hacia todos lados y gritando - ¡Suéltame Nolan, acaso esas son formas de tratar a tu madre!

Con completo terror suelta la camisa de Lucke y ahora es este quien lo agarra por el cuello, con una fuerza descomunal casi a punto de ahorcarlo, volviendo a su rostro mira fijamente a la cara de Nolan y le dice:

-Conmigo no se juega hijo de perra, otra insolencia más y hare que sufras por el resto de la eternidad.

-Tú has perdido tu derecho a vivir, tú no eres más que basura que ha querido hacer el trabajo de Dios, me he manifestado como un siervo que viene ajusticiar a los débiles como tú que solo entorpecen el orden natural del mundo - en ese momento suelta Nolan con fuerza hacia el piso y mientras él se agarra el cuello e intenta respirar con agite.

-Siendo sincero me dio lastima tu muerte y siendo altruista he hablado con Dios para darte una oportunidad para vivir -se ríe- lo que pasa es que al parecer te lastime la vagina y no aguantas una broma.

-¿A qué te refieres?

Lucke chasquea los dedos y se hace presente de nuevo la habitación, pero con la diferencia que hay cinco puertas con un numero asignado en cada una.

-Tienes que volver a diferentes capítulos de tu vida y traerme una ofrenda que encontraras en el pecho de cada uno de los perdidos.

-¿Los perdidos?

-Humanos los cuales trataran de hacerte daño, escorias que no han hecho más que destruirte de manera directa o indirecta.

-Destruirme... Pero si -es interrumpido.

-Por más patético que seas tu vida no ha sido así solo por tus decisiones, tienes la oportunidad de cambiar eso.

-¿Y que se supone que haga con esto?, mira yo no quiero revi-es interrumpido.

-Tu no vas a revivir, solo necesito que excaves en tu mente y me traigas lo que te pido, a ver si así logras por fin descansar en paz.

-Tu...te estas burlando de mí, ¿verdad?... ¿Dónde está mi abuela?

-¿Abuela?, ¿estas drogado?

-Yo... estaba hablando con ella antes de que te aparecieras.

-Tu, te acabas de morir y te traje hasta aquí, deja de estar hablando mierdas ¿quieres?

-Pero... ¿Qué hago reviviendo recuerdos de mi pasado?, Ya todo está hecho, no puedo cambiar nada.

-Solamente quiero darte un motivo extra para que no te sientas tan mal con el encomendado que te estoy dando, aunque si te parece puedo darte una paliza y obligarte a que lo hagas.

-Déjame en paz...

-Tu vida, ya no es tuya, solo eres un instrumento el cual me ayudara a cumplir mi cometido.

-¡Ya basta! -empieza a llorar -, esto ...debe de ser un mal sueño... - r��e desesperado -si eso debe ser, t-tú no puedes ser real.

-Tan real como tu padre pegándose un tiro en tu velorio.

Se queda en silencio, lo observa con temor y piensa «No puedo creer que esto esté pasando».

-Sabes -se ríe -, seré bueno contigo.

-¿uh?

-Si cumples lo que demando hare que María vuelva a estar a tu lado.

Se queda en silencio y con una mirada perdida dice:

-¿Por qué me toco esto a mí?

-¿Aceptas o no?

-¿Pero cómo quieres que te de lo que ofreces?, ¿Cómo sabré quienes son los que quisieron destruirme?

-Matándolos.

-¿Qué?... Yo, no soy un asesino.

-¿Te das cuenta que solo son recuerdos?

-Y si es así, ¿porque no lo haces tú?

-Por alguna extraña razón no me puedo hacer presente por mucho tiempo en tu cabeza -suspira -supongo que alguien tiene que hacer el trabajo sucio.

-¿Y porque no puede ser cualquier otra persona?

-Eres el ultimo que queda.

-¿Uh?, ¿A qué te refieres?

-¿Vas aceptar el trato o te mando a crucificar?, ya estas empezando a colmarme la paciencia.

-Se resigna y ve que no tiene otra opción -¿dices que mi madre estará conmigo si hago esto verdad?

-Sino te sigues poniendo tan marica, sí.

-Está bien -se levanta poco a poco.

-¡Buala!, ¿ves? -le golpea con el codo con picardía -¿apoco soy un buen negociante?

-¿A dónde tengo que ir?

-Entra en la puerta que tiene inscrito el número uno, y veras lo que te espera.

Callado, Nolan se acerca a la primera puerta, se detiene, toca el picaporte nervioso y poco a poco la abre, «no puedo creer lo que estoy viviendo ahora» piensa, estando a punto del llanto, al entrar, una gran luz se hace presente cegándolo por unos instantes y despierta en su habitación, sorprendido, observa por la ventana como el sol pasa por el cristal, y a continuación, escucha una voz que nunca más pensó volver a escuchar, abriendo la puerta ella se encontraba sonriendo avisándole que la comida ya estaba lista, la emoción y el miedo recorrieron toda su piel y lo único que pudo decir fue:

-Mamá.

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