La sorpresa segunda parte

Mía se dirigió a la universidad de arte, luego de dialogar con la recepcionista de decano, se dio cuenta que no hacía falta que convenciera a nadie para continuar su cursado, ya que ellos estaban al tanto y es más la estaban esperando para indicarles los horarios de clases, ella quedó muy sorprendido, pero es más ya sabía quien había hecho esto posible quien más que Eric, luego de que le brindaran todo la información necesaria, la guiaron por un recorrido de la universidad, ella quedó muy sorprendida con todo lo que podía observar, todo parecía un cuento de hadas, cuando termino el recorrido , se despidió amablemente y su corazón comenzó a latir muy fuerte será que está es la sorpresa que me tenía Eric y yo la acabo de arruinar, se agarro la cabeza y quedó pensativa, se dijo a sí misma que si está era la sorpresa fingiria que no sabe nada y se sorprendería cuando él le dijera .

Ya que había salido de casa tan rápidamente, decidió dar un paseo y mirar vidrieras, se detuvo en una tienda donde vendían ropa de bebé, miró atentamente cada repita que en ella se encontraba, luego recordó que aún no le había contado a Eric del bebé, y no sabía cómo el iba a reaccionar, y por esto decidió no comprar nada y salir de ese lugar, a continuación se dirigió a su casa.

cuando llego y subió a su habitación, vio una caja muy grande sobre la cama, y arriba de la misma había una nota que decía, espero puedas usar este vestido para la cena de hoy, ella se sintió angustiada ya que creía que había arruinado la sorpresa, tomó la caja y la abrió, dentro había un hermoso vestido blanco, con diamantes incrustados que destacaban al mismo, bordado a mano, se notaba por la prolijidad de las rosas que en el destacaban, también junto al vestido había unos zapatos color plata, con encrustaciones de diamantes, los cuales eran muy llamativos, rápidamente se entró a bañarse, a continuación se maquillo, peino y vistió, cuando estuvo lista se miró al espejo y no podía creer que era ella la que se reflejaba en el mismo, sonrió y minutos después tocaron a la puerta, abrió y vio a Bianca que le decía, Eric te espera abajo, pero debes taparte los ojos con esta venda le da la misma a Mía, cuando por fin estuvo lista comenzó el camino hasta la sala, pero antes de bajar las escaleras sintió como alguien la tomaba por la cintura y segundos después le colocaban algo en su cabeza, le desataron la venda, y al ver lo que era se emociono demasiado, Eric estaba a su lado y había colocado una corona y un velo en si rostro, el se acerca a su oreja y le dice suavemente, nuestro matrimonio debería comenzar nuevamente , y esta vez como debería haber sido desde un principio, Mía lo abrazo fuertemente y le dio las gracias, cuando logró recuperar el aliento, miró que en las escaleras había muchas flores como enredaderas, una larga alfombra roja que terminaba en un hermoso salón de bailes improvisado en medio de la sala, el cual estaba repleto de flores y luces tenues, Eric la tomó de la mano y bajaron juntos las escaleras, luego al llegar al medio del salón la sostuvo firmemente de la cintura y comenzó a sonar el vals , bailaron muy lentamente, parecía que no había nadie más en el mundo que ellos dos, luego Eric con mucho amor, beso sus labios y susurró, seguro mi princesa tiene hambre ya, porque segundos antes la panza de Mía sono , ella estaba sonrojada de la vergüenza, solo pudo asentir.

se dirigieron hasta la mesa donde ya estaba servido la comida, y se podía apreciar dos candelabros, se apagaron repentinamente las luces y solo se alumbraban con las velas, cenaron muy lentamente, entre charla y risas, concluyo esa hermosa velada, bailaron unas cuantas canciones lentas más, cuando estaban por subir las escaleras, Eric la tomó en sus brazos y subió con ella , Mía estaba tan avergonzada, la llevó de esta forma hasta la habitación una vez dentro, la bajo con mucha delicadeza en la cama, se miraron a los ojos muy tiernamente y Eric, comenzó a besarla, bajo lentamente el cierre del vestido el cual cayó al piso, y dejó ver la hermosa figura de Mía, Eric la admiraba con tanto deseo, continuo desistiendo a Mía, cuando estuvieron completamente desnudos, la volvió a alzar en sus brazos y la recostó en la cama, se subió arriba de ella y le susurró esta noche es nuestra noche de bodas, sonrió y comenzó a besar muy suavemente cada centímetro del cuerpo de Mía, se detuvo en sus senos, continuo hasta sus partes íntimas y luego le dijo, voy a entrar, comenzó a embestirla muy lentamente, Mía lo único que logro decir es que fuera suave, pasaron su noche de bodas en vela...