CAPÍTULO 12: Froulen

La dolorosa vida de Ángel.

CAPÍTULO 12

Escucho la campana y salgo del salón.

—Tres horas que nunca recuperaré.

Veo a muchos estudiantes correr y gritar.

—¡¡El caballero Froulen está aquí!!

—¡¡Increíble!!

Sonia me toca el hombro derecho.

—Creo que vinieron por tí.

—Parece que ese caballero es muy famoso.

—Es muy hábil con la espada, aparte de que es muy guapo.

—Vaya, ¿Debería sentirme celoso?- Digo bromeando y sonriendo.

—Como si tuvieras una oportunidad conmigo.- Dice con un tono presumido.

—¿No la tengo? Qué suerte tengo. Yo jamás me enamoraría de una loca como tú.

Se enoja y me da una patada en la entrepierna.

—¡Amo, ¿Está bien?!- Dice Crismei preocupada.

—Lo estoy, no te preocupes.

Después de todo, ya me estoy acostumbrando.

Sonia me jala de la oreja.

—¡Vamos!

Salimos al patio y veo a todos los estudiantes viendo una carreta y al caballero a lado de la carreta.

—¡¡Eres muy guapo!!

—¡¡Te amo!!

Veo que el caballero tiene como treinta o cuarenta años. Es rubio y tiene un cuerpo muy musculoso.

—Es un anciano.

Sonia me da un golpe en la cabeza.

—¡No lo llames así!- Dice enojada.

—Da igual, vamos.

Me dirijo al caballero.

—¿Tú eres el familiar?

—¿Tú eres el anciano que viene por mí?

El caballero empieza a reír.

—Sí, lo soy. Sube, tenemos que irnos.

Sonia se para a lado de mí y parece muy emocionada.

—Ella es mi...

Toso. Realmente odio llamarla "ama".

—...ama. Ella quiere venir con nosotros.

—Claro, también puede venir.

—¡Gracias!- Dice Sonia emocionada y sonrojada.

Veo a Sonia sonrojada.

—Jeje, ¿Te gustan mayores?- Digo sonriendo.

Me da un golpe en la cabeza.

—¡Cállate!

—Suban, tenemos que irnos.

Subimos a la carreta y el caballero sube al caballo que jala la carreta.

—Por cierto, me llamo Froulen.

—Me llamo Ángel.

—Me llamo Sonia Churs.

—Bien, vámonos.

La carreta empieza a moverse.

—¿Cuánto tardaremos?

—Tardaremos todo un día en llegar.

—¡¿Todo un día?!

—Sí, el castillo del rey está muy lejos.

—Que flojera.

Saco a Crismei de la vaina.

—Oye, Crismei, ¿Estás cómoda? ¿No quieres volver a tú forma normal?

—¿Con quién hablas?- Dice Sonia confundida.

—¿Puedo?- Dice Crismei.

—Claro, Sonia es mi ama, y él es un caballero, no hay problema.

—¡Gracias, amo!

Crismei se transforma en un hada.

—¡Estar transformada en espada es muy incómodo, gracias, amo!

—Dime Ángel.

—¡¿Un hada?!

El caballero voltea a vernos.

—¡Una verdadera hada!

—¡Silencio, no quiero que los estudiantes sepan de ella!

—¡¿Cómo la conociste?!- Dice Sonia sorprendida.

—Era mi espada... Digo, ella es mi espada.

—¡¿Tú espada?!

—Sí, por cierto, Crismei, ¿Puedes transformarte en lo que sea?

—No, solo en espada, en mi forma humana y en mi forma normal como hada.- Dice Crismei.

—Está bien, vuelve a tú forma humana.

Crismei se transforma en una niña.

—Bien, siéntate.

Se sienta a lado de mí.

—Usaré tus piernas como almohada.

Me acuesto y pongo mi cabeza en sus piernas. Sonia me da un golpe en el estómago.

—¡¿Qué haces, pervertido?!

—Sonia, no estaré despierto todo el viaje, dormiré para no sentir el viaje. Aparte, no soy un pervertido, lo hago por comodidad.

—A mí no me molesta que Ángel use mis piernas como almohada.- Dice Crismei.

—Gracias, Crismei, me despiertas cuando lleguemos.

Cierro los ojos.

—Sonia, habla con Crismei, pregúntale todo lo que quieras.

—¿Quieres que use un hechizo para dormir en tí?- Dice Crismei.

—¿Puedes hacer eso, Crismei?

—Sí.

—Hazlo, por favor.

Pone su mano en mi cara.

—¡Esleis flesia! Ahora tienes que decir, "acepto".

—Acepto.

Siento mucho sueño y me quedo dormido.

—¿Por qué eres una espada?- Dice Sonia.

—No lo sé, desde que tengo memoria siempre he sido una espada.

—Pero eres un hada.

—Un hada que se transforma en una espada.

—¿Por qué?

—No lo sé.

—¿No lo sabes?

—No.

—Entonces... Este será un viaje aburrido.

-23 horas después-

—Ángel, hemos llegado.- Dice Crismei.

Crismei me despierta y me levanto.

—Buenos días.

Bostezo y veo que Sonia tiene la cara completamente roja.

—Sonia, tienes la cara muy roja, ¿Qué te pasa?

—¡Conoceremos al rey!- Dice emocionada.

—Uy sí, es muy emocionante, jeje.- Digo con un tono sarcástico.

—¿Es sarcasmo?

—Por supuesto.

—¡No deberías decir eso del rey!- Dice enojada.

—Da igual.

La carreta se detiene.

—Bueno, llegamos.- Dice el caballero.

—¡Estoy nerviosa!

—Está bien... Crismei, vuelve a tú forma como espada, por favor.

—¡Está bien!- Dice Crismei.

Crismei se transforma en una espada.

—Espero que no tardemos tanto.

Guardo a Crismei en la vaina.

—¿Lista?

—S-sí.- Dice Sonia nerviosa.

Bajamos de la carreta y veo el castillo. Es como los castillos de los cuentos de mi mundo. Es enorme.

—El castillo es enorme.- Digo sorprendido.

—¡Increíble!- Dice Sonia emocionada.

Froulen baja del caballo.

—Bien, síganme.

Seguimos a Froulen y veo que hay muchos sirvientes en el castillo.

—El lugar es lindo.