9 Capitulo 9: Final mazmorra para novatos

El oso pardo, con su imponente figura, rugió desafiante al ver a Arthur acercarse. Sus músculos se tensaron y sus garras se afilaron mientras se preparaba para abalanzarse sobre él.

Arthur se mantuvo firme, sosteniendo la espada pesada entre sus manos. Con un movimiento ágil, esquivo el primer embate del oso, saltando a un lado justo a tiempo para evitar las garras afiladas que se abalanzaban hacia él, al mismo tiempo que cortaba con su espada el costado del oso.

El oso rugió adolorido, pero rápidamente se recuperó y se lanzó de nuevo hacia Arthur con renovada ferocidad.

Arthur sabía que todo lo que necesitaba era un único movimiento, un solo corte sobre el cuello, o un único uso de su habilidad 'Fuerza Implacable', y el combate terminaría. Sin embargo, algo en su interior ansiaba demostrar su superioridad sobre la bestia, reafirmar su dominio.

Así que dejándose llevar por esa sensación, Arthur esquivo una vez más la carga del oso, y con un gruñido, embistió su costado con fuerza, derribándolo con un estruendoso golpe. Momentáneamente aturdido, el oso se tambaleó, tratando de recobrar el equilibrio mientras gruñía con furia.

Aprovechando la oportunidad, Arthur se puso en pie rápidamente, preparándose para el siguiente movimiento. Con la respiración agitada pero la mirada ardiente de emoción, avanzó hacia el oso caído, manteniendo la espada pesada en alto, alerta ante cualquier indicio de su próximo ataque.

El oso, recobrando lentamente su compostura, lanzó un rugido salvaje y se abalanzó hacia Arthur con renovada ferocidad. Sin embargo, Arthur estaba preparado para el contraataque. Esquivando hábilmente el embate, respondió con un poderoso golpe dirigido al hombro del animal, cortando profundamente su carne y desatando una oleada de sangre.

Herido, pero aún peligroso, el oso retrocedió momentáneamente, gruñendo de dolor y furia. Sin darle tiempo para recuperarse por completo, Arthur se lanzó hacia adelante una vez más, decidido a poner fin a la batalla. Con movimientos rápidos y precisos, continuó atacando al oso, debilitándolo con cada golpe.

La batalla alcanzó su clímax cuando Arthur, con un esfuerzo final, lanzó un golpe devastador que cortó limpiamente la garganta del oso. Con un último rugido agonizante, la bestia cayó al suelo, derrotada.

[Oso Pardo asesinado, nivel 7: EXP +70]

Arthur se quedó de pie, respirando agitadamente mientras contemplaba el cuerpo inerte del oso. 

"Ha sido un buen combate". -Susurró Arthur mientras se arrodillaba con la espada pesada sobre la rodilla, y procedía a limpiar lentamente la sangre en su hoja.

[Pantera Negra asesinada, nivel 6: EXP +60]

[Oso Pardo asesinado, nivel 7: EXP +70] 

[Tigre de rayas rojas asesinado, nivel 7: EXP +70]

En otra parte, Eragon continuó su caza indiscriminada de monstruos, y finalmente, una hora después, Arthur subió de nivel una vez más.

[¡Subes de nivel!]

Esta vez Arthur no se detuvo a examinar su nuevo estado y, tras un breve descanso, continuó su caza, adentrándose cada vez más en el bosque. Mientras avanzaba alerta, examinó los alrededores con cautela, notando la falta de actividad.

'Qué extraño... Qué silencio'. -Pensó Arthur mientras avanzaba con pasos lentos y la espada en alto.

Justo cuando su pie aterrizó sobre un trozo de rama seca, de repente, una liana de árbol salió disparada hacia él.

Con poco tiempo para reaccionar, Arthur apenas logró detener el golpe con la espada, y el impacto lanzó a Arthur al aire unos buenos dos metros, haciéndolo caer de espaldas al suelo.

"¡Joder!". -Maldijo Arthur adolorido, mientras se levantaba rápidamente del suelo y examinaba al perpetrador del ataque.

Era un árbol grande, de aproximadamente unos 8 o 10 metros de altura y bastante ancho, lo suficiente como para ser abrazado por tres personas adultas. De sus ramas colgaban unas lianas que se balanceaban a su lado, como si tuvieran vida propia.

[Árbol Látigo]

[Nivel 8]

[Fuerza: 150 ] [Agilidad: 0 ] [Espíritu: 50 ] [Constitución: 400 ]

[Descripción: Normalmente se encuentra en reposo, pero ataca a cualquier ser vivió que se encuentre a su alrededor]

"¡Qué diablos!". -Exclamó Arthur, sorprendido al ver las estadísticas del árbol.

Mientras observaba las lianas del árbol agitarse en el aire, recordó haber leído que los monstruos de nivel 8 en la mazmorra para novatos eran los únicos comparables a los monstruos salvajes del exterior.

Una vez más, Arthur avanzo con cuidado hacia el árbol, y cuando se acercó a unos 10 metros, una de las lianas salió disparada hacia él. Pesto esta vez estaba preparado, así que se apartó rápidamente y retrocedió unos pasos, haciendo que la liana se retirara también.

"Así que su alcance efectivo es de unos 10 metros... Interesante". -Murmuró para sí mismo. Obviamente, la mazmorra había sido pensada y diseñada de forma cuidadosa. Con monstruos de bajo nivel y estadísticas ligeramente inferiores, y finalmente un monstruo de nivel 8 con la misma fuerza que los monstruos en el mundo exterior.

De esta forma, los estudiantes tenían la oportunidad de familiarizarse con el combate gradualmente, y a medida que ganaban confianza y avanzaban en la mazmorra, eventualmente se enfrentarían a un ataque sorpresa por parte del árbol, un recordatorio contundente de que nunca debían bajar la guardia.

Además, al tratarse de árboles estáticos, si alguno de los estudiantes se encontraba en peligro, siempre tenía la opción de retroceder en cualquier momento.

Mientras Arthur observaba el árbol intrigado, una repentina sacudida a sus espaldas lo hizo girarse bruscamente. De entre los arbustos, emergió una criatura roja de aproximadamente el tamaño de un lobo grande.

"¡Eragon!". -Exclamó Arthur asombrado. En apenas unas horas, había aumentado significativamente de tamaño.

El ya no tan pequeño dragón se acercó a Arthur con preocupación reflejada en sus ojos brillantes. Lo rodeó, inspeccionándolo con sus pupilas verticales en busca de heridas o lesiones. Al no encontrar ninguna, su ánimo se elevó y se abalanzó sobre Arthur con entusiasmo.

Mientras el dragón frotaba su cabeza contra la barriga de Arthur, examinó su estado en su cabeza.

[Eragon (Dragon de Fuego) (Infante) (Nivel 5)]

[Fuerza: 1250] [Agilidad: 625] [Espíritu: 625] [Constitución: 1250]

[Habilidades: Fuerza Implacable (Nivel 5)]

[Habilidades pasivas: Escamas de Dragon (Nivel 1): Reduce el daño físico recibido un 15%]

"¡Mierda!". -Exclamó Arthur con asombro. -'Sus estadísticas son probablemente superiores a las de un caballero de nivel 20'. -Pensó con incredulidad mientras acariciaba la cabeza de Eragon.

Después de algunas caricias, Arthur y Eragon se miraron a los ojos, y este último dejó escapar un gruñido emocionado mientras saltaba rápidamente en dirección al árbol monstruoso.

 "¡Espera, Eragon!". -Intentó detenerlo Arthur sin éxito.

Eragon continuó su carrera, ignorando las lianas que lo golpeaban, y en apenas unos segundos, estuvo frente al tronco del árbol. Sin detenerse, con una fuerte embestida, saltó sobre el tronco con las garras en alto.

Sus garras destrozaron la corteza con facilidad, desgarrando trozos de madera, y unos segundos después, una notificación llegó a la cabeza de Arthur.

[Árbol Látigo asesinado, nivel 8: EXP +160]

Mientras Arthur miraba atónito, Eragon volvió a su lado con pasos lentos y la cabeza en alto, como si alardeara de su hazaña.

Unos segundos después, Arthur recuperó la compostura y acarició una vez más la cabeza de Eragon con ternura, haciendo que su cola se balanceara de un lado a otro en señal de contento.

Al alzar la vista, Arthur contempló el bosque repleto de Árboles Látigo, y una sonrisa se dibujó en sus labios mientras se adentraba en ellos junto a Eragon. La anticipación por la experiencia que pronto acumularían llenaba su corazón de alegría.

A medida que se acercaban a uno de los Árboles Látigo, Arthur no permitió que Eragon se aproximara mientras usaba su habilidad 'Fuerza Implacable', reduciendo su poder mental un 25%.

"¡FUS-RO-DAH!"

El primer uso de la habilidad 'Fuerza Implacable' había sido suficiente para destruir una columna de mármol.

Con su habilidad ahora en el nivel 5 y el impulso de su talento divino, Arthur desató una onda de choque de una magnitud sin igual. El aire tembló mientras la onda dejaba tras de sí un rastro de destrucción. Cuando finalmente golpeó al Árbol Látigo, lo hizo estallar en miles de diminutos fragmentos de madera con una explosión atronadora.

[Árbol Látigo asesinado, nivel 8: EXP +160]

Arthur se quedó paralizado en el sitio, sin saber muy bien qué decir, cuando de repente se escuchó otra explosión.

[Árbol Látigo asesinado, nivel 8: EXP +160]

No muy lejos de donde se encontraba Arthur, otro Árbol Látigo estalló en pedazos mientras Eragon desataba su misma habilidad. El efecto no fue muy diferente, dejando un pequeño rastro de destrucción a su paso hacia el árbol.

Mientras el humano y el dragón se miraban a los ojos, un brillo de emoción estalló entre ellos, y rápidamente se lanzaron hacia las profundidades del bosque, cazando, si se podía llamar así, a todos los Árboles Látigo en su camino

Finalmente, cuatro horas después, Arthur llegó al nivel 7.

[¡Subes de nivel!]

[Nombre: Arthur ]

[Clase: Dragonborn (Único)] [Nivel: 7 (0,23%)]

[Fuerza: 264 (+2) ] [Agilidad: 262 ] [Espíritu: 262 ] [Constitución: 262 ]

[Equipo: Espada Pesada]

[Espacio familiar: 1/1, Dragón de Fuego (Nivel 7, Infante)]

[Habilidades de combate: Fuerza Implacable (Nivel 7), Invocar familiar]

Revisando sus estadísticas, superiores incluso a las de un caballero de nivel 10, Arthur asintió satisfecho.

Había que recordar que las clases, al alcanzar el nivel 10, recibían un impulso significativo en sus estadísticas, por lo que era de esperar que cuando él alcanzase ese nivel, sería incomparable al resto de clases en el mismo nivel.

"Vamos Eragon es hora de salir". -Dijo Arthur con una gran sonrisa iluminando su rostro.

Así, juntos, el dragón y el humano abandonaron su primera mazmorra "completada".

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