webnovel

¡Violencia, carne y muerte! ¡Destruccióooon!

Naruto salía de casa rumbo al banco para resguardar sus pertenencias, sin confiar plenamente en nadie. Las palabras despectivas de su mentor y las traiciones en su clan lo atormentaban. "Viejo, débil, tonto", murmuró con rabia. No le apetecía salir hoy, pero sabía que era necesario. "Debo encontrar un lugar más seguro para esto. Hoy hay misión...", se dijo resignado.

Al salir del banco, Naruto seguía rumiando teorías conspirativas hasta que descargó un golpe contra una pared.

Segundos previos a eso, un grupito discutia en voces bajas.

"¿Es tan bueno como dices?", preguntó un niño con lentes a su amigo.

"Sí, escuché que detuvo a un traidor. Además, es un ninja", comentó uno que tenía un casco, una capa y le faltaba un diente.

Mientras la pequeña rubia no podía ocultar su mueca de duda.

Los niños se quedaron paralizados al ver un puño atravesar la pared como si fuera cartón, pasando peligrosamente cerca de sus caras.

"¡Aaaaaaaah!", gritaron, mientras corrian despavoridos. Naruto observó cómo el trío huía, hasta que uno tropezó con su capa. "¡Uh!"

Demasiado furioso para pensar con claridad, Naruto se acercó y le propinó una patada en el costado. "¿Quién te envió? ¿Qué haces aquí y por qué me sigues?"

El niño ajustó su casco. "¡Aaaay, soy Konohamaru, nieto del Hokage...!"

Naruto lo interrumpió con dos patadas más. "¡Aargh!"

Y una más. "¡Uuuurgh, nadie me envió, soy el ni... urgh!"

"Me importa un comino, no me vuelvas a seguir", sentenció el pelirrojo, visiblemente enfadado, mientras se marchaba, como si no hubiese acabado de patear reiteradas veces al nieto del Hokage.

"¡Genial!" No pudo evitar soltar el mocoso mientras lo veía marchar y se limpiaba la tierra de la boca, observándolo con admiración. Sin embargo, cuando notó que otro individuo se acercaba para lamerle las botas nuevamente, no pudo evitar soltar un suspiro irritado.

"¡Honorable nieto! ¿Qué te ha pasado? ¿Te hizo esto ese salvaje?", preguntó el hombre con una bandana y gafas oscuras, dirigiéndose furioso hacia Naruto, sin comprender que este estaba aún más furioso de lo que podía imaginar.

Justo cuando se cruzaba en su camino para impartir una lección, apuntando con su dedo y ajustándose las gafas, "Soy Ebisu, ¿cómo te atreves a...?" Una cadena de chakra los arrastró hacia Naruto mientras este lanzaba un golpe en el estómago con toda su fuerza. Ebisu se retorcía mientras vomitaba, recibiendo luego un gancho que hizo volar sus gafas junto con un par de dientes. Mientras volaba por los aires, trató de escapar con un jutsu de sustitución, pero no tuvo éxito antes de darse cuenta de por qué su chakra no le respondía. Descendió rápidamente, arrastrado por las cadenas, amenazando con soltar lo poco que le quedaba en el estómago por otro lado al ver el ojo depredador. El orgulloso dueño de este comenzó a jugar con él como si fuera una pelota de ping-pong. Posteriormente, lo lanzó repetidamente contra el suelo hasta que finalmente lo soltó, arrastrándolo patéticamente varios metros. Ebisu quedó tendido boca abajo, con el rostro en el suelo, inconsciente desde hacía un buen rato.

"Otra vez, otra vez, otra vez", festejaba Kurama dentro suyo. Parece que se estaba ganando sus primeros dos fans al mismo tiempo.

Mientras tanto, Konohamaru observaba asombrado, saltando y girando alrededor de Naruto. "¡Genial! ¿Cómo hiciste eso? ¿Eres un jonin? ¡Eres un jonin!", exclamaba emocionado.

Naruto, de repente, se sintió mucho mejor por alguna razón y se dio cuenta de que quizás no debería haber actuado así. "Jeje, nooo, pero no sé si este debería ser uno de todos modos. Tiene menos reacción que una babosa", dijo mientras señalaba con el dedo hacia Ebisu.

Viendo que Konohamaru no se quedaba quieto, Naruto tomó la oportunidad que el destino le presentó y le dio un correctivo para que lo hiciera.

"Ay, no tenías que hacer eso", dijo el niño algo cabizbajo, haciendo pucheros y mirando al suelo mientras pateaba el aire.

"Hohohoh, mmm, no, no es mi estilo", dijo mientras acariciaba el casco de Konohamaru. "Tengo que irme a una misión, luego hablamos, mocoso", añadió Naruto mientras tomaba a Ebisu y se lo llevaba consigo. Parando abruptamente en el camino, revisó el callejón y, al comprobar que había tenido suerte de que no había nadie más, se dio vuelta hacia el niño. "Pero solo si no viste nada", añadió en tono serio. Konohamaru asintió repetidamente y, tomando eso como su señal, continuó su camino.

Entrando a la oficina del Hokage, Naruto reflexionó sobre las consecuencias de sus acciones. Aunque el viejo le parecía bastante sincero, la vida le había enseñado de la peor manera posible a no confiar en nadie, y sabía que se mantendría así por un buen tiempo. Como si un dedo divino tocara su mente, recordó que todos sus maestros parecían igual de paranoicos que él, probablemente aprendiendo de la misma forma. Rememorando algunas de sus frases como "nunca bajes la guardia" y "nunca sabes lo que alguien puede tener dentro", así como "solo aquellos que demuestren su valía merecerán tu confianza". En ese momento, se dio cuenta de que tal vez, y solo tal vez, sus maestros tenían un prejuicio bastante marcado en sus enseñanzas, aunque no les quitaba razón. ¿Será un requisito para ser líder?

Mientras tanto, su equipo y el Hokage lo miraban raro, pero Naruto no se estaba dando cuenta, perdido en sus pensamientos. Ebisu cayó de su hombro al suelo con un ruido sordo, sin moverse. El sonido lo devolvió a la realidad, y al observar, vio al Hokage tocando a Ebisu con su pipa como si fuera un animal muerto.

"Aún respira. No sé si es la mejor opción para proteger a tu nieto, viejo. No sabe elegir los momentos apropiados para tocarle las bolas a alguien", comentó Naruto con un toque de sarcasmo, observando a Ebisu en el suelo.

"Con suerte, le borre las memorias de la semana entera", pensó para sí mismo, sintiendo una pizca de esperanza.

"No le digas así al Hokage", dijo Kakashi mientras le daba un golpe en la cabeza que este esquivó instintivamente, siguiendo su rutina de incordiarlo.

"Lo voy a tener en cuenta, Naruto", mencionó el Hokage mientras se sentaba en su silla y leía una lista en voz alta. "Plantar papas, encontrar al gato Tora, cuidar al niño del dueño del banco".

"No, míralo", dijo Naruto mientras señalaba al animal muerto. "No estuve entrenando como un demente para que me envíen a cuidar niños o atrapar gatos. Quiero acción, o voy a terminar sacándola de otro lado. Si me mandan a atrapar un gato, voy a terminar comiéndomelo", amenazó el pelirrojo.

"Hmmmmmm", gruñó el Hokage, "bueno, no hay de otra supongo", dijo mientras le daba una mirada de comprensión a Kakashi, quien no lo vio porque estaba mirando al techo, preparándose para el suplicio que le avecinaba.

El resto del grupo observaba atónito cómo Naruto tenía el coraje para desafiar al Hokage en su propia oficina, y más sorprendente aún, cómo su atrevimiento parecía funcionar.

"Hay una misión para escoltar a un constructor de puentes. Es una misión de Rango C, así que supongo que está bien. ¿Conforme?", preguntó el Hokage.

"¡Genial, genial!", exclamó Sakura para sí misma. "¿Cómo no me di cuenta antes?", se cuestionó internamente, "Aunque está un poco loco".

"Sí, jajaja, vamos a saltarnos toda la mugre", reflexionó Sasuke mientras se esforzaba por mantener su semblante impasible, sintiendo un extraño pero genuino agradecimiento hacia Naruto.

Este asintió, y en ese momento entró un viejo ebrio, agarrando una botella de sake barata. "¿Qué es esto, un grupo de niños?" murmuró antes de quedarse boquiabierto al notar el desarme de Naruto. Antes de que pudiera decir algo, Naruto lo interrumpió.

"Podría no tener extremidades y estarias muerto antes de saber que te paso, asi que mejor guardatelo", advirtió Naruto con una mirada fría, haciendo retroceder al anciano ebrio ante su aura intimidante.

"Bueno, bueno, bueno, creo que es hora de irnos", dijo Kakashi mientras se llevaba a Naruto bajo el brazo. Quien ya venía equipado hasta los dientes. "Ustedes dos, traigan su equipo. Tienen cinco minutos, nos encontraremos en la entrada".

Cinco minutos después, Sakura y Sasuke regresaron con mochilas colgadas en sus espaldas. Sakura notó de inmediato que Naruto no llevaba ninguna, y antes de que pudiera preguntar, Sasuke tomó la delantera.

"¿Dónde está tu mochila? No me digas que pretendes ir así, no pienso compartir contigo", espetó Sasuke con un gesto de desdén.

Naruto, sin inmutarse, respondió: "No te preocupes, Shashke. Tengo todo lo que necesito aquí", mientras tocaba el pergamino asegurado en su cintura, lo que le valió una mirada de desaprobación de Sasuke.

"¿Cómo conseguiste el dinero para comprar eso?" preguntó Sakura, mostrando su sorpresa por la capacidad de Naruto para adquirir cosas, incluso antes de la misión. "Ese pergamino lo llevas contigo desde hace tiempo".

"Nah, sobreviví años comiendo comida barata y horrible, aunque todavía me gusta", explicó Naruto. "Mi casa ya venía equipada con todo lo que necesitaba, y las cuentas las pagaba el viejo. Solo tengo una mesa, un sillón, un par de sillas y mi cama, con unas cajas que encontré en la calle donde guardo todo. Ademas de algunos utensilios de cocina que también encontré en la calle. La gente tira de todo".

Sakura lo miraba con cierto asco, pero Naruto rápidamente agregó: "Están bien limpios, los lavé muy bien. Parecen nuevos".

Mientras continuaba la conversación y comenzaban a quedarse sin temas, Naruto notó a Kakashi leyendo su libro. Recordando que él tenía uno igual, decidió ver de qué se trataba todo el alboroto de una buena vez. Sacó el libro de su pergamino y comenzó a leerlo.

Rápidamente, Kakashi se dio vuelta en un segundo y apareció frente a Naruto. "¿De dónde sacaste eso? Es una edición limitada, y está firmada por Jiraiya-sama", dijo mientras se abalanzaba para quitárselo, pero fue interrumpido por una patada en la pantorrilla que no vio venir.

"Aaaaaaaaaaargh, mocoso nefasto, no tienes que leer esas cosas", gruñó Kakashi, frustrado.

"Es mío, ciclope, el Hokage me lo regaló", respondió Naruto mientras se alejaba, protegiendo el libro que inicialmente había robado. Cuando Kakashi finalmente se rindió, comenzó a leerlo.

"Mmm, uuf, jejeje", murmuró en voz baja mientras se reía nerviosamente y miraba a los lados, sin darse cuenta de que Sakura estaba detrás suyo. Sintió unas manos en sus hombros y esperó lo peor, pero se vio sorprendido al descubrir que Sakura solo estaba usando sus hombros como soporte para arrimarse y poder leer.

"Mmm, creció un montón, antes era un enano, y de todos lados", reflexionó Sakura, apretando los hombros de Naruto dos veces mientras una pizca de asombro coloreaba su mente. Si Naruto hubiera captado sus pensamientos, seguramente habría considerado invertir en esas monedas. 

Sin embargo, sus pensamientos fueron interrumpidos cuando Sakura, después de leer un par de párrafos, se sonrojó violentamente, su rostro parecía un tomate maduro. Naruto ya estaba experimentando una incomodidad similar, dado que Sakura le estaba respirando en la oreja.

"No deberías leer eso", murmuró con urgencia, incrementando la presión en sus hombros, pero sin embargo parecía estar decidida a continuar.

Después de un par de minutos llenos de tensión, Naruto finalmente guardó el libro, comprendiendo que no era prudente desencadenar a la bestia en ese momento.

"¡Hey, estaba leyendo!", resongó Sakura, su voz resonando con frustración, como si hubiera sido injustamente privada de algo importante.

"Créeme, será mejor que lo guardemos para otro momento", respondió Naruto con tranquilidad, ignorando momentáneamente la protesta de la pelirosa mientras sacaba otro libro, esta vez el compendio.

"Este es privado", comentó el muchacho, sus palabras resonaron como un eco que provocó en Sakura una irritación creciente. Dejándolo solo, se alejó con un gesto de fastidio, murmurando "idiota" entre pucheros.

Después de un rato dedicado a la lectura del libro, lo que más captó su atención fueron las máscaras. La idea de que estuvieran guardadas no muy lejos de la aldea se grabó en su mente como un destino pendiente. Decidió que al regresar, investigaría el asunto.

Después de eso, guardó el libro y se dedicó a lanzar algunos comentarios irritantes a Sasuke y Kakashi. Una vez satisfecho con su interacción, se sumió en el silencio.

Rato después, notó un charco entre las tierras, que prácticamente estaban enfrentando una sequía. "Siiiii, un infradotado nuevo", pensó con cierta malicia, vislumbrando una oportunidad para dejar salir a la bestia, ahora la de verdad.

"Al pisar el charco, fingiendo torpeza, dos sombras emergieron repentinamente. Sin dudarlo, Naruto lanzó un puñetazo cargado con el sello que Tsumugi le había enseñado, impactando brutalmente en el rostro del primero. La violencia del golpe prácticamente lo desintegró, convirtiendo al individuo en un amasijo de carne y huesos, tiñendo el suelo con una oscura mezcla de sangre y vísceras. Atónito ante la furia desatada, el segundo individuo, tembloroso, optó por huir a toda prisa. Su desesperado intento de escape fue abruptamente interrumpido por Kakashi, quien intervino para detenerlo antes de que Naruto lo redujera a puré."

Mientras tanto, Sasuke y el viejo Tazuna se encontraban sumidos en el asombro, agradecidos de no haber sido ellos. Sakura, por su parte, quedó momentáneamente petrificada por la escena grotesca, especialmente al ver a Naruto, quien sonreía con una expresión siniestra, como si aquella carnicería fuera el pináculo de la felicidad.

"¡Es hora del otro! ¡Sumérgete en el frenesí de violencia, carne y muerte! ¡Destruccióooon!", rugía Kurama con un fervor desbordante.

"Tal vez suba más lento, tengo poco tiempo. A veces se me escapan horrores ortográficos, no es porque no lea; leo cada capítulo como 10 veces mientras lo escribo y desués lo vuelvo a leer publicado. Varias veces los noto, y a veces no."

Blasscreators' thoughts
Next chapter