66 Eris Greyrat y un compromiso

Desperté al día siguiente, me sentía muy cansado aún y me dolía todo, a pesar de la magia de curación. Aun así, lancé un hechizo básico para sentirme mejor. Mi maná estaba en niveles ínfimos, bajé, me di un baño y salí a hablar con mis aliados. Fui con Zanoba y Cliff, cuando me vieron abrieron mucho los ojos.

- ¿Viejo, qué demonios te pasó?

- ¿Por qué? ¿Tengo algo en la cara?

- Su pelo, maestro, es blanco.

- ¿Qué?

Al mirarme en un espejo, mi pelo era completamente blanco, igual que el de Silphy. Se ve bastante bien, la verdad, hace juego con Silphy jejejeje. A July le pareció bonito.

Les expliqué a los chicos todo lo que pasó y se alegraron de que saliera con vida. Además, Zanoba dijo que iría por la armadura en los siguientes días y la llevaría a la cabaña que cmore hace poco para empezar a repararla.

Luego fui donde Ariel, donde tuve la misma reacción por mi pelo, donde también le conté lo que pasó. Debo estar atento a Ariel, no puedo dejar que ella y en el soquete de Luke mueran como en ese diario.

Bueno, majestad, me voy

Claro -dijo Ariel mientras acercaba su boca a mi oído y me dijo-: ¡Qué sexy te ves con el pelo blanco! luego me miro y pasó su lengua por sus labios.

-Gracias, majestad -dije tragando saliva.

Por último, me dirigí con Perugius, que estaba bastante aliviado del trato que conseguí con Orsted.

-Pensé que te mataría, muchacho.

-De hecho, majestad, no quería pelear. Todo esto fue un engaño para que ese ser maligno creyera que le obedecía, pero aun así, Orsted me atacó. Si no fuera por Eris, me habría matado.

-¿Eris? ¿Esa niña que estaba contigo en el incidente?

-Así es, señor. Pretendo pedirle matrimonio.

-Ya veo. Tráela aquí para conocerla.

-Lo haré, señor. Ella estará feliz de conocerlo.

Y así regresé a Sharia. Ahora lo complicado era ir a hablar con Nanahoshi en su laboratorio. Lo estaba evitando, de hecho, me levanté tarde para evitar encontrármela en el desayuno.

Cuando golpeé la puerta de su laboratorio, rápidamente la abrió y me tiró dentro de un empujón.

-¡Eres un imbécil, Rudy! Casi te matan. ¡Mírate, cómo estás! Todo pálido y con ojeras.

¿Vas a regañarme?

¡Claro que sí! Mírate, todos estábamos muy asustados por ti. Silphy y Roxy estaban muy asustadas por tu culpa.

Traté de hablar con él, pero no es como dijiste.Nana le expliqué todo y se lanzó a matarme sin provocación.

¿Y aun así hicieron una alianza?

No tengo alternativa, es Orsted o el Hombre Dios. Al menos Orsted me prometió medidas para proteger a mi familia.

¿Y por qué cambió de opinión?

No lo sé, creó que fue cuando supo el nombre de Silphy y Roxy, pero no estoy seguro. Cuando las nombré empezó a dudar. Cuando nos reunamos le preguntaré.

Iré contigo.

Claro que no, tú no tienes maná, si pasa algo podrías salir herida.

"Me asustaste mucho", dijo mientras me abrazaba y hundía su cabeza en mi pecho. Voy a decirle sus cosas a Orsted.

Estás loca, él te puede hacer algo.

No lo hará, ya he discutido con él y nunca me ha atacado, fue un idiota contigo. Pfff yo debí ir contigo Rudeus eres un testarudo.

¿Cómo me queda el pelo blanco?

Te ves lindo pero no cambies el tema.

Jejejeje, ¿oye, conociste a Eris?

Sí, esa lunática casi me ataca.

Esa lunática salvó mi vida y pretendo pedir la mano de esa lunática.

Lo siento, Rudy, pero cuando supo que yo era la enmascarada, casi sacó su espada.

Bueno, eso no es nada ,Silphy realmente trató de matarte y ahora es una de tus mejores amigas.

Bueno, eso es verdad.

Si acepta, ¿podrías ayudarla con un vestido? Y yo quiero un traje como en nuestro mundo, negro, camisa blanca, corbata negra, ¿podrías, no sé, tal vez?

"¿Por qué debería?" dijo, cruzando sus brazos y girando la cara hacia un lado con las mejillas infladas.

"Porque eres mi mejor amiga, y una mujer a la cual aprecio y quiero mucho, además que eres parte de mi familia."

"No soy tu familia, Rudy."

La tomé de las mejillas y puse mi frente contra la suya.

"En este mundo sí lo eres y siempre lo seremos."

Ella me dio una linda sonrisa.

"Bien, si insistes."

"Si Eris acepta, le contaré la verdad sobre mi reencarnación, espero que estés ahí con las chicas."

"No soy tu esposa, Rudy."

"No, pero lo fuis..."

"¿Qué dijiste?"

"Nada, te veo en la cena.", dije y sali de su laboratorio.

Cuando llegué donde papá, él estaba muy enojado conmigo al punto de tener ganas de patearme el culo. Después de calmar la situación, fui a ver a mamá, quien me acarició la cara pero siguió con la mirada perdida. Tal vez le pregunté a Orsted sobre su enfermedad. Le comenté esto a papá y casi me patea el culo nuevamente, realmente está muy molesto conmigo.

Por cierto, Rudy, ¿cuándo te casas con Eris?

No lo sé, viejo, debo hablar con ella aún.

¿Estás bien para una práctica? Aún estoy cansado, papá, aun no recupero mi maná, si combatimos, me derrotarías. Por cierto, no has ido a ver a Ghislaine.

Shhhhh, cállate, tonto, Zenith o Lilia te pueden oír.

Jajajajaja, te veo pronto, viejo.

Llegué a casa muy cansado, pretendía hablar con Eris pero no la encontré por ningún lado. Tomé a Lucy en brazos y empecé a jugar con ella en el salón, haciéndola reír y poniéndole caras idiotas.

Eres muy linda, hija, pronto tendrás otra hermanita y si Eris acepta, otra mamá jejejejeje

Cuando dije eso, miré en dirección a la puerta y ahí estaba Eris observándome como una depredadora. Me asustó tanto que incluso di un pequeño grito.

¡Diablos, Eris, no hagas eso! Casi me matas del susto.

Pero Eris no dijo nada, solo me miró y luego desapareció. ¿Qué diablos? ¿Qué le pasa? Esa reacción me asustó un poco, ¿y si a ella no le gusto y piensa rechazarme? Me empecé a llenar de muchas dudas al respecto, lo mejor será hablar a solas sobre eso.

Pasaron unos días, donde trataba de hablar con Eris, pero ella se iba a hacer cualquier cosa y mi confianza en mí mismo disminuía a tal punto que estaba convencido de que Eris no me amaba y se iría en cualquier momento. Ella estaba todo el día en casa, ayudaba a las chicas en lo que podía y a veces la veía cuidar y sonreírle a Lucy, eso me confundía. ¿Ama a mi familia pero a mí me odia? En la batalla, ella se veía más feliz al verme, ¿qué le pasa?

Un día estaba sentado en el sofá viendo cómo las raíces de mi pelo empezaban volverse cataño claro, pronto voveria a tener el pelo de mi color normal.

Estaba en eso cuando Roxy llegó a mi lado.

- Oye Rudeus, ¿cuándo será la ceremonia de boda con Eris?, pienso tomarme el dia libre para ayudarla con los preparativos

- ¿De qué hablas?

- ¿Aún no se lo has pedido, Rudy? -me dijo con cara acusadora.

- He tratado de hablar con ella pero ella huye de mí. Creo que tal vez se quiere ir o no me ama.

- Jajajaja, ¡claro que te ama, Rudy! Solo está nerviosa.

- ¿Eris nerviosa? ¿Por qué?

- Porque no se ven hace 5 años, tontos, y no es como pensaba que te vería. Ella pensaba que la tomarías en brazos, la besarías y le propondrías matrimonio.

- ¿Estás segura de que esa no es una fantasía tuya?

- Mi fantasía se cumplió hace mucho en Lapam, Rudy.

- Jejejeje, ¿tan bien estuve esa noche?

- No hablo de eso, tonto.

- Dame un abrazo, Roxy.

Ella miró a ambos lados y saltó en mis brazos, pude sentir su barriga.

- Debes tener cuidado, princesa, ese bebé debe nacer sano.

- Claro que será sano.

Roxy se sentó en mi regazo mientras nos besábamos y acariciaba su panza.

- Hola bebé, soy tu papá, pronto estarás con nosotros jejejeje te espera tu hermanita Lucy tu mamá Roxy, tu mama Silphy y si acepta tu mama Eris jejejeje. En ese momento volví a ver a Eris espiandome desde la puerta.

¡Agggggh!

¿Qué pasa, Rudy? Dijo Roxy abrazandome por el grito. Cuando miré, Eris había desaparecido.

¡Dios mío era Eris nos estaba espiando ¿Qué le pasa?

Ella hace eso con todos, nos observa viendo cómo funciona la familia.

¿Y habla con ustedes?

Sí, habla con todos

¿Y por qué no conmigo?

Habla con ella a solas, Rudy.

Bueno, trataré.

¡Santo Dios! Esa mujer me va a matar de un infarto, aunque preferiría morir en sus brazos. Jejejejejeje. Esa noche hicimos pizzas y helados para la cena por un antojo de Roxy .

"Esto está delicioso, nunca había comido esto", dijo Eris.

"Bueno, Rudy los cocinó", dijo Silphy.

"¡En serio!", dijo Eris abriendo los ojos y sonriéndome, pero rápidamente volvió a apagarse conmigo como antes. "Está muy bueno, Rudeus, gracias", dijo secamente.

"Ok, mañana hablaré con ella sin falta".

Al día siguiente, sentí que mis energías habían regresado en gran parte y salí al patio a practicar el estilo Dios del Norte con Aisha. Cuando salimos, Eris estaba enseñándole a Norm el estilo Dios del Filo.

No pude dejar de mirar su cuerpo blandiendo su espada, ella se veía más hermosa de lo que recordaba, sus senos eran grandes, pero no mostruosos, grandes pero lindos, una cintura pequeña y un lindo y contorneado trasero ademas es alta, bueno es mas pequeña que yo por una cabeza , pero comparada con todas las chicas que conozco es alta. Me quedé ahí parado mirándola como un idiota, de pronto se volvió hacia mí y me quedó mirando.

- ¿Qué miras? - preguntó.

- No, no, nada, lo siento - dije.

- Jajajaja, te estaba mirando el cuerpo, hermanita.

- Ya cállate, Aisha, practiquemos lanzamiento de espada.

- ¿Eres su maestro, Rudeus? - me preguntó Eris.

- Bueno, sí, soy un rey del norte despues de todo.

- Creí que solo eras un santo del norte.

- No, hace poco Atoferatofe me dio el título.

- ¿Quién es esa mujer? - dijo algo molesta.

- Una demonio inmortal, es la madre de Kalman II y esposa de Kalman I. Esa maldita loca quería hacerme su esclavo.

- ¿Y le ganaste?

- No, Zanoba la atrapó con su fuerza mientras yo derrotaba a sus comandantes. Si no fuera por Perugius, nos habría esclavizado.

- ¿Conoces a Perugius?

- Sí, él está enseñando sobre círculos mágicos, junto con varias personas más.

- Eso es genial, Rudeus - dijo, recuperando su ánimo, para luego rápidamente volver a quedarse callada y solo se dedico practicar con Norm

Ok, esto es ridículo -pensé - .

habían pasado 5 días desde la batalla, así que es hora de hablar con ella, pero apenas terminamos la práctica, ella había desaparecido nuevamente. ¡Maldición! Será mejor hacer algo. Fui al mercado, compré una botella de licor, dulce, carne seca, salames, frutos secos, frutas frescas, pan ,queso y los puse en una canasta para ir a hablar a solas en una cita. También ensillé a Homero Simpson para ir a algún lugar apartado, tal vez cerca del río donde voy a pescar con Roxy y mis hermanas.

Una vez listo, empecé a buscar a Eris, pero no estaba por ningún lado.

Mierda, debo ir a mear, así que fui al baño. Cuando iba a abrir la puerta, me topé frente a frente con una recién bañada Eris. Tenía su pelo húmedo y recién se había cambiado de ropa. No pude dejar de verle sus tetas, que eran enormes a través de su blusa entreabierta, ella esta del lado voluptuoso comparado , con mis hermosas ninfas, pero rápidamente subí mi vista a su rostro. Ella estaba muy roja.

"¿Qué estás mirando, Rudeus?", me preguntó.

No le dije nada. Estábamos frente a frente. Puse mis manos en sus mejillas.

Acercando su rostro al mío, podía sentir que la piel de Eris casi se prendía fuego.

Escucha, Eris, gracias por salvarme la vida.

Este no, no, no fue nada, Rudeus.

La miré a los ojos y le di un tierno beso en la boca, noté que Eris respondía apretando sus labios contra los míos y abrazandome por el cuello, de pronto se apartó bruscamente de mí y solo vi un destello de luz, cuando perdí la conciencia.

Sí, ese fue el característico manotazo de Boreas que tantas veces recibí de niño, me dejó inconsciente en el acto.

Cuando recuperé la conciencia, estaba con mi cabeza apoyada en el regazo de Eris, aunque no me di cuenta al principio, aún estaba algo noqueado, pero ella acariciaba mi cabello muy suavemente. Cuando volví en mí mismo, me di cuenta de lo que pasaba, me encontré con los hermosos ojos de Eris.

Perdona por el golpe, no me esperaba ese beso.

Lo siento, Eris, no quise incomodarte.

No está bien, me gustó. Fue algo tonto, no debí golpearte, soy una tonta. Recibí tu carta, ¿sabes? Así que no la pasaste bien, sin mi, ¿cierto?

No, no fueron buenos años. Pensé que me habías abandonado. Lloré mucho por ti. Estuve muchos años deprimido.

Lo siento, Rudeus. Si te decía dónde iría, me hubieses seguido y yo quería ser fuerte como tú.

Tú ya eras más fuerte que yo, Eris, desde que te hiciste santa espada siempre me derrotabas.

No, no pude hacer nada cuando ese monstruo te atravesó el corazón. Lloré mucho por ti ese día.

Lo sé, Nanahoshi me lo contó.

Cierto, gracias a ella estás vivo.

Yo te amaba, Eris, me dolio mucho que te fueras de esa manera.

Todavía te amo, Rudeus. ¿Tú amas a esas dos?

Sí, las amo.

¿Las amas más que a mí?

Guardé silencio, no sabía qué responderle.

¿Me amas? Sí o no?

Claro que te amo, Eris. Siempre te he amado, pero me da miedo.

¿Qué te da miedo?

Que me vuelvas a abandonar.

Escucha, Rudeus, no me iré, pero dime algo, ¿aún quieres formar una familia conmigo?

Tengo dos esposas y no las pienso abandonar.

Ella se puso de pie rápidamente, haciendo que me diera un tremendo cabezazo en el piso de piedra.

¡Ay eso dolio, qué demonios, Eris!

- Quiero un duelo.

- ¿Para qué?

- Si ganas, me iré para siempre, pero si gano, debes amarme como a ellas.

- ¡Wow, wow, wow, espera, espera, espera, qué demonios! Creo que malentendiste todo. Lo que quise decir fue...

AHORA, grito al más puro estilo Sauros y me arrastro fuera de la ciudad sin escuchar lo que le decia, llevando a Ghislaine como testigo. Eris se puso frente a mí con sus brazos cruzados, y yo al frente tratando de hablarle.

- Oye, Eris, creo que no entendiste lo que quise decir. No es que yo no...

- ¡Cállate! Prepárate para el duelo.

- ¡Maldita sea, es la misma de siempre, maldita niña caprichosa! ¿Qué hago? Mi futuro yo me dijo que la hiciera feliz, y eso intento, pero ella no coopera.

Estaba en mis pensamientos cuando Ghislaine me habló, viendo mi cara de preocupación.

- Hey, Rudeus.

- Sí, maestra.

- Eris no ha cambiado, sigue siendo la misma. Dile lo que sientes.

- Entiendo.

¡QUE COMIENCE EL DUELO!

Dio un grito tan fuerte que me hizo saltar del susto.

Frente a mí estaba Eris. ¿Qué debo hacer? Si le gano, se irá, pero si me dejo perder, podría tomarlo a mal y también se irá. ¡Maldita sea! Desenvainé mi sable y mi espada. Eris desenfundó su hermosa y elegante espada de dos filos. La miré, tenía unos ojos de depredadora. Di un suspiro y tiré al suelo mis armas, saqué las dagas e hice lo mismo.

"¿Vas a pelear solo con magia?" preguntó Eris.

"No voy a pelear contigo, Eris", respondí.

Ella empezó a caminar frente a mí y quedó a un metro de distancia.

"¿Por qué?".

"Porque si te gano, te irás. Si es así, prefiero perder. Ya te dije, te amo nunca deje de amarte. Quiero que pasemos el resto de nuestra vida juntos los 4.

No me dejaste explicar. Solo quería decirte que no voy a abandonar a mis esposas, pero a ti también te quiero en nuestra familia. Tal vez suene egoísta y a ti no te guste esta condición, pero es lo único que puedo ofrecerte, Eris.

Yo aún te amo. Pero lo que pase de ahora en adelante depende de ti".

Eris levantó bruscamente su espada.

Cerré los ojos instintivamente, pero solo sentí un suave golpecito en la cabeza. Cuando los abrí, Eris estaba frente a mí mientras pasaba sus brazos por mi cintura.

- Yo también te amo, Rudeus, pero no soy lista como Roxy.

- Eres lista, Eris. ¿Recuerdas que te dije que hay diferentes tipos de inteligencia? Si no fueras lista, no serías una reina espada.

- No cocino como Silphy o tu.

- Bueno, la carne asada te quedaba bien, según recuerdo.

- Jajajaja, tonto. No soy tan bonita como esas dos.

- Eres hermosa, Eris. Me encanta tu pelo rojo, y tienes un hermoso cuerpo. Además, me encanta tu cara de malvada.

- ¿Crees que soy linda?

- Eres más hermosa de lo que recordaba.

Ella me abrazó muy fuerte y nos besamos tal como lo haciamos cuando eramos novios.

¿Entonces gane?

Claro que si, pero antes de regresar, vamos a dar un paseo.

Oye Ghislaine, esta noche ven a cenar con nosotros -le dije, y nos despedimos de la gata.

Montamos a Homero Simpson y la llevé a un lindo lugar cerca de un río.

- ¿A dónde me llevas?

- Es una sorpresa.

- Es un lindo caballo, ¿por qué lo llamaste así?

¡jajajaja! Por un personaje que me hacía reír cuando era niño.

¿Una historia?

Así es.

Cuéntamela, extraño tus historias.

Bueno, la familia Simpson vivía en una ciudad llamada Springfield y....le conté más o menos la historia.

Es un tipo bastante estúpido, Rudeus. No debiste llamar al pobre caballo como ese soquete.

¡jajajaja! Bueno, llegamos. Saqué la canasta, amarré al caballo bajo un árbol y tiré una manta en el suelo. Estuvimos ahí con Eris comiendo y hablando de todo lo que pasamos estos años , de Ruidjerd, que hice en los territorios del norte, Me preguntó por Nina Farion y le conté la historia. Eris estaba muy contenta al escuchar cómo la derroté.

Le conte cómo me reencontré con Sylphy y Roxy. Pensé que se enojaría con eso, pero no le dio importancia, aunque mi historia en Lapam la entusiasmó mucho.

Debemos ir a un laberinto, Rudeus.

Casi morimos, Eris. Yo perdí un brazo y Papá las piernas y un brazo.

Pero los tienes ahora.

Es que aprendí magia de curación de Santa a Divina, pero debes guardar el secreto.

Si Milis se entera, tendríamos problemas.

Lo haré me dijo con mucho entusiasmo.

¿Espera, Magia divina? ¿Eso significa que eres un dios en curación?

Eso creo, pero debes guardar el secreto. Luego de eso estuvimos en silencio unos minutos mirando el paisaje

Has creído mucho en estos años Rudeus, me gusta tu mechón, es como el que usa el señor Paul y el que usaba mi padre.

Bueno, tú también has crecido, te extrañé mucho, Eris.

Veía cómo Eris comía y bebía, igual que antes, siempre tuvo un gran apetito, pero me gustaba mirarla comer, me traía muy lindos recuerdos de todos los años que estuvimos juntos.

¿Por qué me miras?

Extrañaba esto, estar así contigo.

De pronto tomé su mano y le di un beso.

Oye, Eris, ¿quieres casarte conmigo?

Eris me miró muy roja y pude ver cómo sus labios temblaban.

Pffff, bueno, si insistes, acepto -me dijo cruzando los brazos y girando su cabeza con los ojos cerrados, después de un segundo me volvió a mirar con una sonrisa y se lanzó sobre mí y me besó muy fuerte.

Quiero tener muchos hijos contigo, Rudeus

-dijo con una gran sonrisa.

Recorde ese diario, y como Eris de ese futuro moria por mi. La abrace muy fuerte mientras hundia mi cabeza en su cuello, recordando al viejo Rudeus

Te prometo que te haré feliz, y te protejere con mi vida Eris.

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