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Capítulo 47: Que te encierren en una torre, no es tan malo si tus amigos son villanos. 

Después del incendio, encerraron a Agatha en su habitación durante dos días; solo le permitieron usar el baño y recibir alimentos, vegetales crudos y jugo de ciruelas que le llevaban las hadas, mirándola con antipatía.

Por suerte dejaban que Jacobo la visitará y Sophie, ayuda por su nuevo cisne negro (Alana), Se había colado por la ventana de su habitación.

Esto había conseguido que por fin pudiera arreglar tanto su ropa como la de Jacob, que ahora estaba utilizando una versión más pequeña del uniforme para chicos de la escuela.

Este tenía algunas modificaciones con diferentes bordados y patrones para los diferentes días, pero básicamente era el mismo.

Aparentemente, los chicos no podían modificar demasiado su atuendo, ya que este tenía el propósito de fomentar la igualdad entre ellos y la camaradería en lugar de solo hacerlos lucir mejor como los de las chicas.

Agatha gasto más de una hora de protestas despotricando contra el sexismo de su lado de la escuela.

Sophie la dejó porque estaba totalmente de acuerdo.

Lo que le pareció increíble es que Aric y Japeth también la apoyaron.

— Creí que odiaban a las mujeres – comento Sophie – y yo que me sentía especial.

— Lo hacemos – afirmaron a coro.

— Pero es porque no confiamos en ellas – aclaro Aric.

— No porque las consideremos tullidas, como párese ser el caso en la escuela del bien – agrego Japeth.

— En lo personal, encuentro pocas criaturas más peligrosas, astutas y versátiles – concluyo Aric.

— Gracias! - corearon las chicas.

—…

Los dos amigos se quedaron mudos ante el descaro.

Sophie reflexiono y pensó que, considerando a las madres que tenían, era una opinión que tenía sus fundamentos y dado que todas las chicas que los rodeaban eran brujas, no tenía como refutarlo.

¿Qué les iba a decir?

"No todas son arpías, solo las que los rodean".

— Quiere matarme, te lo juro - se quejó Agatha ante el grupo.

Agatha les había contado a todos el espectáculo teatral de Tedros.

Parece que el regaño de las cuatro autoridades de la escuela le entro por un oído y le salió por el otro.

Aric y Japeth se miraron entre sí y luego a Agatha no muy convencidos.

Jacob fruncía el ceño y Adam parecía tan convencido como los otros 3.

Agatha insistió un poco más.

Al final Japeth levanto las manos con un gesto apaciguador.

— Cálmate Agi - dijo el chico - no crees que podría ser un malentendido, no hay manera de que un "príncipe" - enfatizo la palabra - trate de matar a una princesa.

— ¿Te parezco una princesa? - pregunto Agatha como si la respuesta fuera un gran "NO".

Pero se llevó una sorpresa cuando sus cinco visitantes contestaron "SI" a coro.

Los miro como si todos estuvieran locos.

— ¿Qué tengo de princesa? - exigió saber.

— Una linda sonrisa – dijo Jacob.

— Eres amable – continuo Japeth.

— Te ves linda enojada – añadió Adam.

— Tienes compasión – siguió Aric.

— Tienes buen corazón – añadió Sophie.

Agatha se sonrojó, pero estaba feliz.

— ¿Saben que son los mejores amigos que una chica pueda tener?

— Somos villanos Agi – aclaro Aric.

— Dije buenos amigos, no buenas personas.

— Oh, entonces gracias y tu igual preciosa – contesto el chico con un guiño.

Sophie estaba terminando de tomar las medidas a Agatha, que ahora se encontraba parada sobre un Banco convertida en puerco Espín.

Agatha se removía incómoda sobre en banco, tratando de no pincharse.

— Tiene razón, un príncipe jamás atacaría a una princesa - aclaró Sophie - a menos que ese príncipe no creyera que eres una princesa.

Dirigió una mirada inquisitiva a los cuatro chicos y estos tras pensar un momento entendieron.

— Supones que Tedros cree que a Agi es una bruja - pregunto Japeth.

— No lo supongo - dijo y por un segundo todos respiraron con alivio - estoy segura – aclaró.

Todos se pusieron alerta.

— Y yo que creí que habíamos dejado a los tontos en Gavaldon - comentó Adam cayendo sobre la cama de Agatha.

— ¿Ya no tengo que juntarme con él? - preguntó Jacob esperanzado.

Realmente solo hablaba con Tedros porque su hermana se lo dijo, igual con Rhian y Chaddick solo Tristán realmente le caía bien.

— No tienes que juntarte con nadie con quien no quieras - aclaró Sophie.

— Soy libre! - gritó el niño mientras saltaba.

Sophie le sonrió resignada.

Ya había oído del niño que lo sometían a interrogatorios sobre ella.

Aparentemente, a pesar de todas esas preguntas, ninguno se había dado cuenta de que Jacob solo había sido su hermano por menos de una semana.

Sophie terminó de ajustar con alfileres el nuevo vestido de Agatha y estaba lista para coser los patrones.

— Muy bien, ya puedes quitártelo, ten cuidado de que no se caigan los alfileres.

Agatha vio cómo era prácticamente solo alfileres y le dedicó a Sophie una mirada de impotencia.

Sophie comprendió que le era imposible moverse sola y le hizo unas señas a los chicos, que también habían entendido el problema.

Trajeron el vestidor plegable que había junto a la pared y lo pusieron frente a Agatha para que ella pudiera cambiarse sin temor a que la viesen.

Resultó que ella era más recatada que su mejor amiga, ya que Sophie no tenía ningún problema en pagarles las exhibiciones de la mañana con su propio desfile de ropa interior.

Sophie lo hacía con el conocimiento de que, para empezar, a ellos no les interesaba, pero desde luego, los chicos no lo sabían.

Luego de un par de horas de teorías conspiratorias y labor de aguja.

Sophie terminó el nuevo vestido de Agatha.

A petición de la chica, recreó su propio vestido azul con bordados delicados del último día en Gavaldon e incluso le hizo un corcel negro y reemplazo el original encaje blanco por encaje negro que Lucía mucho mejor en el vestido y hacía más soportable el tono Rosa.

Agatha miraba el resultado feliz e incluso, traicionándose un poco a sí misma, dio algunas vueltas ante el espejo para lucirlo.

Se dio cuenta de que se veía incluso mejor que la primera vez que Sophie la había arreglado, no tardó en darse cuenta del porqué.

En esta escuela había estado comiendo apropiadamente, había ganado más carne en los huesos y tras saber que había liberado al menos a una pobre niña y a esa pobre gárgola se sentía tan bien que durmió durante horas.

Ahora había una niña sana, descansada y bien arreglada frente al espejo, obviamente tenía que ser una imagen agradable, pensó Agatha.

— Estás encantadora - dijo Sophie llegando por la espalda de Agatha y apretando sus mejillas para agregarles color natural, sabía que Agatha jamás accedería a usar colorete y un poco también para molestarla.

Bien, principalmente para molestarla.

Agatha se volteó y trató de hacerle cosquillas a Sophie y esta les devolvió los intentos.

Así las amigas comenzaron un ataque y una pequeña persecución entre una y otra.

Recibieron cada una un almohadazo qué, al darse la vuelta, notaron que venía tanto de Aric como de Japeth aparentemente queriendo unirse a la diversión.

Ellas fueron a las otras camas y cogieron cada una en almohada y les devolvieron el golpe.

Jacob y Adam comenzaron a saltar sobre las camas no utilizadas, apoyando cada uno a un equipo.

Después de un rato, los cuatro estaban exhaustos, sin un ganador definido, pero los niños estaban superfelices carcajeándose sobre las camas y los cuatro amigos satisfechos después del ejercicio y tantas risas.

Agatha pensó que a fin de cuentas puede que, si fuera mala, por qué no creía que los castigos fueran algo que lamentar.