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Mi matrimonio forzado: la hermosa esposa no tiene memoria

Sun Hee es una joven de 18 años. Tras haber despertado de un largo coma, se enteró de que había perdido la memoria. Ese mismo día, su malvada madre la forzó a casarse con un hombre completamente extraño para ella. Sin poder negarse tuvo que aceptar aquella extraña orden. Su esposo Jin Seong es un hombre frío, rico, arrogante y poderoso, capaz de hacer desaparecer a cualquier persona del país. Ellos dos son completamente diferentes. Sus vidas cambiarán por completo y tendrán que intentar convivir juntos aunque no se conozcan. ¿Qué pasara en su relación, terminaran enamorándose? ______________________________________________ Nota de autor: La cubierta no es mía. Por favor, no resubir esta historia

Laurasiscoyote · Urban
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Capitulo 15: Viaje de pareja (2)

Sun Hee no se esperaba que su esposo se lo tomará enserio, aunque en realidad ese era el motivó por el qué le siguió.

Quería pasar más tiempo con él para poder conocerlo, ella no quería aceptarlo como esposo pero debían llevarse bien.

Sun Hee no podía saber cuánto tiempo estarían casados, si sería para siempre o si él solo quería algo temporal.

—Oh... bueno entoces vamos, pero... ¿seguro que tienes tiempo?

No quiero ser una carga para ti ahora mismo.

—Tengo tiempo.

Seong-Jin había cancelado toda su agenda durante esta semana, él ya tenía planeado unas vacaciones pero no se esperaba qué fueran con su esposa, ahora ya no las pasaría dentro del país.

—Dime, ¿a qué lugar quieres ir?

—¿Enserio puedo elegir?—preguntó impactada, no se esperaba que la dejara elegir el lugar.

Seong-Jin asintió.

—Entoces qué te parece... ¿ir al país M?

A Seong-Jin no le desagradaba la idea, la última vez qué fue era también para trabajar.

En cinco minutos ya estaban sentados en un auto, Sun Hee estaba muy emocionada por ese viaje.

Llegaron al aeropuerto y subieron a su propio avión, todavía le quedaban cinco horas por delante...

Sun hee estaba tan cómoda qué se quedó durmiendo en un sillón, mientras que su esposo discutía por teléfono con su asistente.

—Señor, por favor tiene qué regresar ahora, la señorita Kim Hyun está aquí ahora, en su oficina.

El rostro de Seong-Jin se oscureció al escuchar aquél nombre, tenía sus labios apretados y su puño cerrado con mucha fuerza.

—Digale qué regresé a su casa, iré a verla cuándo vuelva—colgó el teléfono y colocó sus manos en su frente.

***

Mientras tanto, en la mansión de Seong-Jin, el mayordomo estaba preocupado.

—¿La señorita todavía no ha salido de su dormitorio?

—No... lleva desde ayer dentro, quizás se encuentre mal—respondieron unas mucamas mientras se miraban.

Nadie le avisó al pobre Min Ho de qué Sun Hee se encontraba en un viaje con su esposo.

Sin pensarlo dos veces entró al dormitorio de la señorita con bastante preocupación.

Cuando vio que la cama estaba hecha se apoyó en la pared para no perder el equilibrio, no supo cómo no le había dado un infarto en ese momento, se repetía una y otra vez que el joven amo lo mataría lentamente si no encontraba a su esposa.

Después de pensarlo mucho, marcó con sus manos temblorosas el teléfono de Seong-Jin.

—J-joven amo la señorita no esta en la mansión desde ayer... por favor no se preocupe la encontraremos enseguida.

—No es necesario que la busques.

—¿Joven amo?—dijo sorprendido.

—Ella esta ahora mismo en el avión conmigo, no se preocupen por ella durante una semana.

—Oh, ya veo... mis disculpas por haberle molestado.

La expresión de Min ho no tenía nombre, era una mezcla de felicidad, sorpresa y alivió, no pudo evitar pensar cosas qué no debía...

Estaba feliz de que aquél hombre con corazón de piedra, estuviera poco a poco mostrando afectó por alguien...

***

Sun Hee seguía durmiendo en el sillón, prefería eso antes de tener una conversación con su esposo, aunque lo intentase, ella sabía perfectamente que la única que hablaría sería ella.

Seong-Jin miraba como su esposa daba patadas a la mesa mientras dormía.

Finalmente, se levantó para apartar la mesa, si ella seguía golpeando la mesa de esa manera tan brusca seguramente se haría daño.

Lentamente, Seong-Jin empezó a mover la mesa, pero de repente su esposa movió bruscamente el brazo haciendo que aterrizará en la cara de su esposo.

Seong-Jin apretó los dientes por el dolor qué le causó la bofetada de su esposa.

Termino dejando la mesa en el mismo lugar, ahora le daba igual que ella se golpeara.

Cuatro horas después Sun Hee despertó, lo primero que pudo ver fue a su esposo con una mano sobre su mejilla.

Sin dudarlo, le preguntó sorprendida.

—¿Qué te ha pasado? ¿Como es posible que te hayas golpeado estando quieto?

Seong-Jin fulminó con la mirada a su esposa, ni siquiera ella se había percatado que no podía dormir sin moverse.

El resto del trayecto los dos estuvieron en silencio.

Poco después aterrizaron sobre una amplía pista, habían llegado ya a su destino.

La sonriente Sun Hee bajó del avión la primera y observó toda la pista de aterrizaje mientras giraba sobre si misma con los brazos abiertos.