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Mi matrimonio forzado: la hermosa esposa no tiene memoria

Sun Hee es una joven de 18 años. Tras haber despertado de un largo coma, se enteró de que había perdido la memoria. Ese mismo día, su malvada madre la forzó a casarse con un hombre completamente extraño para ella. Sin poder negarse tuvo que aceptar aquella extraña orden. Su esposo Jin Seong es un hombre frío, rico, arrogante y poderoso, capaz de hacer desaparecer a cualquier persona del país. Ellos dos son completamente diferentes. Sus vidas cambiarán por completo y tendrán que intentar convivir juntos aunque no se conozcan. ¿Qué pasara en su relación, terminaran enamorándose? ______________________________________________ Nota de autor: La cubierta no es mía. Por favor, no resubir esta historia

Laurasiscoyote · Urban
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132 Chs

Capítulo 60: Seong-Jin vio su dormitorio

El primero en bajar del auto fue Seong-Jin, parecía tener mucha prisa, lo único que quería en aquél momento era ir a su dormitorio para poder descansar.

Antes él no pudo decir que el asiento del auto era demasiado incómodo, estar sentado allí dos horas no fue muy agradable...

Casi cinco minutos después Sun hee por fin salió del auto, un poco más y se hubiera quedado allí para poder dormir. Fue caminando lentamente hacía la puerta de la mansión, sus pasos lentos de repente cambiaron a una velocidad inimaginable.

Corrió hasta la puerta y la abrió bruscamente, se había acordado de lo que había echo en el dormitorio de su esposo.

No supo que estuvo pensando en aquél momento, ¿había cometido un grave error al cambiar el dormitorio de su esposo completamente?

Ahora que ella lo pensaba con mas claridad... supo que si alguien cambiara su dormitorio enteró sin avisar seguramente también se enfadaría.

Tragó saliva mientras cerraba los ojos.

Enseguida escuchó la voz de Min ho, su voz venía desde la puerta del dormitorio de Seong-Jin.

¿Seong-Jin estaría desahogando su irá en Min ho?

Sun hee no quería que el liberara su ira con alguien que no tenía la culpa, si alguien tenía que ser insultado, supo que debía ser ella.

Se dirigió hacía las escaleras y las miro con temor, en cuanto ella subiese esas escaleras vería a su esposo...

La conversación que tenían Seong-Jin y Min ho llegó a los odios de Sun hee.

—J-joven amo porfavor no se enfade, la señorita no hizo esto con malas intenciones.

—¿Porqué tienes que meterte en asuntos que no te incumben? Si alguien tiene que darme una explicación debe ser ella, ahora vete—dijo mientras señalaba hacía otro lado para que se fuera.

Min ho no tuvo otra opción, se fue caminando rápidamente.

El corazón de Sun hee comenzó a latir más y más fuerte, no se podía arrepentir más por aquél cambio que hizo en el dormitorio de su esposo.

Se acercó hacía él con pasos silenciosos y se paro cerca de él con la cabeza agachada.

No se atrevía a hacer contacto visual con él.

—Losiento...—dijo todavía con la cabeza agachada.

—Que irritante, ¿porqué tienes que hacer este tipo de cosas sin que nadie te lo pida? Si alguna vez hubiera querido algún cambió lo habría hecho... puedes cambiar toda la mansión si quieres pero no mi dormitorio.

Ni siquiera tienes algún motivo para entrar aquí.

—Yo solo quería...

Enseguida se callo al darse cuenta de que solo ponía excusas, ni siquiera sabía si tenía algún objeto de valor para él allí dentro.

Enseguida levantó la cabeza e intento mirarlo.

—Sabes todos los documentos importantes que tenía allí... todo eso es una perdida incalculable.

—Espera, los documentos no los tiraron—dijo con los ojos iluminados—todo lo demás no se encuentra el la mansión, pero los documentos los guarde, no pensaba tirar eso... losiento, pensaba que quizás te gustaría algo diferente en tu dormitorio.

Seong-Jin suspiró lentamente, nunca había conocido a una mujer tan extraña, era sorprendente que se hubiera atrevido hacer aquello en su dormitorio, todos sabían que tenían prohibido entrar allí. Pero ella se atrevía a entrar, incluso cambio completamente su dormitorio.

Puso su mano sobre su cara y comenzó a desesperarse cada vez mas, odiaba que los colores resaltarán tanto, sus ojos se abrieron al ver el piano que había juntó a la ventana...

—Seong-Jin, sobre lo que pasó en el auto antes, te pido disculpas otra vez. Puedes pedirme lo que quieras y lo haré sin quejarme.

—¿Lo que quiera?—hizo una pequeña sonrisa.

—Sí.

—Entoces desde hoy comenzaré a dormir contigo en tu dormitorio, sería demasiado incómodo para mi dormir en una habitación tan... decorada—dijo mientras intentaba ocultar su pequeña sonrisa.