webnovel

Mi matrimonio forzado: la hermosa esposa no tiene memoria

Sun Hee es una joven de 18 años. Tras haber despertado de un largo coma, se enteró de que había perdido la memoria. Ese mismo día, su malvada madre la forzó a casarse con un hombre completamente extraño para ella. Sin poder negarse tuvo que aceptar aquella extraña orden. Su esposo Jin Seong es un hombre frío, rico, arrogante y poderoso, capaz de hacer desaparecer a cualquier persona del país. Ellos dos son completamente diferentes. Sus vidas cambiarán por completo y tendrán que intentar convivir juntos aunque no se conozcan. ¿Qué pasara en su relación, terminaran enamorándose? ______________________________________________ Nota de autor: La cubierta no es mía. Por favor, no resubir esta historia

Laurasiscoyote · Urban
Not enough ratings
132 Chs

Capítulo 106: Un verdadero monstruo

Ella estuvo paralizada durante unos segundos, estaba quieta como una estatua, incluso parecía que acababan de parar el tiempo.

En el mensaje ponía que se fuera solamente durante aproximadamente tres días, pero ella sintió que la acaban de echar para siempre.

¿Qué había echo mal, como podría reparar su gran error?

Ella quería intentar solucionar lo que había echo, pero en verdad ni siquiera sabía que es lo que hizo.

—Shaoran, ¿puedes devolverme mi teléfono?

Inmediatamente, él le devolvió el teléfono que acababa de coger ágilmente para que no se rompiera.

La expresión confusa de Sun Hee enseguida se convirtió en una mirada seria.

Volvió a leer el mensaje que le mandó Min Ho, luego volvió a leerlo y así consecutivamente.

Parecía que estaba escaneando cada palabra para poder encontrar algún error.

¿Pero... Qué error?

Finalmente, suspiro y miró a Shaoran.

Él tampoco sabía que decir, simplemente encogió los hombros.

La curiosidad de él acababa de llegar a su límite.

—¿Puedes decirme que es lo que hiciste?

—No lo se, no entiendo porque me tengo que ir durante unos días.

Ella no tenía ningún problema en irse durante unos días, pero al menos quería saber el motivo.

Decidió llamar a Min Ho, en ese momento no quería llamar a Seong-Jin, estaba un poco enojada y también asustada.

Esperó a que él contestara, mientras esperaba, Sun Hee hizo un gesto con su mano para indicarle a Shaoran que se acercará un poco, ella pudo notar como intentaba acercar disimuladamente su oreja al teléfono para poder escuchar.

Shaoran se sorprendió pero no pudo desobedecer aquella amable petición.

Cuando finalmente escucharon el Bip del teléfono, sus corazones comenzaron a latir más rápido.

—Señorita, por favor llámeme luego, ahora estoy ocupado...

Antes de que Min Ho pudiera seguir hablando, se escuchó un fuerte golpe, parecía que se había caído algo.

Sun Hee comenzó a preocuparse, miró a Shaoran nerviosa.

—¿Qué era eso?

Min Ho no quería contarle lo que estaba sucediendo, pero enseguida de dió cuenta de que seria peor no contarle nada. Si él no le contaba lo que estaba sucediendo, ella iría inmediatamente a la villa.

Shaoran enseguida agarró el teléfono de Sun Hee.

—¿Es sobre mi hermano?—preguntó nervioso.

—Bueno... Él joven amo, esta muy enojado.

Ahora mismo parece un verdadero monstruo, sabía que esto pasaría pero no imaginé que sería hoy.

La familia Wang quiere que él trabaje con Zheng, justamente tenía que ser él.

Shaoran suspiró, pudo aliviarse un poco por la respuesta de Min Ho, pensó que le pasó algo grave.

—¿No puedes hablar con la familia Wang?

—Sabes perfectamente que es imposible, llevan años sin ver a nadie, incluso no han podido publicar nada sobre ellos, cada vez que tienen que asistir a un lugar, mandan a uno de sus empleados para que los sustituya.

Cuando Sun Hee escuchó lo que en verdad estaba sucediendo, no pudo evitar reírse fuertemente, mientras que Min Ho y Shaoran estaban asustados, ella se reía descontroladamente.

—Pff, jaja, ¿esta enfadado porque le ordenaron algo? Por favor díganle a las personas de la familia Wang que gracias.

Se lo tenía merecido, antes él había logrado que Sun Hee se preocupara demasiado por él, pensó que quizás le había sucedido algo y por alguna razón comenzó a tener un fuerte y incontrolable dolor en el pecho.

Siempre decían lo que sucedía al final, por lo que parecía que eran los típicos anuncios que ponían en la parte más interesante de una película... Siempre tenía que averiguarlo todo en el último momento.

Rápidamente, se inclinó hacia adelante con una pequeña sonrisa para poder hablarle al chófer.