Capítulo 87 – Despertando demonios mentales

Yi Qing no se contuvo con sus técnicas de espada. De la forma que luchaba, uno podría creer que su opositor era su némesis y no su compañero. Golpeaba a Lonemoon en todas partes, pero no parecía que Lonemoon sintiera dolor. No trataba de defenderse, todo lo contrario, se lanzaba con toda la fuerza para atacar a Yi Qing.

En muy poco tiempo, el cuerpo de Lonemoon estaba cubierto de heridas y parecía estar en un estado crítico, sus ojos no parecían concentrados y su expresión permanecía igual. Yi Qing de repente convocó su intención de la espada y sacó una Gran Espada Dorada muy familiar, empujándola en dirección a Lonemoon.

La aplastante intención de la espada hizo que las plantas y árboles alrededor de ellos se quebraran y se cayeran. La Gran Espada Dorada siguió dirigiéndose directamente hacia el cuerpo de Lonemoon.

Los ojos de Lonemoon de repente se ensancharon. La niebla en sus ojos se despejó. En ese instante, Lonemoon exclamó:

—¡Mierda!